Los compañeros de Alex terminaban de ordenar el lugar. Gabriel y Thomas salían de una fosa recién escavada.
Alex camino al centro y tomo una mesa tirada, parándola y acomodándola. Se dirigió a los colonos y tomo una caja de suministros. Félix y Gabriel tomaron piedras y una puerta de un camión. Con sus herramientas, la cortaron e hicieron un horno de leña rustico improvisado.
Alex empezó a preparar las provisiones. En el otro camión, descubrieron que los cultivos estaban intactos, tomando algunos vegetales y maíz.
Thomas le pido a Gabriel ayuda para apilar los cadáveres. Al terminar de meter los cadáveres en la fosa; después de despojarlos de todo su equipo. Steven miraba el lugar, los animas encarcelados, seguían en la jaula.
Thomas termino de verter combustible y leña, tanto arriba como debajo de la fosa, terminando de incinerar a los cadáveres con el tiempo. Los animas tomaron una tina de madera y con agua del pozo se limpiaron y llenaron sus cantimploras.
Alex ya tenía lista la comida, los animas que seguían en el camión, olieron la comida. Uno de ellos, bajo para ver que hacían.
Camino lentamente, hacia el grupo de extraños, los primeros que llegaron les arrebataron todo y los encarcelaron. Y ellos, los liberaron y cuidaron sus pocas casas.
El ánima camino lejos del campo de cultivo, entrando entre las casas y en medio de la plaza, al lado del pozo, observo a los soldados. Muerto de miedo se escondió. Observo unas cajas vacías. Miro las armas que estaban reposando.
Los soldados comían y se reían. El ánima, un canino se acercó con miedo a las armas. Intentando tomar una. En ese momento, escucho ruido, 2 de los soldados estaban en las cajas. Parece que estaban todos los suministros.
Gabriel le cerraba la herida a Steven con fuego, el felino aguantaba, pero algunos gritos y llantos salían. El ánima tomo una pistola. Y entonces lo escucho.
- ¿Qué haremos con los prisioneros?
-Nada, ya tomamos cosas de ellos… En todo caso, les dejaríamos suministros, si Gabriel puede, que revise si alguno está herido.
- ¿Les dejaras armas?
El ánima que entendían le gritaba al Lobo Blanco. El que escuchaba la plática, bajaba lentamente el arma.
-Lo más seguro es dejarles algunos rifles y munición. Para que puedan defenderse, o al menos cazar, el comandante será quien haga la diplomacia si yo fallo… No creo que no quieran nuestra ayuda… Después de liberar ese campamento con los cachorros...
En ese momento. El ánima salió de su escondite, con el arma apuntando a Alex. El canino le apunto con su cuerpo temblando.
Con miedo en su rostro, pero determinación en su cara. Los compañeros de Alex le apuntaron con sus armas al canino. El ánima hablo en otro idioma, nadie le entendía.
El lobo se paró de la mesa, acercándose al canino. Este con miedo le apunto, Alex pido con un gesto que bajen sus armas, se desvió más a la derecha. El canino asustado, cerró los ojos y disparo.
Al abrirlos, el lobo estaba mucho más cerca. Alex seguía acercándose, como si la bala no le hubiera tocado.
El canino asustado iba a apretar el gatillo nuevamente. Pero el lobo le coloco su mano en el arma, la retiro poco a poco calmadamente. Alex le hablo, en su mismo idioma.
-Eres muy valiente para hacer esto, pero también muy idiota. Nosotros no les haremos daño, si así fuera, para que les dejaría irse…
El ánima sorprendida soltó el arma. Alex la tomo y la descargo. Los demás lo tomaron y lo taclearon, amarrándolo.
Una vez todo calmado, lo acomodaron en un tronco al lado del pozo; Alex se acercó al joven con un cuenco lleno de un “Estofado” muy improvisado. Sus aliados le miraban asombrado por su empatía
Se lo ofreció al canino, este con pena lo rechazo. Alex se lo dejo a un lado, encima del pozo. El lobo hablo con él, y le contesto lo que había preguntado.
-Preguntaste antes sobre tu hermana… ¿Ellos estaban en el campamento al Este de aquí?
El canino miro a su alrededor y parece que entendió lo que le comento. Asintiendo.
-Nosotros liberamos un campamento con cachorros, logramos sacar a muchos… Pero había otros… Que no lo consiguieron… Ya tenían más de 2 meses pudriéndose…
El canino empezó a llorar. Alex le tomo por la espalda abrazándolo.
-Hey… Sé que no es mucho… Pero puedes ir al campamento a ver si esta haya tu hermana… Como dije antes… No les haremos daño…
-Gracias… Señor… Gracias de verdad.
El canino se limpió su rostro, teniendo la cara roja de tanto llorar; Alex le dio una cuchara enrollada en un trapo. Alejándose mientras le desataba las manos.
El canino le pregunto algo antes de que el Lobo se fuera.
- ¿Cuál… ¿Es su nombre?
Alex se detuvo y lo miro sonriéndole.
-Alexandr V. Morosov. Ese es mi nombre.
El canino sonrió en sus adentros. “Señor Alexandr, gracias en nombre de mi pueblo, por salvarnos” El canino tomo la comida y se fue.
Al poco tiempo, los demás aldeanos llegaron, mirando su hogar quemado y roto, pero aun en pie. Alex les ofreció comida y Gabriel y los demás, revisaban a los heridos.
Los aldeanos comerciaron con el Lobo, ellos pidieron armas y un vehículo para transportar comida. A cambio de la mitad de su cosecha y provisiones.
Alex se negó al inicio. Pero el anciano de la aldea se los regalo. Comiendo hasta el anochecer, con una fogata ya puesta, esperaron a los refuerzos, un grupo de 10 soldados aun heridos, se dirigieron.
En el pequeño furgón, había con el piloto una pequeña canina, de la misma raza y tono que el ánima de antes.
Este la abrazo y lloro. Alex observo esto sonriendo, se acercó a los soldados y con una orden, pidió construir una zona segura y mantener ese lugar con ellos, puesto que ahora es su zona de suministros.
Los soldados se turnaron, los menos heridos iniciaron guardia, mientras que los demás eran tratados con calidez por los aldeanos.
Alex y su equipo equiparon el camión, dividiendo las provisiones y dejando algunas armas y la tarea de enseñarle a algunos a disparar para ayudar en la defensa.
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Alex lo hablaría con el comandante después, pero por ahora, era lo que necesitaban. Subiendo a su nuevo vehículo, se dirigieron a su base, Jacob se había dormido en una amacha junto a una hoguera hecha en el suelo. Alex le tapo con una manta. Guardaron sus provisiones en la habitación vacía.
Félix y Thomas, tomaron su lugar en la radio, Gabriel tomo el turno de vigilancia junto con Alex y Steven descansó junto a Jacob en otra amacha. El lobo dejo a su compañero, comentándole que necesitan un mejor refugio, pues cuando les tome la lluvia, van a tener que dormir en el taller o en el camión.
Steven sonriendo le agradeció a Alex.
-Hey… Alex… Capitán… Gracias… Si no fuera por ti, este disparo hubiera atravesado mi pecho…
-No te preocupes, para eso están los compañeros… ¿Cómo está tu brazo?
-Duele… Pero creo que estará bien en unas semanas.
-Eso espero, tenemos que despejar aun unos 3 campamentos… Y pueden retomar otros… Aún tenemos que salvar a los que están presos… Y traer refuerzos… Cada día perdemos más…
-Si… Me siento fatal… Pero Alex…
- ¿Si?
- ¿Cómo lo haces?
Alex confundido le mira sin saber que responder.
- ¿Cómo lo haces, Alex? ¿Cómo mantienes tus ideales, después de todo esto?"
Alex le miro sorprendido. El lobo siente que, con cada muerte, cada bala, se fragmenta más su moral y su ser.
-Digo… Tú sigues en pie a pesar de todo… Eres nuevo en el campo… Pero te acoplas muy rápido… Me siento celoso por tu resistencia.
-Yo solo sigo a mi corazón… El me pide que encuentre la paz…
- ¿Pero si esa paz lleva más muerte y destrucción? La guerra es muy traicionera y todos terminan perdiendo su camino tarde o temprano…
Alex miro a la luna, sintiendo el calor del fuego.
-Para poder reconstruir un edificio… Este tubo que demolerse antes, sacrificando materiales… Si se quiere renovar esta galaxia… Se tiene que quemar hasta los cimientos para poder construir otra… Pero eso no significa matar… Si en un sistema corrupto se busca acabar con la corrupción… Eso significa…
-Acabar solamente con el problema de raíz… ¿Quieres acabar con el consejo?
Alex le miro y negó con la cabeza sonriendo.
-Esa estructura de poder es muy bueno… Lo malo es quienes lo manejan… Viejos avaros y codiciosos… Si a las nuevas mentes se les permite tomar el poder… Con tenerlos de mi lado… Se cambiará el poder, acabando…
-Acabando el problema desde la raíz… Sin derramar sangre.
-Exacto… Bueno… Voy a hacer mis rondas… Descansa Steven…
-Descansa Alex.
El felino pensó en lo que dijo Alex. “Destruir la galaxia sin matar” Eso iba a ser difícil, aunque no imposible.
Los días pasaron. Alex y su equipo empezaron a entrenar haciendo rondas, llevando su equipo. Siendo sorprendidos por ataque enemigos. Al ver la gravedad de las heridas, se intensificó el entrenamiento, añadiendo el curso de “Enfermeros de campo” Alex con su grupo se mejoraron física y mentalmente.
Los días se volvieron semanas. Cada uno mejoraba en su fuerte y mejoraban sus debilidades.
Alex estaba planeando su siguiente movimiento con Steven. Hasta que fueron interrumpidos. Los demás les llamaron para mostrarles su nueva “Creación”
Alex y el felino salieron, el camión no tan grande, ahora era un blindado. Alex sorprendido observo los cambios, ahora tenía unas orugas por ruedas. Un blindaje muy grueso y la cabina y la zona de carga estaban ahora protegidas e interconectadas.
Los animas le enseñaron todo, el motor lo movieron en medio del vehículo, reforzando la protección y brindando tracción a todos lados.
Alex no podía creer como el “Peor” equipo, ahora estaba mucho mejor. Feliz de que cambiaran. Pero algo aún faltaba. Mirando un fantasma… Max. Alex miro al cielo, prometiendo que estaría de nuevo con él.
Alex celebro con todos, Jacob saco algunos tragos. Casi todos se embriagaron, menos el anciano y Alex.
- ¿No te vas a embriagar anciano?
- ¿Yo? Estoy ya muy viejo, además, alguien más tiene que hacer guardia… Jajajajajajaja….
-Ei… Jacob… Gracias… O es cierto… Toma.
Alex le entrega la esfera del motor que tenía guardada en su bolso.
- ¿En dónde la encontraste?
-Cuando aterrizamos el arranque del motor… Sé que para muchos es chatarra, pero para quienes sabemos…
-Es una pieza de tecnología antigua muy avanzada… Gracias a ti capitán. ¡Con este equipo, tendré al viejo tormenta operando en 1 mes!
-Antes tenemos que destruir ese cañón… Las tropas no pueden hacer nada hasta que sea destruido…
A la mañana siguiente, Alex le hablaría a su equipo, aunque con dolor de cabeza, todos estaban presentes.
-Bien… Tenemos que actuar ya. Nuestras tropas no pueden avanzar debido al cañón… El anciano me dio un atajo… Dentro de este lugar.
Señalando una grieta al lado del paso por el acantilado.
-La carretera es la más custodiada. Pero estas grietas están casi intactas, pasan por debajo de todo este lugar… (Señalando todo el centro y el lugar de donde pasa el arma) Si conseguimos dominar esta zona, enviaremos aun equipo para poder capturar este lugar y entonces tendremos un acceso seguro para poder ir a destruir el arma.
Alex ahora estaba en frente del comandante. El anciano y los líderes tribales estaban con él.
-Necesito que me preste tropas. Si lanzamos un ataque coordinado, atacando una base a la vez, las despejaremos en menos de 1 día… ya salvamos a muchos esclavos… Pero aún faltan zonas que capturar.
Alex se miraba algo agotado pero determinado. Los demás se miraban entre sí, pensando en lo que decía el Lobo.
-Necesito que me presten a luchadores… Guerreros de la tribu “Colgante” Campesinos que sepan usar herramientas y soldados armados y entrenados…
- ¿Y cómo piensas hacer todo esto?
El comandante se cruzó de brazos, esperando la explicación de Alex.
-Los soldados irían liderados por mi grupo para disparar desde posiciones elevadas o servir de apoyo. Los primates, irían con armaduras pesadas y escudos hechos de piezas de nave… Un calibre normal no puede destruir o derretir ese blindaje. Y por último… los constructores, ellos fortificaran los campamentos como hemos estado haciéndolo…
El comandante miraba algo sombrado la táctica de Alex. El lobo aun no terminaba.
-Si entrenamos a aldeanos a usar armas… Crearemos una “Milicia” Dejándoles algunas armas, ellos podrán ayudarnos a protegerlos… Sé que es difícil darle armas a civiles… pero espero que me ayuden a hacerles entender…
Alex miraba al anciano de la “Aldea del arroyo” y al joven que ayudo antes. Los animas se miraron y después de discutirlo por varios días. Accedieron.
Alex empezó su plan, pero antes tenían que entrenar a algunos Tribales y crear el equipo.
Los demás se separaron, unos ejercitando a los animas, tanto soldados y civiles. Otros entrenando en el uso de armas. Y, por último, aquellos que saben crear, armaron una forja en la chatarrería y empezaron a forjar su equipo.
En 3 semanas, estaban casi listos, al menos, los civiles podrían mejorar, pero los soldados estaban refinados. Alex se notaba más cansado. El comandante intento hablar con él, pero el Lobo se apresuró a ayudar a terminar esto. El comandante dijo en sus adentros.
-Se quieres terminar esta guerra rápido… Espero que sepas lo que haces.
2 meses después… Estaban listos.
El Lobo regreso al cuartel, Marshall seguía encerrado. Alex se le ignoro. Tomo sus cosas rápidamente y sin querer, tiro agua. Esta no cayó en el suelo, cayó encima de algo o de alguien.
Alex saco su cuchillo, el ánima hizo lo mismo. El tiempo se congelo entre los 2. El invasor empezó a volverse tangible, él tenía su arma a centímetros del cuello de Alex. Pero el lobo fue más rápido, logrando colocar el suyo en el suyo, rebanando las escamas del reptil.
El joven lobo, sorprendido, miro a un reptil con una máscara, este intento zafarse, Alex atibo su habilidad y lo termino sometiendo contra la mesa.
El reptil fue desarmado y atado a una silla. Alex le miraba mientras jugaba con su arma confiscada. El reptil sudaba debajo de la máscara.
-Bien… ¿Viniste por Marshall?
El reptil se sorprendió cuando el Lobo le dijo su nombre. Alex guardo el arma, colocándola en la mesa.
- ¿Y bien?
El ánima reptil, siseo su lengua y hablo en un acento marcado, como el francés.
-Sí, es mi compañero… Pero no esperaba tener resistencia… No me dijo nada mi contacto… Pero… ¡Merde!
Alex le miraba extrañado. El reptil intento zafarse, Alex tomo la silla con su pie.
-No soy idiota… ¿Quién es tu contacto?
-No te diré…
Alex uso una técnica que le enseñaron sus compañeros… Tomando un trapo y llenando nuevamente el vaso de agua, tiro al reptil al suelo boca arriba, coloco el trapo amarrado a su cara y le roció el agua. El ánima empezó a “ahogarse”
Alex le quito el trapo luego de unos minutos. Levantándolo de su silla, aun atado.
- ¡No lo repetiré! ¿Quién te manda?
-No puedo decir nombres… Vigila cada movimiento… Pero puedo decir quienes están al mando… Pero a cambio de 2 cosas…
-Dime…
-Libérame a mí y a Heavy…
Alex camino hacia el oso, el reptil intento zafarse como pudo cuando le vio irse. El oso estaba “Dormido” en su celda, Alex le mira, el oso suda y se nota en su mirara que está nervioso.
Alex regresa y el reptil está en el suelo. Lo levanta y le pide más cosas.
-No puedo… No tengo nada que te interese…
Alex lo toma y lo envía a la celda, Marshall está tranquilo, sabe que Goliat le pude partir la cara nuevamente. Pero el espía está gritando. El Oso lo va a desatar. El reptil empieza a insultar en francés, Alex le da al oso el paño húmedo y se lo mete en la boca.
-Haber… Regresare más tarde a dejarles comida, quiero que reflexiones si tienes información importante para mi… y si es así, los dejare libres… Por ahora, estoy muy ocupado.
Alex se va mientras Marshall vuelve a dormir y el espía intenta hablar.
- ¡O ya cállate Spy!
Alex sale de este lugar y se reúne con sus compañeros.
-Descansen… Tenemos que estar en forma para pasado mañana… Comamos y descansemos más tiempo… Todos lo necesitamos…