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Especial 24

Especial 24: Hacia Eralgia.

*Punto de vista en tercera persona*

El Imperio de Rasder. Una nación poderosa que se extiende desde el Este de la cadena montañosa de Tulser hasta el paso Shurak del reino Abnam. También colinda con el reino de Cuzo en el sur y en el norte con Pormocl, Uvikuto y Ark Seu.

Tiene una larga historia de conquistas y victorias, pero también de muchos fracasos. Se le puede considerar una nación belicosa, que trata de arreglar todo con violencia.

Durante sus 2100 años de existencia se ha expandido lentamente al ir absorbiendo reinos enemigos uno tras otro, pero se ha estancado desde hace cerca de 150 años. Esto es debido a la fuerza de sus vecinos o por los beneficios económicos de dejar tranquilos a algunos de ellos.

Algo que caracteriza a Rasder es su política de supremacía humana, cualquier otro individuo es tratado como escoria.

A lo largo de su historia, el imperio llevó a la extinción a muchas razas. Es por eso que entre sus sobrenombres está el de ‘El imperio del terror’.

Es tanto su desprecio por los no humanos, que miran con obsesión y un profundo odio a las razas que no se dejen conquistar y exterminar, como es el caso de los naga de Tulser y los ogros de Shurak.

Pero su peor enemigo es la nación sagrada de Ark Seu, lugar donde habitan los seres más poderosos de Maltras, recordatorio de que los humanos no son la especie más fuerte después de todo.

Como autoconsuelo, el Imperio realiza sacrificios anuales de ‘Bestias y Desechos’ en ciudades cercanas a Ark Seu.

Esta brutalidad le ganó la enemistad de otro reino que hasta entonces también proclamaba una superioridad humana: Pormocl.

Y por supuesto, no es de extrañarse que estén aquellos que desean abandonar Rasder a toda costa.

Era poco después del amanecer, una mañana soleada y pero fresca.

Un carro techado jalado por caballos avanzaba por un camino solitario en las mesetas Pik en el sur del territorio de Rasder.

El conductor se encontraba nervioso y alerta a la presencia de monstruos, bandidos, o peor, soldados.

Que tenga miedo a estos últimos se debe a la carga que trae consigo: personas no humanas…

Había hombres y mujeres de varias razas, cerca de 40 personas.

El interior del carruaje no era lo que se llamaría cómodo, estaba estrecho y olía mal, pero no se trataba de un vagón de esclavos… Había esperanza en los ojos de la mayoría de los pasajeros.

“Mamá, ¿Falta mucho para que lleguemos?” (niño de piel azul)

“Todavía falta un poco… Pero valdrá la pena.” (madre)

“¿Y nos tratarán bien en Eralgia?” (niño de piel azul)

Una madre y su hijo hablaban en voz baja para no molestar a los demás; o al menos la madre, el niño estaba muy animado.

“¡Como no tienes idea! Eralgia es una tierra de ensueños.” (hombre con cuernos)

Un hombre, que al parecer no estaba relacionado a la mujer y al niño, interrumpió la conversación que ambos tenían para declarar felizmente sus conocimientos.

“En Eralgia las ciudades están limpias y no hay moribundos en cada esquina o callejón, los humanos aman a las otras razas y forman familias… No existe discriminación ni esclavitud, y los plebeyos tienen tanto oro que pueden comer lo que quieran y nunca padecen de hambre.” (hombre con cuernos)

Las palabras del hombre subieron los ánimos de los pasajeros, tanto que el conductor tuvo que pedir que guardaran silencio.

“Tienen que actuar como esclavos, si nos descubren los mandaran a todos a la hoguera y a mi me empalarán.” (conductor)

“Je, je, lo sentimos… Nos emocionamos un poco.” (hombre con cuernos)

“Está bien siempre y cuando lo entiendan… Aunque a decir verdad no los culpo, todos serán felices en esa tierra de la esperanza.” (conductor)

El conductor sonrió amablemente. Su nombre era Borus Chunder, se dedicaba a sacar personas fuera de Rander, especialmente a personas no humanas.

“Muchas gracias, señor Borus… Gracias a usted tendré la oportunidad de una mejor vida.” (chico con tres ojos)

“Si, muchas gracias por su bondad… Que los dioses lo bendigan.” (mujer con cuernos)

“Oigan, oigan, los agradecimientos me los darán cuando lleguemos a nuestro destino.” (Borus)

Aunque Borus les había pedido que guardaran silencio, sus pasajeros seguían conversando felizmente…

“Esto es así todos los días…” (Borus)

Borus dejó escapar un suspiro.

“Les recomiendo que obedezcan la orden de guardar silencio… El peligro de ser capturados es muy alto.” (¿?)

Una persona encapuchada liberó un poco de sed de sangre, haciendo que todos guardarán silencio.

“Mucho mejor, ¿Ven que no es difícil?” (¿?)

Borus quiso reclamarle por sus métodos para silenciar al grupo, pero prefirió guardar silencio y continuar enfocado en su trabajo.

‘Esta persona da miedo… No se por que acepté traerla’ pensó Borus para sus adentros.

El carro se detuvo junto a un pequeño arroyo para que los pasajeros pudieran estirarse y descansar.

“No se alejen mucho del campamento, podría haber monstruos o animales peligrosos.” (Borus)

Mientras todos bebían del pequeño cuerpo de agua o se recostaban sobre las grandes piedras que habían en los alrededores, Borus se dedicaba a revisar el mapa y a mirar en las enormes formaciones rocosas que los rodaban, con suerte, incluso si había soldados o vigías en los alrededores, los árboles les servirían de escondite.

“No salió a descansar… ¿Mmm?” (Borus)

Una joven de baja estatura y cuerpo delgado regresó antes que todos al carruaje pero no entró… Borus decidió no prestarle atención.

“Mi nombre es Eos Atrecis… Mucho gusto.” (Eos)

La chica que se acercó al carruaje saludó y se presentó con la persona encapuchada, quien se enfocó más bien en la cantimplora de piel que la joven traía en las manos.

“Mucho gusto, chica halfling…” (¿?)

“Oye, te dije mi nombre… Llámame por él.” (Eos)

Eos agitó la cantimplora, revelando que estaba llena de agua.

“Incluso te traje un obsequio.” (Eos)

La persona encapuchada alzó su mano hacia Eos, al parecer lo hizo inconscientemente, y cuando se dio cuenta de que intentó alcanzar el agua, se detuvo y volteó en otra dirección.

Stolen novel; please report.

“Gracias, pero ya tomé agua.” (¿?)

“Mientes… Sé que tienes sed, así que bebe el agua y dame tu cantimplora para llenarla.” (Eos)

La persona encapuchada parecía debatirse entre aceptar la oferta y no.

“Necesitas el agua, eres una alraune.” (Eos)

“¿Eh? ¿Cómo fue que…?” (¿?)

“Llevamos en el carro muchos días. Es sorprendente que creyeras que nadie se había dado cuenta.” (Eos)

“¿Y el conductor? ¿Él también sabe que soy una alraune?” (¿?)

“No lo sé, probablemente sí.” (Eos)

“Esto es malo, debo separarme del grupo.” (¿?)

“Wow, wow, wow, wow… ¡Espera un momento! ¿Conoces una ruta segura para llegar a Eralgia? Solo él puede llevarnos.” (Eos)

“No, no confío en los humanos… Si de verdad sabe de mi raza, debe de estar llevándonos a una trampa para venderme.” (¿?)

Temerosa, la persona encapuchada se puso de pie y trató de salir del carro, pero su capucha se enganchó con un clavo del techo del vehículo, removiendola y dejando ver su rostro.

“¡Ahh! ¡Noo!” (alraune)

Las alraune eran una raza de exuberante belleza, dentro del territorio de Rasder no había otra que se le comparará… Del territorio conocido por los habitantes del Imperio, sólo los naga estaban a su altura.

La persona encapuchada era una joven mujer de dicha raza, su cabello de un color verde selvático tenía hojas brillantes como joyas; su piel era de una tonalidad más suave... Su rostro era tan hermoso que le robó el aliento a Eos.

La chica alraune desenganchó su capucha y volvió a ponérsela, estaba desesperada y tuvo problemas en hacerlo.

“Solo escuché leyendas de la belleza de las alraunes, pero vaya que estaban en lo cierto… Ah, espera, no te vayas.” (Eos)

Cuando la chica alraune bajó del carro e intentó correr fue detenida por Eos, quien se le aferró fuertemente.

“¡Suéltame! ¡Todos se van a dar cuenta! ¡Me van a vender!” (alraune)

“¿Qué está pasando?” (Borus)

Al ver que Borus se estaba acercando a donde estaban, la chica alraune sacó un bastón de madera de entre sus ropas.

“¡Espíritus de Sacarda, demen su protección y alejen a mis enemigos con sus manos! ¡Oth Falam!” (alraune)

Raíces surgieron del suelo para interponerse entre Borus y las chica Alraune con Eos, además de que algunas lianas tomaron a esta última y la separaron por la fuerza.

“¡Ah, suéltame! ¡No cometas una locura! ¡Tienes que quedarte con el grupo!” (Eos)

Pero la chica alraune no obedeció y emprendió la huida hacia la densidad de los árboles. Cuando desapareció, las lianas perdieron su fuerza y cayeron al suelo como cuerdas.

“¡¿Esa persona es una hada?!” (Borus)

“Tengo que ir por ella.” (Eos)

“¡Espera!” (Borus)

Eos no escuchó a Borus y fue tras la chica alraune, no tardó en encontrarla a merced de una slime sangrienta, un monstruo con la apariencia de un gran charco de baba roja que es sorpresivamente rápido y fuerte.

Tal parece que la chica alraune intentó defenderse, ya que había estacas de madera ensartadas en todo el terreno, pero el monstruo fue el vencedor y tenía bien sujeta a la joven de sus brazos, piernas y abdomen.

“¡Por aquí, maldita slime! ¡Sueltala!” (Eos)

Eos le arrojó una piedra a la slime pero esta no le prestó atención, enfocandose en tratar de devorar a la alraune.

“No quiero… morir… ¡No!” (alraune)

Al ver que su intento por llamar la atención de la slime había fracasado, Eos tomó una de las estacas de madera y se lanzó contra la slime, que esta vez sí reaccionó y tomó a Eos sin esfuerzo alguno.

“¡No! Maldición, ¿Porque soy tan débil en combate cercano?” (Eos)

“Espíritus de Sacar… ¡mghmm!” (alraune)

La slime cubrió totalmente a la chica alraune con su cuerpo gelatinoso, evitando que pudiera recitar su magia.

“¡Alraune! ¡Te dije que la soltaras, maldita slime!” (Eos)

“¡Las patadas no servirán!” (¿?)

Una flecha atravesó el cuerpo de la slime, no parecía gran cosa para la gran masa que tenía, pero comenzó a disolverse rápidamente, liberando a Eos y a la chica alraune. El responsable de haberle dado muerte al monstruo fue Borus, quien se acercó al par con un arco en su espalda… La flecha que disparó había perforado el núcleo de la slime.

“Torpes, ¿Porque corrieron al…? ¿Eh? ¿Una alraune?” (Borus)

La chica alraune tosio un poco de la baba de la slime con la ayuda de Eos, quien la había socorrido tan pronto como se liberó. Estaba temblorosa y las fuerzas le fallaron, por eso no pudo levantarse y huir al darse cuenta de que su capucha quedó destruida y Borus la estaba viendo sorprendido.

“Toma, esto ocultará tu rostro.” (Borus)

Borus le dio una manta a la chica alraune, quien se vio confundida por tal hecho y palabras.

“Las iba a regañar seriamente por correr como estúpidas a las fauces del peligro… Pero ya entiendo por qué ocurrió todo… ¿Puedes cargarla hasta el campamento? Tenemos que regresar cuanto antes, los dejé a todos para venir por ustedes.” (Borus)

“Si, eso creo…” (Eos)

“Perdon, lo haría yo pero no debe querer que un humano la toque…” (Borus)

Eos subió a la alraune a su espalda y siguió a Borus hasta donde estaba el carro con los demás pasajeros. Quienes en lugar de estar enojados con lo que hicieron las dos chicas, las socorrieron y ayudaron a subir al vehículo.

“Yo… Odio a este Imperio…” (Borus)

Al reanudar su camino, Borus comenzó a conversar.

“¿Superioridad humana? ¡Eso son patrañas! No hay nada de superior en matar a inocentes solo por ser diferentes, de tratarlos como basura o juguetes… Los humanos de esta nación están podridos… Deberíamos de aprender de Eralgia.” (Borus)

“De verdad los humanos de allá son diferentes a los del imperio.” (alraune)

“Debe haber algunos que tambien esten podridos, pero la mayoria son buenos… Lo sé porque viví una época del otro lado de la frontera… Quizás no lo parezca ahora, pero en mi juventud fui un soldado, un arquero bajo el mando del marqués Elleon, un gordinflón sádico y engreído; pero después de quedar asqueado de las atrocidades que me obligó a hacer, deserté y hui por el paso ‘Protección de Nagur’. En Eralgia conocí a muchas personas que me brindaron apoyo y me ayudaron a deshacerme de los terrores y pesadillas que me afectaban… También me ayudaron a darme cuenta de que debía expiar mis pecados, así que decidí cooperar para transportar a quienes sufren por la arrogancia del Imperio.” (Borus)

La mirada de Borus se volvió cálida.

“Es un gran hombre, señor.” (Eos)

“¡Exacto! ¡Gracias a usted no vamos a sufrir de más persecuciones.” (hombre con cuernos)

“...Erane…” (alraune)

La chica alraune dijo algo en voz baja.

“¿Eh?” (Eos)

“Te presentaste pero no yo no… Mi nombre es Erane…” (Erane)

“Es un lindo nombre, Erane.” (Eos)

“Ya que la señorita alraune nos dejó de tener miedo, podrá salir a estirarse en los descansos.” (niño con cuernos)

“No es tanto que tuviera miedo, solo estaba siendo precavida… Perdón por dudar de usted, señor conductor.” (Erane)

“No pasa nada, aunque el que tu temor fue la causa de que estuvieras cerca de morir y arrastradas a otra chica contigo que trataba de salvarte, todo salió bien al final.” (Borus)

“Uuuu… Lo siento, les ruego que me perdonen.” (Erane)

Borus, Eos y el resto de los pasajeros rieron felizmente.

“No tienes porque disculparte, solo trataba de jugar un poco contigo… Reaccionas de manera muy pura.” (Borus)

“Es muy malo…” (Erane)

“Si, lo soy.” (Borus)

“Oye, Erane… He tenido una duda desde hace unos días… Fue desde que averigüe de tu raza… Se supone que las alraune habitan en los bosques del Sur y el Este… ¿No habría sido más fácil huir hacia Abnam? ¿Por qué venir hasta Eralgia cuando en ese reino también aceptan y protegen a los que huyen del Imperio?” (Eos)

“¿Eh? Bueno, yo…” (Erane)

“Ah, no tienes que decírmelo si no quieres… Fue tonto de mi parte ser una entrometida…” (Eos)

“No, está bien… El único secreto que deseaba guardar era mi raza. Voy a Eralgia a conocer a mi futuro esposo.” (Erane)

Hombres, mujeres y niños se emocionaron por igual con la respuesta de Erane.

“¡Que romántico! ¡Te deseo toda la suerte del mundo!” (Eos)

“G-Gracias…” (Erane)

“Mmm, es extraño… ¿Cómo un hombre de Eralgia fue comprometido con una habitante del Este de Rasder? ¿Era un aventurero o explorador que le agradó a tus padres?” (hombre con cuernos)

“No, mis padres y los demás miembros de mi tribu murieron hace mucho.” (Erane)

Las palabras de Erane fueron como un balde de agua que enfrió los ánimos de todos.

“Fuimos cazados cuando se descubrió que teníamos la bendición del espíritu Itred…” (Erane)

“...Tu temor hacia nosotros los humanos no se debe solo a las matanzas del pasado, sino a las recientes, eh.” (Borus)

Erane asintió suavemente, haciendo que Borus apretara las cuerdas de las riendas lleno de frustración.

“Solo yo sobreviví e intenté huir hacia Abnam… Pero recibí un mensaje, una visión de Itred diciéndome que debía ir hacia el oeste, a Eralgia… Ahí encontraría al hombre que será mi esposo, quién me amará y protegerá… Y con quien… multiplicaré mi estirpe.” (Erane)

Todos escuchaban en silencio a Erane, pero algo de lo que dijo llamó la atención de Eos.

“¿Una... visión? Si recibiste una visión de un espíritu significa que eres…” (Eos)

“Si. Soy una oráculo.” (Erane)

La declaración de Erane hizo que todos en el carruaje gritaran fuertemente. Lo cual asustó un poco a los caballos, haciéndolos relinchar también con fuerza.

Tardó un poco de tiempo que la calma regresara.

“Perdone que haya sido tan atrevida hasta ahora, no estaba consciente de que era una oráculo.” (Borus)

“No tiene porque ser tan respetuoso conmigo, señor conductor.” (Erane)

Erane agitó sus manos rápidamente ante la manera en como Borus comenzó a hablarle, después vio a sus alrededores y se percató que algunos de los demás pasajeros estaban postrados ante ella… Pese a lo compacto que era el espacio en el carro.

“¿Eh? ¿Qué ocurre?” (Erane)

“Nosotros los de la raza Kikol veneramos a los grandes espíritus junto con los dioses… ¡Permita que la protejamos!” (hombre con cuernos)

Todos aquellos que se habían postrado pertenecían a una raza llamada Kikol, que aparte de sus distintivos cuernos, tenían la piel pálida y los ojos de un color rojo intenso.

“Esperen… Yo…” (Erane)

La mirada de Erane entonces se cruzó con la de Eos, quien aunque sorprendida, no parecía haber cambiado.

Eos asintió con una sonrisa.

“¡Deja que yo también te proteja, Erane!” (Eos)

“¿Eeehhh?” (Erane)

“¡No reacciones tan sorprendida! No pude con la slime porque no traía mi arco conmigo… Soy mejor tiradora que el señor conductor… Lo siento, disculpe mi arrogancia.” (Eos)

“No hay cuidado.” (Borus)

“Eos… No tienes que hacer esto solo por que soy una oráculo.” (Erane)

“Eso es un pretexto adicional… Decidí que quería ayudarte desde que vi tu rostro… Ah, no es que me gustes de manera romántica… Al igual que tu yo también deseo casarme con un hombre que me ame… Es solo que creí que podríamos ser amigas… Y luego me dijiste tu nombre…” (Eos)

Apenada, Eos comenzó a hablar rápidamente… Lo cual provocó que Erane riera suavemente.

“Gracias Eos. Gracias también a todos y al señor conductor… Son muy generosos conmigo.” (Erane)

Los kikoles bajaron sus cabezas en señal de respeto, mientras que los demás pasajeros hablaron entre ellos de lo sorprendidos que estaban con la revelación de Erane y de la sorpresa que se llevaría su futuro esposo a ver a sus seguidores.

Eon sonrió feliz de ser aceptada por su nueva amiga; mientras que Borus...

“Puede estar segura que se cumplirá su profesía, voy a encargarme de llevarla hasta donde esté él.” (Borus)

Miró con determinación hacia adelante, en la dirección donde estaba Eralgia.