Los dos grumetes llegaron a los camarotes con las cajas en sus manos, esperando poder descansar un poco en lo que quedaba de horario nocturno, pero por su futura desgracia Ron estaba despierto, cambiándose para salir a trabajar en la cubierta.
Al mirar las dos cajas que portaban los grumetes, Ron se alteró bastante.
"Hey, ustedes dos, alto ahí!!" Grito Ron, mientras se acercaba a los dos grumetes con el uniforme puesto a medias "De donde robaron esas cajas?"
"¡Nos las dio el timonel!", contestó Ricardo de forma apurada.
"Si!, son solo armas, nos las regaló para que podamos practicar tiro" Dijo Lucas algo nervioso
"Acaso crees que nací ayer?" Dijo Ron mirando una vez más a las cajas en las manos de los grumetes, como para asegurar que no se estaba equivocando
"Ustedes ,manga de ladrones, de verdad quieren que piense que Paulo va a regalarle los restos de sus hijas a dos grumetes desconocidos"
"Sus hijas?! .... El mato a sus hijas?! " Preguntó Ricardo bastante sorprendido
"Cierra el pico idiota, el bastardo de Paulo será un mujeriego mal parido, pero no un asesino, fue obligado a hacerlo" Contesto Ron
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"Pero más importante aún, ¿cómo mierda saben eso?! ....en serio no se las robaron?!" Dijo Ron como dándose cuenta del problema, mientras se ponía algo nervioso
"Notaron algún cambio de actitud por parte del timonel o que anduviera medio perdido luego de darles las cajas, como si hubiera olvidado algo?"
"No …" Contestó Lucas, recordando la experiencia de lo que le paso al cocinero "El timonel estaba fumando tranquilamente, se lo notaba bastante relajado mientras hablábamos"
"Voy a ir a revisar la situación pero..." Dijo Ron mirando a Lucas seriamente "Si llega haberle pasado algo a Paulo, no vas a lograr salirte de esta tan fácil, naufrago"
Lucas bajó la mirada hacia los tablones del suelo, tratando de escapar de la mirada penetrante del primer oficial, aunque disimuladamente miraba la cicatriz que tenía en su propia pierna ...
"Ahora entreguen estas cajas" Dijo Ron dando un paso al frente, sacando las cajas de las manos de los grumetes antes de que pudieran reaccionar.
"Ehy, son nuestras, bastardo!" Grito Ricardo a la espalda de Ron, que se alejaba hacia la salida de los camarotes "Son nuestros regalos!!"
"¡A dormir, novato!!" Grito Ron saliendo de puerta
Los grumetes solamente pudieron mirar la espalda de ron alejándose con impotencia, mientras algunos marineros despertados por los gritos los miraban con odio.
"No lo piensen mucho y vayan a dormir, chicos" Llegó la voz medio dormida del vigía "queda un día largo por delante"
Los novatos a bordo no hablaron más y cada uno con resignación se fue a dormir en sus redes.
Pero por mucho que intentara, Lucas no podía dormir dado los nervios que le provocaron las palabras de Ron antes de marcharse, él sabía que no había hecho nada, ni tampoco tenía la intención de hacerlo, pero eso no significa que esté libre de culpa como para tener la conciencia tranquila ...