A la mañana siguiente, los chicos salieron de la posada con energía renovada, listos para explorar la biblioteca de Glaciora en busca de respuestas sobre la magia tenebris. El sol brillaba en el cielo azul y despejado, enviando destellos de luz sobre los edificios cubiertos de nieve y el pueblo que se despertaba lentamente.
Caminaron por las calles empedradas de Glaciora, disfrutando del aire fresco y nítido de la mañana. Las casas de madera oscura se alzaban a su alrededor, decoradas con guirnaldas de hiedra y coronadas por techos cubiertos de nieve.
A medida que avanzaban, pasaban por delante de pequeñas tiendas y cafeterías que comenzaban a abrir sus puertas para recibir a los primeros clientes del día. El aroma del pan recién horneado y el café caliente flotaba en el aire, tentando sus sentidos mientras caminaban.
Las calles estaban tranquilas a esta hora de la mañana, con solo unos pocos transeúntes que se dirigían a sus quehaceres diarios. Algunos saludaban con una sonrisa amistosa mientras pasaban, reconociendo a los chicos como visitantes en el pueblo.
Pronto llegaron a la biblioteca de Glaciora, una impresionante estructura de piedra que se alzaba majestuosamente en el centro del pueblo. Sus altas torres y ventanas arqueadas se recortaban contra el cielo, dando la impresión de un lugar lleno de conocimiento y sabiduría.
Las puertas de madera pesada se abrieron con un chirrido cuando los chicos entraron, revelando un interior lleno de actividad. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, iluminando el polvoriento aire de la biblioteca y haciendo brillar los lomos de los libros en las estanterías.
Repentinamente vieron como un caballo blanco con una persona con una gabardina negra salir desde el interior, y aprovechando que la puerta estaba abierta, salió al exterior, los chicos pensaron que era parte de un show ya que nadie gritaba, pero la gente de la biblioteca se dejó ver corriendo detrás del caballo muy lejos, gritando y pidiendo ayuda.
-¡Se robó nuestro libro más importante de magia oscura!
Los chicos estaban en desventaja de distancia, pero no sería por mucho ya que el cristal de Richard fue roto, liberando a Cloud.
-Aquí no se necesita permiso para volar en dragón ¿cierto?
-¡Deja de ser un tonto y ve tras él! -le ordenó Lía, haciendo que el chico subiera por inercia y por el apuro, los demás chicos se quedaron en la biblioteca, diciéndole que lo alcanzaban después.
Cloud se elevó en los cielos, para poder rastrear al caballo, y fue así cómo fue localizado no muy lejos del sitio, emprendió el vuelo y comenzó a perseguir al de la gabardina negra a través de las calles del pueblo. A medida que avanzaban a toda velocidad, las casas y los edificios parecían deslizarse a su lado como un borrón. El viento soplaba fuerte contra su rostro mientras Cloud se impulsaba con poderosas aleteadas.
El sospechoso, montado en un caballo, corría a toda velocidad tratando de escapar. Richard apretó con fuerza las riendas de Cloud, instándolo a aumentar la velocidad. El dragón respondió con un rugido, acelerando aún más y acortando la distancia entre ellos.
Justo cuando parecía que Richard estaba a punto de alcanzarlo, el hombre levantó la mano y una oscura energía envolvió a su caballo. De repente, el caballo se elevó en el aire con un poder oscuro, dejando a Richard y Cloud atrás.
¿Un tenebris?, pensó Richard, pero después lo tomó con naturalidad ya que estaban en Glaciora.
Sin embargo, no se dio por vencido. Instó a Cloud a aumentar su velocidad, y el dragón respondió con una aleteada poderosa que los llevó hacia los cielos. Pronto, estaban volando a una velocidad vertiginosa, persiguiendo al tenebris y su caballo a través de las nubes.
El paisaje pasaba a gran velocidad mientras ascendían, con los árboles del bosque y los edificios del pueblo convirtiéndose en manchas borrosas debajo de ellos. Richard y Cloud esquivaban hábilmente los obstáculos, volando entre los árboles y sobre los techos con precisión.
A medida que se alejaban del pueblo, la velocidad aumentaba aún más. Richard podía sentir el viento azotando su rostro mientras Cloud se lanzaba hacia adelante con toda su fuerza. El tenebris y su caballo parecían estar fuera de su alcance, pero Richard se negaba a rendirse.
Con determinación, Richard y Cloud continuaron su persecución aérea, volando a velocidades increíbles mientras se adentraban en el bosque. A medida que el sol se ponía en el horizonte, las sombras se alargaban sobre el paisaje, pero Richard no tenía tiempo para disfrutar de la vista. Estaba decidido a atrapar al tenebris y poner fin a su escape.
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Richard y Cloud surcaban el cielo sobre el bosque nevado, persiguiendo al tenebris con una determinación feroz. A medida que se adentraban más en el bosque, los árboles cubiertos de nieve se convertían en una maraña de sombras que se deslizaban rápidamente debajo de ellos.
El tenebris, montado en su caballo oscuro elevado por energía oscura, parecía ser un punto en la distancia, pero Richard sabía que no podía permitirse perderlo de vista. Instó a Cloud a redoblar sus esfuerzos, y el dragón respondió con un aumento en su velocidad, sus alas batían con una fuerza imponente, cortando el aire con un rugido atronador.
A medida que la persecución continuaba, el tenebris y su caballo comenzaron a zigzaguear entre los árboles, tratando de perder a Richard y Cloud en la densa arboleda. Pero Richard era un piloto experimentado, y Cloud era un dragón ágil y astuto. Con movimientos rápidos y precisos, seguían de cerca al tenebris, esquivando los obstáculos con una habilidad impresionante.
Los árboles pasaban a toda velocidad, sus ramas se mecían peligrosamente cerca de ellos mientras volaban a velocidades vertiginosas. Richard se inclinaba hacia adelante, concentrado en mantenerse al acecho del tenebris, mientras Cloud se esforzaba al máximo para mantener el ritmo.
De repente, emergieron sobre un lago congelado, sus aguas brillaban bajo la luz del sol como un espejo de cristal. Sin detenerse, el tenebris y su caballo se lanzaron sobre la superficie helada, deslizándose con una velocidad sorprendente sobre el hielo.
Richard y Cloud siguieron su estela, volando a ras del suelo sobre el lago congelado. El frío aire cortaba sus rostros mientras perseguían al tenebris, sintiendo la tensión aumentar con cada momento que pasaba.
Luego, el tenebris dirigió a su caballo hacia una cascada que se elevaba majestuosamente sobre el lago. Richard se preparó para seguirlos, pero justo cuando estaban a punto de alcanzarlos, algo extraordinario sucedió.
Desde dentro de la cascada emergió un barco, sus velas negras ondeaban al viento. Richard se detuvo en seco, sorprendido por la repentina aparición. A bordo del barco, los tenebris navegantes se movían con una gracia siniestra, preparándose para el combate. Solo que estos tenebris no daban pinta de usar magia, blandían sus espadas y hachas y gritaban a la distancia apuntando al dragón.
En la cubierta del barco, una figura lúgubre se erguía con una presencia imponente. Era un hechicero tenebris, un auténtico maestro de la magia oscura.
Richard se dio cuenta de que la persecución había tomado un giro inesperado. Ahora, no solo tenía que enfrentarse al tenebris montado en su caballo, sino también a un barco lleno de piratas siniestros.
Uno de los piratas del barco gritó al aire -¡Ríndanse al capitán de los piratas de las sombras, el pirata hechizero Gladius Arconte! - el capitán hechicero, Gladius, se cernía sobre la cubierta principal con una presencia imponente y oscura [https://img.wattpad.com/dd598e47e052ec56dbc153dccda68d574a4c7f3d/68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f795a69524e4d316e713850496c673d3d2d313434363134393835362e313764353836646330323732316430353639393437393335373134382e6a7067?s=fit&w=1280&h=1280]
Uno de los piratas del barco gritó al aire -¡Ríndanse al capitán de los piratas de las sombras, el pirata hechicero Gladius Arconte! - el capitán hechicero, Gladius, se cernía sobre la cubierta principal con una presencia imponente y oscura. Sus ropajes para la batalla eran una mezcla de elegancia y temor. Llevaba una capa larga de color negro azabache, adornada con ribetes rojos oscuros que ondeaban al viento como llamas danzantes. Esta capa estaba embebida de magia tenebris, que parecía emanar de su interior y envolverlo en una aura sombría y amenazante.
Bajo la capa, Gladius vestía una armadura de cuero oscuro, reforzada con placas de metal negro. Las placas de metal estaban grabadas con símbolos arcanos que resplandecían débilmente con una luz roja, indicando la naturaleza mágica de su armadura. Su pecho estaba protegido por una coraza adornada con runas antiguas, que otorgaban resistencia y poder.
En su mano derecha, Gladius sostenía su reliquia mágica: una espada con una hoja extremadamente afilada, forjada en las profundidades de la oscuridad. La hoja relucía con un brillo siniestro, como si estuviera hecha de sombras solidificadas, pero en realidad fue forjada con hielo negro. La empuñadura de la espada estaba envuelta en cuero negro, con runas grabadas que pulsaban con un fulgor rojo. Esta espada era su fuente de poder y su arma principal en la batalla.
En lugar de su pierna derecha, Gladius llevaba una pata de palo tallada en caoba, adornada con intrincados grabados que contaban la historia de sus batallas y conquistas. Esta pata de palo le confería un aire de ferocidad y determinación, mostrando su disposición para enfrentarse a cualquier desafío, incluso la pérdida de una extremidad.
Sobre su hombro derecho reposaba Skull, su fiel cuervo vigía. Skull tenía plumas de un negro profundo y brillantes ojos rojos que parecían arder con un fuego interior. El cuervo era su familiar, alertándolo de peligros y transmitiéndole información vital con su graznido agudo y penetrante. Skull era más que un simple animal; era una extensión de la propia oscuridad que rodeaba a Gladius, una manifestación de su poder y su voluntad.
Con cada paso que daba sobre la cubierta del navío pirata, Gladius Arconte irradiaba una presencia dominante y amenazadora, infundiendo miedo en los corazones de sus enemigos y llenando de determinación a sus seguidores. Era un capitán formidable, un maestro de la magia tenebris y un líder indiscutible de los mares oscuros, afortunadamente no era malvado, pero tampoco era bienhechor, ya que sólo se preocupaba por los suyos y por sus objetivos, Glaciora tiene toda la suerte del mundo que este poderoso pirata no se haya interesado en sus tierras.