Varias horas han pasado. Pero solo hasta ahora Kírov se va despertando, cuando un ruido resonó como un eco dentro de su cabeza. Doliendo como si le clavaran agujas en su frente y sus ojos, pesados como un telón al caer. Sintiendo la boca seca intento remojar sus labios, y al intentar levantarse con pesadez; Algo cae de su cinturón.

Tratando de abrir un ojo mirar que cayo, abre con pesadez el ojo izquierdo. Su radio ahora a unos metros frente a él, yacía tirada en medio de un agujero que, si logra caer, se perdería en la oscuridad.

Con apenas ganas, estiraría su brazo y sin fuerzas, caería de su lado izquierdo. Sin ganas intentaría alcanzarla. Hasta que pone su mano encima de esta, abrazándola con los dedos.

Tomando su radio, que daba un ruido sordo pero molesto de estática blanca, le bajaría el volumen. Al intentar guardarla, miraría en su costado una foto de él y su mejor amigo.

Apunto de gritar en cólera y de lanzar lo que tiene en la mano. Alzando su brazo sobre su cabeza, escucharía un susurro, este viniendo de su radio.

- Demonios, ¿qué sucede? - Tomando su radio y colocándola frente a él. Subiendo el volumen rápidamente.

-Aquí Kírov. Responda Equipo águila- Intentando retomar señal.

Interferencia- Ataque…- Interferencia- Nosotros- Señor muerta.

- ¡Mierda, tengo que conseguir llegar a la sala de control! - Alzándose, no sin antes, darse un golpe en la cabeza.

Su cuerpo aún seguía cansado y débil por no descansar o dormir en varias horas. Mareado por el golpe intentaría mantenerse de pie. En ese momento la nave seria alcanzada por lo que parece un disparo.

Sacudiendo bruscamente esta. Un grito resonó dentro de esta, el rugido del reactor se detendría lentamente. Con ello, las luces empezarían a parpadear.

Los cables conectados al generador de emergencia empezarían a chisporrotear, la nave aun con energía se mantendría un más tiempo viva, en medio de la fría y vacía nada del espacio.

los ingenieros que estaban en la sala de control recogiendo sus cosas, observarían lo que sucede.

-No movimos nada… ¿Verdad? - Richard hablaría mientras el generador de emergencia empezaría a quemarse

Quedando casi en oscuridad, en la enfermería estarían igual.

Johns abandonaría la enfermería, sacando su radio y comunicándose con su tropa. Al momento Alexandr quisiera ir con él, siendo detenido por D-27. Antes de poder hablar una enorme sacudida los interrumpiría.

La Emperatriz, seria alcanzada por un disparo directo, matando las luces. Y con ello, la gravedad artificial fallaría poco a poco.

Mientras el comandante intentaría mantenerse de pie. El movimiento de la nave dificultaría su acción, además de pequeños saltos por perder la gravedad y las luces parpadeantes. Encendiendo su lámpara que lleva en el cinturón, la luz no alcanzaba para disipar la oscuridad delante de él.

Subiendo las escaleras con pasos vacilantes y miedo a caerse por el continuo tambaleo bajo sus pies.

Un segundo estallido volcaría la nave.

En la enfermería. Mikaela al sentir el suelo rodar, tomaría a su bebe y se prepararía para el impacto, D-27 la atraparía activando imanes en sus pies. Manteniendo a las 2 animas con él. Alexandr quedaría sujeto a la puerta, evitando caer. Los objetos, máquinas y muebles darían una vuelta a todo el cuarto.

Kírov casi cayendo por el barandal por el golpe, seria salvado por la falta de gravedad. Sin perder tiempo, intentaría llegar a la sala de control aferrándose fuertemente del barandal.

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El disparo termino dejando a la nave muerta. Rápidamente los ingenieros intentarían activar el reactor. Pero solo logrando que se activaran las luces de emergencia, apagando la gravedad artificial completamente. Y terminando de quemar el generador de emergencia.

Disparos intentarían llegar al fuselaje de la nave, únicamente provocando que esta se tambalee sin parar, resonando como si una tormenta estuviera fuera.

Sin gravedad y en medio de la tenue luz roja. Kírov seguiría intentando llegar a la sala de control, tomando impulso y sintiendo su cuerpo flotar, logra llegar hacia la sala de mando. Abriendo la puerta con sus manos, alumbraría esta con su luz. En centrando una cosa que le dejaría helado.

El cadáver de Vladim, suspendido en una cápsula de cristal negro que flotaba frente a él, parecía mirarlo fijamente, como si todavía esperara alguna palabra o reacción de su viejo amigo. Kírov se quedó congelado por un momento, sintiendo que su corazón latía más fuerte que nunca. No podía creer que estuviera viendo esto.

Otro estallido vuelve a voltear la nave, ahora de cabeza.

Reaccionando por el impacto que sacudiría la nave. Saliendo rápidamente del trance, tomaría y ataría la caja en un rincón del cuarto.

Sin pensarlo, Kírov se sienta en donde una vez estuvo el cuerpo muerto de su amigo, con velocidad activa el sistema manual de vuelo y con toda su fuerza en el timón, logrando girar la nave y mantenerla estable. Rápidamente, empieza a reiniciar el sistema de motores.

Los ingenieros peleando, observan cómo quiere encender el reactor, miran que este se está sobrecalentando. Kírov le da otra vez, ellos reciben una descarga que sale del reactor, quemando los cables, y electrificando el cuarto. La descarga sirvió para que se enfriara el reactor y volviera a funcionar.

Por fin, logrando que enciendan y una vez el sistema recuperado, enciende la gravedad y habla por el intercomunicador de la nave.

-Atención. Estamos siendo atacados, aun no tengo reconocimiento- Hablando con los megáfonos, generando un eco más grande que las explosiones de fuera.

Otro estruendo sucede cerca de ellos.

Tomando su radio la coloca en un compartimiento especial, logrando que se amplié la frecuencia de esta.

Kírov tomaría su radio, y desesperado intentaría conseguir una señal limpia.

- ¡Aquí Kírov! - Intentando conectarse de nuevo. –¡Maldición! - Se alzaría y golpearía el tablero con rabia. - ¡Mierda! – Con otro golpe al tablero.

Intentando recuperar el control de la nave, empezaría a poner todo en funcionamiento nuevamente. Hasta que escucharía ruido saliendo de la radio.

- ¿Hola? Aquí equipo Águila- La señal se escucharía mucho mejor. - ¿Comandante? - Kírov se pondría el comunicador para hablar.

-Kírov habla, ¡reporte de situación! - Tomando su radio, mientras se acomodaría el comunicador.

-Radio: Aquí Águila 3… ¡Reportando incidente! - La transmisión empezaría a fallar por momentos.

- ¿Quiénes son los atacantes? - Intentando reactivar todas las cámaras de la nave.

-Radio: ¡Señor! Aquí Águila Azul 2… Código rojo. ¡Piratas de acero, aproximándose!... Repito, código Rojo, Piratas de acero. Están…- Se escuchan disparos y se corta la transición.

- ¡Águila 2! ¡Mierda!… Otra vez, esos hijos de…- Un estallido mueve la nave.

- ¡Tenemos grandes problemas! – Explosiones de nave por doquier.

- ¡Mantengan la línea! - Hablando para sí mismo. –Tuvieron que seguirnos desde el puerto, malditos chatarreros, busca fortunas- Explotando naves por doquier.

Tomando el timón con fuerza, pensaría que hacer. Comunicando lo que ocurre a la nave.

–Atención a todos en la nave- Resonarían nuevamente el sistema. –¡Código rojo! ¡Repito, Código Rojo! - Mirando las cámaras ahora reiniciadas.

El estruendo se pararía de momento. Kírov extrañado volvería a comunicarse con su equipo.

-Aquí PAPA Pájaro. ¿¡Me reciben, cambio!?- Mirando las pantallas de la nave. Solo escombros de naves.

-Papa pájaro, Aquí águila azul 1- Kírov suspiraría aliviado de alguna forma.

-Aquí águila azul 2.

-Águila azul 6.

Papa pájaro, tenemos 5 bajas más confirmadas. Quedamos 9 en pie.

- ¡Mierda! ¿Tienen número aproximado de naves enemigas? - Miraría las pantallas, buscando a los piratas.

-Afirmativo, son 43 naves, junto a su nave nodriza- La señal silbaría una pequeña interferencia. –Tenemos 12 bajas confirmadas, ¿Ordenes señor? - Kírov se tomaría la cara con la palma, sudor frio recorre su rostro. Sus manos temblando y sin palabras se recostaría en el asiento.

Por fin la nave se encontraba estable. El ruido de la batalla, que empezaba a desvanecerse, volviendo el silencio pesado en la nave. Kírov se permitió un breve suspiro de alivio, limpiando su rostro. Observando las naves que aún tienen delante.

La imagen de Vladim flotando frente a él, se quedó marcada con fuego en su mente. Sin saber que hacer o pensar más, saco la fotografía de su radio. El y Vladim graduándose de la academia, su mejor tiempo juntos. Las naves iban acercándose lentamente “Siempre tenías un plan para todo” Murmuro para sí mismo, aprontando sus dientes.

Decidido a que iban a sobrevivir, a que iba a ganar. Vladim era bueno, y él no se quedaba atrás.

- ¡Aquí Papa Pájaro! ¡¿Me reciben?! - Gritó Kírov, su voz atravesando la estática. La respuesta fue corta, cortada por un estruendo en el exterior. –No quedamos muchos. Pero tenemos 3 cosas que ellos no tienen- Sonríe amargamente. -Al mejor piloto de naves, una nave con torretas de calibre 50 y… ¡un cañón de pulso!