Después de correr al último sitio del templo no necesitaban al cien por ciento la ayuda de Sarah, ya que las piezas anteriores eran custodiadas por grandes habitaciones o zonas con más trampas, de modo que sería muy fácil saber la tercera pieza.
— Kenny, me surgió una duda...
— Dímela, Luna.
— Si nosotros ya tenemos la mayoría de las piezas ¿por qué los Bloodfire pelearán? ¿cuál es entonces su objetivo si ya perdieron?
— No lo sé hermanita, pero no hay que bajar la guardia por eso.
Richard los escuchaba y realmente quería terminar este partido, así que usó la misma técnica que Sarah.
— Intentaré buscar la pieza desde aquí.
Kenny lo escuchó y vio como se estaba sentando en el suelo cruzando sus piernas— sólo intenta no llamar mucho la atención, es muy seguro que los del otro equipo nos den una emboscada —.
Descubrió el artefacto enterrado, estaba en una gran habitación que parecía una piscina, pero de arena, y antes de salir del trance detectó dónde estaba el nido de las serpientes taladro, la pieza se encontraba exactamente dentro de ese nido.
— Buenas y malas noticias —dijo richy.
— A ver, la mala — le preguntaba Lunaris.
— Ya encontré el resto de las serpientes taladro.
— Excelente, será mejor mantenernos alejados de ellas —al escucharlo Richard agachó la cabeza, entonces Kenny vio su reacción y lo supuso, después de todo, él es el experto en estos casos— ...la pieza esta dentro del nido, ¿cierto? —.
— Sep.
— Maldita sea.
— Ahora tenemos dos problemas: los tontos de fuego y las tontas de arena — richy se quejaba, y Luna después de escucharlos dijo.
— Hay que pensar en un plan, chicos.
Richard estaba sólo, entrando por la puerta principal de la habitación, al entrar vio que había una cascada interminable de arena, la habitación era un gran cuadrado, dentro de las cortinas de arena estaba una rampa por parte de los cuatro lados que llevaba al dichoso nido de serpientes y justo entre todo ese espagueti serpentino había un cofre.
El chico alargó su pie para dar un paso lentamente en la losa de arena y no tardó en desmoronarse tan pronto soportó el peso de la punta del pie. Desde atrás se congeló el suelo por Lunaris y siguieron avanzando.
— Si no puedes hacer algo, pídelo. Recuerda, trabajo en equipo.
El chico los siguió y pasaron por la cascada de arena. Dentro de ese lugar había escaleras que llevaban a un pedestal con un cofre que presumía tener la pieza, pero las serpientes ya no estaban, bajaron las escaleras y abrieron el cofre, no tenía nada.
— ¡Es una emboscada!
Gritó Kenny, entonces un estruendo se escuchó en el techo y sonó a cristal rompiéndose, comenzaron a caer decenas de serpientes taladro y estaban rodeándose cada vez más, las serpientes individualmente no significaban una amenaza, pero descuidarlas definitivamente sería peligroso.
La chica arrojó escarcha a los lados y Kenny hizo lo mismo en los faltantes, terminaron congelando las serpientes y dejando una resbaladilla de cuatro lados que llegó a la cascada de arena, al mirar arriba vieron como la arena se estaba metiendo por el hielo de los darkfrost hasta llegar a sus pies.
— ¡Hay que salir de aquí rápido! —ordenaba Luna. Encajó su mazo en el hielo para hacer escalones y que los demás empezaran a subir.
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— ¡Aquí es donde nosotros entramos!
— ¡¿Qué?!
Los Bloodfire estaban en la cima de la cascada y estaban bombardeando el techo para que éste cayera en los chicos.
— Sabemos que lograrán salir, ¡pero ojalá y se lastimen un poco!
— ¡Esto es contra las reglas, Tom, es un ataque directo a muerte!
— Meh, van a lograr salir, a no ser que el darkfrost favorito de todos se convierta en un frappe.
— ¡¡Eres un imbécil, Tom!!
Richard estaba paralizado, tenía la sensación en muerte y de peligro que llegó a tener aquella vez. internamente se decía— "Reacciona idiota, reacciona" —pero sus piernas no respondían, entonces su brazo oscuro le comenzó a punzar, lo sintió en todo el cuerpo como un retumbar, cayó de rodillas y sintió escalofríos, podía moverse, aunque muy lento, los demás lo ayudaron a levantarse.
—Richard, ¿¡qué te pasó!?
— ¡No lo sé, esto me comenzó a punzar, no me duele, pero me tiene paralizado!
Los impactos constantes sobre el techo hacían vibrar el suelo, era un eco de destrucción que resonaba cada vez más cerca. Con el corazón acelerado, el chico levantó los brazos y, tomando una gran bocanada de aire, decidió lanzar una descarga de luz hacia el techo. Cerró los ojos, concentrando cada fragmento de energía en su brazo izquierdo, hasta que una esfera de pura luz, brillante y densa como una estrella, comenzó a tomar forma, creciendo hasta alcanzar el tamaño de una sandía. Sin dudar, la arrojó en un estallido que desgarró el aire, el rayo surcó el espacio como un relámpago decidido.
El impacto fue devastador: el rayo atravesó el techo y pulverizó todo a su paso, enviando escombros en una lluvia caótica hacia el exterior. En la cima, Tom apenas pudo apartar la mano antes de que la explosión le rozara, soltando la pieza de cañón. A su alrededor, los Bloodfire huyeron desesperadamente, mientras el rayo se expandía en un cono de destrucción que devoraba cada centímetro del entorno, dejando tras de sí una estela de fragmentos suspendidos en la luz cegadora. En medio del caos, el resplandor del cielo se filtraba desde arriba, iluminando las ruinas y revelando la magnitud de la devastación: había desintegrado todo desde adentro, como si el lugar mismo se hubiera rendido ante la energía.
Richy observó el rastro de su ataque con una mezcla de asombro y desconcierto, convencido de que había lanzado solo luz. Pero entonces notó algo en su brazo derecho, una vibración residual, un eco oscuro de poder. La verdad le golpeó de repente: no solo había sido luz. El rayo había contenido también energía de su otro brazo, y en la fusión, el resultado fue ese poder devastador, esa fuerza que apenas podía controlar, capaz de consumir todo a su paso.
Todos en las gradas se quedaron anonadados, estallaron en euforia con gritos y ovaciones, la pieza cayó al fondo del pozo donde estaban los chicos y dieron terminado el enfrentamiento con el cañón destruyendo la base de los Bloodfire.
Las altos mando presenciaron el ataque que lanzó Richard y lo citaron de inmediato junto con Lunaris y Kenny.
Una vez estando en la reunión comenzaron las preguntas.
— Saben por qué les pedimos que vinieran, ¿cierto? —decía Cleir desde una silla en la que se veía su bastón recargado.
— Para serte sincero, creí que nos felicitarían por la victoria contra los arrogantes Bloodfire, sin ofender Bleisy.
— No te preocupes —respondía de regreso la mujer de fuego.
— No, pero realmente felicidades por su victoria. La razón por la que los citamos fue para interrogarlos que fue lo que pasó tiempo antes de ese rayo que salió.
Luna comenzó a contarles:
— Realmente no pasó nada diferente a las otras veces, salvo que Richard dijo que le punzaba su brazo y lanzó ese rayo.
Kenny continuó— pero precisamente yo quería preguntarles qué fue ese ataque, ¿de qué energía vino?
— Pues era magia de luz de Starlight —concluyó richy.
— Pues no, Richard —le dijo Lunaris— lo que lanzaste no fue luz, fue energía oscura, pero se veía que la luz estaba inmersa al mismo tiempo dentro de ese rayo.
— Pero estaba cubierto de energía oscura, como la que usan los Tenebris.
Richy miró a todos asombrado y confundido y se miró las manos.
— Realmente no estoy lastimado, ¿significa que hay un avance sobre esto que le pasó a mi brazo?
Cleir negaba con su cabeza— hay cero avances, me gustaría tener más tiempo y saber dónde hay que buscar las respuestas, pero me temo que esta vez aquí no están —.
Al salir de la reunión Luna detuvo a Richard.
— Oye richy, el fin de semana te gustaría tener un picnic juntos, será solo para gente cool, así que no estará el bobalicón de Kenny.
Richard sintió curiosidad como siempre, eventualmente sabía que algún día tendría que ir a las tierras elementales.
— Claro que sí, Luna, nos veremos pronto.
Los dos sonrieron y Lunaris se fue del lugar.
— Maddy se sentirá muy emocionada cuando le cuente que saldrás con una chica.
Cleir salía del lugar de reunión y le sonreía a richy.
— Só-sólo es una amiga, Cleir, nada va a pasar...
El chico volteaba la cabeza y recordaba todo lo que Lunaris le aconsejó y motivó en el entrenamiento y parte del partido.
— Esperemos que así sea, para ser una relación plena, primero deben tener una buena amistad —la mujer recordaba risas con un chico en la juventud con lentes y el mismo tipo de cabello de Richard.
Richard volteaba con Cleir para decirle— ¿sabes dónde está Lía? —.
— En las tierras de los Bloodfire, atendiendo el caso de las bajas temperaturas, mañana vendrá a darme su reporte de investigación.