La madera se desintegraba en cenizas al tacto del hechicero, cuando ya no tuvieron más protección, Káiser levantó del cuello a Cleir, jadeaba luchando por seguir respirando.

Las respiraciones de la mujer estaban debilitándose y sus manos estaban rasgando las ropas del demonio, intentando librarse, Runna veía desde el suelo en llanto y sin poder hacer algo.

Cleir hizo estallar el brazo de Káiser con su magia, haciéndola caer al suelo, tosía y hacía el esfuerzo por recuperar el aliento.

— Sra. Wishdoom, Daster ya no le necesita, ¿sabe? tal vez al principio eran muy unidos, pero realmente nosotros no podemos anteponer sentimientos, ¿quién diría que al final tu sombra terminaría asesinándote?

Cleir se puso de pie, de sus manos emanaba luz blanca, un poco dañina a la vista, tenias que fruncir el ceño para verla, la luz estaba quemando poco a poco a káiser, pero éste aún no se daba cuenta.

— ¿Alguien huele a comid...? —se estaba quemando— ... ah soy yo... por suerte la fuerza bruta es muy eficaz en estas circunstancias —.

Dio un salto pretendiendo atacar a la chica, Cleir elevó sus manos en respuesta, Káiser se cubrió los ojos y recibió un gran derechazo con magia blanca de la mujer, el demonio se retorcía en la nieve del dolor, era un dolor interno, no fue por la fuerza del golpe, sino por el contacto con ese tipo de magia.

— Def... definitivamente esa luz no me agrada, podrías amablemente quitarla de mi vis... —gritó de dolor debido a que Cleir aumentó la luz y la reflejó directo a Káiser.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer, la luz estaba disminuyéndose sin razón aparente y una nube oscura estaba arriba de los magos, Daster se había liberado del conjuro de Cleir.

— Morirás... —dijo el mayor sentenciando.

Sus piernas no tenían fuerza, no logró apartarse, un relámpago impactó a la mujer haciéndola sentir dolor hasta el último centímetro de su cuerpo, algo dentro de su pecho se quebró, no pudo escucharse su grito ya que se le hizo un nudo en la garganta, cayó en la nieve, no podía moverse y por más que intentó luchar, perdió el conocimiento.

Nubes comenzaron a rodear a Runna, en segundos Lía la vio y, de nuevo, sabía lo que iba a suceder, la chica estaba aprisionada por demasiados diablillos, sus gritos eran inútiles ya que también le estaban tapando la boca, Clarens, siendo víctima de Shadow's Destiny fue a sostener a Runna para que fuera consumida por el ritual, Lía comenzó a llorar de la impotencia viendo a sus padres someterse a la oscuridad, el portal se abrió, Runna fue envuelta en sombras, las mismas se introdujeron en su boca y fosas nasales.

Lía era la restante, en sus manos se juntó la magia suficiente como para estallar en llamas, los demonios salieron disparados a todas direcciones.

Llegó con su madre que estaba en transe y de pie, aun no se movía, Clarens no fue por la chica, decidió esperar, después de llanto y lagrimas de desesperación de Lía, su madre comenzó a moverse, de una manera brusca tomó el brazo de su hija y Clarens el otro, la menor dejó de hacer fuerza inclinando su cabeza al suelo, solo se veían sus lagrimas congelarse al tocar la nieve.

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— Tú tienes tan poco poder que no podrías servir para alojar a uno de mis hijos...

Presionó sus dientes e hizo fuerza en sus manos haciéndolas puño, levantó la mirada para gritar y se detuvo cuando vio a káiser con una bola de energía apuntándole, amenazando con su muerte, la chica cerró los ojos de nuevo, Káiser lanzó el ataque y creó una explosión del cual quedó un cráter, sus padres no se vieron afectados y de la niña no quedó rastro, Káiser, feliz por lo sucedido volteó con Daster.

— Listo, padre... podemos continuar...

— La niña no ha muerto...

— ¿De qué hablas...?

Después dio un giro de trescientos sesenta grados intentando buscar a la chica, un poco cerca del lugar, vio una silueta que estaba cargándola entre brazos, se lograba ver que estaba inconsciente debido a que sus extremidades estaban flojas, Káiser no dudó en arrojar un ataque, la silueta la logró esquivar apareciendo en otro sitio, de nuevo le atacó y una vez, y otra, hasta que se cansó.

— ¡¿Por qué no te quedas quieto?! —gritaba de coraje entre jadeos.

— Sólo hago que la energía fluya... —un hombre apareció en la espalda del hechicero, y después de susurrarle lo antes dicho, los ataques que había lanzado se elevaron en el aire cambiando de órbita, y cayendo en dirección a káiser, el desconocido se alejó del impacto, el demonio recibió directamente el ataque.

El hombre se estaba acercando a Richard que aun seguía inconsciente, se agachó un poco y Daster hizo presencia.

— Mi manera de identificar a los humanos es en base al tamaño de su esencia mágica... nunca había detectado algo parecido a la tuya —en respuesta sonrió el hombre.

— Esta bien... lo tomaré como un cumplido.

El demonio le continuó hablando— no tienes miedo, pero no tienes magia de lux carrier, ¿quién eres? —el hombre sacó un cuarzo azul, lo tiró al suelo y lo pisó, una vez roto salió agua que no tardó en tomar la forma de un reptil, las alas se formaron y la cola se alargó, para mostrar un dragón, Káiser se regeneró y se dirigió a la otra persona.

— ¡Escucha! esos chicos son nuestros, ¿qué acaso no entiendes la relación "victima-hechicero poderoso asesino"? —da vuelta y mientras se descubre el rostro le responde.

— Tú más que nadie la conoce... will... —el brujo observa su rostro y abre los ojos en señal de asombro...— ¿tú? ¿qué? ¿acaso es una broma? si... ¡esto es una broma, tú estabas muerto!

— Me alegra que sigas ahí dentro, de cierta forma... bueno, me tengo que ir —Daster se comienza a poner agresivo al ver que se llevan a los chicos.

— No te los llevarás... —acumuló electricidad en sus nubes y le lanzó un relámpago, la electricidad se dispersó, el hombre sin más tomo el cuerpo de los dos chicos y los puso sobre el dragón, después cargó a Cleir, y la subió, aún estaba viva.

— Estas debilitado de nuevo, Daster, aun que lo intenten ninguno de ustedes podrá detenerme, ya han hecho demasiado daño por hoy, den gracias que mi prioridad es llevarme a estas personas.

Káiser no dejó de sentirse asombrado, dentro de su cuerpo, Willberth estaba a punto de llorar de la alegría, no hizo nada más que agachar la mirada y dejar que se marchara.

El dragón comenzó su vuelo, un tiempo después ya alejados de los demonios, el hombre le limpia un poco la frente a Richard, sintiendo que aún esta respirando, le dice en un susurro —. He vuelto... hijo.

El dragón aterrizó frente a la puerta principal de la academia de magia, los altos mandos lo vieron, y el se limitó a pedir apoyo— ayúdenlos... —Trisha, alto mando Aquamoon, se acercó a los chicos y con ayuda de Neusi se los llevaron flotando.

— ¿Me estás diciendo que tú llegaste...? ¿...Tú llegaste a ayudarlos? —Bleysi comenzó a cuestionar al hombre— si... les juro... les debo una gran explicación a todos... pero la salud de ellos es lo principal, cuando todo se tranquilice les contaré —.

Daphne se acercó y puntuando el pecho del hombre con su índice le dijo— ¿y por qué en estos momentos?, ¿por qué no pudiste evitar que secuestraran a ese chico...? no te preocupes por ellos, Neusi y Trisha son nuestras enfermeras, si tuviéramos un Tenebris de nuestro favor hasta podríamos regresar de la muerte —Daphne comenzó a perder la cordura, Bleysi intentó calmarla.

Ronald dio un suspiro— vayamos adentro, cuando los chicos y Cleir estén en recuperación les diré lo que sucede —.

El dragón se convirtió en un cuarzo y Ronny lo guardó, cuando entraron cerraron las puertas, y las hectáreas que rodeaban la academia poco a poco comenzaron a desvanecerse, dejando un gigantesco cráter en la tierra.