Tom se desliza a través de la oscuridad, o eso percibe sin ningún punto de referencia para poder juzgar el movimiento en este plano. No obstate, su mente lo impulsa hacia adelante; de lo contrario no habría nada más que un sombrío vacío eterno de tentadoras sombras ilusas a la deriva en este plano--un verdadero tormento infernal, el estar siempre anclado a morar tan cerca de la verdad, burlado por fantasmas insustanciales de luz reflejada cubierta de equívoca oscuridad.
No había sentido del tiempo aquí; podría estar a la deriva por el espacio de medio latido del corazón o mediante cien años. Sólo existía su voluntad: el poder de su mente para mantener su presencia en este plano y permitirle sondear hacia la luz mientras su fuerza lo permita. Esa fuerza le había fallado muchas veces anteriormente, pero estaba decidido a que no lo haría ahora. Así que situó hacia adelante, siempre hacia adelante, enfocando el poder considerable de su mente para penetrar hacia el reino de la verdad absoluta.
La batalla silenciosa continuó sin cesar para Tom, sus facultades se debilitaron, sus habilidades receptivas se disminuyendo, desvaneciendo. Y, sin embargo, siguió hacia adelante, más allá de la resistencia, más allá de la razón, y casi más allá de la esperanza. Llamando a sus últimas reservas de fuerza psíquica, parecía sentir un cambio distante, un toque de luz evanescente y lejano. Continuó con los últimos restos de su fuerza mental y fue recompensado por una presencia más palpable de luz. Al principio era sólo un punto brillante, como una estrella demasiado distante justo en los márgenes de la percepción. Lentamente, de manera constante creció, sin ningún esfuerzo adicional por su parte. Su fuerza drenada fue palpablemente volviendo a él muy gradualmente, ya que ahora fue arrastrado por la luz, en lugar de tener que empujar hacia ella. Parecía aprovechar la oscuridad, como un agujero negro inverso, un vórtice voraz que se alimentaba de la oscuridad y la transformaba en energía y vigorizaba su vida. Creció para Tom, a medida que se acercaba a él, y las sombras vagas aumentaron, sólo que, ahora visiblemente arrastrando auras de su verdadera esencia, haciendo impresiones mucho más claras en su conciencia a medida que se apresuraban a él, algunas pasando a través de él, lejos de la luz y en la oscuridad ahora retrocediendo, quedando atrás.
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A medida que su fuerza mental aumentaba lentamente, Tom sintió una nueva distracción que interfirió con su concentración; una fuerza lejana lo estaba arrastrando hacia atrás de nuevo, lejos de la luz, nublando la nitidez de sus pensamientos con un brillo difuso, distante y efímero de la memoria. Por un instante, pensó en sus viejos amigos, especialmente, pero también Phil; casi oyó su voz, y vio su rostro tranquilizador en el ojo de su mente. Parecía compartir de nuevo una ternura especial, los suaves movimientos de emociones por largo tiempo suprimidas que despertaron un viejo anhelo y suavemente acariciaron su corazón atrofiado.
Pero recapacitó a tiempo; en ese camino sólo había perdición, porque podía sentir el poder de sus emociones luchando por el control, tratando de tirar de él hacia abajo, para sumergirlo en las sombras y replantarlo en el lodo del cual la humanidad brotó, pesando de nuevo, como siempre, lejos de la verdad en el inútil fango de la vida pedante.
Se centró una vez más en el poder ahora revitalizado de su mente, suprimiendo las emociones y recuerdos destructivos donde no podían hacerle ya mas daño, cortando las fijaciones de restricción de la carne que buscaban hasta ahora evitarle el obtener la comunión final con el reino de las formas. A través de un esfuerzo supremo de su intelecto, afirmó su voluntad y finalmente cortó inexorablemente las cadenas que lo unían a la carne. Saltó hacia adelante como una flecha liberada de un poderoso arco, propulsado con una fuerza aumentada inexorablemente hacia el creciente brillo que, en ausencia del poder de restricción de sus emociones, podría atraerlo libremente una vez más a sí mismo.
La luminiscencia rápidamente se hizo exponentemente más brillante y, aunque todavía distante, se hizo dolorosa ya que lo conmovió directamente. La esencia indestilada de cada idea abstracta que la humanidad había formado ardió a través de su mente junto con sentimientos crudos, y la esencia pura de cada ser viviente en el universo se extendieron a través de él. Y aún así la luz creció, al igual que la intensidad de las formas cada vez más puras que explotaban en su conciencia, consumiendo su mente con su poder irresistible y sellando su alma con su insoportable verdad absoluta.