El Esclavo Sin Alma:

En el oscuro y gélido espacio, una figura congelada flotaba entre trozos de una nave muerta destrozada, congelándose lentamente mientras perdiendo conciencia mira el caos que causo. A lo lejos una segunda nave se empieza a desvanecer al entrar en contacto con un planeta, desapareciendo en una masa roja de metal ardiendo y trozos de roca que arrastro. Otra nave más da un salto espacial desapareciendo de la vista creando una honda de choque que lo lleva a la deriva.

Días, Semanas, Meses. El tiempo paso y la figura flotaba inerte. Hasta que una nave le encontró encendiendo 2 enormes faros, el ser estaba a varios kilómetros de donde inicio. Una vez dentro de la nave, es llevado por una camilla entre largos pasillos, su rostro con ojos aun abiertos, “mirarían” un logotipo de una calavera morada con 2 dagas a los lados. Y una sigla que decían “Proditor F.G.R.”.

El ánima, una vez en un cuarto, seria atado en cadenas donde ganchos atravesaban su piel, el lugar se miraba sucio y su olor sería igual o peor. De entre las sombras, una figura familiar se presentó frente a él. Con un traje rojo y un color dorado. El Conde General Arthur Nervo. Enojado, miraría los restos de Lux. El pirata tendría la cara y parte del cuerpo destrozados, su cerebro expuesto y sin mandíbula. El lagarto miraría al cuerpo que, con su único ojo, pareciera que le miraría de regreso al anima con un gran terror en estos.

-Dijiste que podías con el trabajo… Mataste a Johns y a Vladim… Pero te falto su descendiente… Nunca supimos que tubo uno…- Tomando su arma de su cinturón. Apuntándola a la cabeza del zorro. –Tendría que ejecutarte… Aunque estas “Muerto”. Tu cuerpo aun sirve…- Mirando al Zorro mientras mueve el cuerpo sin vida con la punta de su arma, logrando que sangre caiga en su zapato. -Llévenlo a “Reconstrucción” Estuvo congelado durante 1 año y unos cuantos meses, aun tendría que servir para el nuevo plan que tengo- El reptil guardaría su arma y le pediría a alguien que le limpie en ese momento su zapato, mirando la sangre con asco. – Por eso tengo zapatos rojos…- Mirando al anima mientras es arrastrado hacia otro lugar. -Al menos servirás para algo al final. Johns era un idiota, pero el sabio seguir ordenes… Lástima que se revelo- Sonriendo mientras patea a quien le limpiaba su zapato para hacerlo a un lado.

El cuerpo del anima fue acostado en una sala, aunque blanca, sucia, con viejas manchas de color café oscuro que dejaban a la imaginación. En la sala abundaba un olor a carne podrida y Hierro, tanto de metal como de sangre. Un grupo de “Doctores” entrarían, tomando aparatos quirúrgicos, empezando a cortar. Las partes que estaban “Irreparables” serian embolsadas en un carrito con bolsa negra. Arthur miraría la operación desde otro lugar, en una pantalla enorme, recostado en un sillón reclinable y frituras a un lado.

-Me encanta esta parte de la carnicería- Tomando un Martini de una copa de cristal violeta, al terminar el sorbo, un teléfono sonaría. –¡¿Quién carajo me interrumpe ahora?!- Un sirviente le daría el teléfono y contestaría furaco. - ¡¿Qué?! S-señor Vladimir… Disculpe- Una voz gruesa sonaría del otro lado. “Voy a hacer que no escuche eso… Por ahora” El caimán tragaría saliva sudando “Necesito que vigiles a ese tal “Alexandr” Él es alguien… Especial… Vigílalo y mantenme al tanto… y no interfieras… ¿Entendido?”. – ¡S-Si señor! - El teléfono se cortaría y Arthur caería al suelo, muerto de miedo. Quitando la operación de su pantalla, empezaría a acomodar un “Diagrama de Hilos” Dando forma a su plan. –Sí, esto servirá- Iniciando unas cuantas llamadas.

En una habitación completamente blanca, con el abundante aroma a sangre. Lux se despertaría tiempo después. Bastante aturdido aun, lo primero que miraría serian sus piernas, teniendo solo un “muñón de estas”. De la impresión intentaría ponerse de pie de un salto, siendo un error, puesto que sus “piernas” aun no estarían completas, cayendo al suelo, tirando una charola de plata, que, al mirar su reflejo con horror, sabría en que se había convertido.

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En su cara, uno de sus ojos mostraría un color rojo sangre y otro, sería remplazado por una placa de acero en su rostro, su cerebro se mostraba en una celda de cristal, el miraba como le daba señales eléctricas, códigos recorrían su mente mientras intentaba recuperar sus sentidos, Lux está hiperventilando, sintiendo una desesperación al ver se. El viejo anima tocaría su rostro, quedando en shock al momento, puesto que sus manos ahora eran una réplica de lo que solía ser. Asustado Intentaría alzarse nuevamente, sus piernas estando aun incompletas, le fallarían y terminarían tirándolo, lastimando su nariz y reiniciando su sistema por el golpe.

Al poco tiempo sus sentidos se reactivarían lentamente, sintiendo dolor y un sabor de sangre en su boca. Al reincorporarse torpemente, miraría sentado en el suelo el lugar. Oliendo a Oxido y Alcohol, aunque el sabría que no es el olor del metal lo que sentía en su nariz. Intentando levantarse, miraría su parte inferior, aun desnudo, mirando lo que queda de su carne en algunas extremidades, sus pies como sus manos, serian casi robóticas. Retirando parte de su armadura mostraría que, de su mano derecha, aún conservaba algunos dedos: pulgar, índice y medio.

Mientras el ánima estaba en el suelo recargado en la pared mirando su reflejo de la charola, alguien entraría. Lux miraría a quien estaba del otro lado de esa puerta, siendo deslumbrado por una luz blanca cegadora. Arthur entraría al cuarto sosteniendo un espejo, hablando con el ánima. Lux miraría al caimán sin palabras.

-Ya despertaste Lux… perdiste mucho de tu cuerpo… Hiciste un trabajo “Decente”- Con una sonrisa burlona en su rostro. –Tu deuda está pagada … Solo la vieja. Digo, estas “Mejoras” no son baratas amigo mío…- Doctores entrarían detrás de él. Levantando el toroso de Lux que se encontraba aun en Shock.

Arthur le colocaría el pequeño espejo enfrente de él. Haciendo que el ánima se refleje de mejor forma. Mostrándole al canino que ya no es quien solida ser, ahora con su parte izquierda aun de carne, casi todo su cuerpo y pelaje perdidos entre gruesas capas de “piel” metálica.

Lux intentaría hablar torpemente. Pero Arthur enojado, rompería el espejo en su rostro. Tomando una parte del espejo, apretándolo y logrando que su mano sangre, tomaría de la boca a Lux y cortaría lentamente su lengua en trozos, con una mirada psicópata en su rostro mientras el zorro no podría ni siquiera dar un leve ruido, Arthur terminaría tirando los trozos al suelo, de su boca ahora ensangrentada.

Terminado el acto, tomaría una venda y se la colocaría en la mano. Arreglando su traje hablaría animado.

-Levántate Lux. Aun tienes trabajo que hacer… Ese será tu castigo- Arthur se daría la vuelta, 2 animas más entrarían regresando al anima a la camilla, intentando parar la hemorragia mientras el zorro miraría aterrado al reptil parado en el marco de la puerta. –Ahora serás mi nuevo Juguete y los juguetes no se quejan cuando juegan con ellos… ¿Verdad? - Arthur se ira del cuarto riendo frenéticamente dejando los restos del espejo en la cama.

Silver Lux miraría nuevamente el espejo, horrorizado, sus decisiones no solo le hicieron perder su hogar o a su familia. Si no, a hora, a el mismo.

Tiempo después los “Doctores” reconectarían y terminarían de colocar sus nuevas piezas. Lux sería enviado a un cuarto para “Probar” sus nuevas piezas, entregándole 2 armas, una guadaña y una pistola de plasma. Un enjambre de drones intentarían matarlo.

Arthur miraría al espacio tomando una copa de vino mientras un científico le mandaría un informe, su “Sujeto” de pruebas había conseguido sobrevivir las 10 fases sin casi un rasguño. Lux estaría sobre cuerpos de máquinas, con lo que le queda de rostro lleno de lágrimas y furia, su traje apenas recibió daño. Sería enviado a que se presente nuevamente con Arthur, entregándole un mejor equipo y armadura.

Al salir de ese lugar, se dirigiría con el caimán. Lux tendría una única cosa en mente. “Matar” a Arthur. Llegando a la sala donde este estaba tomando su vino, Lux alzaría su arma y apuntaría al caimán con su nueva arma.

El zorro se detendría involuntaria mente. Arthur se daría la vuelta y le daría una máscara de Pantalla de cuarzo rojo y tonalidades doradas.

-No puedes hacerme daño, ahora eres mi sirviente más leal- Lux guarda su arma y toma la máscara involuntariamente. –Ahora estas bajo mi mando.

Lux miraría la máscara, miles de pensamientos recorrerían su sistema neuronal, marcándole que no tendría posibilidades de hacer algo, al menos no ahora. Lux miraría la máscara y sin pensarlo se la pondría como penitencia, sabiendo que ahora era menos que un asesino. Un títere para alguien mucho peor que él al. Pero aceptando su destino, el destino de un ser sin “Alma”.