Las dos chicas caminaron un tiempo por las calles charlando, hasta que llegaron frente a un edificio de tres pisos. Las personas entraban y salían del edificio con notable frecuencia, evidenciando una notable concurrencia. En la parte superior de la entrada del edificio, había un gran cartel con la palabra "KAN" en él, había llegado a su destino.

Bien, hermana Yin, estamos aquí, dijo Ren Lin, observando el edificio en su frente, con curiosidad, raras veces iba a este tipo de lugares.

Fei Yin observó el edificio también de manera curiosa; Después de todo, pocas veces salía de visita al pueblo y más se concentraba en el entrenamiento y el cultivo.

"Bien entremos", dijo Fei Yin, y sin más palabras las dos chicas entraron.

En el lugar había muchas personas, preguntando, pidiendo y viendo las píldoras que había en la tienda, los encargados de la tienda atendían a los clientes con una sonrisa y mucha educación, uno de ellos se acercó a Fen Yin y Ren Lin, se inclinaba. Ante ellas y dijo:

"Estimados clientes, bienvenidos, en que puedo ayudarles, ohh pero si es la joven señorita Fei Yin, por favor dígame en qué puedo servirle.

Fei Yin asintió con la cabeza y Ren Lin dijo:"Nos hemos enterado de qué nuevas píldoras, les han llegado a su tienda y entre ellas están las que son únicamente para el buen desarrollo del bebé dentro de la madre, nos preguntamos si aún las tienen".

Con una mirada un poco sorprendida, el encargado dijo: "sí, en efecto, nos han llegado esas pastillas hoy, pero lastimosamente son pocas, después de todo no hay mucha demanda de ellas".

No era extraño que el encargado fuera sorprendido por su pedido, estás pastillas raramente eran pedidas por alguien y solo servían para dar más variedad de cosas a la tienda.

"Mientras las tenga está bien", dijo Ren Lin, con una sonrisa. "¿Cuántos tienes en estos momentos?"

El encargado dijo: "nos han llegado solo ocho pastillas, divididas en dos frascos".

"¡Tan poco!, ¿cómo puede ser?, si recién acababan de llegar a la tienda, dijo Ren Lin, sorprendida, no pudiendo creer lo que oía.

Con una sonrisa algo forzada el encargado dijo: "señorita, debe entender que este tipo de pildoras son algo escasas e incluso raras en algunos lugares, que las tengamos en nuestra tienda, ya es un poco increíble, normalmente este tipo de pastillas se encuentran en las grandes ciudades y sitios de venta de renombre, e incluso en esos lugares solo tendrán un poco más que nosotros.

"Los alquimistas por lo general hacen píldoras, para el entrenamiento, el cultivo y el fortalecimiento físico del cultivador, no tanto para los niños no nacidos o en desarrollo en el vientre de su madre, pero eso no quiere decir que no las hagan, pero Lastimosamente son pocas las que hacen y más aún las que circulan en el mercado de píldoras."

"Además, debido a su escasez y rareza, se venden a altos precios, solo los grandes clanes y familias adineradas se podrían permitir comprarlas, y solo en el caso de que el bebé haya heredado una línea de sangre especial de sus padres o incluso de sus antepasados, para fortalecerlo y nutrirlo mientras esté en el vientre de su madre y tenga mejores oportunidades, y comience de mejor manera que los demás, después de nacer".

"Incluso escuché rumores de que hay píldoras para mejorar y fortalecer el linaje del bebé antes de nacer, y estos bebés, una vez que nacen, es casi seguro que se convertirán en prodigios absolutos".

El encargado termino de hablar y suspiro por dentro, se preguntó si su familia hubiera estado en una mejor situación, y si sus padres le hubieran dado una píldora cuando todavía estaba en el vientre de su madre, hubiera tenido una mejor oportunidad para entrar en el camino del cultivo, y no ser un encargado de tienda.

Incluso si uno tiene talento o alguna habilidad especial, sin los ingresos o recursos necesarios, no podías desarrollar tus capacidades y solo podías confirmarte con lo que está a tu alcance, pero eso no quiere decir que tu vida tiene que ser así, mientras tengas la voluntad y la determinación de seguir adelante, sin importar lo que allá al frente, puedes hacer tus sueños realidad, ¡Querer es poder!

"¿Eso quiere decir, que las pastillas que venden, son demasiado caras?", dijo Ren Lin, preocupado por si no les alcanza al dinero.

"Tranquila señorita, las pastillas que mencioné antes, son de alto nivel y solo las venden en las grandes ciudades y sitios de renombre. En nuestra tienda, bueno, je, je, je... sería casi un milagro tener solo una de ellas ", dijo el encargado, para casi terminar con una leve risa amargada.

Como no reírse amargamente, comparado con esas tiendas y establecimientos de venta de píldoras superiores, su tienda casi no era nada, y es posible que a los ojos de esas grandes tiendas, su tienda ni siquiera se digna de vender píldoras alquímicas.

Sacudiéndose la amargura, el encargado continuo: "las píldoras que vendemos son de menor calidad, y aunque no se pueden comparar, con las que venden en las grandes ciudades, todavía pueden ayudar a fortalecer y nutrir al bebé no nacido en el vientre de la madre, por supuesto al ser de menor calidad tienen un precio más accesible.

"Bien, si el precio es accesible, nos llevaremos las..." dijo Ren Lin, con una sonrisa, pero no pudo continuar lo que decía, porque fue interrumpida por una exclamación fuerte de tras de ella.

"Vaya, pero que ven mis ojos, acaso no es la hermana Fei Yin, hace mucho tiempo que no te veo", dijo una chica de forma un poco sarcástica, que parecía tener la misma edad que Fei Yin, tenía el pelo largo y negro, una piel blanca, ojos marrones y vestía un vestido azul marino.

La jovencita iba acompañada de dos sirvientes musculosos, que parecían un par de gorilas sin pelo, aunque tenían los trajes típicos de sirvientes, parecían más dos matones contratados para su protección.

Las dos chicas se voltearon y la vieron. Fei Yin mostró indiferencia, pero Ren Lin apretando los dientes y enojada dijo:

"Zhao Liang, que haces aquí, otra vez buscas a mi joven señorita para molestarla".

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"Hermana Fei Yin, deberías disciplinar mejor a tus sirvientes, después de todo los sirvientes, también son la cara de sus amos, y con ese comportamiento, las personas podrían mirarte hacía bajo y menospreciarte", dijo Zhao Liang, con una sonrisa un poco burlona, e ignorando a Ren Lin, como si no existiera.

Antes de que Ren Lin pudiera decir algo, Fei Yin dijo: "no te corresponde decirme, cómo debo disciplinar a mis sirvientes". Te pediría, por favor, que no te metas con nosotras y siguieras con tus propios asuntos.

"Hermana Fei Yin, por favor no seas tan fría, solo fue un consejo de buena voluntad, je je je", dijo Zhao Liang, termino sus palabras tapándose la boca con una mano y soltando una breve risa.

"Por favor, también te pediria, que no me vuelvas a llamar Hermana Fei Yin, no somos tan cercanos para hablarnos así", dijo Fei Yin, de manera cortante y algo fría.

Zhao Liang, no dijo nada, pero entrecerró los ojos levemente, ante las palabras de Fei Yin.

Después de unos segundos, con una sonrisa dijo: "vamos, hermana Fei Yin no diga eso, después de todo, todos somos del mismo pueblo, y somos como una familia, saludarse y ser amistosos, es lo más básico al encontrarnos, no le parece".

Fei Yin y Zhao Liang, pertenecían a familias muy importantes del pueblo y sus dos familias, aunque no eran enemigas, tampoco se llevaban muy bien. Después de todo, no todo era paz y armonía entre las grandes familias, clanes y sectas. Siempre habría algún tipo de fricción o descuerdo e incluso enemistad entre ellos.

En el caso de las familias Fei y Zhao, unos años atrás los padres de ambas chicas, querían comprar la misma arma en una tienda, lo que llevo a una disputa y una pelea, el ganador de la pelea compraría el arma, después de un Enfrentamiento acalorado, al final ganó el padre de Fei Yin.

El padre de Zhao Liang, no ganó el resultado, alegando que no estaba en su mejor condición para la pelea, pero cualquiera que no era ciego, se daría cuenta de que había luchado muy bien y no tenía ningún problema físico.

No pudiendo cambiar el resultado se fue molesto, después de eso las personas los tildaron de mal perdedor y de mente estrecha, por supuesto no lo dirían abiertamente, ya que era la cabeza de una gran familia, pero los rumores y habladurías se esparcieron por lo bajo, esto solo alimento el odio que ya tenía por el padre de Fei Yin a un más, por arrebatarle el arma que consideraba suya.

Después de eso, la relación entre las dos familias era muy áspera y un poco tensa. Si se presentara alguna oportunidad, los miembros de la familia Zhao, molestarian y causarían algún problema a los miembros de la familia Fei.

La familia Fei salía pocas veces al pueblo, pero cuando lo hacían, los miembros de la familia Zhao estaban atentos y buscaban una oportunidad para molestarlos.

Después de escuchar a Zhao Liang, Fei Yin ya no le prestó más atención y dirigió su mirada al encargado y dijo: nos llevaremos los dos frascos de píldoras, cuánto sería en total.

El encargado sonrío feliz y estaba a punto de hablar cuando fue interrumpido por Zhao Liang.

"Que coincidencia, yo también necesito estas pastillas, a cuánto las venden", dijo Zhao Liang, con una sonrisa astuta.

"¿Desde cuándo tú las necesitas?, ¿No recuerdo haber escuchado que te has casado o estás embarazada?", dijo Ren Lin, sin contenerse y de manera brusca.

Zhao Liang, ignoró de nuevo a Ren Lin, pero al ver la mirada que le daba Fei Yin, dijo: "Mi hermano mayor, ha conocido una hermosa chica y se han comprometido, dentro de poco será la boda, y pienso darles un buen regalo. ¿Qué mejor regalo sería, si no estás pastillas?, para apoyar el crecimiento y buen desarrollo del futuro fruto de su amor".

Aunque era verdad que su hermano se iba a casar, todavía no tenía idea de que regalo darle para su boda, pero viendo y escuchando, la conversación que tenía Ren Lin con el encargado, decidió comprar estas pastillas, podría darle un buen regalo a su Hermano, ya que este tipo de píldoras eran raras y seguro lo valoraría mucho, y al mismo tiempo molestar a Fei Yin.

"Dos pájaros de un solo tiro, un resultado perfecto", pensó Zhao Liang, mostrando una sonrisa provocativa.

"Zhao Liang, nosotras llegamos primero, espero que entiendas el término, primero en llegar, primero en servirse, ¿verdad?", dijo Ren Lin, sin dar un paso atrás, por lo que dijo anteriormente Zhao Liang.

Todavía ignorando a Ren Lin, y mirando a Fei Yin, Zhao Liang dijo: "Las píldoras u otros objetos, no son necesariamente para los que lleguen primero, sino a los que estén dispuestos a pagar más por ellos".

Zhao Liang dirigió su mirada al encargado y con una sonrisa dijo: "¿Cuánto están estas pastillas? Estoy dispuesta a pagar el doble por ellas."

El encargado, en lugar de sentirse más contento, debido a que le iban a pagar más, experimentó escalofríos por la sonrisa que le brindó Zhao Liang. Había escuchado muchos rumores acerca de la familia Zhao, y la mayoría no eran muy buenos, pero la mitad de estos rumores hablaban de la señorita Zhao Liang. Y si eran ciertos, y no le vendían las pastillas, es probable que no viera la luz del sol del día siguiente.

Pero al mismo tiempo, no podía negarse a vender a la señorita Fei Yin, no solo porque llegó primero, sino porque pertenecía a una gran familia del pueblo, y sobre todo el dueño de la tienda tenía ciertos lazos con su padre. Si se supiera que le dio preferencia a Zhao Liang, porque le tenía miedo, no se atrevió a imaginar lo que le haría, perder su trabajo sería la menor de sus precauciones en ese momento.

"Así es como deberia actuar una joven señorita de una gran familia, atropellando a los demás que llegaron primero, y haciendo gala de su dinero, que buena demostración estás asiendo a las personas alrededor, de cómo es realmente la familia Zhao en púbico", dijo Ren Lin, con una sonrisa en los labios.

En efecto, algunas personas en los alrededores, comenzaron a murmurar entre ellos, lo que estaba pasando entre ellas.

Zhao Liang, le dirigió por primera vez una mirada, una mirada que era bastante profunda, pero Ren Lin no se inmuto, y se quedó de brazos cruzados mirándola fijamente también.

Después de mirarse unos momentos más, Zhao Liang dijo: "No tiene sentido discutir más, el encargado tiene la última palabra, sobre a quien le venderá está pastillas".

Las dos chicas se voltearon al mismo tiempo, a ver al encargado de tienda.

Al ver los ojos casi en llamas de las dos señoritas, el encargado casi colapso en donde estaba y casi llorando por dentro, pensó:

"Por favor señoritas, tengan piedad de mi, solo soy un humilde encargado de tienda, los desacuerdos entre sus familias no tiene nada que ver conmigo".