El equipo se preparó. Alex mantuvo el ojo en la mira de hierro. Félix y Gabriel bajaban entre la maleza para quedar en posición. Aunque encima del camino, estaban a unos buenos 20 metros de este. Alex se mantuvo callado, esperando el camión.
Al tenerlo a la vista, se acercó más a la orilla. Sacando el cañón y acomodándose. Al tener al chofer en frente. Disparo un tiro limpio, la sangre y sesos se esparcieron por la cabina, su compañero rápidamente salió, alarmado, siendo recibido por otro disparo.
La garganta de Alex se cerró como si un nudo invisible le estrangulara. Sus manos temblaban, sudorosas, aferrándose al rifle, pues su vida dependía de ello. Preguntando como puede en su radio hacia Steven, ellos siguen vigilando. Parece que no se han dado cuenta.
Félix y Gabriel se acercan al camión. Alex sacude su cabeza, un sudor frio recorría su cara. Los 2 animas, mostraron que estaba todo despejado. Alex les dijo a Steven que regresaran pero que se mantengan vigilando.
Alex bajaría con cuidado. Registrando a los soldados. Encontraría una llave, al tomarla en sus manos. Alex miraría el cargamento cubierto de sabanas y cajas por fuera.
Su equipo se acercaría, y se horrorizarían cuando retiraran las sabanas.
Un grupo de cachorros, muy malnutridos. Algunos con marcas de lesiones y otros con heridas en el rostro. Alex rápidamente abrió una jaula.
Una cachorra débil y muy delgada se intentó alejar de él. Alex mirando su miedo, saco una lata de comida, la abrió y la dejo en la celda, ofreciéndosela a la pequeña.
Esta lo miro sin querer comer. Alex le acerco la lata, culotándole la mano en la cabeza, la pequeña miro sus ojos dorados. Y comenzó a comer mientras lloraba.
Alex la abrazo, los demás miraban la escena. Los compañeros de Alex abrieron una caja, comida en lata y algunas armas. Mirando más de cerca, en la cabina había una orden. Alex tomo a la pequeña en brazos y la leyó.
“Lleven al cargamento de 12 cachorros, serán vendidos al mejor postor para lo que sea. Varias cachorras han sido “Probadas ya” La comida esta como parte del trato, mañana enviaremos la otra parte”
Alex tomo la nota y la dio a Steven a guardar. Puede que no pueda hacer algo ahora, pero esto es evidencia. Evidencia para justificar lo que harán.
Los animas vaciarían el camión, que era escondido por la maleza. Steven se quedaría con los pequeños, mientras les da de comer. Alex tomaría el camión y regresaría conduciendo a máxima velocidad para estrellarse contra las puertas.
Los demás, bajarían al momento de abrirlas, acribillando a todo soldado.
-La guerra… No es mala… Quienes la hacen lo son.
Alex dejaría con Steven a los 12 cachorros, todos comerían algo. Steven anotaría sus nombres y números de sus placas. Alex le miraría, la pequeña que hace poco tenía en brazos, le miraba con una luz en sus ojos.
El lobo tomo el camión, todos usaron las cajas vacías para esconderse. Saldrían del lugar y darían la vuelta. Los animas del campamento verían que salieron tarde. Pensando, talvez fue por una rama en el camino.
Los animas dentro estaban con sus armas y armaduras, sudando y con las manos agarrotadas, sintiendo al colosal camión correr hacia la batalla.
En el campamento, mirarían algo llegar de entre la maleza, el camión que antes había salido, ahora estaba regresando, con su cristal ensangrentado y un piloto lleno de ira.
Los soldados intentarían disparar, pero un golpe les haría temblar, fallando los disparos. Alex viendo que aún no sería la puerta, daría marcha atrás y volvería a embestir. La puerta hecha de trozos de naves. Seguía intacta, pero la pared, estaba cediendo.
Golpe tras golpe, Alex logro destrozar la pared.
Los disparos llegaron con la entrada del camión, disparando a la cabina, el camión salió volando contra la pared.
Los soldados se acercaron. Abriendo la puerta, cae un cuerpo. Uno de sus soldados, mirándolo extrañados serian sorprendidos por un grupo de disparos, provenientes de las cajas.
Alex que había saltado, se subió a una de las torres. Con su rifle, disparando a quemarropa, acabo con uno e ario a varios, tomando un fusil, termino con sus atacantes.
Los demás soldados de las otras torres, le dispararían. Su grupo ahora sin tantos disparos, saldrían por completo de su escondite. Tiros por doquier.
Gabriel con un arma de asalto ligera, recibiría un disparo, siendo llevado detrás del camión, buscando la herida, miraría que su armadura logro desviar el disparo.
Alex tomo cargadores, acoplándolos a sus bolsillos. Tomando su arma, dispararía entre los cuerpos, logrando matar al que tenía enfrente, tomando el arma de otros y algunas municiones se preparó. Observo que las balas de unas armas eran como las de su rifle.
Los demás tenían problemas, una ametralladora pesada la tenía acorralados. Alex se libró de los soldados que tenía cazándolo con su rifle, antes de acabar con el arma pesada. Fue atrapado por su lluvia de metralla.
Félix aprovecho su tamaño y con el tomar de una granada de un cuerpo. Se acercó al artillero y tirando de la anilla, fue sorprendido por el tirador, escondiéndose en un tronco de árbol, que era comido con cada disparo.
Alex se percataría de esto, disparando al anima, logrando dar en el arma. Esta se atascaría por un momento. Félix aprovecharía y lanzaría la granada. Llegando a los pies del artillero, logro sobrevivir. Pero Alex tomo su rifle automático y loa acribillo. Todos sacaron sus armas y buscaron más soldados.
Alex miro que quedaba un francotirador aun en pie, dentro de la caseta encima del edificio. Le apunto con su rifle y de un disparo limpio, atravesó su casco. Alex cayo cansado.
Sus compañeros terminaron de limpiar el lugar. Encontrando a mas cachorros. Juntando los cuerpos y saqueándolos. Consiguieron munición, granadas e información valiosa de tarjetas de memoria.
Alex y su grupo, sacaría combustible de unas latas y haciendo un agujero algo hondo, echarían los cadáveres prendiéndoles fuego.
Tenían el campamento ya asegurado. Pero tenían a unos 33 cachorros con ellos. Alimentarlos seria su prioridad.
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Alex usaría la radio para comunicar su logro al Comandante. Alex miraría los cuerpos siendo quemados por la rustica ventana. El olor a ceniza y carne quemada le llenaba los pulmones. Alex miraría la ventana, hasta que contestarían su llamada.
-Comandante, aquí equipo Z-0042… Conquistamos el fuerte… Alpha…
-Excelente, enviaremos tropas para reconocimiento, fueron muy rápidos. ¿Baja o heridos?
-Ninguna… Pero tenemos un problema… o mejor dicho… 33 pequeños problemas.
- ¿Aquí se refiere Capitán?
El comandante llegaría tiempo después, observando la situación con repudio e indignación.
-Así que… los lograron rescatar?
-Si comandante… parece que son tanto tribales como colonos… Señor, con todo respeto, pido que se les de asilo.
-Son demasiados… Pero… (Exhala) Los cuidaremos y daremos asistencia… Pero necesito que sigan así… Una vez teniendo el control de la zona, el lugar será mucho más seguro para todos… Pobres cachorros esto es una masacre… Ellos no se merecen esto.
El Comandante subía al camión, junto a un Gorila joven.
Alex sonreía, aunque sabía que para hacerlo tubo que derramar sangre. Su moral se sentía alejada de él. Miro al horizonte, el sol escondiéndose. Y pidió como último favor, el quedarse ese lugar como “Base de entrenamiento”
El comandante reacio al inicio, acepto, con tal que Alex sigua estando en batalla. El lobo feliz, sabía qué hacer con esto. Los animas cargaron el camión que, aunque parecía una coladera, seguía en una pieza.
Félix solo saco algunos repuestos, y combustible. Los cachorros eran cargados en el camión, unas simias los habían acompañado, cargando a los pequeños en sus brazos.
La pequeña que Alex había cargado, se logra pone en pie y como pudo se acercó a él. Haciendo algo que no se esperaba. Le abrazo, Alex le contesto el abrazo, esta derramaba lágrimas, el lobo con cuidado la llevo a su asiento, escoltados por un convoy, ellos fueron a un lugar más seguro.
Alex miro a su equipo y con una sonrisa y fuerzas renovadas. Se pusieron a limpiar y acomodar mejor la base. En cuestión de un par de semanas, era otro lugar.
Con ayuda de un camión con un gancho y la guía de los gorilas, llevaron a su nave estrellada a ese lugar. Jacob estaba fascinado con los restos de naves.
Él tenía que repararla y seria su apoyo desde la base. Alex observaba ese día el amanecer. La fosa cavada, ahora estaba llena de los cadáveres, el soldado en el cobertizo, fue sacado después de 2 días.
Siendo tomado como prisionero. Aunque siendo interrogado antes y grabada su confesión por cualquier duda.
El sol salía, comenzando el día. Alex desayunaba mirando el amanecer por una pasarela improvisada. El lobo blanco, disfrutaba una taza de té de hojas de guayaba y un mango, Steven estaba con Thomas intentando armar una radio con piezas de los vehículos, detrás de él. Félix, Gabriel y Jacob estaban reparando el cuerpo de la nave.
En ese momento, Alex observo ceniza en el aire. Sus compañeros estaban igual que él. Thomas y Félix subieron a la antena. Mirando el caos. Alex fue avisado, el lobo tomo la ceniza que caía en su mano. Cerrándola con enojo.
Todos se prepararon. Jacob se quedaba en la base, manejando las comunicaciones. El grupo avanzo con mejor equipamiento. Todos caminaban viendo la maleza, Alex con un gesto de la mano los freno en seco y pidió que se escondieran. El hizo lo mismo.
El ruido del fuego quemando madera, era más distinguido. Alex envió a Steven, el lobo le siguió, ambos asomados detrás de un árbol. Alex miro a todos lados, mientras Steven está reconociendo el terreno de enfrente, estando en una zona irregular, se miraba como el bosque ardía frente a ellos.
Alex miraba a las llamas danzar, hasta que un ruido cerca le puso a alerta.
Un disparo le roso la cara, su máscara logro desviarlo, o no permitió que le perforara la cara. Alex se movió rápido, tirando junto al felino, abrazándolo mientras unas ráfagas de balas intentaban destrozar el árbol y el terreno.
El resto del equipo, se mantuvo agachado. Alex con una seña les dio permiso de abrir fuego.
Thomas asintió y dividió el trio. Uno iría a la izquierda, otro a la derecha, para dar cobertura con fuego. Mientras el cubriría la retirada. Alex movió a Steven, sintiendo algo cálido en su mano. Sangre.
Alex con miedo en su rostro observo que su amigo se desangraba lentamente. Sacando su radio pidió a asistencia médica. Muy tarde, Gabriel y Félix comenzaban el intercambio de fuego. Alex tenía que moverse, pero si se movía, se iba a desangrar Steven.
Gabriel durante el combate, le dio órdenes para tratar la herida por la radio.
-Alex… ¿Dónde fue el disparo?
Le disparaban, las balas chocaban contra una roca, destrozándola con cada impacto.
-Fue en su brazo izquierdo, cerca de la vena… Está perdiendo mucha sangre.
En su radio se cruzaban comunicaciones.
-Has lo siguiente… (Se oyen los disparos impactar) Tienes que… (Dispara de regreso) Rellenar la herida… (Empieza a correr) Con gasa…Toma dos vendas, Una amárrala al brazo y la otra sujétala, amarra las puntas a una rama… palo… (Se escucha ruido mientras se aleja de este) y dale vueltas… Ese torniquete le dará tiempo… Te relevo con Thomas, que me cubra la retirada…
Alex miro a la hiena y asintió, este se desplego entre la maleza. El lobo apretó como pudo una venda y metió gasa en la herida del brazo de Steven, el felino grito de dolor. Alex intento tomar una rama, un disparo la arranco, usando su habilidad la logro tomar, haciendo lo que le dijeron, logro detener el sangrado.
Gabriel llegaba entre la maleza. Alex partió la rama y atoro con sus piezas el torniquete. Gabriel se dirigía hacia ellos, pero recibió una ráfaga de disparos, logrando detenerse cuando una bala le rozo su peto.
Alex sabía que tenía que hacer algo. Así que dejo en el suelo a Steven. Tomo aire y activo su habilidad. Sintiendo esta vez en comparación con todas las anteriores, algo muy “Especial”
Miro a su alrededor, las balas estaban en el air, avanzando muy lentamente. Alex tomo su rifle y se lanzó en el suelo, rodando, miro a sus atacantes. El lobo apunto y disparo a 4 enemigos 1 bala. Para él fue algo muy lento. Pero para los demás, fue todo en cuestión de segundos. Alex teniendo esa brecha, tomo a su amigo y lo arrojo con Gabriel lo más delicado que pudo.
La fuerza de Alex se acababa, mirando nuevamente las balas moverse. El lobo logro regresar a cubierto.
Gabriel arrastro a Steven. Alex tomo su rifle, coordinándose con los demás, dispararon. Alex observo algo con su rifle. Un anima con un lanzallamas le apunto, moviéndose a duras pernas, esquivo el ataque, aun sintiendo el fuego en su cuerpo por lo cerca que estaba.
Cuando se redujo la llama, Alex tomo su rifle y le apunto al torso, el lanzallamas fue perforado, saliendo una enorme flama detrás de este, el ánima se dio vueltas intentando soltar la mochila. Alex aprovecho y reventó el tanque de combustible, destruyendo unos bidones llenos de algo. Pues exploto todo. Levándose consigo a los restantes.
Thomas recargo su arma, guardando su cargador. Félix le siguió del otro lado. Alex les daba cobertura aérea. El Lobo uso su habilidad nuevamente, peinando el campamento, buscando algún movimiento. Los 2 animas limpiaban una casa y le daban aviso. “Limpio”
El lobo y su escuadrón terminaron de limpiar el lugar, el fuego seguía vivo, comiendo los cultivos. Alex se dio cuenta de camiones, tenían lonas verdes oscuras enormes cubriéndolos.
Registrando estos, Thomas le mando una señal a Alex.
El lobo bajo ayudando a un Steven débil. Al ver los camiones, se aliviaron de cierta forma. Habían animas, Colonos. Ellos estaban encarcelados en un camión con una jaula soldada en este. Los colonos les miraron con miedo y enojo.
Alex busco la llave entre los cuerpos, apilándolos en un montón.
-Eran 9 soldados… 1 lanzallamas… Francotiradores… Soldados de asalto… Y el comandante…
Alex rebusca en el cadáver del comandante, este tenía la cara quemada hasta el hueso. De su bolsillo derecho en su pecho, consigue una llave y una cadena de oro. La iba a dejar en su lugar, cuando se le resbalo por la suciedad, abriéndose.
El lobo tomó la foto y la miró detenidamente. En el centro, un cachorro de pelaje naranja; a su derecha, una felina de color amarillo. Sostuvo la imagen en silencio, dejando que los recuerdos se filtraran en su mente. Finalmente, la guardó junto a sus cosas, tomó la llave y caminó hacia los colonos.
Alex los observó con una mirada fría mientras abría la puerta, dejándolos ir. Sin decir una palabra, se dio la vuelta y se dirigió hacia los campos. El aire quemaba con el calor del fuego, y la ceniza caía como un manto de luto sobre ellos.
Se detuvo por un momento, cerró los ojos y respiró profundamente. Escuchó el crujir de las llamas, las voces de sus compañeros resonando a la distancia, y sintió cómo esos sonidos se desvanecían mientras se perdía en sus pensamientos.
Sabía que la sangre derramada nunca podría limpiarse de su alma. Cada rostro, cada grito, pesaban sobre él como una cadena invisible. Pero entonces recordó a esa pequeña. Su cálida sonrisa agradecida, un destello de luz en medio de la oscuridad. Esa pequeña esperanza, abrazada por los cachorros que ahora estaban a salvo, era suficiente para seguir adelante. Por ahora.
Abrió los ojos y, por primera vez en mucho tiempo, sonrió. Una sonrisa rota, acompañada de lágrimas que caían por su rostro. Detrás de su máscara, esa sonrisa prometía algo más.
Prometía terminar con esta guerra. Cueste lo que cueste.