Una semana después de la reunión de Matias con el Alto Consejo Elfico. El había regresado a Paxbelli para dar la orden de la construcción de una base en el Bosque de Alfheim.
En una mañana en el dormitorio de Matias.
El sol de la mañana entraba por la mañana, pero el aire estaba un poco frío.
Mientras Matias pensaba como prepararse para el invierno, Cecilia, que estaba durmiendo junto a el, se despertó y levanto la parte superior de su cuerpo.
-Buenos días.
Matias saludo a Cecilia y le sonrío suavemente con una cara un poco soñolienta.
-Buenos días, Mati.
Cecilia sonrío alegremente.
* * *
A medida que continua la construcción de la base Olenburg en el Bosque de Alfheim. La frontera norte del continente Mu, que separaba los territorios orcos de los territorios del sur se volvió pacifica con la llegada del invierno. Mientras que prácticamente había cesado la actividad de la Horda.
Además, en el Reino de Arcus, comerciantes y gente se reunieron para comprar los productos y materiales de Paxbelli. Cosas como bolígrafos, ropa y papel higiénico se volvieron muy populares entre las personas de las distintas clases. Por lo que se abrió una tienda en las bases militares en el extranjero para cumplir sus demandas. Y en poco tiempo comenzó a ampliarse la escalada de las operaciones comerciales.
Por lo que le daba mucho trabajo a Matias ya que muchos productos de exportación requerían de su aprobación para exportar.
En la oficina Oval, Matias estaba revisando las solicitudes de los tipos de productos de exportación.
-Hmm... veamos. Sal, aprobado. Armas, otra vez rechazado... ¿Ropa interior?
En un momento escucha que alguien toca la puerta.
En ese momento entra Conilde entro a la oficina con un plato con comida. Ella ya no vestia su tipico vestido medieval que solía llevar siempre. En su lugar llevaba mas mas moderna con un delantal.
-Hola Mati, te traigo el almuerzo ya que no viniste al comedor.
-Ah, es cierto. Con tanto trabajo se me olvido que ya paso la hora del almuerzo.
Conilde deja el plato sobre el escritorio. Es un plato de milanesa con puré de papa.
-¿Hmm? Esto no lo hizo mi madre, ¿verdad?
-Ah, no. Eso... La hice yo. Tu madre me dijo que una buena esposa siempre sabe que comida le gusta su marido, y como también me dijo que te gusta mucha la comida de tu mundo. Le pedí a tu madre, así como a tu hermana que me enseñen... se que quedo un poco chamuscado, ya que es la primera vez que cocino.
-Ah, ya veo.
Conilde era de la realiza y sus sirvientes simepre le preparaban la comida. Por lo que nunca antes había cocinado en su vida.
Matias prueba la milanesa que prueba.
-Mmm... esta muy rico. Me sorprende que sea tu primera vez.
-¿En serio? ¡Gracias!
Sibila casi grita de alegría, mientras expresa su felicidad.
-... ¿Hay algo mal?
Conilde le pregunta al ver como Matias la miraba.
-No. Yo solo pensaba en lo bonita que te ves cuando estas feliz.
-Gracias... ¿Hay alguna comida que no te guste?
-No. Hay muy pocas que no me gustan... hmm, ahora que lo recuerdo, si. Odio el hígado.
-Entonces nada de hígado.
-Si, nada de hígado.
Matias y Conilde ríen tras el comentario del hígado.
* * *
La ciudad de Esparta, capital de Paxbelli. Es conocidos por la mayoría de los habitantes del Nuevo Mundo como una ciudad común y corriente, pero para algunos pocos es conocida como la capital del Nuevo Imperio del Sol y residencia del Hijo del Sol. Para que alguien lo llame así tendría que ser una mega-ciudad como Nueva York o Sao Paulo. Solo seria así para alguien de la Tierra. Pero la realidad estaba muy lejos. Esparta fue construida como una ciudad planificada usando la ciudad de Washington D.C. como base, aunque sin la existencia de los monumentos históricos típicos de su versión de la Tierra. Su población no supera el medio millón de personas, por lo que se clasifica como una ciudad intermedia.
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Los muchos de sus visitantes, tanto como nobles diplomáticos, como sus primeros inmigrantes al país, se sorprendieron la majestuosidad de la ciudad. Cuando pasan por las calles, sus miradas vagabundeaban por todas partes, debido a que sus curiosidades fueron provocadas por el paisaje de estilo moderno.
Una limusina recorría una de las calles de la ciudad. Dentro estaba Matias y Fronilde, pero ella llevaba los ojos vendados.
-Mati, ¿a que se debe esto?
-Ah, es una sorpresa.
Tras detenerse, Matias guía cuidadosamente a Fronilde mientras bajan de la limusina. Después de subir las escaleras y pasar por una puerta. Matias finalmente le quita la venda de los ojos a Minerva.
-¡Tara! Quiero presentarte la primera Biblioteca Nacional de Paxbelli.
Fronilde se queda muda la ver las estanterías llenas de libros. Matias había mandado a construir una biblioteca basada en el edificio Thomas Jefferson de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Una de las bibliotecas mas grandes de la Tierra. Después de la construcción del edificio, uso su poder de invocación para llenar las estanterías.
-¿To-to-to-todos estos libros son mios?
-Ja,ja, no exactamente. Pero sos libre de leer todos los libros que quieras. Hay mas de 30 millones de libros para que vos los leas.
-¡Mati, te amo!
Fronilde grita mientras extiende sus brazos, luego se abalanza sobre Matias y lo besa apasionadamente. Haciendo que Matias pierda al equilibrio y caiga al piso. Pero aun en el piso, Fronilde seguía lo seguía besando mientras una mano abrazaba a Matias.
-F-Fronilde... creo... creo que seria mejor... que eches un recorrido por la biblioteca.
-¡Ah, es cierto! ¡Voy leer todo!
Como un interruptor, la mente de Fronilde pasa de lujuriosa a curiosa en un instante y suelta a Matias. Se levanta rápidamente y corre hacia las estanterías.
Mientras se levanta del piso pensando “Caramba, un poco mas y lo hubiéramos hecho aquí mismo”.
Fronilde seguía recorriendo los pasillos con una emoción como la de una niña en Navidad.
* * *
Algunas horas después. Matias regresa a la biblioteca tras tratar unos asuntos en la Casa Blanca. Una vez que llega a la sala de lectura, ve a Fronilde sentada en un escritorio con montañas de libros a cada lado. Matias se queda pensando si de verdad leyó todos esos libros.
-Vaya, veo que aun seguís leyendo.
-Shhh, por favor no grite en la biblioteca.
Fronilde le pide silencio a Matias mientras señala un letrero que dice silencio.
-Ah, perdón.
Matias se sienta frente a Fronilde y trata de leer la tapa del libro que esta lleyendo.
-Química Inorgánica avanzada de Frank Albert Cotton, ¿no es un poco avanzado?
-Esto es fascinante, tantos conocimientos sin la necesidad de la magia. Ni siquiera la Biblioteca de la Academia de Curlandia que es famosa por tener la colección de libros mas grande del continente Mu podría asemejarse a esta cantidad y calidad.
-Vaya, ¿estudiaste en una escuela de magia?
Matias se intrigo con la mención de Fronilde sobre la existencia de escuelas de magia. Le hizo recordar las películas de Harry Potter que miraba hacia tiempo.
-(suspiro)... lamentablemente no. Como provengo de una familia de campesinos no tuve acceso a ese tipo de educación. Solo los nobles y los aspirantes a clérigos, como los magos de luz, pueden darse el lujo de pagar ese tipo de educación. En mi caso me enseño el maestro Damateo, quien era un “mago maestro errante”, que decidió enseñarme al notar mi potencial mágico. A veces pienso en los demás de mi aldea que ni siquiera saben leer ni escribir y lo afortunada que soy de nacer con este poder.
Fronilde explica su historia con un ligero tono de tristeza. Matias entiende bien lo que dice Fronilde ya que el había estudiado el pasado de la Tierra y era muy consiente de las semejanzas que tienen la educación del Otro Mundo, que es muy semejante con la Europa medieval.
Durante la Edad Media la mayor parte la población permaneció analfabeta y prácticamente aislada de la cultura letrada, solo reciben educación los miembros del clero, los cuales tienen acceso tanto a lo religioso como a los demás conocimientos culturales. Los miembros de la nobleza reciben exclusivamente educación militar con el fin de participar en torneos y en actividades guerreras. Por lo general la población es analfabeta. En la Edad Media la gente se instruía escuchando.
-Ya veo, pero no te preocupes mas por eso. Porque pienso cambiarlo. En Paxbelli, la educación es libre y gratuita.
-Pero también hay que tener cuidado.
-Lo se. También existen conocimientos que en las manos equivocas pueden volverse muy peligrosas.
-¿Como la pólvora y el átomo?
-Exacto. Lo de la pólvora seria cuestión de tiempo ya que cuentan con la tecnología para lograrlo, pero faltaría mucho para que pudieran dividir el átomo. Pero es increíble que hallas aprendido fisión nuclear.
-Je, je. Todo gracias a los libros que me diste.
Fronilde le devuelve una pequeña risa de orgullo a Matias.
-Ahora volviste a ser seria. Recuerdo como te pusiste cuando te enseñe la biblioteca.
-Cierto, un poco mas y hubiéramos concebido un niño ahí mismo. Aunque eso hubiera sido interesante.
-Ja, ja, ja, creo.
Matias le da una risa irónica a Fronilde.
* * *
Mientras tanto en la Casa Blanca. María y Conilde estaban tomando tranquilamente en el comedor.
María inicia la charla.
-Muy bien, en un mes llegara la Navidad y hay que pensar en los regalos de cada uno, ¿alguna idea?
-¿Que es Navidad?
Pregunta Conilde mientras levanta la ceja con expresión de duda.
-Ah, bueno. La Navidad es una festividad que se celebra cada año para conmemorar el nacimiento de Jesús. En esta festividad se dan regalos. Aunque Matias mas bien lo celebra por tradición.
-¿Quien es Jesús?
-El hijo de Dios.
-Entiendo. La Navidad es el cumpleaños de Matias. Y Jesús es uno de sus apodos.
-No. Jesús es el hijo del dios de otra religión. La Tierra tiene cientos de religiones y una de las mas difundidas es el cristianismo. La Navidad es una de sus festividades.
-Yo creía que el Culto del Sol era la única religión que se practica. Por eso me convertí.
-No. Paxbelli es un país donde existe la tolerancia religiosa. Matias también es una persona tolerante, igual que yo. ¿Esta bien que hayas cambiado tu fe?
-Mientras pueda estar con Matias, no me importa.
María da un suspiro ante la inocencia de Conilde.
-Esta bien, volvamos al tema de los regalos. Estaba pesando en... ah Cecilia, llegaste justo a tiempo.
-Por casualidad, ¿no vieron a Matias?
En ese momento entra Cecilia en el comedor buscando a Matias.
-No. Creo que debe de estar todavía en la biblioteca con Fronilde.
-Ya veo.
-Que bien que viniste. Estábamos pensando en los regalos para Navidad.
-No soy muy buena con los regalos. Yo estoy feliz con cualquier cosa me regale Matias.
-Nah. No seas así. Solo porque hayas sido in...
María se detiene en la oración porque recordó de aun no podía decirle a nadie de que Cecilia es un soldado invocado ni de las habilidades de invocación de Matias.
-...inevitablemente enamorarte de manera perdida ante el encanto de Matias. ¿Verdad? Je, je.
-Si, así es. Je,je. Tengo cosas que hacer en la oficina. Si me disculpan.
Cecilia se retira del comedor. Tras caminar unos metros por el pasillo, ella se detiene y suspira.
-(suspiro)... por poco. Pero igual, tarde o temprano habrá que decirles la verdad. Pero si lo rechazan por eso, no tendré piedad con ellas.
Cecilia habla sola y cierra su puño con una expresión de decidida, y al momento siguiente se calma.
-Pero si quisiera recibir algo especial, solo para mi. Algo especial de Mati...
Cecilia acaricia con sus mano su vientre.