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El Observador (9)

Gómez bajó la mirada, sintiéndose culpable. Como todos los agentes, Jonathan siempre había sido reservado. Era difícil entender la mentalidad de un agente si uno no pasaba varios años enfrentándose a tragedia tras tragedia. Pero nunca pensó que algo así pudiera estar gestándose tras esa fachada tranquila. Para Gómez, la idea de un asesinato seguía siendo mas que posible.

—¿No se encontró nada extraño en la investigación de su muerte?

El jefe tambaleó con la cabeza, como si estuviera considerando la mejor forma de decirlo.

—Algunas cosas. Jonathan tenía problemas financieros graves. Y no me refiero a simples gastos o pagos pendientes. Estoy hablando de deudas impagadas, gastos desmedidos y apuestas incumplidas. Su cuenta bancaria estaba al borde del colapso y era cuestión de días antes de que lo perdiera todo. Era un derrochador compulsivo, y aunque lo ocultó bastante bien en el trabajo, muchos agentes veteranos sabían que tenía un mal manejo del dinero. Le pregunté a Ortega si sabía algo, ya sabes que esos dos son más que amigos, él me contó que era muy probable que Jonathan tuviera que gastar un “poco de más” en atender sus caprichos. Ellos dos comparten los mismos gustos, pero no pienso hablarte de los detalles de nuestra conversación. Si quieres saber más sobre el tema, deberías preguntarle a Ortega; por la historia que él me contó, estoy muy seguro de que Jonathan se suicidó.

Gómez lo miró incrédulo. Nunca había notado que Jonathan tuviera problemas tan serios. Había escuchado rumores, pero Jonathan siempre había proyectado una imagen de éxito, de alguien que tenía su vida bajo control. Claro, había hablado de deudas menores en conversaciones informales y Gómez lo había ayudado a resolver algunos cuantos casos privados que prometían una fortuna desmedida, pero nada que sugiriera una catástrofe como la que el jefe estaba describiendo.

—¿Y eso explica por qué se mató? ¿Estás seguro de que no lo mataron? Estando tan endeudado, es muy probable que…—Comenzó Gómez, pero el jefe lo interrumpió.

—Es posible que eso haya sido una de las tantas cosas que lo llevaron a tomar la decisión que tomó—Dijo Mendelson— Entre tu suspensión y la presión financiera, puede que Jonathan no viera otra salida. Incluso si se retirara, sabía que su situación financiera era imposible de mantener con su jubilación. Derrocho todo el dinero que heredó de sus padres en satisfacer sus gustos, y cuando no quedó más que gastar, no me sorprende que haya querido tomar esa decisión. Simplemente, la vida no le causaba más emoción. Era demasiado orgulloso como para pedir mi ayuda o reconocer que no podía controlarse a sí mismo. Pero si se lo dijo a Ortega, incluso firmaron un acuerdo privado antes de que se suicidara. Las pruebas son muchas, Gómez. Esto fue un suicidio.

Gómez sacudió la cabeza, en shock por lo que escuchaba. No quería creer que Jonathan hubiera llegado a tal extremo sin decir una palabra, sin dejar entrever su sufrimiento en el último mensaje que le había grabado. Pero habiendo tantas pruebas le era complicado negar la realidad, por más absurda que esta le pareciera. No obstante, la conspiración que Jonathan había mencionado, los rumores, las pistas fragmentadas que había dejado. Todo apuntaba a que había algo mucho más profundo detrás de su muerte. Tan profundo como para “simular” todas estas pruebas que eran prácticamente contundentes.

El jefe lo miró fijamente, con una mezcla de empatía y frustración.

—Yo también pensé que lo mataron, de solo mirar su cuenta bancaria cualquier agente veterano opinaría lo mismo —Admitió el jefe— Por eso investigué más a fondo. Busqué cualquier cosa que pudiera haber sido manipulada, algún indicio de que algo o alguien lo había presionado más allá de sus límites. Pero no encontré nada. Incluso llegué a investigar a Ortega, y nada. Los androides confirmaron que todo fue voluntario, y las grabaciones respaldan esa versión. No hay señales de que estuviera siendo controlado o influenciado por factores paranormales. Pese a todo ello encontré sus últimas palabras un tanto extrañas, dime tú qué opinas de las mismas.

Gómez se quedó en silencio, observando cómo el jefe interactuaba con el pequeño dispositivo que había sacado de su escritorio. Tras unas pocas interacciones, activó otra proyección holográfica que mostraba una grabación hecha por unos de los androides de Jonathan Parker.

Transcripción de audio recuperado (Últimas palabras del Agente Jonathan Parker) - Grabadora del androide N.º13

00:00:01 - La grabación comenzó con un leve zumbido, el tipo de sonido sutil que hacen los androides al activarse. Luego, la voz de Jonathan llenó el aire. No había tensión en ella, no había miedo ni pánico. Era una voz tranquila, casi casual, como si estuviera comentando sobre el clima o sobre una película que acababa de ver. Pero esta vez, estaba hablando de su propia muerte. Su rostro transmitía una serenidad inaudita, pese a que la mitad de su rostro estaba escondida tras una máscara que lo conectaba al gas letal que le sacaría la vida en unos pocos minutos.

Agente Jonathan Parker:

(Calmado) “Si estás escuchando esto, entonces ya sabes lo que pasó. No hace falta que te lo explique, ya habrás conectado los puntos, o al menos eso espero. Y si no lo has hecho, bueno... supongo que no importa demasiado ahora. Cuando escuches esto, estaré muy, muy lejos. Demasiado lejos como para andar preocupándome por esas trivialidades humanas”

00:00:25 - Se oye una suave risa amortiguada por la máscara de gas que cubre su rostro. La risa parece cargada de una ironía íntima.

Agente Jonathan Parker:

(Riendo suavemente) “Quizás te estés preguntando por qué lo hice, por qué tomé esta decisión. Si me conocías… Si de verdad me conocías… sabrás que nunca fui del tipo que se deja vencer por la tristeza o la soledad. Siempre encontré la manera de seguir adelante, ¿no? Pero esta vez es diferente… Y no porque no pudiera seguir escapando de la soledad, sino porque elegí no hacerlo”

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00:00:45 - Su voz disminuye de intensidad, adoptando un tono reflexivo.

Agente Jonathan Parker:

(Susurrando para sí mismo) “Verás, en algún punto, todo comenzó a perder sentido. No de la manera en que la gente lo dice cuando está deprimida o cansada. No era eso. Al contrario, me sentía increíblemente vivo. Las misiones, las investigaciones… cada descubrimiento me hacía sentir más conectado al mundo, como si formara parte de algo más grande. Pero entonces, empecé a ver. Empecé a observar”

00:01:05 - La palabra “observar” resuena con fuerza en la grabación, cargada de un significado que va más allá de lo aparente.

Agente Jonathan Parker:

(En un susurro enigmático) “No sé cómo explicarlo, pero creo que tú, si estás escuchando esto, lo entenderás eventualmente. Todos lo hacemos. Hay un punto en el que ya no puedes seguir ignorando las cosas, en el que empiezas a ver lo que realmente está sucediendo en nuestro mundo. Y cuando eso pasa, no hay vuelta atrás. No puedes cerrar los ojos otra vez. Todo lo que creías que era importante... desaparece”

00:01:30 - Se produce un silencio profundo en la grabación, interrumpido solo por el zumbido sutil del androide en el fondo.

Agente Jonathan Parker:

(Nostálgico) “Al principio, fue aterrador. Ver más allá, ver las conexiones, las verdades ocultas… te consume, te cambia. Pero luego… luego te das cuenta de que no es malo. Al contrario, te libera. Todas las normas, las reglas, las imposiciones, los recuerdos, las tristezas, el dolor… todo eso es tan pequeño en comparación con lo que está allá afuera. Lo que he observado en estos últimos días es mucho más grande de lo que cualquiera de nosotros podría imaginar”

00:02:00 - La grabación continuaba con una tranquilidad inquietante. Jonathan no hablaba como alguien desesperado por huir, ni como alguien que estaba acorralado por sus propios demonios. Su voz estaba impregnada de una calma soberbia, casi como si hubiera alcanzado un entendimiento más profundo, una iluminación de su propia humanidad, un entendimiento de su existencia, algo que los demás no podían ni empezar a concebir.

Agente Jonathan Parker:

(Hablando con una paz profunda) “Supongo que este es el punto donde debería decir que lo siento. Qué lamento dejar mi vida atrás, dejarte atrás, dejar a todos atrás. Pero la verdad es que no lo lamento. No hay culpa en esto. Hay alivio, paz. La gente siempre habla del más allá como si fuera algo incierto, algo que debemos temer. Pero, ¿sabes? Ya lo he visto. He visto lo que hay más allá de este velo que llamamos realidad. Y déjame decirte que lo que hay allá es mucho más hermoso de lo que podrías imaginar”

00:02:30 - Una ligera sonrisa se percibe en su voz, casi como si estuviera compartiendo un secreto que solo él comprende.

Agente Jonathan Parker:

(Sonriendo apenas) “Sí, esto es un adiós, pero no en el sentido que crees. No es una despedida amarga ni trágica. Es más como cerrar una puerta para abrir otra. Una nueva etapa. Y esa nueva etapa… bueno, no sé exactamente cómo será, pero estoy emocionado. Es extraño, ¿verdad? Estar emocionado por el final de la vida. Pero es así. Me siento lleno de posibilidades, como si lo peor ya hubiera pasado, y lo que queda es libertad”

00:02:55 - El zumbido de su androide se intensificó ligeramente en la grabación, como si Jonathan estuviera haciendo algo en segundo plano, quizás preparando todo para lo inevitable. Se estaba quedando sin fuerzas.

Agente Jonathan Parker:

(Reflexivo, casi melancólico) “He observado tantas cosas… cosas que no podría compartir con nadie porque simplemente no las entenderían. Y no los culpo. A veces, el peso de esa verdad era demasiado incluso para mí. Pero ya no más. Al dar este paso, dejo atrás todo ese peso, toda esa oscuridad. Ahora soy parte de algo más grande, algo que va más allá de lo que la humanidad puede entender”

00:03:25 - La calma en su voz era casi desconcertante. No había signos de arrepentimiento, no había rastro de duda. Su mirada era amistosa y su perpetua sonrisa estaba dibujada en su rostro como el símbolo que había cargado toda su vida hasta ese momento.

Agente Jonathan Parker:

(Con una serenidad firme) “Esto no es una derrota, amigo. Esto es una elección. Mi elección. Me llevo todo lo que he visto, todo lo que he aprendido, y lo dejo aquí, en estas palabras. Si quieres entenderlo, si alguna vez llegas al punto al cual yo llegué, sabrás lo que significa. Y si no, bueno, tampoco pasa nada. Cada uno tiene su propio camino, ¿no? Pero el destino de todos es el mismo. Es abrir esa última puerta hacia el más allá”

00:03:55 - Jonathan hace una pausa, un silencio cargado de significado. Parece considerar si decir algo más antes de concluir.

Agente Jonathan Parker:

(Susurrando con intensidad) “Lo único que te pido, si es que me permites pedirte algo, es que no busques más. No hay nada que encontrar. Mi historia termina aquí, pero la tuya continúa. Sigue adelante, vive la vida que quieras vivir. No te quedes atrapado en esto, porque lo que he observado no es para todos. Y está bien que así sea”

00:04:20 - La grabación se detiene. Un sonido sordo indica que la cabeza de Jonathan cae hacia adelante, y el silencio que sigue es casi ensordecedor.

Gómez sintió un nudo en el estómago, incapaz de procesar por completo lo que acababa de ver. Había una certeza inquietante en las palabras de Jonathan, una paz que bordeaba lo surrealista. ¿Cómo podía alguien tomar una decisión tan drástica? Era como si el Jonathan que conocía hubiera desaparecido mucho antes de lo que Gómez había creído.

Tal y como se había visto en las grabaciones de la cámara de seguridad de la casa: No había signos de lucha, de desesperación. Solo alegría, calma, y sí, quizás, una pizca de esperanza. Como si Jonathan hubiera encontrado algo más allá de lo terrenal, algo que lo había convencido de que su tiempo aquí había terminado. Para él, se había cerrado una puerta, pero se había abierto otra, una que lo llevaba lejos, muy lejos de todo lo que había observado.