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Esencias Mágicas [Español]
16.De Generación En Generación

16.De Generación En Generación

La realidad cambió por completo en la vida de will, pues se dio cuenta de algo que ni el destino pudo evitar. Él había cometido el mismo error que su abuelo, la sed de poder y descubrimiento dieron comienzo a un apocalipsis que no tuvo fin y ha estado en ejecución hasta la fecha, no sabía exactamente quién era esa deidad o demonio que renació después de todo el experimento que estuvo haciendo su abuelo durante quién sabe cuánto tiempo, tenerlo en secreto, protegerlo, asesinar por él y nunca pensar en terceros lo llevaron a ese error. Sus ideales se destruyeron y se eliminaron igual que un escrito a lápiz siendo atacado por una goma de borrar, actualmente era grafito ilegible.

— ... Yo... no sé qué decir, todo en mi mente intenta conectarse para darle sentido, pero no logro hacerlo.

Las paredes se evaporaron y cambiaron al lugar donde se encontraba antes de esa visita al pasado, y de lo único que estaba seguro era en que ya no quería seguir vivo.

Su cuerpo comenzó a moverse, Káiser volvió a tomar control y Will estaba lleno de preguntas en su cabeza y dejó a Káiser seguir con el control, aunque no lo quisiera ya no había manera de revertir lo que convocó.

— Tú no eres ese demonio que asesino a mi abuelo, ¿qué conexión tienes con él?

~ Yo soy su hijo, de los tantos hijos y creaciones, cuyo objetivo es regresarlo por completo a este mundo. Tengo el valor de decir que yo soy el más fuerte de ellos, mis hermanos, están a la espera de que gente como tú realicen nuestro ritual de invocación a este mundo, como una estación de tren llevando pasajeros a su nuevo destino.

Esto era enorme, inclusive más que el objetivo de la guerra que se estaba llevando a cabo, el cual era el dominio del concejo, así como su destrucción.

~ Traer a nuestro a padre no será fácil, llevamos toda una historia haciendo real nuestra misión. Pero gracias a los humanos y su codicia todo está en buenas manos. No tenemos a nada que temerle, ya que lo único intrigante es esa presencia mágica que tu encontraste, es por eso que dejamos que la buscaras, y una vez que vi al portador, se descarta la posibilidad de ser una amenaza, ni siquiera un dolor de cabeza que obstruya nuestros planes.

Y así fue como Wilberth terminó siendo lo que más odiaba una vez más, una marioneta.

~ No sé si te has dado cuenta de algo, will, esa presencia dejó de sentirse hace unos días, por lo que no tenemos que estar en este lugar abandonado por la luz nunca más.

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Los dos chicos estaban listos, ambos tenían una mochila que personalizaba sus necesidades. Cinco tubos de ensayo llenos con brebajes y pociones, tapados con un corcho colocados en el frente de la mochila de Lía, una cuerda gruesa de 7 metros a la derecha con Richard, un espejo protector de mano con la chica, cobijas y cobertores para acampar, y el resto era comida, Richard tenía puesto su collar y Lía tenía unos brazaletes regalados por madame Lavoice que amplifican la magia.

Richard tenía unos vaqueros color negro y una chaqueta delgada azul, con unas botas. En cambio, lía usaba unas mallas pegadas, sus botas favoritas y una camisa de botones color guindo.

Richard no sabía a donde se dirigían, sin embargo, Lía sí. Abrieron un portal que tenía un fondo oscuro, entraron y del otro lado había una habitación en completa ausencia de luz.

— ¿Tienes miedo richy? —le preguntaba ya dentro.

— Claro que no, ni se dónde estamos, lo que tengo es curiosidad de saber qué es este lugar.

— Antes de que veas lo que sucede allá afuera quiero que sepas una cosa —hizo una pausa para tomar su mano y el chico se inquietó un poco, fue muy inesperado.

— Eres mi compañero, mi aliado, y todo lo que haga de ahora en adelante es con intenciones de defenderte. Y así quiero que también pienses y hagas lo mismo que yo.

El chico confirmó con un "si" en automático, para él, ella era un lazo afectivo que la unía con su madre, su padre y todo este mundo de luz y oscuridad.

— Muy bien... —la chica encontró una puerta adelante y la abrió, al salir los dos vieron un vasto y grande bosque de árboles gigantescos, algo similar al de la desgracia del bosque solo que éste estaba repleto en llamas, a las alturas se podían ver torres de bloques de concreto, con gente arrojando bolas de fuego, rayos, y tornados, así como bloqueando los mismos elementos con escudos de luz.

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Abajo había figuras que se lograban ver al destellar, energías desconocidas, brincaban, se escondían, había dos tipos de figuras, las figuras con túnicas de color, había muchas de distintos colores solo que, con tonos opacos, pareciesen no atacarse mutuamente y dirigían su atención a las personas que tenían túnicas negras. Las había por doquier, las figuras negras aparecían de la nada prácticamente y desintegraban, acuchillaban o calcinaban a los demás. No se podían distinguir a distancia de dónde provenían las explosiones o ataques. Por las alturas se observaban bestias voladoras, entre dragones, espectros o simplemente oscuridad levitando en pleno ataque aéreo. Bestias que desde las alturas hacían movimientos evasivos para tener una oportunidad de arrojar llamaradas a su oponente.

Se escuchaban toda clase de sonidos, gritos, risas malvadas, destellos, rugidos y choques eléctricos. Era de noche y era un show de luces espectacular, Lía movió el rostro de Richard para que le prestara atención, dirigiéndolo frente a ella.

— Nosotros no vamos para ese sitio, nosotros vamos a rodear y llegar al objetivo que es un gran castillo situado después del bosque. Este sitio es zona de guerra, una de las muchas zonas que están por el continente asiático, iremos con mis padres que se encuentran a la espera de refuerzos para juntos tumbar una puerta situada abajo del castillo. Te necesito y necesito tus habilidades, si alguien nos ataca haz todo lo posible por inmovilizarlo y yo me encargaré del resto.

— Dime, ¿es por este camino? —el muchacho volteaba a una vereda que estaba muy tranquila y silenciosa.

— Si... pero de ahora en adelante utiliza tu telepatía para comunicarte conmigo, también puedes darme recepción de tus pensamientos.

El chico volteó a los lados en silencio. Comenzaron a caminar, Richard tocando el hombro de Lía, compartiendo su invisibilidad, estaban en completo sigilo.

> Por cierto... aquí mi celular... <

> No funciona, todo este lugar a un radio de millas a la redonda está bloqueado para que los dispositivos digitales y analógicos no sean más que piedras con chips<

> Me siento en el siglo XV con todo esto que estoy viendo <

> Ambos bandos tienen creencias, culturas y tradiciones muy estrictas que hacen que para nosotros sea un poco complicado, pero es la única manera de asegurar que la magia y la oscuridad sea lo único que participe aquí <

Mientras caminaban veían cuerpos sin vida de gente de diferentes bandos, mutilada, quemada, decapitada, y flotando en charcos de sangre, era un momento muy serio, lleno de tensión, que los dos sabían que si dejaban de hablar sería su perdición.

El sitio se envolvió con una sábana de humo espeso que les cubría los pies, no se habían dado cuenta de que estaban dentro del humo hasta que se escuchó el crujido de una rama del exterior.

— Mierda... —una vez ese sonido percibido por Lía, vio al suelo percatándose del humo.

La chica no pudo evitar hablar, en su cabeza todo estaba definido y ya sabía lo que iba a pasar, no tenía caso seguir con la telepatía, habían sido descubiertos.

Rápidamente en fracciones de segundos Lía empujó a Richard en sentido contrario a ella, perdieron la invisibilidad y una bola de fuego impactó dejando un cráter en el lugar que habían estado. El sonido retumbó y alertó por completo a richy que no vio venir ese ataque.

— ¿¡Como mierda nos descubrieron?! —Lía se acercó un poco al radio de Richard.

— El hecho que seamos invisibles no significa que seamos hologramas, el humo de nuestros pies rodeo nuestro cuerpo, por más sutil y menos ruido que hiciéramos a simple vista se ve que algo ocurría en el humo. Necesito saber cuántos son. No son nada peligrosos, pero ocultos lo consiguen, así que ponte alerta.

En la oscuridad, entre los árboles se ve salir una silueta que arrojó tres bolas de fuego en dirección a Lía, ella las esquivó ya que las lanzaron desde lejos, la explosión sucedió y en un acto de distracción Lía dejó de prestar atención lo que hizo que el extraño se postrara en la espalda de la chica.

— Pero miren a quien tenemos aquí... —esa voz era conocida para Lía, era totalmente injusto para ella toparse con esa persona, pero no tuvo elección más que pelear, se apartó.

— ¿Acaso no tienes mejores cosas que hacer en una guerra?

— Uso este pequeño tiempo para divertirme, además, una vez encontrándote la diversión se vuelve mayor, ¿no es así?

— Aagh... das vergüenza al apellido Bloodfire.

— Soy conservador, las tradiciones son algo que se deben mantener, ambos sabemos que nuestros ancestros así lo hubieran querido.

Richard no sabía de lo que hablaban solo mantenía su postura de guardia.

— ¡No tienes idea de lo que en realidad importa, Todder, deja de balbucear!

— Muy bien... ¡bailemos!, hermanita...

Todd dio un salto y desapareció en las sobras, Lía sabía que tenía más poder que él al inicio de las batallas, porque tenía poca resistencia por lo que debía terminar con esto a la de ya. Levantó las manos y arrojo chispas en todas direcciones, estaban cayendo y esperaba el más sutil movimiento.

Richard creó su armadura golem de madera, y se acercó al sitio no más adentro de la lluvia de chispas que provocó Lía.

— ¡Mantente alejado, es a mí a quien quiere! —le decía al chico. Una bola de fuego a toda velocidad salió de la nada, Lía no alcanzo a verla, pero con la luz logró rebotar el ataque con su espejo reflejante. La bola al regresar cayó por poco a los pies de Richard, por lo que éste se dio unos pasos atrás.

— ¡Muéstrate, siempre atacando de la oscuridad como un cobarde!

Se dejó contemplar por completo frente a Lía, las chispas le quemaban un poco su túnica y con el viento su capucha descendió. Era un joven de pelo largo hasta los hombros, piel caucásica, ojos color verde y con quemaduras en las manos, pintadas de negro.

— Tanto tiempo sin verte Lía, ¿por qué no hace nada tu novio?

— No es mi novio, no sabes lo que hablas.

— Eres muy aburrida, creo que voy a intentar pelear con tu noviecito.

Richard lo escuchó y al darse cuenta el chico ya había dado un salto en dirección hacia él.