Entre el bosque hay una gran entrada construida por un sendero de grandes árboles. Muchos dicen que probablemente si no eres guiado por un sátiro, cualquiera se podría extraviar.
El trono de la dama del bosque solía ser muy verde y lleno de criaturas listas para el cuidado del lugar, hasta llegaron a murmurar que Clara a veces sonreía, los animales vivían en armonía y los arboles te contaban fabulosas historias de cómo era en aquella época.
los sátiros tuvieron que bloquear las entradas y crear un perímetro impenetrable para los curiosos para evitar ser lastimados, no negaban la entrada, pero eran severamente escarmentados si pretendían hacer daños. En la actualidad todo está lleno de espinas y ramas vivientes gruesas y podridas, que cada cierto tiempo buscan presas para alimentarse de su sangre, la que aquella vez era la protectora, ahora es la custodiada y prisionera de su propio cuerpo y trono.
La mujer es bella, por supuesto, pero su apariencia es engañosa, puesto que fue víctima de un ritual demoniaco— todo saldrá bien, Toru, confía en mi —esas fueron sus últimas palabras antes de realizar ese acto, Toru es y siempre seguirá siendo su familiar, el tipo de ser que fue creado para estar al lado de ti y siempre protegerte de todo mal, siente lo que tú, y en algunos casos, hasta cruzan sus pensamientos.
Aquel día fue muy soleado, listo para cualquier actividad recreativa y divertirse, pero terminó siendo abrumado por Shadow's Destiny, ese sátiro siempre desconfió de aquel hechicero de cara inocente, pero logró su cometido ya que en aquella época aún no se sabía el origen exacto de ese ritual, hasta entonces no se sabe correctamente qué es lo que hace Shadow's Destiny.
En el lugar tenía las ya mencionadas velas y un cráneo de porcelana, al parecer todo era igual, pero al menos con Wilberth y Richard era distinto, con el libro de magia podías invocar toda sombra y energía corrupta, pero por medio de un ritual que a Lía le tomó casi toda la vida, tal vez marcó la diferencia, el ritual de Lía era distinto al de la Dama del bosque, había mucha curiosidad y ansia de proteger a sus familiares, mientras que en el bosque la mujer deseaba más poder y conocimiento, era necesidad para Lía, ya que no quería ver morir a sus padres en la guerra, además del conejillo de indias que fue víctima del ritual, Richard es una persona, al principio, muy despistada, mientras que a pesar de que la dama del bosque tenía bondad, esa no fue la razón por la que quería Shadow's Destiny.
La sensación de la mujer fue adrenalina pura, estaba deseosa de sentir el poder que estaría a su merced y fue ahí donde dejó de ser la protectora del bosque y la dama ancestral.
Las velas fueron apagadas por ella, de la misma manera, el humo no era morado, fue completamente blanco y no cubrió el lugar, si no que fue directo a las fosas nasales de Clara, ella inhaló por completo y hasta el último resto de humo, tan pronto como terminó exhaló vapor de color verde claro y cayó suavemente en cuclillas perdiendo un poco el conocimiento, Toru la sostuvo.
— ¡Clara! ¿¡Que rayos acabas de hacer!? ¡Clara! —pasó poco tiempo después de caer, sus ojos se abrieron buscando a alguien conocido, pero lamentablemente no reconoció a nadie, sus ojos eran de pupilas grandes pero dilatadas, en ese momento ya no era clara, empujó al sátiro y éste rebotó en un árbol, se sentó y vio como la mujer estaba produciendo ramas muy gruesas con espinas que al expandirse cubrían todo, su trono, los árboles cercanos, y casi llegaban a Toru, se levantó y corrió en dirección contraria al trono, las ramas crecían rápido mientras más espacio tenían, llegó hasta la entrada, tocó un árbol muy grande e invocó un escudo que formó una cúpula en todo el bosque mágico, esa fue la última vez en la que Toru tuvo contacto con Clara.
Las ramas chocaron con el escudo y comenzaron a elevarse para terminar de crecer, los animales y los árboles estaban siendo aplastados y exprimidos por las espinas, pareciese que el interior de esas ramas con espinas no era de madera, porque se veían palpitar.
Al estar a salvo Toru se acordó de aquel hechicero, el cual apareció cerca de ahí.
— Tu sabías... ¡tú sabías que esto iba a pasar! —el hombre no dijo nada en ese momento, y después al alejarse aclaró.
— Shadow's es un juicio, más que sólo un ritual prohibido, hasta la fecha nadie ha sobrevivido correctamente a él.
El sátiro se llenó de coraje al no comprender las palabras de aquel hombre— ¿¡Cómo se revi...!? —fue interrumpido.
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— Este es un destino inevitable, no tiene vuelta atrás, a no ser que la fuerza de voluntad sea demasiada, podrá controlarlo.
Se desvaneció dejando sólo a la criatura. En la actualidad se le conoce como la desgracia del bosque, es un sitio que no tiene utilidad más que para morir... de agonía.
Lizardi se encontraba confundido a la mañana siguiente, más de lo normal, ya que el escudo de la desgracia se estaba debilitando, cada mañana el fortalecía su energía con plantas y ayuda de Toru, el cual patrullaba su perímetro cuidando que nadie saliera herido.
— Buenos días Toru, ¿qué te trae por estos lugares? —Toru ya sabía los problemas mentales de Lizardi— casualmente paseaba, debes recordar quien está en ese montón de mala hierba, amigo reptíl.
— Un chispazo de neurona me hizo recordar que esta cúpula nunca se debe de romper o cosas malas van a suceder —Toru sonrió y le dio la razón al reptíl.
— Es mi manera de recordar, a rimas, no lo puedo evitar —entonces ocurrió, un pequeño terremoto comenzó, debilitando y viendo algunas grietas en la cúpula, se creyó que las ramas vivas lo notaron, pues comenzaron a golpear salvajemente el sitio.
—¡Esto tiene que parar!, Lizardi, ¡tarde o temprano llegaría este momento! —las criaturas se tambalearon y su miedo crecía al ver estremecerse las ramas con espinas.
— Toru, mantenla un rato, sé a quién podemos acudir, iré por Maddy, de los Seedwood.
La lagartija se esfumó dejando al sátiro a su suerte. En la habitación de los chicos gobernaba el silencio, mas no fue por mucho tiempo hasta que golpearon a casi tumbar la puerta principal, los dos se levantaron y Lía abrió la puerta, dormida y con un ojo cerrado logró distinguir una lagartija con ropa, y no tardó en reconocerlo.
— ¿Qué haces aquí? y a estas horas —Lizardi la vio, la saludó, pero no le prestó mucha atención, fue a la cama de Richy y brincó con fuerza.
— ¡Richy me tienes que acompañar, en el camino te lo explico! —el chico se levantó como pudo y se despidió de Lía, la cual los vio irse— genial, ah dormir... —no tardó en acostarse y pescar el sueño de nuevo, fuera de la habitación Lizardi estaba jalándolo del brazo en dirección a los altos pisos de la academia.
— ¡Hey! ¿Me vas a decir qué ocurre? —la lagartija estaba al frente pero no le hacía caso— luego te digo, chico, tenemos el tiempo encima, tan pronto llegamos con los Seedwood escucharás lo que sucede— Maddy es de las personas que normalmente están en tranquilidad, pero era la más sensible de todos los altos mandos, más que por su don, también por su forma de ser, podía empatizar casi cualquier sentir, estaba viendo su ventana en dirección al bosque. Lizardi no tardó en llegar empujando la puerta.
— Madame, necesitamos su ayuda, la desgracia está intentando salir y este chico necesita vivir esta experiencia —la mujer los vio y les estrechó la mano, para hacer un movimiento con su cabeza en dirección al bosque, desaparecieron y en un pestañeo los tres tomaron forma cerca de Toru, que estaba debilitado, ya que las ramas eran muy fuertes.
— ¡Parece como si estuviesen esperando este momento, Maddy, la cúpula no podrá resistir mucho! —Maddy se dejó de palabras y comenzó a emanar energía, pudo sentir el coraje, valor y fuerza de voluntad que Toru tuvo por décadas, lo tomó del hombro y las energías aumentaron.
— Después de tanto tiempo, creo que ha llegado el momento en el que decidimos qué le deparará a la desgracia del bosque —Toru volteó al escuchar eso de Maddy y cerró los ojos de impotencia.
— Llegó tu turno Richy —le decía Maddy—. Necesitamos de tus habilidades para que con ayuda de Lizardi puedan hacer esta misión, el objetivo es hacer todo lo posible por rescatar a Clara, pero si los pone en peligro... —Maddy volteo con Toru—. Ellos tendrán que sobrevivir— a lo que el sátiro solo asienta y cierra fuerte sus ojos y agrega—. ¡Tengan cuidado!
—¡Si, es hora de hacer nuestro mayor sacrificio! —gritó Lizardi de emoción antes de comenzar a moverse.
La cúpula era invisible, todo ser vivo podía traspasar y regresar, solo esa energía era imposible de cruzar, las ramas se movían como tentáculos y fue cuando la creatividad marca "Richard" se ponía en acción.
Las ramas se inmovilizaron cuando Richard les arrojó escarcha y fue la oportunidad para lograr adentrarse, mientras se adentraban lograban ver muchas víctimas, restos de criaturas que fueron asesinadas, llegaron a cruzar la fortaleza, entre brincos y olores fétidos.
—Este sitio es asqueroso —agrego la lagartija.
—Y que lo digas —le respondió Richard.
—Ya casi llegamos richy, solo un poco más.
. . .
— Maddy, sabía que este día llegaría y la verdad tengo miedo, ya casi no recuerdo su rostro, su voz... tengo miedo de olvidarla.
Maddy sintió un dolor grande en el pecho y agrega— Toru, sabes que no soy buena con las palabras... —cerró los ojos y abrazó a Toru manteniendo su postura para no comprometer la cúpula.
. . .
Lograron pasar la barrera de espinas, al parecer ningún ser vivo pudo llegar hasta ese punto, gracias a la debilidad del escudo, las ramas con espinas ansiosas por salir, y la fuerza agregada de Toru, Maddy y el valor de Richard y el esfuerzo de Lizardi.
Los animales o restos cerca de ellos ya estaban en putrefacción, olía nefasto, avanzaron entre crujidos de huesos y esqueletos, mientras más avanzaban el sitio se distinguía cada vez más lúgubre, lo que antes fue césped ahora es arena gris, los arboles negros, parecían percheros, sensibles a quebrarse con cualquier brisa.
— Vaya, chico, he visto sequias, pero nada parecido, es demasiado triste, te aseguro que esto me será difícil de olvidar, el sacrificio que tendré que hacer será el que más he hecho.
Continuaban caminando— ten cuidado Lizardi, está demasiado tranquilo y solo, no te esfuerces mucho.