El tiempo pasaba volando y sin darse cuenta los marineros habían logrado navegar por toda una semana, el problema era que la velocidad de viaje había disminuido drásticamente, por lo cual según las estimaciones del capitán, sería necesarias unas 3 semanas para lograr lo que antes hacían en una sola.
La mayoría de marineros no aceptaron semejante desilusión, al punto que el capitán se vio obligado a mostrarles con una maqueta del barco en el mapa donde estaban parados, al ver lo cerca que estaban de sus objetivos muchos aceptaron el hecho y continuaron luchando.
Esta vez el capitán puso mano dura, cada vida valía y no podía permitirse más locura abordó, una sola queja o palabra de más se pagaba caro, no eran pocos los marineros que cargaban marcas de latigazos en su espalda, pero tampoco se quejaban por eso, si lo hacían únicamente producirían más marcas nuevas.
El día de hoy todos los marineros se hallaban cocinando en la cubierta, esto era parte de la estrategia de Wiliam para luchar contra la degradación mental de los tripulantes.
Curiosamente, el capitán ,recién ahora, cuando ya todo parecía perdido, es que comenzó a volver a mover los hilos del barco, luchando desesperadamente por sobrevivir por todos los medios para llegar con vida a puerto ... o morir en el intento.
La estrategia, todos juntos, todos en un bloque, parecía estar funcionando bien, no había espacio para los incidentes porque nunca podías alejarte del resto, todas las tareas del barco se hacían en compañía de todos, una a la vez.
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En este caso, todos estaban cocinando al mismo tiempo, los grumetes estaban obligados a enseñarles al resto como hacerlo, comparado el resto de tareas, esta actividad era el tiempo de descanso de la tripulación. Otra curiosidad era que 'todos' eran 'todos' y hasta el capitán pelaba batatas con una sonrisa en su cara.
"Cuantas batatas compran por viaje para que sigan habiendo?" Dijo Ricardo impresionado porque todavía pudiera haber verduras a bordo.
"Me gustan las batatas y lo comida nunca puede faltar, además perdimos a una buena parte de la tripulación, no se dé que te sorprendes ... "Contestó Wiliam , curiosamente su técnica para cortar era mejor que la de Ricardo.
"Faltarían 5 semanas , 4 considerando que en la última semana es las más sencillas, así que solo necesitamos que el viento no cambie de dirección tan a menudos" Comentó Wiliam algo que ya había dicho, pero desde hace una semana repetía al menos una vez cada vez que cocinaban todos en la cubierta.
"Lo más complicado y lo que está destruyendo mis manos es acomodar las velas en función del viento, hacerlo con solo 7 personas te quita años de vida..." Dijo Dima, mientras ayudaba cortando algunos pescados.
"Por eso aprovechen a descansar estos días, únicamente sus manos sangran un poco, la próxima semana tus pies sangraron un poco , la que siguiente tu piel si ira desgarrando ,la que sigue lloraran los muertos y la última reirán como unos lunáticos por haber logrado superar el océano ... ya pasamos por esto, hace mucho... En este mar no sobreviven los marineros fuertes, sobreviven los marineros que se adaptan a los caprichos del mar" Comentó el capitán, con la esperanza de que alguno le haga caso y aproveche estos días donde su cuerpo aún le responde.
Al escuchar eso, muchos marineros se estremecieron, Ricardo y Taras se miraron, había un entendimiento táctico entre ellos para turnarse las tareas que menos esfuerzo requerían mientras cocinaban, como dijo el capitán, esta última semana fue calvario para todos, pero al menos ya no había más asesinatos o abusos. El único que los abusaba era el mar caprichoso.