Los días pasaban volando trabajando como grumete y sin que se diera cuenta Lucas había pasado 1 mes a bordo de La Vieja Ana.
Para estas fechas el ambiente arriba del barco había mejorado un poco gracias a que muchos marineros lograron asumir la muerte del cocinero
Faltaba un solo mes más para poder llegar a Los Álamos y encontrarse con la iglesia nuevamente, lo cual hacía que sus tareas como grumete se hagan menos pesadas a medida que se acercaba la fecha prometida.
Las tareas fueron bastante variadas desde hacer la comida hasta limpiar la cubierta, otras veces le tocaba ayudar con el armado del cebo para pescar y casi siempre había mucha pero mucha ropa sudorosa para lavar.
Pero gracias a la ayuda de Ricardo y de las botellas de vino de la bodega, el trabajo se hacía menos pesado.
Con el tiempo empezó a desarrollar una especie de amistad con la gran mayoría de marines a bordo salvo con Wiliam y Ron que siempre lo miraban con cierta sospecha.
Esta semana en especial había sido algo complicada para los grumetes y para toda la tripulación en general dado que el mar caprichoso los maldijo con una tormenta que ya había durado una semana y media.
Los días de tormenta siempre había malhumor a bordo del barco, trabajar con lluvia y truenos nunca es bueno para la moral de los marinos.
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Pero por suerte el capitán siempre permitía que se habrá algunas botellas de vino de más los días de lluvia lo cual ayudaba a que todos se relajen un poco en especial el grupo de alcohólicos a bordo.
Aun así lo que eran buenas noticias para el resto de tripulación era una maldición para los grumetes que se pasaron la semana entera limpiando el vómito de los alcohólicos.
"No puedo creer cuantas veces seguidas puede vomitar el inútil del timonel, parecería que nunca aprende y todas las noches vuelve a tomar como un barril sin fondo!!", gritó Ricardo mientras limpiaba el vómito de los camarotes
"Ya van 4 veces esta semana...." Murmuró Lucas con algo de miedo de que los escuchen los demás.
El timonel que se encontraba completamente borracho, lejos de importarle su vómito y las quejas de Ricardo, se acurrucó cómodamente en su red mirando a los dos grumetes trabajar con una sonrisa en el rostro como recordando al pasado.
"Hey mal parido, no grites en los camarotes, hay unos cuantos que estamos tratando de dormir por acá!!" Grito Ron.
Aunque Ron también algo borracho lejos de buscar dormir, tomó una botella que se la pasaba rodando por el camarote siguiendo el balanceo del barco y tirándose en su red descorcho la botella poniéndose a beber mientras lloraba silenciosamente por algún motivo que nadie sabrá nunca.
"Ustedes se divierten y nosotros trabajamos como esclavos, que clase de mierda es esta" siguió quejándose Ricardo
"Así es la vida muchacho algunos están arriba y otros abajo...." Murmuró el vigía con los ojos cerrados mientras trataba de dormir
"Como un esclavo?! .... Al menos puedes trabajar duro y convertirte en los que duermen con una botella en la mano dejando atrás tu pasado como limpiador de vómito" Replicó Ron borracho mientras continuaba llorando.
"Además ... Sabes lo difícil que es navegar ... Con el cielo cubierto de nubes muchacho" murmuró el timonel algo dormido como tratando de sacarse la culpa de encima.