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79.Century City

Para Richard no fue muy fácil aceptar lo de Meredith, algo dentro de él lo hizo creer que era injusto el que todo fuera una ilusión, pero después de razonarlo, lo asimiló. Después de poco más de una semana en el templo de Hydralis, recibiendo asilo de los monjes, ya que para ellos era un honor ayudar a alguien que logró el gris definitivo, pudo comunicarse con Neusi, de la elementália Magicsy, ya que querían felicitarlo debido a su progreso en el templo de los redimidos, y la alto mando de su elementália lo invitó a conocer su ciudad, el chico aceptó y emprendió viaje con Cloud, la comunicación entre el dragón y su dueño era más de compañeros, a pesar de estar incomunicados en el tiempo del templo, Cloud se sintió orgulloso y sentía admiración por su dueño.

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Después de que los gríseos fueron exiliados de la ciudad del cambio por el bien de la humanidad, hubo una cantidad considerable de humanos mágicos y no mágicos que seguían conviviendo y compartiendo el entorno, reproduciéndose, así que los mestizos nacieron con un tipo de magia independiente de las diosas, difícil de controlar y manifestar, pero al final, ajeno a las diosas, consistía en manipular la gravedad de los objetos y seres vivos, haciéndolos levitar, así como recibir y enviar los pensamientos en la mente de las personas, incluso el deambular en los sueños de los demás, entre otras cosas, como crear campos de fuerza y tener premoniciones de eventos cercanos.

Comúnmente algunos gríseos, al no conocer la elementália, le llamaron telequinesia, y decían que alcanzando un profundo y tangible nivel de conciencia podrías dominarla, pero no fueron más que mitos, que fueron desvaneciéndose con las generaciones, alejados de la realidad, dejando en claro que el ser un mestizo no aseguraba que pudieras manifestar magia Magicsy sin esfuerzo, ya que requería de su entrenamiento pertinente.

Las diosas, lejos de querer despojar a los mestizos de su magia, adoptaron esta nueva facción, ya que fue la intermediaria entre los gríseos y los mágicos. Actualmente los Magicsy son los embajadores, cada que surgen conflictos que probablemente puedan comprometer la integridad de las dos realidades en las que coexisten. Hay gríseos viviendo en la elementália de los Magicsy y viceversa, para brindarse la confianza que fue cultivada desde los ancestros.

En el centro de Century City, la ciudad capital de los Magicsy, se alza un rascacielos de cristal que parece tocar las nubes. Sus ventanas reflejan la luz del sol, creando destellos brillantes. A su lado, un antiguo teatro restaurado muestra su fachada ornamentada, con detalles góticos y esculturas de mármol.

Los automóviles no circulan por el suelo, sino que flotan en el aire. Sus formas aerodinámicas y ventanas tintadas les dan un aspecto futurista. Los transeúntes caminan por las aceras, admirando la arquitectura y saludando a los conductores mientras pasan. En los parques, las esculturas de metal se entrelazan con la vegetación. Bancos de diseño invitan a la gente a sentarse y contemplar el paisaje. Los niños juegan en una fuente que parece bailar al ritmo de la música ambiental.

Esta ciudad es un testimonio de la creatividad humana y la posibilidad de un futuro donde la tecnología y la magia se fusionan en perfecta armonía, por otro lado, en las zonas aledañas se les conocía como territorio nostólogo, los pueblos un poco rurales demostraban que el humano no requería de lujos para poder tener paz. Eran pueblos que no requerían mucha tecnología para sustentarse, pero de cierta forma los dos lugares se complementaban.

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El sol se encontraba en su cenit cuando Cloud, el imponente dragón de Richard, comenzó su descenso hacia la torre de Century City, en la elementália de los Magicsy. La estructura se erigía majestuosa, reflejando la luz en sus superficies cristalinas y metálicas, una amalgama de magia y tecnología. Las alas de Cloud batieron con elegancia mientras se aproximaba a la plataforma de aterrizaje designada para dragones, en lo alto de la torre.

El aterrizaje fue suave, casi silencioso, mientras Cloud posaba sus enormes patas sobre la plataforma. Richard, sentado con confianza sobre su lomo, admiraba la vista panorámica de Century City. Una vez en tierra, descendió con agilidad y acarició el cuello de Cloud en señal de agradecimiento. Lo regresó a su cristal.

Stolen novel; please report.

—Buen chico, Cloud, —dijo Richard con una sonrisa antes de volverse hacia la entrada principal de la torre.

Neusi y su padre, el gobernador Ugaldy, lo esperaban en la entrada. Junto a ellos, varios sirvientes y guardias mantenían una formación ordenada. La torre, además de ser el hogar de Ugaldy y su familia, era un centro neurálgico de poder y administración.

—Bienvenido, Richard, —saludó Ugaldy con una sonrisa cordial—. Espero que tu vuelo haya sido placentero.

—Sí, lo fue. Tuvimos tiempo de ver a los animales que tienen cerca de aquí, ¡son increíbles! Gracias por la invitación, —respondió Richard, después de haber tenido su primer contacto con escarabajuelos, era la especie que estaba terminando de desarrollar plumas y un exoesqueleto, con la similitud a una mantis, mirando con curiosidad la imponente estructura.

Neusi le hizo un gesto para que lo siguiera, guiándolo hacia los elevadores de cristal. Estos elevadores, impulsados por una combinación de magia artificial y tecnología avanzada, flotaban suavemente dentro de un eje central, iluminado con un resplandor lila.

—Es que tuviste suerte ya que estamos en su temporada de migración. Subamos, te llevaremos al comedor principal —dijo Neusi mientras ingresaban al elevador.

El interior del elevador era amplio y lujoso, con paredes transparentes que ofrecían una vista impresionante de la ciudad y del interior de la torre. Mientras ascendían, Richard pudo observar varios niveles dedicados a departamentos burocráticos, donde magos y funcionarios trabajaban en la administración de la elementália. Documentos flotaban mágicamente entre las estaciones de trabajo, y pantallas holográficas mostraban informes y estadísticas en constante actualización.

—Este edificio también alberga la sede central del Consejo Mundial, —explicó Ugaldy—. Aquí llevamos a cabo los casos legales que involucran a personas mágicas, no mágicas y mestizos. Es un lugar de gran importancia y responsabilidad.

—Es impresionante —comentó Richard, asombrado por la magnitud y la complejidad de la torre.

Finalmente, el elevador se detuvo en el piso del comedor principal. Las puertas se abrieron con un suave susurro, revelando una sala magnífica, decorada con exquisitos tapices y candelabros que flotaban en el aire, iluminando el espacio con una luz cálida y acogedora. En el centro de la sala, una larga mesa estaba preparada con una variedad de manjares, rodeada de sillas de diseño elegante.

—Mi hermana mayor, Frenchiaradina, también vive aquí, —dijo Neusi—. Pero todos la llamamos French.

Richard asintió, absorbiendo toda la información mientras seguía a Neusi y Ugaldy hacia la mesa.

—Espero que disfrutes de nuestra hospitalidad, —dijo Ugaldy mientras tomaban asiento—. Tenemos mucho de qué hablar.

Richard se acomodó, agradecido por el recibimiento y curioso por las conversaciones que estaban por venir. Mientras los sirvientes comenzaban a servir la comida, Richard no pudo evitar sentirse impresionado por la perfecta integración de magia y tecnología que caracterizaba a la elementália de los Magicsy, y por la hospitalidad de sus anfitriones.

La cena en el comedor principal de la torre de Century City había comenzado. La mesa estaba adornada con una variedad de manjares exquisitos de diferentes elementálias, y la luz cálida de los candelabros flotantes creaba una atmósfera acogedora. Richard, Ugaldy, Neusi y French se encontraban sentados, disfrutando de la comida y la conversación.

Ugaldy sonrió, rompiendo el silencio.

—Richard, cuéntanos, ¿Cómo fueron tus experiencias en el templo de los redimidos? He oído que es el último lugar para muchos, en donde dejan que lo peor les suceda y que las sombras los consuman, albergando gran poder y misterio.

Richard, siempre honesto, asintió mientras tomaba un sorbo de su bebida.

—Fue una experiencia transformadora. No puedo revelar los secretos del templo, pero puedo decir que he logrado un control total sobre la magia oscura. Los resultados han sido... satisfactorios.

Ugaldy asintió, con su sonrisa amigable.

—Es bueno escuchar eso. Es crucial mantener todo bajo control. La magia, especialmente la oscura, puede ser peligrosa si no se maneja adecuadamente.

French, seria y breve, añadió en apoyo a su padre.

—Padre tiene razón. El control es esencial para evitar desastres.

Neusi, sentada al lado de Richard, sonrió con amabilidad.

—Me alegra escuchar que has logrado tanto, Richard. Sé lo importante que es para ti. Y es un alivio saber que a pesar de tu pasado, sigues siendo fiel a los Starlight.

Richard agradeció con una sonrisa, sintiendo la calidez y la energía positiva de Neusi.

—Gracias, Neusi. Significa mucho para mí escuchar eso.

Ugaldy aprovechó la pausa para reforzar su punto.

—La disciplina y el control son lo que nos mantiene seguros y organizados. Richard, tu habilidad para controlar la magia oscura demuestra una gran fuerza de carácter. Es algo que todos deberíamos aspirar a lograr en nuestras propias vidas, ya sea con la magia o con cualquier otro aspecto.