Lucas escuchaba atentamente, anotando los puestos importantes en su cabeza.

"Y los grumetes donde estamos?", pregunto Ricardo con algo de curiosidad

"Los grumetes?... Los grumetes están en un nivel totalmente diferente " Dijo el cocinero.

"Entonces nos haces la comida especial?" Preguntó Lucas con algo de inocencia

"¡Ja, ja, ja!! No, ustedes se cocinan lo que comen"

"Yo no les cocino a ustedes dos Ja, ja, ja!!" Dijo el cocinero soltando unas estridentes carcajadas ,aunque para su desgracia los grumetes parecían no tener más ganas de hablar luego de la burla.

El cocinero notó que los dos grumetes parecían ser bastante callados o tímidos por lo que casi no hablaban.

Lo cual lo estaba empezando a molestar debido a los silencios incómodos que se producían.

*Entra el cuchillo sale la espina* ....*Entra el cuchillo sale la espina* ....*Entra el cuchillo sale la espina* ....

Finalmente, el cocinero no pudo aguantar el aburrimiento y comento

"Por cierto chico, me contaron que el náufrago que acogimos era un miembro de la iglesia , pero tus manos no parecen serlo" dijo El cocinero intentando sacar un tema para pasar el rato.

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"¿A qué te refieres?" Dijo Lucas algo nervioso mientras se le caía la batata de su mano y la buscaba en la caja tratando de ocultar sus manos del cocinero de forma infantil.

"Miren mis manos grumetes, ¿notan algo?" Dijo el cocinero mostrando un par de manos callosas cubiertas de sangre de pescado, lo más destacado eran sus dedos que eran tan gordos como salchichas.

"¿Te refieres a los callos?...." Preguntó Ricardo mientras pelaba perezosamente las batatas

"Ah ... Ahora entiendo no es normal que la gente de la iglesia haga trabajos pesados por lo que tienen las manos finas" Adivino Ricardo

A Lucas se lo notaba bastante nervioso y tardó un rato antes de contestar , como si buscara que palabras decir a continuación

"Mmm...no siempre fui parte de la iglesia, como muchos chicos no tuve suerte en la infancia y me vi obligado a buscarme la vida a una edad muy temprana" Dijo Lucas mientras miraba fijamente la batata que se le había caído, como buscando ocultar la mirada

"Y porque te fuiste de tu casa?" Preguntó Ricardo mientras frenaba de pelar la batata que tenía en su mano mostrando interés en la respuesta

"No es que quise irme, más bien me echó mi padre a los 13" contestó Lucas con menos nerviosismo.

"Así que eres de los míos muchacho, un honorable miembro del club de los padres borrachos" Dijo el cocinero con una sonrisa de auto-burla en el rostro mientras sus manos ágilmente comenzaban a cortar el pescado en cuadrados.

"Te expulsaron de tu casa también, gordo?" Preguntó Roberto

"De seguro fue porque comía mucho" murmuró el desnutrido de Lucas un poco más animando

Riendo un poco por el comentario sobre su peso el cocinero continuo "Si me pegaron una patada en culo y me tiraron directamente en la calle a los 14"

"Ya cuando tenía 15 era un experto cortando pescados en el puerto de Los Santos aunque si te soy sincero era más para pagarme alguna que otra puta y no tanto por la comida, eso no faltaba en Los Santos"

Una sonrisa estaba dibujada en el rostro del cocinero como si aquellos duros momentos ya estuvieran demasiado lejos como para alcanzarlo.