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Esencias Mágicas [Español]
37.Miedo A La Oscuridad

37.Miedo A La Oscuridad

Richard priorizaba el conservar energía cada que tenía enfrentamientos, pero, esta vez se quería lucir usando su agilidad que tanto quería demostrar, brincando en las paredes, haciendo derrapes, y llamando la atención esquivando al milímetro las trampas de ese pasillo, los demás chicos lo vieron con asombro y querían felicitarlo, pero ya estaba muy lejos. Al entrar en la habitación se encontró con los tres chicos del equipo contrario, richy los vio y en lugar de sorprenderse o asustarse decidió comportarse como él mismo.

— Pero si son Tonto, Tontín, y Tontón, ¿Cómo se la están pasando?

Las salamandras no tomaron amistosamente esa interacción.

— Estábamos esperándote —le dijo Tomas, el capitán del equipo.

— No chicos, ahora no es un buen momento para autógrafos.

— Tssk, ¡no te quieras pasar de listo con nosotros!

—... Pero si ya lo hice.

Richard soltó un destello en toda la habitación, que dejó aturdidos a los contrincantes, tocó la pieza del cañón y se teletransportó con los dragones.

— Sigan caminando ellos estaban esperándonos. Kenny, lleva esta pieza con Nola y regresas, es mejor asegurar lo ya obtenido, Luna y yo seguiremos con cautela.

Kenny tomó la pieza de inmediato y salió corriendo confirmando la acción. Luna se quedó a la espera de más ordenes.

— No se la dejas fácil al enemigo, ¿he?

— A veces recuerdo que esto no es de vida o muerte y me relajo, pero después recuerdo que ésta es mi forma de combatir y continuo motivado.

Los dos chicos continuaron avanzando con cautela y mas lento, al dar un paso se activó el pasadizo de una pared oculta y decidieron entrar puesto que estaban escuchando a las salamandras pelear contra las brocas de arena muy cerca de ahí, el sitio era muy angosto y quedaron viéndose fijamente.

Los comentaristas describieron esa situación como juvenilmente incómoda.

— Mira, Myke, este momento es un poco peculiar en un partido de fireball, ¿no lo crees?

— Torren, yo siento que entre estos dos chicos habrá química, si no es que ya la hay, pero respecto a su táctica del pasadiso, las salamandras no dejan de estar a la ofensiva, hacen bien al ocultarse.

Lunaris y Richard ya no escucharon al enemigo, así que decidieron salir y continuar explorando.

Finalizando la entrega de la pieza del cañón con Nolahan, Kenny sintió el suelo estremecerse, y al mismo tiempo una explosión, tuvo que emprender el regreso mas rápido.

Richard estaba adelante mientras que Lunaris estaba a su espalda, cuando en realidad ella debería estar protegiendo, comenzó a sentirse un poco inútil y le comentó lo sucedido a richy.

— Oye, Richard, yo soy la defensora aquí, yo voy al frente.

— Esta bien solo ten cuidado con el... —tan pronto como dio un paso accionó el movimiento del suelo abrirse hacia los muros— ... BOTÓN!!

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— ¿Y ahora es cuando me lo dices?

— ¡¡Creí que estabas atenta a la situación y tu entorno!!

— ¡¡Pues ya viste que no, ahora salta!!

Vieron el final de la trampa y saltaron entre los muros para lograr avanzar.

Del fondo de la trampa se lograba ver un destello, pero tenían mas apuro por querer salir de ahí que el pensar qué era eso, después de que Lunaris dio el último salto, su pie rompió un pedazo del suelo donde se apoyó y resbaló al fondo, se detuvo y al ver arriba Richard estaba agarrándola desde su mazo.

— ¡¡No lo sueltes Luna!!

La mano de Richard se comenzó a iluminar para materializar un escalón en los pies de Luna, pero perdió el agarre mas rápido y cayó al vacío.

— ¡¡¡LUNA!!!

La chica volteó al fondo y se acopló al muro mas cercano resbalando y descendiendo, el suelo se aproximaba, y se puso en posición para soportar la caída.

Richard quería bajar, pero algo se lo impedía, el miedo a caer al vacío le erizó la piel y aceleró sus latidos, sentía como Daster le susurraba al oído, dejó de escucharse y volvió en sí, Kenny le estaba agitando de lado a lado para que saliese del trance.

— ¡¡Richard, hermano, ¿Qué pasó que haces aquí?!!

— el suelo se abrió —se sentía muy confundido y se tocó la cabeza— y Luna cayó...

El chico Darkfrost no dudó en lanzarse, y Richard se estremeció sorprendido por el salto del chico.

— ¿¡Qué haces ahí parado, vamos tras ella!?

Mecánicamente sus rodillas se doblaron para dar el brinco en automático.

Luna estaba limpiándose el polvo, tosió un poco y a su vez echaba un vistazo al sitio. El lugar tenía corrientes de aire muy inusuales, y la mayoría del cuarto estaba sin fuentes de luz, sin embargo llegaba a todos los rincones, era imposible no ser atraído al origen de la luz, como si fueses una polilla, los pasos de Lunaris eran cautelosos y ligeros, con precaución para no accionar alguna trampa en el sitio.

Ecos comenzaron a escucharse de lo profundo de la habitación y se vio al hermano de Luna gritar y correr con angustia y preocupación.

— ¡¡LUNA!!

Luna se puso en cuclillas y comenzó a mirar de forma sorprendida a Kenny pidiéndole silencio, los chicos bajaron su bulla y siguieron el ritmo de Lunaris.

Una corriente de aire pasó fuerte y de inmediato del lado contrario salió una bola de fuego en dirección a los chicos, Luna la golpeó con su mazo, a los pocos segundos del otro lado comenzaron a verse muchas bolas de fuego menores a gran velocidad, los Darkfrost crearon muros que se derritieron al recibir los impactos.

Entonces se mostraron.

— Nada mal para un Darkfrost...

De las manos de los fríos emanó baja temperatura al sentir enojo.

— Parece que no hay otra forma de jugar para ustedes que siendo brutos e insolentes —afirmaba Lunaris y Kenny asentía— supongo que la razón por la que andan molestando en estas habitaciones es porque hay una pieza cerca, apuesto a que esa luz las guiará, ¿por qué no la siguen?

— No necesitamos frías opiniones, ¿te quedó claro?, solo venimos a divertirnos, el bioma de templo del desierto nos aburre a mi y a mis hermanos, mostrémosle un poco de nuestra danza del fuego chicos.

Uno de los hermanos de fuego tapó por completo la puerta de donde salía la luz, dejando todo a oscuras, y a ventaja de los Bloodfire. Los latidos de Richard comenzaron a acelerarse de nuevo, como si le tuviera miedo a la oscuridad, se tambaleó y reposó en la primera pared que logró tocar.

Talvez resultó contraproducente, pero las corrientes de aire brindaron mucha ventaja para los Darkfrost, ya que antes de ser creado el fuego necesitaba consumir oxígeno y mas de la forma como lo hacían los Bloodfire, bastaba con sentir la mas ligera briza para saber de dónde vendría la siguiente bola de fuego, los Darkfrost atacaban simple, con bolas de nieve un tanto húmedas, para que poco a poco la nieve espesa y el agua empapara las ropas de los de fuego.

Después cuando estuvieran lo suficientemente húmedos soltaban olas de frío de forma constante para que fuesen descendiendo la temperatura y así volverlos lentos.

— ¿Acaso creen que somos estúpidos? ustedes nunca nos congelarán.

Los chicos se detuvieron para envolverse en una llamarada de fuego, grave error, el mazo de Luna les dio un beso en la mejilla a cada uno, y fue tan romántico que se desmayaron del impacto.

Kenny derrumbó el escombro que tapaba la puerta a la pieza del cañón, de regreso con la luz en el lugar Richard volvió en sí mediante un escalofrío de Luna.

— Es hora de irnos —dijo la chica.

Los tres de vuelta con Nolahan y Sarah le entregaron la segunda pieza al chico.

— Muy bien, a como veo la forma y encaje de las piezas sólo faltará una más.

— ¡Entendido, vayamos por la última, equipo! —dijo Kenny y comenzaron a correr de regreso.