Antes de que pudiera decir una palabra, el mounstro ya estaba corriendo hacia el, indicando una fuerte embestida, la cual sería inútil ante el guerrero. Por todo su entrenamiento y experiencia, conocía los movimientos que el mounstro ya había empleado hacia el antes, esquivándolos con gran agilidad.
La desesperación de Kirai se hizo presente en todo el lugar, mostrando su brazo izquierdo por todo lo alto del lugar, y sin dudarlo, lanzó el mismo ataque el cual había acabado con una extremidad del guerrero.
Al ver el ataque acercarse, una ronda de imágenes y recuerdos se le vinieron a la mente, atenuandolo por unos segundos. Pero por todo lo que recordó en ese momento, reaccionó de inmediato, esquivando el peligroso ataque.
Los sueños, y todo lo que estaba asfixiando los recuerdos y metas de Riley, estaban reflejadas en ese combate: Debía o dejar llevarse por su resentimiento por todo lo que considera “injusto”, O luchar mas para seguir con lo que con tanto augurio quiere. Su sentimiento de rencor, peleaba contra su resistencia, y perseverancia, en conjunto con sus deseos por seguir adelante.
Un golpe devastador por parte de Kettei se dejaría ver, plasmando por fin su katana en el mounstro, el cual su sufrimiento empieza a hacerse cada vez mas notorio, atacando mas ferozmente. Pero eso no era nada comparado a la calma interior que cubría a Kettei en ese momento, quien no gritaba, y se mantenía con su particular mirada serena que tanto le caracteriza.
Aunque, este efecto no sería eterno, eventualmente, cuando acertaba cada golpe, algo en el se encendía progresivamente, como si fuera una llama que se prendía enardecidamente en su ser. Y sus ojos reflejaban eso, cambiando a un color rojizo, parpadeando con su color de ojos amarillos.
Esto en conjunto que su visión empieza a nublarse, y sin control de el mismo, corre hacia Kirai, y se sube en el, cortándole el cuello al mounstro, haciendo que este caiga, finalmente. Mientras veía como se desvanecia lentamente en cenizas, se volteó hacia el ascensor, viendo su protesis de madera, con rasguños en el.
----Q-Que fue eso?.---se preguntó a si mismo.
Mientras este estaba de espaldas a lo que una vez fue Kirai, se empezó a divisar dos figuras de pequeño tamaño, cayendo a la poca profundidad del agua.
----Que paso? Donde estamos?.---preguntó una figura de color rojo, parecida a un ladrillo.
Prosiguió la figura de una niña pequeña, de gran cabeza, y cuerpo pequeño.
----Mi cabeza... no recuerdo nada.
Ambos al verse el uno al otro, se preguntaron lo mismo, pero al ver al frente, ven al chico, el cual, los había librado de una maldición mortal.
----Si no tengo cuidado, le haré daño a las personas de m alrededor, y no quiero que eso pase.----se decía a si mismo, con una mirada entreabierta, bajando la cabeza.
Ambos gritarían su nombre, y este se da la vuelta sorpresivamente, pero entendiendo a los pocos segundos que pasó con ellos. Estos le preguntan con un toque de desesperación.
----Un ente maligno los convirtió en esa cosa, y causaron mucho daño a la mente de Riley. Todas sus relaciones, creencias, y sueños, fueron destruidos en unos cuantos minutos.----les relató, bajándose de hombros.
Furia se frustra, alardeando lo débil que fue al no poder haberse defendido. Aunque una peor noticia saldría de la boca de Kettei, la cual, impactaría a ambos.
Y eso no es lo peor... Se llevaron a...muchas emociones a la Boveda de los Secretos.
El impacto inicial no fue nada comparado al denotar la estructura de madera que reemplazaba el brazo izquierdo de Kettei.
----Que tienes en el brazo izquierdo?.----preguntó Envidia, acercándose lentamente.
Kettei rápidamente ocultó su prótesis detrás de su espalda, apartándolos de la vista de ambos. Lo cual, los indignaría.
----Por que te cubres el brazo izquierdo? Acaso hubieron mas consecuencias demás de lo que pasó?!.----asi fue como Furia lo amenazó, acercándose agresivamente a el.
Sin remordimientos, el suspiró, y les brindó una respuesta fría, mientras les mostraba su protesis.
----Llamarlo consecuencias seria poco. La primera vez que me enfrenté al mounstro, me cortó el brazo izquierdo... y me fui de este mundo.----explicó, frunciendo el ceño, su voz bajó de tono, a uno mas grave.
La confusión fue clara y precisa, ambos empezaron a reclamar sobre una posible mentira, pero al mostrar su cruz dorada que pendía de su espalda, la credibilidad se hizo mas fuerte.
Al fijarse en la cruz, Furia recordó de inmediato el recuerdo especial que había surgido en la mente de Riley.
----Es la misma cruz que vimos en ese recuerdo!! Pero como es posible? Acaso ya estabas aquí antes?!.----preguntó exaltadamente.
El griterío de Furia fue neutralizado, mostrando la palma de su mano, intentó explicarles, aunque esto no les quedaría del todo claro. De manera inmediata, Envidia se subió a la protesis de Kettei sin que este de diera cuenta, y presionara un botón que este tenía, saliendo volando por los aires, junto al gancho con el cual estaba enganchada.
No costó mas que un jalón para traer a la envidiosa de vuelta. Y aunque esta pidiera que lo hiciera de nuevo por “diversión”, este se negó, indicando que ellos tienen que volver al cuartel general.
----No vas a venir con nosotros?.---preguntó Furia, dándose la vuelta.
Find this and other great novels on the author's preferred platform. Support original creators!
La respuesta de Kettei sería negativa, quien se quedaría viendo un pequeño brillo entre las aguas del lugar.
----No…necesito pensar sobre algo, pronto los alcanzaré. Arriba está Temor, ustedes junto a el, diriganse a la bóveda de los secretos, donde están el resto de emociones.
Ellos asienten, y suben al ascensor, sin antes ver lo que el estaba apunto de hacer. Al adentrarse en la poca profundidad del agua, toma un objeto, el cual es parecido a un cañon, el cual parece encajar en la protesis. Con un leve gesto de aprobación, lo guarda en su bolsillo, mientras se queda viendo los alrededores.
Al llegar a la planta superior, Temor se quedó esperando al frente de la consola, pero al ver a las 2 emociones, este aliviadamente los abraza, mostrándoles todas las consecuencias que aquel mounstro había provocado.
La sorpresa fue de esperar, aunque una luz intervino en la consola, rompiendo la dura piedra que recubría toda la consola, permitiéndoles el control de nuevo a las emociones.
Sin perder mas tiempo, los 3 bajan por otro ascensor, llegando hasta a planta inferior, mejor conocido como el piso base, donde parten su marcha hasta la bóveda de los secretos.
Despues de analizar un poco mas a detalle el lugar, Kettei sube al ascensor, llegando hasta el cuartel general. Y apenas ve que no hay nadie, abre la misma herrería con la que se había encontrado, incorporando su nueva herramienta de su protesis: “El Cañón De Fuego”. Este al cargarse, suelta una fuerte llama desde la parte superior de su antebrazo, incinerando a cualquier enemigo que se le presente.
Mientras reflexionaba, y observaba la oscuridad del cuartel, este se paró a ver las islas de los pensamientos, llevándose una gran sorpresa, todas estaban destruidas.
----Pero que?!----gritó, apoyándose en la ventana.
Al abrir el dispositivo donde se guardan los pensamientos centrales, divisa que ninguno se guarda dentro. Unos aberrantes segundos de incertidumbre se harían sentir, sacando una rápida concusión, este se apresura a saltar por la ventana ya rota, cayendo al vacío. Solo que esta vez, utilizaría su gancho con cuerda para llegar hasta tierra firme, encaminándose hacia la bóveda de los secretos.
El trio de emociones, quienes ya habían llegado hasta el exterior de la bóveda, en disponen a buscar la bóveda correspondiente.
----Como sabremos cual es la correcta? Hay muchas!.---reclamó Envidia, viendo todas las bóvedas a la vez.
Unos guardias, quienes estaban haciendo ronda nocturna, pasan por el largo pasillo. Los tres se esconden rápidamente.
----Ok, tenemos que ser sigilosos, y que no nos vean.----susurró Temor hacia ambos.
Furia no le prestó atención, y se dirigió hacia ellos en cuanto los dos guardias pasaron por al lado de ellos, noqueándolos con gran fuerza y agilidad.
-----No soy el único que puede pelear.---afirmó, mostrando una leve sonrisa de orgullo.
----Pero que hiciste?! Te dije que fueras sigiloso!!.---exclamó Temor, saliendo del improvisado escondite.
----Lo fui! Esos tontos ni siquiera se dieron cuenta!!.---justificó Furia encarando a Temor.
Envidia los separa lo mas que puede, pero es incapaz. En eso, una voz autoritaria les dice que se detengan. Los tres de voltean, y ven a una figura sombría acercándose. Unos segundos de tensión se viven, pero en cuanto una luz lo refleja, se revela que es el guerrero mismo.
----Pero si eres tu! Que susto nos diste! Como llegaste aquí tan rápido?.---le preguntó Envidia, mientras se acercaba a Kettei.
----Tengo mis métodos.---respondió con total seguridad. ----Aun así lo que me sorprende es que no puedan controlarse.---afirmó.
Mientras se acercaban a las puertas que contenían ciertas bóvedas, empiezan a discutir.
----No es eso! Solo es que Furia se excedió con su frustración, y noqueó a esos tipos que están ahí!. ---explicó Temor, señalando los cuerpos que estaban detrás.
----Vaya…----suspiró, viendo hacia los cuerpos yacientes en el suelo.
Las voces de el grupo, se escuchaban hasta dentro de la bóveda donde estaban el resto de las emociones, las cuales aguardaban pacientemente en la oscuridad. Aunque la paciencia no sería la gran virtud de todos.
----Alegria, no podemos quedarnos aquí mas tiempo!.---reclamó Tristeza, quien se paró del suelo.
----Tiene razón, tenemos que saber como están los demás! No sabemos si están vivos, o quizá estén muertos ahora mismo!.----reclamó Ansiedad.
----Te recuerdo que aun existe la posibilidad que Kettei haya sido derrotado por ese mounstro!.---agregó, balbuceando cada palabra, colocándose las manos en la cabeza.
Alegria intentó calmar a ambas, pero es alguien mas quien interviene, al escuchar la mención del guerrero.
----De que están hablando?…---cuestionó, acercándose. ----Cuanto han tenido que sufrir hasta ahora?.---preguntó, viéndolas fijamente.
Ansiedad se paró a verlo para explicarle.
----Un mounstro de fuego, nos atacó en el cuartel general, y… nos desterraron hasta aquí.
Lance apretó los puños, mientras miraba hacia abajo, pero decidió reprimir su frustración, dando un suspiro.
----Ya veo…---eso fue lo único que se permitió decir.
Despues de decir eso, se acercó lentamente a Alegria, quien lo veía de abajo hacia arriba, con un poco de miedo. Y apenas está lo suficientemente cerca de ella, el se arrodilla.
----Damisela amarilla, te lo preguntaré una vez mas…----proclamó.
Todos se le quedaron mirando, mientras se alejaban un poco de el.
----Dejadme acompañaros en vuestro viaje…Prometo protegeros de cualquier amenaza.----comandó, mostrándole su espada desenvainada.
Afuera de la bóveda, se escuchan las voces. Los tres se acercan.
----Como vamos a abrir la puerta?.---preguntó Envidia, desde atrás.
----No se puede, necesitamos una llave, la cual no tenemos. Lo unico que podemos hacer es pasar por otro lado.----afirmó Kettei, forcejeando la puerta, en vano.
---Que tal por ahí?.---opinó Temor, apuntando a un espacio entre la puerta y el techo.
----Mmm... creo poder llegar.----intuyó Kettei, viendo de reojo su protesis, y el espacio. ----Quédense acá, se perfectamente que él está ahí dentro…
-----Estarás bien, hermano?.---le preguntó Furia, con cierto grado de preocupación.
----No lo sé… tendré que averiguarlo por mi cuenta.----concluyó, lanzando su gancho hacia el espacio.
Dentro de la bóveda, antes de que Alegría aceptara la propuesta, recordó a alguien, y con una voz serena le dijo.
----No podemos hacer eso, Lance.
El descontento de Lance y las demás emociones fue inmediato, Lance no dijo nada, pero su expresión lo decía todo. Mientras que las demás emociones le reclamaron el por qué no dejaba que Lance los acompañara. Así que, mientras se alejaba un poco, explicó.
----Yo ya puse mi confianza en alguien más…----aclaró, sin voltear a ver.
----El hará hasta lo imposible para llegar hasta aquí.----afirmó, volteándose lentamente.
----Porque él es mi guerrero.----concluyó, viéndolos a todos con una mirada seria, pero decidida.
Lance abrió los ojos, sabía perfectamente a quien se refería, en ese momento, una sombra cayó atrás de todos ellos. Era el mismo Kettei, quien pasó por encima de la puerta, y saltó desde allí.
-----He venido a por ustedes.----indicó, con una voz seria, mientras yace agachado.
La felicidad de ver al guerrero vivo fue instantánea, lo recibieron con una gran sonrisa de alivio, pero sin intervenir en la inevitable pelea que se avecinaba.
-----Esto…. Solo durará un minuto.---prosiguió, viendo fijamente a Lance, colocando su mano derecha en su lumbar.
De ahí mismo, sacaría a Ketsui No Sojin, adoptando su pose de pelea, en conjunto a una voz grave, y una mirada atemorizante. Lance lo vio fijamente, y colocó su mano en su espalda.
----Ya veo… Mientras tú sigas viviendo… Nunca podré cumplir con mi VENGANZA!!.----concluyó con esa exclamación, que helaría la sangre de Kettei por unos segundos, pero que no dejaría que esto lo intimidara.
Ambos se miraban, en pose de pelea. Las emociones intentaban evitar la pelea, pero tras la insistencia, decidieron hacerse un lado, dejando que los dos personajes, resuelvan su propio conflicto, sin compasión presente, sin perdón, solo los golpes, de dos espadas chocando a la vez sería la única solución.