Alex se sentaría con su primo. Wallas le presentaría a sus 3 amigos. Steven, un ciervo con lentes cuadrados enormes y dientes chuecos con frenos. Warren, un zorrillo de pequeña complexión con un cabello cortado en forma de tazón y lápices saliendo de su saco, sus mangas manchadas de tinta y su saco de mugre. Bruno, Un caimán con prótesis dental, debido que tiene un problema dental y un pie de madera. Alex con su pelaje blanco y sus ojos dorados, se sentiría mejor, debido que ya no resaltaría tanto entre los demás. Dándose cuenta que todos son especiales a su modo.

Alex mirando a Anna de reojo, estaría sonriéndole feliz de que hiciera amigos rápido, el leopardo voltario rápidamente la mirada, debido a un mensaje que llego a su reloj, quitándosele su sonrisa rápidamente y una lagrima susurrando “Los siento Alex”.

Alex hablaría con sus amigos mientras el maestro los dejaría debido a ser las primeras semanas del curso. Alex charlando de sus defectos mientras los demás le mostrarían los suyos. Wallas se presentaría como el líder del grupo “Los inadaptados” Donde 2 serian de clase media con Wallas y 2 de clase baja.

El cocodrilo miraría a Alex mientras se sacaría su prótesis dental, bromeando con él. Los cachorros reían y jugaban, y mientras, los pupitres del lado opuesto, eran más tranquilos y miraban a los más ruidosos con repudio, mientras murmuraban cosas del padre de Alex y su linaje manchado.

Terminando el primer horario de clases, los estudiantes saldrían a la cafetería. El lugar estaba dividido en 2 zonas, la zona izquierda con los cursos del 1-4 y el de la derecha del 5-8. En medio de los enormes salones, habría un pasillo que conectaría con la siguiente tira de salones y entre todo esto y atravesó de 2 puertas grandes con cristal, un patio de recreo y una cafetería hasta el fondo.

Los animas saldrían al último, Alex bajando miraría al profesor que se dirigiría a la sala de profesores, dejando su saco en la silla, Albert miraría al joven frente a él. Wallas y sus nuevos amigos le dirían que lo esperan afuera. Alex mirando al profesor, sonreiría y le daría un cálido abrazo al profesor, Albert le acariciaría el pelo de la cabeza. Alex se alejaría corriendo, encontrándose con su nuevo grupo.

-Tu pequeño está en buenas manos Vladim, no te preocupes- Un anima detrás del profesor se desvanecería sonriendo. Albert voltearía confundido por un leve frio que le recorrería la nuca.

Alex avanzaría a la cafetería, mirando a los alumnos de distintos grupos y distintos uniformes, las clases se dividían por parches. William explicaría el uso de estos.

-Aunque los alumnos estén en clases juntos, su estatus importa más- Mirando con resentimiento a animas que molestaban levemente a otros. -Pero en la academia, puedes estar al nivel del más alto noble si demuestras las 10 habilidades esenciales: 1°Inteligencia 2°Astucia 3° Fuerza 4°Carisma 5°Agilidad 6°Diplomacia 7°Renombre 8°Apatia 9°Inmoralidad 10° Determinación- Wallas contaba cada una con los dedos, al llegar a las ultimas, bajo la mirada. –Para tener una forma mejor de verlo, le dicen “Ley de los 10”- Wallas se apresuró a tomar una mesa, los demos le siguieron y Alex bastante ajetreado por lo que le dijo,

Alex prefirió no preguntar más, al sentarse charlaron otro poco y se formaron para el almuerzo, William tenia ambas loncheras con él. Dándole su desayuno a Alex, esperarían a los demás para comer. Wallas haría tonterías y Alex sonreiría. Alex empezaría a ver que distintos animas lo verían sin disimular, ya sea por su pelaje o sus ojos, Alex se intentaría tapar la cara con su chaqueta. Wallas miraría la situación, alzándose y antes de decir algo, seria interrumpido por un ajetreo.

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Un anima con un traje azul que resalaría entre los demás. Este estaba peleando, Wallas voltearía como todo el mundo a ver el desastre. Cuando Alex notaria contra quien pelea. Bruno, estaba siendo alzado de su ropa. El ánima, un felino de pelaje azul con tonos rojizos estaría amenazando al pobre caimán.

Alex se acercaría a ayudar, Wallas lo detendría en ese momento, temblando y con la voz entre cortada.

- ¡No! Él es Joseph… Es el nieto del mariscal, y su padre es el primero en la lista para heredar el poder…- Wallas intentaría llevarse a Alex de regreso, ignorando todo.

Alex se soltaría de su agarre, determinado en acabar con esto. Diciendo una única cosa a Wallas.

-No más sufrimiento…- Alex avanzando con paso firme hacia el ánima que, pese a todo, solo sería unos 10cm más grande que el joven lobo.

Joseph teniendo en el aire al caimán, gritándole. Alex entendería porque tanto alboroto. Bruno derramo por accidente su jugo en parte de la chaqueta del felino, lo suficiente para hacerlo estallar.

- ¡Dime idiota! ¡¿Tienes el dinero para pagarme esta chaqueta?! ¡Ni todo el dinero o la casa de tu familia pagarían esta chaqueta! - El ánima zangoloteaba al caimán que estaba ahogándose en llantos.

Alex lo tomaría del hombro con una seria mirada en su rostro, hablaría con autoridad.

- ¡Suéltalo! - Alex lo voltearía a él, Joseph rojo de enojo, miraría al lobo blanco.

Al momento de ver a Alex, su enojo se convirtió en asombro.

-Tu… ¿Eres el Lobo de pelaje de Plata? - El felino miraría a Alex de arriba abajo.

-No sé a qué te refieres- Tomando a Bruno de las manos de su atacante y sentándolo en un banco.

Alex tomaría su pie que se le cayó y colocándoselo nuevamente a su amigo, con una sonrisa, le llevaría hacia su mesa. Los demás animas que miraban la escena, mirando directamente al lobo asombrados. Alex se enfrentó al “Rey” de la escuela y este no actuó.

Joseph saliendo del asombro de que alguien le desafiara, miraría a Alex llegando a su asiento con Bruno. El felino llamaría a 2 matones, caminando hacia la mesa de Alex y sus amigos.

Bruno empezaría a llorar. Diciendo que por su culpa sus amigos estaban en problemas.

Joseph se acercó intimidando, colocando su brazo sobre Wallas. Esta burlona mente se desquitaría con él.

-Así que el segundón además de juntarse con la basura… te llevaste al anima más “importante” contigo- Metiendo su mano en los bolsos de Wallas, sacando dinero de estos, aventándolos al suelo, su ropa y rasgando su chaqueta. - ¡Nadie se burla de mí! ¡Yo soy la ley aquí! ¡¿CIERTO?!- Una multitud gritaría que sí.

Wallas inmóvil aguantaría el acoso. Hasta que Joseph miraría una cadena de oro, intentando arrancársela del cuello. Wallas intentaría con todas sus fuerzas evitarlo, pero Joseph le pondría la cara en la mesa, amenazando con matarlo.

-Escúchame bien “clase media” Tú y tus estúpidos amigos no pertenecen aquí… Esto es solo para la elite… ¿Verdad Plata? - Alex mantendría la serenidad lo más que podía. –Bien, esto cubrirá mis almuerzos por 3 meses Jajajajaja- Intentaría romper la cadena, sujetando con su pie la espalda de Wallas.

Alex se levantaría y sin que pudiera hacer algo el felino por la gran velocidad del Lobo, recibió un golpe que pareció sumir su rostro. Alex con tal golpe y fuerza que ni siquiera el sabía que tenía, mando a volar al anima un par de metros hasta que golpeo el suelo. Los animas de todas partes escucharían el tremendo golpe, otros de la nobleza que molestaban a varios más pequeños mirarían asombrados como su “Líder” Caería por fin. Wallas no creía lo que veía.

Joseph intentando levantarse del suelo, se tomaría la nariz. Sangrando de su boca y con la nariz rota, saldrán lágrimas de su rostro. Enojado se pondría de pie, los guardias intentarían tomar a Alex y este con la mirada los paralizaría. Joseph al acercarse más, sentiría un peso en su nuca y un escalofrió en el cuerpo. Sudando frio, miraría a Alexandr a los ojos.

En la mirada del lobo. Se mostraba una mirada que cortaba la piel del felino, su cabeza empezaría a doler y caería de rodillas junto a los matones y algunos animas de la alta nobleza, incluida Anna. Mientras caían al suelo uno a uno. Alex desataría el miedo con unas palabras.

- ¡No molestes a mi Clan! - Alex lograría que algunos cayeran al suelo noqueados, Joseph y otros quedarían con una jaqueca.

El lobo terminando eso, caería al suelo de rodillas. Inconsciente.