Otra semana pasó volando, por suerte los días eran solidados y no parecía que las tormentas fueran a arruinarles la vida durante estos días de torturas.
Pero el viento no apoyaba a los marineros de La Vieja Ana y con bastante frecuencia tenían que acomodar las velas para mantener el rumbo.
Esta semana, les tocaba pescar de nuevo, al ser tan pocos los marineros vivos, probablemente solo requieren de una buena pesca para aguantar las siguientes 4 semanas.
El capitán no era idiota, sabia que pescar con la red consumía el alma de los ya agotados marineros, pero era mejor hacerlo ahora, más adelante ya no tendrían la fuerza para hacerlo y sin comida estos pobres diablos no podían funcionar.
"Hay que seguir esperando, Taras?" Preguntó Ron, ya había pasado más tiempo en comparación al tiempo que solían tomarse los grumetes para pescar.
"Estamos cerca de una isla repleta de personas, este mar está muy explotado por los humanos , es normal que cueste mucho sacar algo decente ..." Dijo Taras sentado en una caja, la mayoría de marineros detrás de él estaban durmiendo en la cubierta, mientras esperaban su señal.
"Pero dos semanas de viaje a velocidad estándar siguen siendo lejos para los barcos pesqueros... estás seguro de que la red no está lista?" Preguntó Ron con impaciencia.
"No tengo dudas de que falta tiempo, únicamente voy a sacar esta red una vez y esa vez lograremos sacar algo" Dijo Taras con una sonrisa , pescar lo relajaba más que dormir gracias a su obsesión, así que iba a alargarlo lo máximo que pudiera.
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"No hay signos de tormenta y si bien el viento no es bueno, tampoco está siendo malo, estamos teniendo mucha suerte..." Dijo Taras mirando la cuerda que sostenía la red ya bastante tensa.
"No la suficiente… la situación es delicada, muchos ya no sienten sus manos, algunos incluso empezaron a perder la fuerza en sus piernas ..." Dijo Ron con amargura, sobrevivir a este viaje era su más profundo deseo.
"Pero la suficiente suerte para lograr pescar algo..., Levanten la red!!" Grito a todo pulmón Taras, despertando a todos los marineros durmiendo en la cubierta
Los marineros se despertaron con violencia y comenzaron a subir la red, pero había uno que seguía durmiendo despreocupadamente en la cubierta.
"Calix, bastardo, despierta y ven ayudar a los demás!!" Grito Ron , sabía que este marinero en particular era uno de los que ya se habían resignado a la muerte y habían abandonado la idea de ayudar al resto de sus compañeros a bordo.
Al ver que Calix seguía durmiendo, Ron corrió a despertarlo, pero el grito de Taras lo detuvo:
"Ven acá, Ron, una vez que la red se empieza a subir, no se puede parar!!" Grito Taras con las manos sangrando luchando con el mecanismo de poleas del barco, para subir la red.
Ron miró Calix con odio, en este momento si uno bajara los brazos, todos los demás seguirían su ejemplo por más que eso los lleve a todos a la muerte, el humano podía ser así de idiota una vez que su espíritu de lucha fuera destrozado por los mares.
Pero al ver a todos luchando subiendo la red, supo que su deber era ayudar al resto a lograrlo, era el más fuerte, por tanto, el más vital para esta tarea, si él no ayudaba podría no lograrlo, miro a Calix una última vez, antes de correr a las cuerdas, en su mente ya sabía el castigo que vendría después.