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La Perdición de Zakarius [Español / Spanish}
26 Historia Paralela Las Legiones Imperiales

26 Historia Paralela Las Legiones Imperiales

Elior, envuelto en su manto de gloria como Emperador, observaba desde las alturas en su coloso Invictus la vastedad de los dominios imperiales en constante expansión.

Sabía que para consolidar su poder y garantizar la estabilidad del recién creado Imperio Celestial, debía reformar la organización militar de manera radical. Hasta ese momento, las fuerzas armadas de las Repúblicas habían estado fragmentadas y, aunque efectivas en la guerra, carecían de una estructura que garantizara una defensa eficiente y duradera.

Antes de partir en otra de sus expediciones a los mundos lejanos y portales ocultos, Elior decidió visitar a Kael, su Ministro de Guerra, en su fortaleza. Kael, siempre dispuesto a escuchar las innovaciones de su Emperador, aguardaba con ansias lo que Elior tenía en mente.

-Kael!-, dijo Elior mientras observaba un mapa de los mundos celestiales, -el Imperio necesita algo más que tropas listas para la batalla- Necesitamos legiones verdaderamente organizadas, disciplinadas, que no sólo respondan a la guerra, sino que se conviertan en la columna vertebral del dominio imperial de Elinvictus. He ideado un plan que quiero discutir contigo.”

Kael asintió con respeto, -Estoy listo para escuchar, Su excelencia-. -Se que las fuerzas de las Repúblicas han sido eficaces, pero carecen de cohesión. Si tienes una idea que pueda remediar eso, cuenta con mi plena disposición-

Elior reveló su ambicioso plan de reestructuración militar. Bajo su visión, las fuerzas imperiales se reorganizaran en Legiones, cada una compuesta por centurias, unidades que representan la décima parte de una legión completa. Este modelo permitiría una distribución equitativa de recursos, y cada centuria contaría con:

Alrededor de Cien Soldados de infantería, Diez Colosos y Veinte aeronaves

Este enfoque eliminaría cualquier posibilidad de que unas centurias fueran más débiles que otras, ya que todas recibirían la misma cantidad de recursos.

Elior continuó: -La organización es solo el principio. Los territorios pacificados, aquellos donde la resistencia o los enemigos han sido eliminados, tendrán una sola legión como guarnición. Sin embargo, en las zonas fronterizas o conflictivas, apostaremos varias legiones. Así, las zonas de mayor peligro estarán mejor defendidas. Sin embargo, quiero algo más: un sistema de rotación-

Kael levantó una ceja, intrigado, “¿Rotación, Su excelencia?”

Elior asintió. -Las legiones que hayan pasado un año en zonas pacíficas serán rotadas hacia el frente, donde verán acción del mismo modo las legiones que hayan combatido durante ese tiempo serán trasladadas a zonas seguras para descansar y reorganizarse.

Esto asegurará que nuestras tropas no se estanquen en la paz, y que aquellas que han visto acción no se desgasten más allá de lo necesario. Cada legión debe mantenerse siempre lista, siempre en su mejor forma-

Kael meditó por un momento, reconociendo la lógica detrás de la estrategia. -Es una idea brillante. Mantendría a las tropas activas y bien entrenadas, y al mismo tiempo, evitaría el agotamiento que tantas veces ha causado la caída de grandes ejércitos-

Elior, satisfecho con la aceptación de Kael, añadió otra posibilidad más a su plan asi:

-En situaciones extremas, si una legión es diezmada, las centurias supervivientes serán integradas a otra legión- fortaleciendo su número hasta que la original pueda ser reconstruida. -No permitiremos que ninguna fuerza sea eliminada por completo-

Impresionado por las grandes dotes tácticas y estratégicas de Elior, empezó a tomar nota de para un borrador inicial de lo que sería la inminente reestructuración del ejército imperial.

Mientras el Imperio comenzaba a escalar su producción militar, las fábricas de colosos y aeronaves aumentaban su actividad. Cada día, nuevas máquinas tecnomágicas emergen de los talleres y fábricas, listas para ser enviadas a las diversas legiones apostadas en los mundos celestiales. El Imperio de Elior no solo estaba construyendo un ejército, sino una fuerza militar sin precedentes, capaz de mantener la paz a través del poder abrumador y el puño de hierro.

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Sin embargo, Elior sabía que un Imperio no podía sustentarse solo con soldados y armas. Para alimentar esta vasta máquina de guerra, designó a los habitantes de los desiertos como granjeros y artesanos. Estos pueblos, cuyas tierras habían sido desoladas por las guerras pasadas, fueron reubicados en las zonas fértiles del Imperio, donde podrían producir los bienes de primera necesidad que abastecerán tanto a los ciudadanos como a las legiones así de cierta forma los celestiales empezaron a segregar a las razas que consideraban inferiores que ellos.

Las granjas comenzaron a florecer en los nuevos territorios, y las rutas comerciales que Myrta había establecido facilitaron el transporte de alimentos y suministros a las regiones más distantes. Las ciudades industriales producían armamento y equipos militares, mientras las zonas agrícolas garantiza que ningún ciudadano o soldado pasara hambre.

Kael, observando a Elior, no podía evitar sentir admiración por su visión. Bajo la dirección del Emperador, el Imperio se estaba transformando en una potencia incomparable. Las Repúblicas, con su enfoque fragmentado y sus ideales de libertad, ya no podían haber sostenido el crecimiento que Elior estaba impulsando.

-Este nuevo Imperio será invencible, Su excelencia-, dijo Kael, inclinando la cabeza en señal de respeto. -Bajo tu liderazgo, nuestras fuerzas estarán más organizadas que nunca, y el poder de las legiones será legendario-

Elior, observando el horizonte, con su mirada fija en las estrellas, sonrió. -Ese es el objetivo, Kael. Este Imperio no será solo un reino temporal. Será eterno, y cada celestial sabrá que su lugar está en la cúspide de la existencia, guiados por el poder de nuestras legiones. Y si alguna vez una amenaza surge… estaremos listos…

Con estas palabras, Elior, el emperador imparable, sentó las bases de lo que sería el ejército más formidable en la historia celestial. Las legiones, organizadas con precisión y disciplina, serían el instrumento de su voluntad, garantizando que ningún enemigo, ni externo ni interno, pudiera amenazar el nuevo orden mundial que estaba construyendo.

Mientras los preparativos para su próxima expedición avanzaban, Elior se aseguraba de que su legado perdurará, no solo en la memoria de su pueblo, sino en las vastas máquinas de guerra que ahora controlaban el destino de los mundos celestiales.

Historia Paralela: La Formación de la Legión Elinvictus

La Legión Elinvictus, un cuerpo militar de élite creado específicamente para acompañar al Emperador Elior el Imparable en sus campañas, surgió en un momento en que el Imperio ya comenzaba a expandirse bajo la fuerza y la dirección implacable de su líder. Mientras las demás legiones se reorganizan bajo el nuevo esquema de centurias y rotaciones, Elior necesitaba algo más: una fuerza singular, unificada no sólo por su habilidad marcial, sino por una devoción inquebrantable hacia su figura imperial. Helios, el joven ángel que una vez había admirado y rivalizado con Elior, sería el comandante perfecto para esta legión.

Helios había ascendido rápidamente a los altos mandos gracias a su habilidad y lealtad incuestionable hacia Elior. Aunque en su juventud se sintió en la sombra del héroe, ahora se encontraba a la cabeza de una de las unidades más importantes del Imperio. Cuando Elior le confió la creación de la Legión Imperial, Helios entendió que no se trataba sólo de una fuerza militar. Esta legión representaría el símbolo de la fe absoluta en el Emperador.

Los soldados que formarían la Legión Imperial no eran elegidos solo por su habilidad militar. Cada miembro debía ser un ferviente creyente del Imperio y de Elior, considerado no solo como su líder, sino como una figura casi divina. Los aspirantes debían someterse a una serie de pruebas extremas tanto físicas como mentales, diseñadas no solo para forjar su cuerpo, sino para purificar su devoción inquebrantable en la victoria a través del sacrificio.

La Forja Eterna, un lugar donde se producían los poderosos colosos y las armas tecnomágicas del Imperio, se convirtió también en el sitio donde estos futuros legionarios forjaban su alma. Allí, bajo el manto de la disciplina férrea y los rituales del Imperio, los ciudadanos que deseaban unirse a las Legiones Imperiales debían demostrar su lealtad, sacrificando su pasado y adoptando una nueva identidad como soldados del Imperio.

Entre los soldados, no existía ninguna otra creencia o propósito más que servir a Elior en cada una de sus campañas. Vestidos con armaduras doradas y negras, sus pecheras grabadas con el símbolo imperial de Elinvictus, marchaban con la convicción de que su destino estaba entrelazado con el del Emperador. Cada batalla ganada, cada enemigo derrotado, no era solo una victoria del Imperio, sino una prueba más de la magnificencia de Elior.

Helios, aunque originalmente había sentido celos de Elior, había llegado a comprender que su verdadero lugar no era superar al héroe, sino protegerlo. La ambición de Elior de construir un imperio eterno le había mostrado a Helios un propósito mucho mayor que cualquier rivalidad juvenil. Él mismo, como comandante de la Legión Imperial, veía su vida ahora completamente dedicada a servir y garantizar que Elior pudiera cumplir su destino.

Bajo su liderazgo, la Legión Elinvictus se convirtió en una fuerza temida y respetada por todos, tanto dentro como fuera del Imperio. Los soldados no solo eran máquinas de guerra, sino símbolos de la devoción celestial hacia Elior. Cada batalla era considerada sagrada, y cada victoria una ofrenda a la gloria de su Emperador.

La primera campaña de la Legión Imperial llegó cuando Elior decidió aventurarse a través de un portal recién descubierto hacia un mundo desconocido. Los informes preliminares hablaban de un plano montañoso y desolado, potencialmente hostil, habitado por miles de criaturas aladas asemejadas a los dracos que eran capaces de exhalar desde fuego, hielo e incluso veneno-

Cuando llegaron al portal, Elior al frente con su Invictus junto con Helios y su Legión Elinvictus marcharon junto al Emperador hacia lo desconocido. La tierra al otro lado era árida y hostil, con montañas que parecían devorar el cielo tal y como la habian plasmado Sin embargo, los soldados de la Legión Imperial no mostraron miedo ni duda. Sabían que, bajo el mando de Elior, cualquier enemigo podría ser vencido, cualquier obstáculo superado..