Un pequeño aviso, a través de una alarma, la cual asusta un poco a la emoción dominante en ese momento, la deja en shock, al enterarse de la situación. Agarró el conjunto de emociones que estaban atadas, y además de volver a colocarles cintas a los que se habían podido librar de esta, los aparta a una habitación oscura. Donde, desde ahí, vigilarían a todo el que entrara.
La alarma, había sido enviada por una emoción sobreviviente de la catástrofe que ocurrió allí, solo unos días antes. Una voz oscura, le haría saber la información primeriza, la cual detallaba, la pronta llegada de los demás integrantes.
Tras llegar apresuradamente al sitio, miró a los alrededores, mientras sus respiraciones agitadas lo atenuaban. Una gota de sudor caía por su frente, pero al voltear a la dirección fronteriza, no logró divisar ninguna figura.
----No puede ser! Acaso se escapó?! Como pude llegar tan tarde!?----preguntó al aire, mientras revisaba todos los lugares, exceptuando la puerta oculta, que decidió no abrir, al recordar algo.
Se quedó observando unos momentos el cuartel general, el cual había presentado cambios, no tan notorios, lamentablemente. Sin embargo su mirada se vio forzada a cambiar de objetivo. El sentido de identidad, había llamado la atención de Kettei, quien lo veía, un poco mas magenta de lo normal, aunque los destellos, además de ser breves, eran camuflados por el atenuante color celeste que recubría el preciado objeto.
----Esto no está nada bien… Lo que sea que haya hecho, no es bueno. ----lo denotó, acercando su mano lentamente al extraño cambio en el bien más preciado.
“Si logro demostrarle cuánto me importa, él se dará cuenta de lo especial que soy”
Esas palabras se lograron escuchar, apenas tocó con delicadeza uno de sus hilos, los cuales parecían sonar como una melodía de un violín.
----Que fue lo que le hizo? Esta no es ella.----el momento, lo tomó por desprevenido, y no pudo hacer mas que hablar lento, y abrir los ojos como platos, mientras observaba los daños a los alrededores.
Un fuerte apretón de puños, seguido de un cambio de mirada, y un ceño fruncido, harían que Kettei empiece a recordar cada momento en el que ella habló con el, recordando cada…palabra… que esta le había dicho.
Su fuerte deseo de venganza se vería postergado por algo que mas le llamaría la atención. Se dirigió a la ventana, alejándose de la ya rota, y lo que vio, lo dejó helado. Una nueva isla del pensamiento haría acto de presencia, aunque esta no era ni una pizca de parecerse a las demás, los corazones abundaban en el, junto con una imagen de un chico, mal impresa, y muy exagerada.
----Pero que es esto?!----Al visualizar la isla del pensamiento destruida, no logró intuir bien de que se trataba, o que era lo que representaba.
Tras ver la pantalla de Riley, donde se ve como esta caminaba a su casa mientras escuchaba su canción favorita, suspiró, y la miró fijamente.
----Riley… Todo está muy mal, enserio… Y aunque ellos no lo sepan, es mi culpa… Solo quiero protegerlos de lo que pueda pasar.----le explicó, insinuando que ella podría escucharla, pero no fue así.
Tras fijar su mirada en la estantería unos segundos, tomó un recuerdo, el cual estaba casi en llamas. Una idea se le vino a la cabeza. De un instante, bajó el proyector, y proyectó el recuerdo. Tras un suspiro, se sentó frente a la consola, y adoptó su pose de meditación, para intentar remediar su culpa, en matar.
----Lo siento chicos… Pero lo tendré que hacer a mi manera.----concluyó, antes de cerrar los ojos y luchar contra uno de sus grandes enemigos.
Mientras caminaba, la duda le pasaba vueltas en la cabeza, se preguntaba a cada momento en lo que el podría decir, o peor aún, si aceptaría, o no. Sus dudas hacían que esta revisara su celular cada 2 minutos. Con una gran ilusión, que se desvanecía apenas esta se fijaba que no recibía ningún mensaje por parte del chico.
Una leve ráfaga de latidos de corazón a ritmo de motocicleta, la atenuaría mientras caminaba, y además de seguir revisando su teléfono, miraba hacia todos lados.
Detrás de la puerta, donde “Amor” se había escondido junto al saco de emociones que amontonó en un leve radio, vió a través de un pequeño espacio, y logró divisar una superficie de madera, que colgaba del brazo izquierdo del guerrero, el cual adoptó su pose de meditación habitual.
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----Q-Que es eso?----se preguntó a si misma, mientras abría lentamente la puerta.
Al acercarse mas, pero asimismo, arriesgándose a ser descubierta, logró percatarse de una prótesis de madera, la cual reemplazaba el brazo que Kettei había perdido anteriormente, y apenas hace unas cuantas horas. Por otro lado, mientras este seguía luchando contra un recuerdo de lo que alguna vez fue su adversario, el tubo vuelve a soltar un pequeño ruido en señal de alarma.
En medio de la pelea, y debido a las incontables veces en las que Kettei había practicado, este conocía a la perfeccion los movimientos de su oponente, atenuándolos, y evitándolos, como si de una maestria y el control absoluto lo mantuviera a raya se tratase.
Del tubo, van saliendo cada uno del grupo de emociones conformado anteriormente, divisando de inmediato los cambios que estaban mas que presentes, y notorios en los alrededores de lo que alguna vez fue, el cuartel general. Pero ahora no era mas que un parque temático de San Valentin.
----Esto es perfecto! Ahora todo el cuartel esta de color rosa. Hagamos como si esto no fuese lo suficientemente malo.----opinó al alrededor Desagrado, su sarcasmo no tenía ninguna intención de ser disimulada de alguna manera.
----Todo se ve tan diferente…----Opinaban la mayoría, que era el punto donde sus opiniones coincidían. Sus sospechas y tempranas conclusiones tuvieron que ser interrumpidas, puesto que, al mirar al frente, verían a lo que Kettei le llamaba “Entrenamiento Nocturno”. A la vista de todos, se quedaron congelados al ver a un cada vez mas flameante Kettei, sentado cruzando las piernas, mientras estaba de espaldas a ellos.
----Que esta haciendo?----Preguntó Alegría, quien frunció el ceño apenas lo vió, y junto a los demás, se acercaron lentamente, mientras con aun mas impacto, observaban lo que estaba pasando en la pantalla.
Al percatarse con quien el guerrero estaba luchando, torturando, y asesinando, una de las emociones no soportó soltar un grito despavorido, e intentó perturbar su sesión de entrenamiento.
----NOO!!! LANCE!!!-----Sus gritos llamaron la atención de hasta incluso los que estaban dormidos, las lagrimas del rostro de Desagrado se hicieron notar cada vez mas. Sin dudarlo, intentó desconectar a Kettei de su “trance”.
Los demás intentaron detenerla, y tranquilizarla hasta que este terminara. La matanza duró varios agonizantes minutos, mientras el asesino derrotaba y acababa con la vida del otro guerrero, de las maneras que mas le apetecía probar.
----Por favor! Que alguien lo detenga!!!----gritaron, de un momento a otro, intentaron abalanzarse sobre el, creyendo la teoría de que la matanza sería eterna. Tomandolos desprevenidos, Kettei se levanta, y se reincorpora. Un hormigueo abundaría su espalda, este se dio la vuelta, y vió distintas reacciones en cada uno de sus amigos, pero la que mas destacaba, era la del Miedo.
---Ow! Eh… no... sabia que ya estaban aqui!... Ehhmm... desde hace cuánto me estaban observando?
Alegria se acercó a el, y aunque con un paso tembloroso, tuvo la suficiente valentía como para mirarlo a los ojos, los cuales volvieron a su color amarillo habitual. Tras dar un suspiro, logró conectar palabras.
----Lo… suficiente… como para saber que algo no anda bien contigo.----le explicó, colocando suavemente una mano en su hombro.
Este le quitó la mano gentilmente, y además de mostrar una leve risa, junto de un ceño fruncido, volvió a dirigirles la palabra, intentando entender lo que estaba pasando.
----Si estas pasando por algo, queremos que nos lo cuentes...---le brindó una breve, pero caritativa opinión Ansiedad, quien a pesar de estar temblando y tiritando como si hubiera tomado 50 energéticas una sola noche, porque así fue, pudo articular bien algunas palabras.
El sacudió la cabeza en varios sentidos, preguntándoles de a lo que se referían. Desagrado, quien había cruzado los brazos, y aun con las lagrimas saliendo de sus ojos, explotó contra el.
----Estamos hablando de ese recuerdo!! En el que matabas a Lance una y otra y otra vez sin piedad!!----Su voz además de ser entrecortada por las agonizantes lagrimas y de su nudo estrangulándola del cuello, tenía una entonación poderosa, pero sobretodo, amenazadora.
La alejaron un poco para calmarla, aunque parecía no poder entender a solo simples palabras. Por su parte, Envidia, una compañera del pasado, se había escondido tras el vestido de Alegria, y apenas podía dirigirle la mirada.
----N-No sabiamos que eras asi de... v-violento... me da mucho…. miedo.----las suaves, pero escalofriantes palabras, que eran denotadas en un tono bajo y decreciente, habían logrado su objetivo. Kettei se le quedó mirando por unos segundos, seguido de voltear a ver a los demás, quienes mantenían su mirada en él, aunque mantenían una distancia segura. Sin más opciones, decidió rendirse, y aceptar lo que era… un…
----Les juro que yo no así...----intentó explicarles, pero sus razones no eran suficientes para convencerlos, ni un poco. No...quería que me vieran así... en este estado... lo siento.----ante esto, soltó esas palabras, y bajó los hombros.
Ellos intentan calmarlo, pero este rechaza su ayuda, dirigiéndose en solitario hasta una ventana, la cual estaba dividida en varios fragmentos, en cada una, se veía una faceta distinta de Kettei. Sin embargo, este gesto no les gustaría nada a los demás, quienes lo mirarían con mala cara. Este se daría la vuelta, y se les quedaría mirando fijamente, y con una expresión decaída, la cual sería camuflada por una gran seriedad, como una faceta. Este tardó varios segundos en poder pensar, y articular las palabras que él iba a decir, deseando, que ellos entendieran la razón, por la cual, el hacia todo lo que hacía.