El Pica Hielos se acercó al muelle de la ciudad con la majestuosidad propia de un barco de la Marina Real.
Las aguas heladas del puerto reflejaban la luz del sol, creando destellos brillantes que bailaban en la superficie mientras el barco se deslizaba hacia su destino.
A medida que la tripulación preparaba el barco para atracar, Daphne se mantenía en la cubierta principal, observando con atención el puerto que se extendía ante ellos.
El pueblo estaba delante, una ciudad construida en medio de un paisaje helado, donde las torres de hielo se alzaban hacia el cielo y los cristales de nieve brillaban bajo la luz del sol.
Richard y Lia se unieron a Daphne en la cubierta, y se notaba en sus rostros expectación por lo que les esperaba en la ciudad. Habían viajado durante semanas a través de peligros y desafíos para llegar hasta aquí, y finalmente estaban a punto de descubrir qué les deparaba su destino.
A medida que El Pica Hielos se acercaba al muelle, se podía ver a la gente reunida en la orilla, esperando para dar la bienvenida al barco y su tripulación. Los habitantes del pueblo Darkfrost vestían túnicas adornadas con motivos de hielo y llevaban consigo la energía tranquila y poderosa de aquellos que están en armonía con la magia de hielo.
Cuando el barco finalmente atracó en el muelle, la tripulación comenzó a desembarcar, ansiosa por explorar la ciudad y comenzar su misión. Daphne lideró el camino, seguida de cerca por Richard y Lia, mientras el resto de la tripulación se dispersaba por el puerto.
Daphne lideró el camino, seguida de cerca por Richard y Lia, mientras el resto de la tripulación se dispersaba por el puerto [https://img.wattpad.com/2dccc4b7049bc068fb58fa59e77df9f5d048f6c3/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f53795a546e6733777236414d4d413d3d2d313434343439353730372e313763643936663265646265353061353631363934323739383935332e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
El aire estaba cargado de anticipación y emoción mientras se adentraban en las calles del pueblo.
-Bienvenidos a Glaciora, el pueblo principal de los Darkfrost, los escoltaré a la posada.
Cuando Richard, Lia y Daphne llegaron a Glaciora, fueron recibidos por los habitantes del pueblo con una cálida bienvenida. Tan pronto como pusieron un pie en tierra firme, les entregaron unas púas para que las adhirieran a sus zapatos, ya que el suelo estaba hecho de hielo sólido. Este hielo era utilizado para los trineos, carretas y patines, entre otros transportes que se beneficiaban de su superficie lisa y resbaladiza.
Daphne los llevó en una carreta tirada por caballos hacia una posada cercana para que se establecieran ahí durante su estancia en Glaciora [https://img.wattpad.com/44c937add946982fdbc0ed3a829732c73c14559a/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f4769515a565657416f716e566b513d3d2d313434343439353730372e313763643937323335633863373330623235323834303532343338312e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
Daphne los llevó en una carreta tirada por caballos hacia una posada cercana para que se establecieran ahí durante su estancia en Glaciora. A medida que se acercaban, Daphne saludaba a los habitantes del pueblo de manera individual, intercambiando palabras y sonrisas con cada uno de ellos. Finalmente, llegaron a la posada, donde fueron recibidos por la dueña, Helia Crissten.
Daphne habló con ella brevemente, sugiriéndoles que tomaran el primer día como descanso para recuperarse del viaje, especialmente Richard, quien sufría de nauseas marítimas.
Mientras estaban en la posada, Richard observó a una persona entre la multitud que llevaba una túnica negra. Aunque esta persona no hizo nada malo, levantó algunas sospechas entre los presentes. Los habitantes de Glaciora se movían principalmente en carretas tiradas por caballos y patines de hielo, aprovechando el suelo de hielo sólido que creaban en las calles del pueblo.
Did you know this text is from a different site? Read the official version to support the creator.
Esa noche, en la posada, Richard, Lia y Daphne se acomodaron en sus habitaciones. Richard se recostó en la cama, sintiéndose aún mareado por el movimiento del barco en alta mar. Lia revisó sus pertenencias mientras Daphne se sentaba junto a la ventana, perdida en sus pensamientos. El primer día en Glaciora fue tranquilo. Richard descansó y se recuperó lentamente de su malestar, mientras Lia exploraba los alrededores de la posada y Daphne se dedicaba a hablar con los lugareños y recabar información sobre la región.
Durante una de sus conversaciones con los habitantes del pueblo, Daphne mencionó la figura que había visto Richard en la plaza. Los lugareños le informaron que se trataba de un ermitaño. Aunque sus intenciones eran en su mayoría benignas, su presencia siempre levantaba sospechas debido a su misterioso comportamiento.
Mientras tanto, en las calles de Glaciora, la vida seguía su curso. Los habitantes se movían con gracia sobre los patines de hielo, llevando a cabo sus tareas diarias con una destreza impresionante. Las carretas tiradas por caballos recorrían las calles, transportando mercancías de un lugar a otro, mientras que los niños reían y jugaban en las plazas, disfrutando de la libertad que les brindaba el hielo sólido bajo sus pies.
La noche caía sobre Glaciora, envolviendo al pueblo en una manta de oscuridad y tranquilidad. En la posada, Richard, Lia y Daphne se reunieron para compartir una cena caliente y discutir sus planes para los días venideros. Sabían que su estancia en Glaciora sería crucial para cumplir su misión, y estaban decididos a descubrir los secretos que la región tenía para ofrecer.
Al día siguiente, después de un desayuno rápido en la posada, Daphne los guió por las calles del pueblo. A medida que caminaban, observaron cómo los habitantes de Glaciora realizaban sus quehaceres diarios. Algunos trabajaban en la creación y manipulación del hielo, mientras que otros se dedicaban a la pesca en los lagos helados cercanos.
Daphne los llevó hacia el centro de Glaciora, donde se encontraba el mercado principal. Allí, se detuvieron frente a una tienda de suministros dirigida por un hombre llamado Jonas Bloom.
-Hola, Jonas, que agradable verte por aqui.
-Pero ¿qué ven mis ojos? es la capitana, consejera, maestra, poderosa y hermosa Daphne Crissten, ¿todo bien por ahora, de qué le puedo servir de ayuda?
Por primera vez los chicos precensiaron la primera sorpresa con asombro de su estadía en Glaciora, Dapne, la rígida y gélida, se ruborizaba con un campesino vendedor de abarrotes.
Los chicos se cruzaron miradas intentando reirse, pero sentían escalofríos remotos de la mujer.
-No es nada, ¿el hermitaño del pueblo no ha hecho nada muy sospechoso como para que lo tenga que saber?
-De ninguna manera, ya ves que nadie le cree lo que sale de su boca. Ya creo que se esta cansando de hablar, solo lo veo haciendo comercio con sus esculturas, tiene muy buena fama con eso últimamente.
Después de hablar con Jonas, Daphne los llevó hacia el borde del pueblo, donde se encontraba un antiguo santuario dedicado a la diosa Glacies. Allí, hicieron una pausa para reflexionar y buscar orientación en su búsqueda.
Mientras observaban el paisaje helado que se extendía ante ellos, Richard notó una figura solitaria en la distancia. Era el hermitaño, observándolos desde la oscuridad de los árboles. Aunque su presencia seguía siendo enigmática, Richard sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal mientras el hombre desaparecía entre las sombras.
-¿Ese hombre no tiene nada mejor que hacer?
-Probablemente no tenga trabajo de lo viejo que esta.
Hablaban Richard y Lía después de ver al hombre entre las sombras irse.
Hablaban Richard y Lía después de ver al hombre entre las sombras irse [https://img.wattpad.com/557a480b16133ceac962dd8ca570cc4a276a2f5f/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f4a556b4c58614d614d42756767413d3d2d313434343439353730372e313763643936663064303838303230303739333430303237313431332e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
-¿Entonces aquí tienen un santuario dedicado a Glacies? es fantástico.
El santuario en ruinas de la diosa Glacies se alzaba majestuoso en lo alto de una colina, rodeado por un paisaje helado y cubierto de nieve. A medida que los tres se acercaban, pudieron ver las ruinas del antiguo templo, testigos del paso del tiempo y de siglos de abandono. Las paredes del santuario estaban construidas con bloques de hielo cristalino, pulidos por el viento y el frío hasta adquirir un brillo iridiscente bajo los rayos del sol. Sin embargo, el hielo había comenzado a agrietarse y derretirse con el paso del tiempo, dejando grietas y fisuras en su superficie.
En el centro del templo, se erguía lo que alguna vez fue un altar dedicado a la diosa Glacies. El altar estaba tallado en hielo azul intenso, con inscripciones grabadas en su superficie que hablaban de la grandeza y la benevolencia de la diosa. Sin embargo, el hielo se había desgastado con el tiempo, y las inscripciones ahora estaban apenas visibles, casi borradas por completo.