La nave llegaría a una base espacial igual o incluso más grande que Velo blanco. Llegando a esta zona, serían recibidos por capitanes y coroneles, dando una bienvenida a la carne fresca, como ellos les decían a los nuevos. “Bien venidos a el cuartel general: Fortaleza Índigo”-
El cuartel era un lugar con hangares enormes y gigantescos túneles donde habitaban tanto cuarteles como barracones con cientos o miles de animas, en la zona más baja se hallaba una zona de mecánicos. Alex en su niñez se familiarizo mucho con motores, de ahí su habilidad con reparar y pilotar naves, sobre todo cazas estelares. El joven estaba emocionado por poder poner sus manos en cazas modernos reales.
Estando en la nave con su MOLLE (Una mochila táctica) Y una bolsa de lona, donde tenía su ropa y algunas cosas extra. Caminando con una hoja en la mano, miraría una mesa de registro y detrás de esta, un elevador que subía y bajaba muchos animas. Alex miro la letra detrás de la fila enorme y la mesa: “Hangar E-59” Su hoja le pedía buscar el “Hangar D-43” Así que decidió esperar en la fila y preguntar.
Un par de horas en las que no se aburrió, puesto que se distraía con el enorme espacio del lugar, y lo que parecían más de 20 metros encima de él, plataformas de metal gigantescos, eran desplegadas para albergar naves. Una de estas plataformas, era en donde estaba parado. Mil preguntas por contestar y él no tenía tiempo, al menos por ahora. Una vez acortada la fila, sería el siguiente en pasar. Saludando al guardia y al comandante en turno, mostraría su papel, siendo visto de arriba abajo varias veces. Alex no sabría qué pasa, así que le pidieron que espere un momento.
Saliendo de la fila, Alex caminaría quedando se cerca del lugar, sentaría entre 2 cargueros y miraría a la nave intentando distraerse, sacando una pelota de caucho de su maleta, que se la dio Wallas hace años. Alex jugaría contra un carguero hasta quedarse dormido con la pelota en mano. Unas botas resonarían en el estrecho pasillo, el cuero chillaba y la goma dura chocando en el pavimento. A Alex se la caería la bola bastante maltrecha, una mano de tonalidades verde oscuro y blanco la tomaría del suelo, rebotándola hacia Alex. El lobo la tomaría antes de que chocara contra su rostro, despertándose y viendo a un anima imponente enfrente de él.
Alex se incorporaría rápidamente y sin tiempo a procesar a quien o que veía, chocaría contra el camión. Recuperándose lentamente el ánima enfrente de él le hablaría y Alex sin saber que dice, contestaría lo que le vendría a la cabeza.
-No creí que me atropellaría un camión estacionado- Sobando su cabeza con ambas manos.
El ánima se reiría a carcajadas. Alex intentaría enfocar en donde estaba su “Cintillo” con su nombre.
-General Coronel. Gustav M. Reed- Alex miraría a un viejo Zorro, extrañado por su apellido.
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-La M es de Miller… Sé quién eres Alexandr. Mi “familia” ha tenido encuentros contigo y sabes… Lo lamento- El ánima parado junto a Alex es una montaña, aunque con algo de sobrepeso, pero robusto por su musculatura. –Mi hermano, el Mariscal se le subió el “Poder” A la cabeza y destrozo el apellido para que solo sea “su” apellido el que se perpetúe en la familia… Es como el caso de “Calígula” Y su deseo de perpetuar su linaje…- Por algo decidí estar en el ejército, estar lejos de ese loco…- Tosiendo un poco tratando de olvidarlo
-Si… aunque sería más como un caso de “Personalidad Histriónica” A mi parecer…- Alex miraría al anciano escéptico.
- ¡Si! ¡Yo no lo hubiera dicho mejor! ¡JAJAJAJAJA! - El Viejo soltaría lagrimas con su enorme sonrisa. –Eres el soldado más listo que he conocido a tu edad- Mirando a Alex mientras recuperaba aliento
Después de recuperarse, le pediría a Alex que lo siga, llegando al ascensor de cristal de antes, esperarían a que baje mientras charlan.
-Y… Tu padre es… Era Vladim- Alex asentiría lentamente. –Buen soldado y amigo… Igual tu abuelo- Mirando como baja el ascensor. –Espero que superes su nivel soldado- Entrando a este, el lobo detrás de él.
Alex sin saber a dónde van, sentiría el elevador subir al momento que Gustav le da al tablero. Mirando al suelo, soltaría una pregunta que Alex respondería con gusto.
-Y dime cachorro ¿Qué esperas llegar estando aquí? - Gustav Miraría a Alex con los brazos cruzados y una gran seriedad en el rostro.
- ¿Por qué estoy aquí? No sabría contestar del todo… Pero sé que hago en este lugar…- Alex miraría el espacio entre piso con cristaleras enormes. –Vine aquí para cambiar la galaxia- Alex sonreiría al viejo con un fuego de determinación en sus ojos
-La galaxia es demasiado grande para dominarla tu solo- Mirando escéptico al lobo, con una ceja arqueada. –No podrás con todo el poder de una vez, tendrás que empezar desde un soldado de infantería- Mirando al lobo desafiante.
-Con algo se inicia… y jamás dije que estaré solo- Su sonrisa se mantendría lo que duraba el viaje.
Gustav haría una mueca sonriente, intentando ocultar su felicidad, y su recuerdo de Johns, viendo a su viejo amigo en su nieto.
Alex llegaría a su destino, Gustav le daría indicaciones para que no se pierda y le dibujaría un mapa detrás de su hoja de registro. Sacando un lápiz de su saco, mojándolo con la lengua, pondría algunos garabatos que Alex no sabría descifrar. Alex antes de poder preguntar, Gustav se despediría con un saludo militar, el lobo se lo respondería- Alex aceptando que se fue el asesor y que se las arreglará para llegar a su destino, caminaría adentrándose entre túneles.
Un buen rato buscando entre pasadizos, llega a una zona bastante alejada de todo. Donde habría talleres y zonas “Abandonadas” además de barracones cerrados o sellados y mesas de trabajo sin herramientas o desechos, mirando el inventario empolvado, vería que faltaban piezas y una mesa. Escuchando ruido de una pelea, caminaría a una puerta desgastada y oxidada en ciertas partes.
Una vez enfrente de la puerta que tiene que estar, una placa al lado derecho, de Bronce o ahora “oxido” por lo vieja que esta, con el nombre de “Barracón Z-0042” Accionando el cerrojo manualmente para abrirla, ya que el detector automático está destrozado. Lentamente abriéndose la puerta, el ruido seria ahora más fuerte, de alguien discutiendo. Alex respiraría para calmar sus nervios y cuando se abre la puerta por completo, da un paso dentro listo para crear una nueva etapa en su vida. Seria recibido por un golpe que lo dejaría noqueado.