A la mañana siguiente, Alexandr pondría al tanto a su escuadrón en una sala de juntas que, aunque sucia, estaría mucho más limpia y ordenada. Contando a su escuadrón la misión encargada.
-Escuchen tropa. Dentro de 2 días tendremos que ir al frente de batalla. Esto no es un simulacro y será bastante peligroso- Dibujando en un pizarrón sucio para dar mejor las ordenes. –El campamento base está en el sur. Tenemos que movernos al norte, cerca del Fuerte de la montaña rocosa, el objetivo es un pueblo- Mirando las ordenes mientras los demás pelean entre sí. –Necesitamos controlar ambos pueblos y así dejar sin suministros el puente. Una vez terminado, tenemos que esperar refuerzos para que capturen el fuerte- Alex hablaría bastante animado, puesto que sería su hora de probar sus habilidades en el campo de batalla.
-Bueno, algo es bueno para salir de esta lata de sardinas gigantes…- Respondería Max. -Capitán, si me permite, tenemos que tener el equipo en buen estado, Payaso y Doc. se encargaran de eso… Si puedes rellenar nuestros suministros antes de ir al frente te lo agradecería- Levantándose de su silla. -Come libros tiene el inventario que nos falta… Tranquilo capitán, estoy con usted, ser el líder no significa que estas 100% acostumbrado a nuestra forma de ser o ¿sí? - Manchas se detendría en la puerta antes de salir. –Por cierto, “Félix” quiere hablar contigo, es difícil de saber que está aquí, pero te tiene un pedido- Max saldría junto a los demás a ordenar sus equipos.
Alex quedaría atónito por el cambio de perspectivas y de cómo su quipo lo ve ahora. Y Manchas tenía razón, puede que sea el líder, pero aún no sabe cómo trabajan juntos, además que era cierto, no recordó a Félix, ni siquiera Steven. Alex caminaría al barracón, los demás intentarían llevar la pesada mesa de metal, Alex le preguntaría a Comer libros de la lista, y sin mediar palabra, se la extendería. Los demás apenas logrando sacar la mesa, cansados. Alex les interrumpiría, creciendo su ayuda.
Tomando una herramienta de “Félix: Manitas” Alex se disculparía puesto que, aunque presente, por su tamaño no lo tendría en cuenta, Félix, aunque molesto, diría que no hay problema, en todo caso, está feliz que Alex ahora se percatara de él. Alex tomaría la llave y con esta aflojaría unos tornillos la mesa doblaría las patas hacia adentro. Y Alex sacaría una manija de cuero de un compartimiento, Muro aria lo mismo en el otro lado, ahora consiguiendo cargar mejor la mesa, le daría la llave a Félix. El hurón, aunque estuvo en el entrenamiento ha estado “escondido” ya que estaba ocupado reparando una cosa. Pidiendo a Alex traerle mucho más material. Alex confundido iría de inmediato por la carga.
Mirando por toda la zona de carga, encontraría un mapa, de la zona baja, estaría la zona de suministros. Al bajar en el elevador y llegar a una zona llena de cajas y chatarra, Alex pediría un relleno completo para un pelotón, cuando él tenía un escuadrón. La encargada, una Jirafa se negaría rotundamente a su pedido.
-No señor. Lo que me pides es un malgasto de recursos, incluso para un pelotón. Y mucho menos al grupo Z- Mirando la lista de materiales.
Alex sin decir nada, le mostraría el sello rojo en el sobre que le dio Gustav. La jirafa rápidamente cambiaría su actitud, llamando al Viejo felino al momento.
-Gustav. Sí, soy Felicia… Sí, tengo a un… Capitán pidiendo una carga de suministros de compañía… ¡¿Qué, enserio…?! ¡Si General! - Mirando a Alex bastante sorprendida. –No sé quién eres… pero parece que tienes conectes, te llegara el resto del pedido en un par de horas… Puedes llevarte material que desees- La jirafa se giraría y Alex sonriente le agradecería. Entre la basura, algo le llamo la atención.
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Una vez listo, llevando parte de la carga en un vehículo, miraría el lugar, ahora con otros “aires” Alex le daría a su equipo lo que pedían con más esmero, dando el reporte que llegaran más cosas. Alex miraría en una caja de cartón lo que le había llamado la atención. Una vez con los recursos, empezarían limpiar sus armas, unas armas viejas, que, aunque “anticuadas” ellos estaban más que acostumbrados. Alex le mostraría a los 3 que saben más de armas. Doc., Manitas y Payaso. Ellos 3 eran quienes preparaban el equipo médico, Vehículos y armas, respectivamente.
-Hey, veo que, si consiguieron lo que necesitaban, sé que faltan suministros médicos y aun varias piezas para armas, pero chequen esto- Alex pondría en una mesa chatarra, tubos y algunas “Armas” oxidadas. –Lo encontré en la basura, ¿No es hermoso? - Los animas mirarían extrañados a Alex.
-Esto no es más que basura…- Mirando mejor, tomaría varias piezas y en otra mesa “ensamblaría” Lo que Alex trajo. - ¿Lo conseguiste en la basura? - Mirando anonadado mientras miraba lo que podrían reparar.
- ¡WOW! No solo es eso, una pistola de 3 tiempos… Esto es un tesoro- Respondería Payaso, bastante alegre.
-Esa chatarra no sirve por su cadencia de fuego… La única manera de poder mejorarla, es con un cargador de plasma con tratamiento térmico, o una de una Singer podría…- Alex sacaría la pieza destruida de una, donde sacaría un cargador algo largo. –¡No te creo!… Aunque necesitamos algo para calentar a más de 230° el plasma- Mirando aun extrañado a Alex, que sacaría un hornillo de roca de magma.
-Me adelante a eso. Chicos, sé que no nos conocemos bien… Pero tenemos gustos “similares” así que si me permiten… Puedo serles de ayuda en esto, todos necesitamos ayuda de vez en cuando- Alex les miraría esperando respuesta.
Los animas se mirarían entre sí, con una seña militar a su capitán le pedirían que les ayude. Alegrando a Alex. Todos participando en el cambio y mejora de las armas, trayendo las nuevas y cambiando piezas de otras, escuchándose como todos se dan una lluvia de ideas: “¿Y si conectamos esto por detrás?, la energía se derivaría, siendo menos el uso” “También se podríamos catalizar la salida del plasma si creamos una boquilla que absorba el calor de cada disparo, para lograr un estallido de poder” “Necesitamos un regulador de corriente y otro de calor… Hay una estufa vieja, voy a despiezarlas” “Nosotros recuperaremos las armas para empezar a trabajar”
Horas pasando reciclando y reacondicionando ambas armas. Los demás llegarían a ayudar, terminando la tarde descargarían lo demás que les llego, unos reparando unas estanterías e improvisando otras con literas rotas, dejando más espacio para cada uno. Alex habría pedido nueva ropa, colchas y mantas, además de paneles de madera, cada uno tendría su “cuarto” separado. Terminando el día, después de reacondicionar su cocina reparando una estufa y poniendo en marcha un refrigerador, irían por comida y herramientas de cocina, terminando de comer alegres y más animados, se alistarían para su ejercicio nocturno.
Mas entrada la noche, hora de dormir, le dejarían a su “Capitán” el cuarto del final. El más grande de todos, Alex no quiere, pero ellos le obligan a tomarlo, ahora todos más calmados, esperarían con ansias terminar mañana todo. Para así estar listos para salir al campo.
Alex pensaría en algo que no le dejaría dormir. ¿Estaría listo para matar? Ya lo había hecho antes, pero esto era cara a cara. Animas de su edad o incluso más jóvenes que él, animas con experiencia y con familias. La preocupación no le permitiría dormir… El levantándose, tomaría un cuaderno escribiendo una bitácora como veía a su padre en las noches que ninguno podía dormir. Recuerda que le pregunto que escribía y que eran los “rayones” al final de esta, el solo respondió: “Las líneas son… Cada una de mis cargas… y saber el valor real de mi lucha” Alex comprendía al fin porque su padre era muchas veces muy frio. Seguirá sus pasos, pero el intentará antes hablar… Si eso no sirve, recurrirá a sus armas como último recurso. Apagando la lámpara que le arreglaron al fin consiguiendo dormir.