Tras resoplar, pudo encontrar otra mínima fuerza para volver a dirigirles la mirada, y divisar como estos lo observaban con la misma sensación, con la cual lo habían recibido la primera vez que llegó. Su tono de voz de calmó, y además de recordar esas reacciones, intentó hablar de forma un poco más pausada, sin embargo, cuando intentó acercarse, para entablar una conversación más calmada, esta vez fueron ellos quienes se alejaron de él.
----Escúchenme, por favor… Esto es necesario, yo solo intento----su palabreo fue interrumpido, por alguien quien no soportaba su actitud egoísta, y quiso brindarle un golpe en la cara, el cual aceptaría sin echarse atrás, o defenderse.
----Intentar que?! SOLO ERES UN MALDITO IDIOTA! QUE NO VE CUANDO SUS COMPAÑEROS INTENTAN AYUDAR!!!----le gritó Furia a Kettei, quien este ultimo comenzó a recibir fuertes golpes en el estomago por parte el el.
Tras casi perder el aliento, y casi brotaba sangre de su boca, mientras cerraba los ojos, cayó sobre sus rodillas, ya ahora los atenuantes golpes de Furia, cada vez mas rapidos y con más fuerza llegaban a su cara, mas especifico, en su mandibula.
Cada vez los golpes subían de intensidad, mientras este le recriminaba al guerrero todo lo que este había hecho mal, llamándolo de mil y una formas diferentes. Los efectos que tendría esto no serían menores, los demás, los cuales se limitaron a observar este grave castigo y tortura, se echaron para atrás. Sin embargo hubo un punto en el que alguien no pudo soportar más, y se interpuso entre el puño de Furia, y Kettei, recibiendo uno de estos en su mejilla izquierda.
----A-A-Alegría?! Que estas haciendo?!----le gritó, viendo como su puño había provocado una herida en ella, mientras este se mantenía pegado a su mejilla.
----Ya basta…Furia.----su tono calmado hizo que Furia se aleje, mientras el y los demás, casi se les lograba escapar unas lágrimas de cocodrilo.
Alegria se levantó, y observó como Kettei estaba arrodillado, con gotas de sangre provenientes de su cara, cayendo al suelo. Esta lo levantó con un poco de dificultad, y apenas pudo divisar su cara con graves heridas, unas pequeñas lagrimas se asomaron por sus ojos. El mismo efecto tuvo en los demás, quienes a paso lento, se acercaban a observar el pobre estado de la cara de Kettei.
Una ligera discusión comenzó, la cual dio inicio con varios reclamos por parte de los demás hacia Furia, quien mantenía los ojos abiertos como platos, comenzó a alejarse, viendo como a la persona que había jurado proteger, le había hecho daño. El perdón no se verían las caras con el, puesto que, la violencia seguía sin ser la solución para los problemas.
La discusión no hizo más que tomar mayor peso, aunque hubieran algunos que intentaban detenerlos, no fue hasta un fuerte grito de alguien mas, para que se detuviera toda la acción por unos segundos. Mientras Alegria cargaba a Kettei, quien yacía inconsciente, dejando caer todo su peso, esta les dirigió la palabra.
----Necesita descansar, el más que nadie ha tenido que cargar mucho peso estos últimos días.----les explicó, viendo el rostro del guerrero, quien no daba ningún indicio de estar consiente, o con vida.
Muchos fruncieron el ceño, y ademas de acercarse con mas confianza hacia Kettei, intentaron cambiar la postura de Alegria ante la situación, dando excusas, y aunque están tuvieran cierto grado de credibilidad, no eran suficientes para cambiar a expresión de ella.
----Alegría, entiendo que él sea un guerrero y que quiera proteger a Riley, pero es un peligro en potencia si no es capaz de ver lo que nosotros significamos para ella!----le reclamó Desagrado, quien se cruzó de brazos, y mantuvo su tono firme, a pesar de haber presenciado una masacre.
----Yo sé que no es perfecto, pero… En el fondo es alguien bueno, lo se… Todas las emociones, aunque se vean malignas, siempre le sirven a Riley para mejorar, y el… No es la excepción.----Le respondió Alegria, quien mientras comenzaba a caminar, arrastrando el cuerpo de Kettei por el suelo, Ansiedad se ofreció a levantarlo, por lo menos, apoyarlo hasta el sofá, donde encontraría un leve reposo, uno que le hacía falta.
Tras con esfuerzo, dejarlo acostado en el sofá, ella se sentó junto a el, viendo como este no movía ni un solo musculo. Los demás lo rodearon, preguntándose entre ellos, y a si mismo, si estaba vivo o muerto.
----Ustedes vayan a dormir… lo necesitan más que yo.
La espontanea decisión, dejó atónitos a todos, quienes le preguntaron sobre si ella iba a estar bien, o si ella iba a dormir, a lo que ella respondió, justificando su excusa con el hecho de que era responsabilidad suya mantenerse junto a él.
This story has been unlawfully obtained without the author's consent. Report any appearances on Amazon.
La reacción intuitiva fue la misma entre todos, excepto Furia, quien no pudo soportar el arrepentimiento que cargaba consigo mismo en ese momento, viéndose los puños apretados, y con manchas de sangre, que se camuflaban con su color de piel, escuchando toda la conversación unos metros alejados de ellos, ocultando su mirada hacia ellos. Tras la breve charla, los demás tardaron, pero aceptaron la propuesta de Alegria, quien hasta el momento, no había podido quitar la mirada de Kettei.
Un leve sonido de una puerta avisaba que las demás emociones ya habían dejado total intervención. Fue en ese momento donde ella se permitió derramar las lágrimas que había guardado durante todo el tiempo que quiso sacarlas de sus ojos, pero las cuales había resentido hasta ese momento, donde quebró en llanto, mientras apoyaba una mano en la mejilla lastimada de Kettei, y la otra en su propia cara para limpiarse las lágrimas.
Un leve movimiento de cejas se vería en el guerrero, quien de algún modo pudo reconocer el llanto, y tras respirar por unos segundos, Alegria se fijó en su brazo prostético de madera, el cual estaba agrietado, y con los dedos raspados. Fue ahí, donde se alejó de el por unos minutos, que se extendieron a horas, en la misma herrería en la cual, Kettei creía que era el único que sabía de su existencia.
Tras un par de horas, el guerrero se despertó, sintiendo un poco mas ligero el brazo de lo normal, volteó la mirada lentamente hacia este, observando un nuevo brazo, mejorado con ademas de trozos metálicos, los cuales reconoció al instante, unas runas japonesas, las cuales logró traducir como “Esperanza”.
----Que es esto?---se preguntó, observando a los alrededores, sin poder reconocer ninguna figura conocida.
Se levantó del sofá, y de inmediato notó el dolor que aun ardía en su cara y estómago, recordando al instante todo lo que pasó hace apenas un par de horas. Al no notar la presencia de nadie, se fijó más a detalle en la prótesis, la cual es una robótica, la cual al pensar en una herramienta, hace que su brazo mute, moviendo las piezas.
Ante el inesperado movimiento, se echaría atrás, observando detenidamente estos movimientos, aunque manteniendo la distancia suficiente como para evitar cualquier otra sorpresa.
----E-Este es mi!!! Gancho con cuerda?! Pero cómo?!----Se preguntaba, y ante la duda, soltó el mecanismo, sorprendiéndose ante el hecho de que no tenía que presionar un botón, y solo pensar en la dirección en la que quería soltarlo.
Su ligero entusiasmo se vería interrumpido por un recuerdo que se le vendría a la cabeza, recordando la conversación y posterior discusión, la cual se había empleado. Se agarró la cabeza con fuerza en ambas manos, intentando que esa discusión en su cabeza desaparezca. Fue en ese momento donde se empezó a cuestionar el origen de su nuevo brazo.
Sin tiempo para pensar más, se dirigió hacia la habitación, y apenas abrió la puerta, divisó como Alegria estaba de espaldas a su cama, sin mover un solo musculo, mientras los demás dormían plácidamente. Ante esto, frunció el ceño, y se mantuvo alejado, camuflándose en una sombra que se encontraba en una esquina, mientras escuchaba un monologo que ella estaba ejecutando, y al parecer, juntaba ambas manos en señal de rezo.
----Por favor, es lo único que queda, la prótesis que le fabricé, es la última esperanza que tenemos. Ignóralos, ellos no saben lo que hacen, yo confió en él, así como él lo hace conmigo. Yo sé que detrás de todas sus facetas y errores, tiene bondad en el fondo de su corazón y alma. Por favor, dale la fuerza que necesita, que no decaiga en batallas, y luche siempre hasta el final, para salvar a aquellos que más quiere. Por favor, no dejes que caiga en la locura, y sálvalo de cualquier maldición.----susurraba, hacia un poster con velas a su lado. La figura, se asemejaba a un Dios, o algo parecido.
Mientras escuchaba esto, volteó a ver su brazo, haciendo semejanza y sentido a lo que había deducido antes, además de unas pegatinas que se encontraban en la parte del tríceps, los cuales, representaban a cada emoción a la cual estaba protegiendo, aunque… solo eran 11.
Tras casi ser descubierto por un sonido metálico proviniendo de su prótesis, ella cerró lentamente la puerta. Soltando un resoplido, bajó las escaleras, dirigiéndose de nuevo hacia el piso inferior.
----Vaya… con que fue ella… No lo… No, ahora lo entiendo, se perfectamente porque lo hizo, y no podría estar más agradecido… en verdad, es algo que nunca olvidaré. Los demás… Por qué son así conmigo? Solo trato de… evitar, que eso pase… aunque… No… No lo sé… No deben saber acerca de mi pasado, no aun.
Su felicidad espontanea no podía verse reflejada en una sonrisa, aunque su preocupación si podía ser así. Sin embargo, decidió probar su nueva ayuda de la mejor manera, en batalla. Acomodó el mismo recuerdo, aunque ligeramente modificado, probó suerte, y tiró a por un desafío mucho mayor.
Aunque, antes de sentarse, volteó a ver al frente, observando como Riley, dormía tranquilamente, soñando con cosas que podían hacerlas feliz. Esto, le daría un leve suspiro a Kettei, quien se mantenía tenso hasta el momento, y tras intentar comunicarse con ella con la única manera viable de “Poder hacer contacto”, se acercó lo mas que pudo hacia la pantalla.
----Lady Riley… En verdad lo estoy haciendo bien? O… solo estoy logrando que se alejen de mí? No logro entenderlo… Hago todo lo que está a mi alcance, y aun así, no es suficiente… Que debería hacer?----Le preguntó, aunque su pregunta no tuviera respuesta alguna.
Volteó a ver por última vez al cuartel entero, aunque aún seguía con la abundancia de recuerdos rosas en las estanterías, y tras analizarlos con mayor detalle, su vista se vio interrumpida por algo que le llamó más la atención. Se acercó, y pudo divisar de nuevo las islas del pensamiento reestablecidas, con una mejora en la isla de la familia, la cual había crecido. Aunque lo que más le llamó la atención, fue al ver la ausencia de la isla de las boberías. Tras esto, intentó sonreír, mientras hacia un leve gesto de aceptación, pero no pudo hacer más que una mueca.
Tras devolverse lentamente, se paró frente a la consola, adoptando su postura de meditación tradicional, conectando su mente y alma a través de la máquina, para comenzar una sesión de entrenamiento, para poner a prueba su nueva prótesis robótica, la cual fue una gran mejora a su arsenal, sin duda.