El hombre abrió la puerta, entró al interior y encendió la luz. Era una habitación un tanto vacía, solo contenía una mesa con algunas sillas de aspecto incómodo, una pizarra blanca en la pared, y varios archivadores de oficina llenos de documentos e informes.
Tomó asiento, colocó la carpeta que llevaba sobre la mesa, y esperó pacientemente.
…
Al fin, oyó voces y pasos que provenían del pasillo. Dirigió los ojos hacia la puerta, hacia los recién llegados.
“Dra. Elizabeth.” dijo.
En el umbral de la puerta había una mujer alta, con gafas y una bata de laboratorio blanca, y de pelo rubio largo recogido en un moño. Su apariencia tenía un distintivo aire de elegancia, a pesar de las oscuras ojeras bajo sus ojos.
“Me alegro de verte, Rowan. Es raro cruzarse contigo últimamente, con todo lo que ha estado pasando.”
“Creo recordar haberle pedido que no se dirija a mí de esa forma…”
“Ya, ya… Entendido, coronel.” dijo, casi haciendo caso omiso de sus palabras.
Un hombre corpulento con vestimenta militar completa la seguía de cerca.
“Coronel.” dijo, realizando un saludo militar. “Capitán del equipo Alpha, Isaac Stone, a sus órdenes.”
Rowan devolvió el saludo, y observó cómo Isaac tomaba asiento frente a él. Solo faltaba una persona. Apareció unos treinta segundos después, un hombre de constitución más delgada y con atuendo similar.
“Oficial de Inteligencia, Ronald Mason, presente, señor.” anunció, saludándole también.
Cerró la puerta, y tomó el último asiento que quedaba.
“Vayamos directamente a los puntos cruciales.” dijo Rowan. “Respecto a los descubrimientos en el subsuelo del metro… Dra. Elizabeth, por favor.”
“Veamos… Tras analizar los metrajes y las muestras que el equipo Bravo trajo de vuelta de los túneles, hemos confirmado que la masa de tejido orgánico no identificado es, en efecto, el cascarón de un capullo de pretoriano stinger. Es bastante reciente, un par de semanas como mucho.” explicó, mientras revisaba los informes del laboratorio.
Las palabras de Elizabeth estaban provocando que muchas preocupaciones se amontonasen en la cabeza de Rowan, pero decidió no interrumpirla.
“Hasta la fecha, esta celda ha mostrado una rápida proliferación de nuevas reinas, que son inmediatamente devoradas por su propia colonia. Dado que ninguna reina ha conseguido sobrevivir más de algunas horas, la colonia no ha podido establecer correctamente una colmena, lo cual es, por normal general, un prerrequisito para la generación de pretorianos. Dado que ahora hemos confirmado la presencia de uno de ellos, esto solo puede significar que una reina estable ha aparecido.”
“Hmmm…” Rowan masculló para sí mismo. Su voz hizo que Elizabeth guardase silencio por un momento. “Si aparece una colmena, podría ser catastrófico para nuestra seguridad. Nos hemos arriesgado mucho viniendo aquí para llevar a cabo esta investigación, pero no arrojaré a mis hombres a una trampa mortal.”
“El surgimiento de una colmena no está garantizado. Verá, ese pretoriano en sí es considerablemente anómalo. Las muestras indican que fue formado a través de la amalgamación de varios zánganos stinger imperfectos. Esto no debería ser posible. En base a nuestras observaciones, los pretorianos solo son engendrados a partir de huevos especiales puestos por la reina. Este tipo de procedimiento no tiene precedentes… Además, por lo pronto no hay señales de ninguna colmena. Si hay una reina estable suelta por ahí, claramente no está haciendo su trabajo.”
“¿Debería asumir que no saben lo que está pasando?”
“Bueno, tengo una teoría… Dado que las feromonas de la reina están fuertemente ligadas a su estado emocional, es posible que esta nueva reina haya pasado serio peligro, algo que haya hecho que sus instintos de autopreservación se apoderasen de ella con la suficiente fuerza como para inducir este antinatural proceso de engendrado. Después de todo, los pretorianos son la guardia real de la reina… Sin embargo, algo no cuadra en esta teoría. La reina no está haciendo lo que la colonia necesita que haga, de modo que el pretoriano intentaría matarla, no protegerla…”
Rowan dirigió los ojos hacia el Capitán Isaac.
“Capitán. Su informe, por favor.”
“¡Sí, señor!” respondió. “A mi equipo se le asignó la labor de investigar una escena sospechosa en las cercanías del Hospital Saint Marie. Encontramos un gran número de vehículos destruidos, y las áreas circundantes habían sufrido serios daños estructurales. Ningún ser humano sería capaz de infligir tales daños sin la ayuda de dispositivos explosivos. Sin embargo, serían perfectamente razonables de haber estado involucrado un pretoriano.”
Sacó un puñado de fotografías y las esparció sobre la mesa para que todos pudiesen verlas. Representaban los daños que acababa de describir un momento atrás, pero también había varias que mostraban manchas de sangre en la carretera.
“La escena era sangrienta, pero no se encontraron restos humanos. También localizamos agujeros de bala en la zona, pero ni rastro de las armas que los provocaron, ni rastro de los casquillos… Incluso las propias balas habían sido extraídas de los agujeros. Todo el lugar había sido limpiado a conciencia, por motivos desconocidos.”
‘Creo que puedo imaginarme los eventos… Una reina en peligro… Un pretoriano… La criatura intenta matarla… ¿Huyó hasta que finalmente la alcanzó? ¿Por qué otro motivo iba a estar un pretoriano en esta otra localización tan remota, teniendo una reina que eliminar? Y entonces… alguien intervino.’
“Oficial Ronald.”
“Sí, señor.” Ronald tomó su propia pila de documentos e informes, y los hojeó. “Tenemos motivos para creer que hay algún otro grupo organizado operando dentro de la celda. El informe del Capitán Isaac es uno de ellos. Es poco probable que la limpieza de la escena haya sido llevada a cabo por civiles ordinarios. También se han avistado entregas de suministros por paracaídas desde aeronaves no identificadas, pero todas ellas han sido retiradas, y todo rastro borrado, antes de que pudiésemos llegar a su localización.”
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“¿Dónde han caído esos suministros?”
“Todos ellos en los alrededores del Hospital Saint Marie, señor. La cronología de estos eventos coincide con una repentina convergencia de supervivientes en el hospital. Hemos interceptado una emisión de radio que afirma ofrecer seguridad y necesidades básicas a todo aquel que se dirija al edificio.”
“Muy bien… ¿Alguna idea subjetiva que ofrecer?”
“¿Disculpe…?”
“Deje esos papeles e informes.” el coronel colocó su mano sobre los documentos de Ronald, provocando que los soltase. “¿Qué piensa usted, personalmente?”
“Uh… El hecho de que estas operaciones clandestinas hayan sido imposibles de detectar y rastrear durante tanto tiempo me lleva a sospechar que podríamos tener un topo, señor… Creo que es una posibilidad que debemos considerar.”
“Gracias, oficial. Detesto tener que sospechar de mis propios hombres, pero aprecio su sinceridad.”
“¿Tenemos alguna noticia del Dr. Marcus?” preguntó Elizabeth, observando a Roland con una mirada inquisitiva.
“Aún no.”
“Qué lástima…”
Rowan alzó la mano, solicitando un momento de silencio.
…
“Capitán Isaac, usted se encargará de comunicar las noticias al resto de equipos. Todo el mundo deberá llevar armamento pesado, adecuado para lidiar con un pretoriano. Si esa cosa anda desembocada por la ciudad, debemos ser capaces de responder a tal amenaza. Adicionalmente, los equipos Alpha y Bravo se acercarán al hospital en misión de reconocimiento. Les informaré de los detalles exactos de la operación esta misma tarde.”
“¡Entendido, señor!”
“No creo que eso sea una buena idea...” añadió Elizabeth. “Después de todo, diría que la situación en el hospital parece una trampa. Seguro que entiende a qué me refiero, ¿no es así, coronel? Es como si hubiesen dejado el rastro de migajas para captar nuestra atención.”
“Entiendo su preocupación. Pero si es cierto que hay un grupo organizado operando de forma ilegal en la celda y posiblemente interfiriendo con nuestro deber, con quién sabe qué intenciones… Es el tipo de emergencia que no podemos ignorar. Lo cual es aún más motivo para que todos los implicados extremen la precaución.”
“Ya, entiendo…”
No podían quedarse de brazos cruzados. Aquella celda era el único lugar en todo el mundo donde la humanidad podía aún acercarse a la esencia del Sting. Aquella anomalía podría albergar la clave para descubrir sus secretos. La clave para recuperar el mundo de sus garras. Si había interferencia exterior, tendrían que lidiar con ella, rápida y decisivamente.
…
“Pasemos al siguiente tema.”
******
“Vale, este es el plan por ahora: nos quedaremos en este sótano. No parece que nadie baje aquí abajo, nunca, por lo que es nuestra mejor opción. Además, si ese nido en los pisos superiores mantiene a las hordas a raya… es un problema menos por el que preocuparse.” explicó William. “Stella, junto a algunos de sus compañeros de confianza, ha entrado al hospital por la entrada principal, como lo haría cualquier otro superviviente. Nadie sabe que está relacionada con nosotros, por lo que nadie sospechará de ella. Será nuestros ojos y nuestros oídos ahí dentro. Y dado que saben que Ethan suele merodear por el piso superior, él será nuestro intermediario.”
‘Parece lo suficientemente de confianza, aunque tendré que mantenerlo vigilado por si acaso… Y Stella opina lo mismo. En serio, espero que no nos cause problemas…’
“Entonces… ¿nos limitamos a esperar…?” la voz de Claire sonaba desanimada.
“Así es. Hasta que estemos seguros de lo que pasa ahí arriba, deberíamos mantener un perfil bajo.”
Claire suspiró y se apoyó contra la pared a su espalda, con una postura decaída. A su lado, Nora escuchaba en silencio.
Pensándolo bien, era conveniente que hubiese tenido la audacia de devolverle a Nora su teléfono móvil en los apartamentos. Todavía tenía algunas fotos de Logan, de antes de la pandemia. Si Stella confirmaba su presencia en el edificio, al fin tendrían pruebas sólidas del paradero de Lilian.
‘Sé que está “sintiendo” su presencia otra vez… Pero preferiría tener evidencia más tangible.’
Sin embargo, sus principales objetivos eran aprender sobre el estado actual del hospital, reunirse con sus compañeros, y de ser posible, averiguar donde tenían a la chica. Hasta entonces, no podían hacer gran cosa sin levantar sospechas.
Si era capaz de llegar a un acuerdo con sus compañeros allí arriba, habría oportunidades para salir y entrar del hospital sin ser detectados, cuando cualquiera de ellos estuviese estacionado haciendo guardia. Pero, por el momento, tendrían que sobrevivir con los recursos que habían podido cargar al entrar.
Siendo sinceros, el sótano no estaba tan mal una vez ordenado un poco. No tenían lujos como habitaciones personales, o siquiera camas, pero al menos era seguro y espacioso.
“Pillad sitio por aquí, y asentaos. Ayudad a los demás si podéis. Y aseguraos de descansar si lo necesitáis. Iré al piso de arriba y tendré una pequeña charla con ese chaval, Ethan. Me aseguraré de que realmente comprende lo que hemos acordado…”
******
Claire observó cómo William desaparecía tras una esquina. Momentos después, Nora se sentó en el suelo. Parecía preocupada.
“¿Estás bien…?” preguntó Claire.
“Puedo… Puedo sentir su miedo. Está tan asustada… Tener que sentarme y esperar es… frustrante.”
Claire se sentó a su lado y la abrazó, tratando de reconfortarla como de costumbre. Aún no le había dicho nada sobre la naturaleza de Lilian. Una caminante reina. Pensó en decírselo cuando finalmente se hubiesen reunido. Cuando todo hubiese acabado. Cuando ya no tuviese más motivos para preocuparse por la seguridad de su hermana. Al menos, no tanto.
‘Pero, me pregunto… De acuerdo con Marcus y con esos documentos, los caminantes se comunican mediante feromonas… ¿La conexión de Nora con Lilian también está basada en feromonas? Pero, ¡Nora no es una caminante…! Creo que podría estar relacionado, pero falta algo… Seguro que Marcus lo sabe…’
Al final, no importaba cuál fuese el motivo. No cambiaba nada. Lilian seguía siendo parte de su familia. Estaba allí arriba en algún lugar, sola, asustada y confusa. E iban a recuperarla.
“Lo conseguiremos, Nora. Ya verás.”
“Mhm…”
******
Oscuro.
Frío.
Odiaba la cosa puntiaguda.
La cosa puntiaguda dolía.
Babas.
No hay control.
Oscuro.
…
Le hacía olvidar las cosas.
Le hacía olvidarse de su hermanita.
La voz de su hermanita se callaba.
Silencio.
…
Tampoco podía oír la voz de su hermano.
No entendía a su hermano.
Su hermano la odiaba.
Su hermano tampoco debía de entenderla a ella.
Estaba asustada.
Miedo.
…
Su hermano la odiaba.
Pero su hermano también estaba asustado.
Su hermano estaba ahí fuera.
Cerca pero lejos.
¿Por qué estaba asustado su hermano?
¿Estaba asustado de ella?
No.
…
La cabeza duele.
Nory.
Ayuda.