Escoltados por dos Apache AH-64D. Matias, Cecilia, Fronilde, Clancia y Conilde viajan en un helicóptero VH-60N rumbo a Paxbelli.
-Están un poco asustadas, ¿verdad?
-Un poco.
-Es divertido.
-Me estoy mareando.
Conilde y Fronilde parecen estar bien, pero Clancia no tanto. Eso es obvio ya que es su primera vez en un helicóptero.
Pequeñas islas aparecieron a aparecer en el horizonte con la isla principal detrás de ellas.
-Matias, ¿que es eso?
Conilde señala los innumerables granos pequeños que flotaban cerca de la isla principal.
-Lo entiendo cuando nos acerquemos.
Matias lo dijo deliberadamente reteniendo información.
Cuando el helicóptero se acerco a los granos, Conilde finalmente lo entendió.
-¡Eso es imposible! ¡¿Todos estos son barcos?!
-Esa es la respuesta correcta. Esta es la 1° Flota de Paxbelli.
En la actualidad, alrededor de 1.000 barcos se componía la Armada de Paxbelli.
-Espera un momento... si son tan grandes a esta distancia... ¿Que tan grandes son?
-¿Que tan grande? Cuando bajemos, ¿quieres ver uno directamente?
-¡Ese barco se hundió! -Fronilde señala con asombro al ver como un submarino hacia inmersión.
-Ese es un submarino.
-¿Submarino?
-Es un barco que puede ocultarse bajo el agua.
-¿Bajo el agua?
-Si, así es. Un submarino es en realidad un recipiente largo y puede permanecer bajo el agua durante casi 2 meses.
-¡¿Dos meses?! ¿Como respiran? -Fronilde estaba pregunta con asombro tras lo que escucho de Matias.
-Pueden almacenar y reciclar el aire dentro del submarino, pero es muy complicado explicar como lo hacen. Además, aterrizaremos pronto.
-¿Oh?
Mientras Fronilde hablaba con Matias, el helicóptero aterrizo en uno de los barcos.
Tan pronto como aterrizo, Matias abrió la puerta y salio.
-Bienvenido a mi barco, Presidente Martínez, Vicepresidenta Sinclair y princesa Conilde. Soy el capitán George Murray. Este es el portaaviones Enterprise.
Después de ser recibido por el capitán Murray, Matias lo siguió mientras Fronilde, Clancia y Conilde se quedaban boquiabiertas ante el tamaño del Enterprise.
Viniendo separado en dos Chinooks estaban Tadro y algunos caballeros como guardia personal de Conilde, y algunos nobles de la reunión. Este viaje estaba destinado para mostrar la fuerza de Paxbelli. Esos nobles que alguna vez hablaron en grande, al instante dejaron caer sus mandíbulas mientras estaban aturdidos.
-Que gran barco... -Conilde camina por la cubierta de vuelo del Enterprise mientras murmuraba.
El capitán Murray que escucho eso, comienza a explicar las especificaciones del Enterprise con orgullo.
-La longitud total de la nave es de alrededor de trecientos metros. Su ancho total es de setenta y ocho metros. Su desplazamiento de carga es de noventa y dos mil toneladas. Velocidad máxima treinta y tres nudos. Puede albergar a seis mil personas, incluidos los pilotos. Debido a que es un barco grande, también puede contener noventa aviones.
El capitán Ginder se ríe al mirar el estado de Conilde y las demás que muestran caras de sorpresa. El comienza a mostrarle al grupo las otras partes de la nave.
Matias también había planeado mostrar otras naves inmediatamente después del Enterprise.
-... es maravilloso. -Conilde gotea una voz inconscientemente.
Desde el puente del Enterprise se podía ver el puerto de Pearl Harbor.
Luego del recorrido por el puerto, todos suben a una limusina y van de camino a la capital de Paxbelli, Esparta. A medida que avanzaban por el camino pavimentado, iban apareciendo edificios modernos.
Las preguntas de Fronilde, Clancia y Conilde llegaron una tras otra. Antes de que ellas lo supieran, habían llegado a la residencia de Matias. Que en realidad era una replica de la Casa Blanca.
-Esta es una bonita casa, me gusta.
Dentro del grupo, la única acostumbrada a este tipo de ambiente, Tanit, dijo con calma.
-Eso es cierto. Con una casa tan grande como esta, que todas ustedes vivan aquí sigue siendo mucho.
-¡¿Eh?! -Fronilde y Clancia miran a Matias con asombro.
-Emmm... ¿Mati? ¿Podrías estar diciendo que con todas quieres decir que Clancia y yo vamos a vivir aquí también?
-¿Que quieres decir con “¿Podrías estar diciendo?”? ¿No es obvio?
-Pero esta es tu casa, ¿no es para que vivas con Cecilia y Conilde? -Pregunta Sibila en voz baja, mientras miraba hacia abajo.
-Lo dije porque quiero que vivan aquí conmigo. Ya que son mis compañeras.
Desde el punto de vista de Matias era imposible que se separasen de el. Fronilde quiere acompañarlo por su deseo de saber mas cosas de la Tierra y Clancia dejo muy claro que iba a acompañarlo hasta la muerte.
Los rostros de Minerva y Sibila se sonrojan.
-¡Ah! ¡Voy a ver la biblioteca!
-¡Y-yo voy a ver la cocina!
Fronilde y Clancia corren hacia el interior de la casa.
-Ya veo. Te gustan las cuatro por igual, como una familia, ¿verdad? Es un comienzo, supongo.
Matias miro a Cecilia que estaba allí con una gran sonrisa.
-Siendo tu esposa, deseo caminar contigo a través de la vida. Sin embargo, no tengo la intención de monopolizarte, así que esto esta bien. Voy a hablar con ellas. Vamos Conilde.
Cecilia se llevo a Conilde a la casa.
* * *
Mientras Matias trataba de completar los “asuntos jurídicos sin completar” en oficina. En otra habitación, Cecilia reunió a Chloe, Clancia, Conilde, Fronilde y Tiana para tener una charla importante mientras estaban sentadas en las finas y bien decoradas sillas de madera.
-Les preguntare esto directamente. Están enamoradas a Matias, ¿verdad?
Clancia y Fronilde expresan una cara de asombro ante la pregunta de Cecilia.
-¡No es exactamente que lo quiera! Matias es un poco confiado e ingenuo, ¿no? Aunque es amable y tiene otros puntos buenos, pero... ¡No! -Fronilde intenta negarlo con nerviosismo, aunque para Cecilia le resultaba obviamente lo contrario.
-Pero siempre lees los libros que te regala, ¿no? Y siempre le pedís que te enseñe a leer español a pesar de que también saben sus soldados.
Fronilde se cubre su rostro de vergüenza al escuchar eso.
-Y Clancia, siempre lo seguís a todas partes, y vi la cara de felicidad que pusiste cuando Matias te regalo ese arco de poleas.
-Eso fue... este, ¡mi deber es protegerlo como pago de una deuda y ese regalo fue para ayudarme en la lucha contra los orcos!
-Tampoco pienso que Matias sea malo. De hecho, me alegra. Matias tiende a dos compañeras apoyándolo y confía en ellas con todo corazón.
-Tu sos la rara, ¿no seria algo preocupante?
-¿Lo es? Puedo decir con certeza que Matias lograra algo muy grande en el futuro. Creo que no es justo que lo acapare. Hay muchas cosas en la que no puedo apoyarlo sola. No quiero atarlo por una razón tan trivial como quererlo para mi sola. Y dicho esto, ¿les gustarían ser las esposas de Matias?
-P-por “esposa” te referís a-a-a ma-matrimonio, ¿no? ¡Me hace feliz, pero...!
-¿C-c-casarme con Matias? N-no se si estoy lista... bueno, ¡¿que debería hacer?!
Clancia y Fronilde se ponen nerviosas y sin saber bien que responder.
-Parecen que necesitan tiempo para pensarlo.
* * *
Matias estaba en el Despacho Oval leyendo algunos documentos en su escritorio. Entre ellos el planeamiento del lanzamiento de mas satélites de observación y de comunicaciones.
De repente escucho que alguien tocaba la puerta.
-¡Pasen!
Cuando abrieron la puerta, vio a Cecilia, Fronilde y Clancia, pero por alguna razón, ellas no lo miraban directamente.
-Ah, um, Mati... ¿Esta realmente bien que nosotras vivamos aquí?
-¿...? Por supuesto.
-... no dirás algo como fuera de aquí, ¿cierto?
Matias estaba confundido. Para el, después de todo por lo que pasaron juntos, no veía ninguna razón para no vivan en su casa.
-Pues bien, todas estaremos viviendo aquí. No hay necesidad de apresurarse así que, confirmemos los sentimientos de la discusión anterior.
-Si.
-Ok.
Las dos asienten afirmativamente a las palabras de Cecilia.
-¿La discusión anterior? ¿De que fue?
This book was originally published on Royal Road. Check it out there for the real experience.
-¡¡Es un secreto!!
Todas responden al mismo tiempo. Por lo que Matias decidió no seguir preguntando.
* * *
-Clancia, ¿Como fue el tour por Esparta?
-Estoy asombrada. Todo fue tan sorprendente.
Matias estaba escuchando las impresiones de Sibila.
-Mas que nada, parece que lo has disfrutado.
-Fue entretenido. Aunque esos nobles del Reino de Zarenca estaban demasiado sorprendidos para siquiera habar.
-¿Fue tan sorprendente?
-Si.
Después de la discusión de si quedarse en Paxbelli, Matias y Clancia se sentaron en el sofá del Despacho Oval. En esa habitación, ellos compartieron un te después de la comida.
Clancia puso su tasa de te sobre la mesa mientras corrige su apariencia.
-¿Puedo hablar honestamente?
-Ah, si.
-... se que esto es malo, pero, ¿podemos estar a solas antes de hablar?
-¿Emm? Ya veo.
Después de eso, Matias hizo contacto visual con Alda, ella inclino la cabeza y salio de la habitación.
-Voy a decirlo directamente, ¿que harás Mati... que hará Paxbelli ahora?
-Bueno, primero visitare el Reino de Zarenca.
-¿También podrías ayudar a mi gente en el Bosque de Alfheim?
-Aun tengo que arreglar los asuntos con el Reino de Zarenca. Así que no puedo decirte ahora mismo si podre ayudar al Bosque de Alfheim. Sin embargo, su ayudo, sera un apoyo puramente defensivo y logístico.
-... bueno, mi mente esta en paz sabiendo que al menos lo consideraras.
Al menos sabiendo que considerara ayudar a calmar la mente de Clancia. Ella apoyo la mano en su pecho en alivio como si viniera con cierta determinación.
-Entonces, tengo que asegurarme de que ayudes definitivamente al Bosque de Alfheim.
-¿Oh?
Cuando Clancia lo dijo, se levanto de su asiento. Se sentó en el sofá al lado de Matias y se apoyo en el. Matias estaba confundido por su comportamiento.
-¿No dijiste que “no puedo decirte ahora mismo si ayudar o no”?
-Bueno... dije eso.
-Porque seria un problema si no se presta ayuda en un momento crucial, ya tenemos muchos problemas además de los orcos, te daré un deposito.
-¿Ah?
Clancia se paro frente a Matias y se quita la ropa frente a el.
Su piel era clara y brillante, su cuerpo estaba notablemente tenso cuando se lo expuso a Matias.
La cara de Sibila estaba completamente teñida de rojo de alegría y vergüenza cuando noto la mirada de Matias. La apariencia de su cuerpo era una que fácilmente encendería la lujuria de cualquier hombre.
Por varios momentos ambos se quedan callados sin hacer nada.
-Por favor, deci algo.
-... oh... te ves hermosa.
Matias accidentalmente derramo algunas palabras mientras miraba a la desnuda Clancia.
Clancia que escucho las verdaderas impresiones de Matias, estaba teñida de un rojo aun mas oscuro.
-... ¡No! ¡¿Que estas haciendo?! ¡Vestite ya!
Cuando Matias finalmente se dio cuenta de la situación, trato de moverse, pero Clancia lo empujo hacia el sofá.
-¡Mierda! ¡Cállate! Por favor, ¿no te das cuenta de que te estoy entregando mi virginidad?
-¡Entonces hace eso con el hombre que amas!
-¿Acaso crees que te estoy entregando mi cuerpo por el Bosque de Alfheim?
-¿Oh? ¿Es por otra cosa?
Matias estaba confundido. Desde el principio había pensado que ella intentaba entregar su cuerpo para convencerlo de prestar su ayuda al Gran Bosque de Alfheim. Al ver esa expresión, Clancia da un suspiro de frustración.
-... es porque sos un despistado. Fue imposible decirte mis sentimientos. Así que lo diré claramente ahora. ¡¡Te amo!!
Clancia agarro la nuca de Matias y acerco su rostro hasta que sus narices se tocaron. Ella no sabia cuando ocurriría otra oportunidad como esta, también este era su primer amor. Finalmente había sido capaz de decirle sus sentimientos.
-...¿Oh? Uh, ¿es bueno?... bueno... ¿esto es?
La cara de Matias que finalmente entendió el significado de esas palabras se volvió visiblemente roja. Tratado de decir algo, pero tartamudeo.
Clancia y Matias que escucharon a alguien tocando la puerta se congelaron.
-Mati, tu familia quiere verte.
Cuando Matias escucho la débil voz de Cecilia al otro lado de la puerta, recordó que tenia algo importante que decirle a su familia.
-Fuimos interrumpidos. Continuaremos esto en otro momento. Estaré esperando tu respuesta.
-Ah, bueno.
-Mierda... por poco.
Esas palabras que Sibila murmuro no llegaron a los oídos de Matias. Mientras ellas se vestía con su rostro aun colorado.
-Debemos irnos.
-Bueno, nos vemos mas tarde.
Después de decir adiós, Sibila giro hacia la puerta tratando de irse, pero miro a Matias una vez mas.
-¿Que pasa? ¿Olvidaste algo?
-Porque es posible que no veas mi confesión si solo son palabras. Debería mostrarlo con una acción mas directa.
-¿Oh?.... ¡Nhh!
Sibila sostiene la cabeza de Matias mientras le daba un profundo beso. Puso su lengua en la boca de Matias y la movió agresivamente. Segundos después sus labios se separan.
-Gracias por la comida. Entonces, nos vemos después.
Sibila lamió sus labios con su lengua, saboreando la saliva de Matias mientras salia de la habitación.
Para Matias, el beso parecía onírico. Era casi como si su alma hubiera sido arrancada.
-Mati, ¿terminaste? Por alguna razón tu cara esta roja.
Cecilia miro a Matias cuyo rostro parecía borroso y sonrojado.
-¡No pasa nada! Debería irme ahora.
Matias, que finalmente había recuperado el sentido, se apresuro a responder.
-¡Eh! ¡Espera un momento! ¡¡Mati!
Las sospechas de Cecilia se profundizaron, mientras perseguía a Matias que corría fuera de la oficina.
* * *
-Mierda, ¿que hiciste?
-Yo tampoco se como paso, papá.
Después de la inesperada confesión de amor de Clancia, Matias se reunió con todos en el despacho Oval, y su padre hablo con voz de asombro.
-¿En serio te vas a casar? ¿Y encima con una niña? ¡Sos un pedófilo!
-¡Te juro que no la toque!
-¡Si! ¡Pronto tendré un nieto!
Stefany cambio se asombro un poco, al contrario que su madre que dio un grito de alegría.
-Soy Conilde Corife de Zarenca. Espero llevarme bien con todos ustedes. -Dice Conilde mientras inclina cortésmente como forma de saludo.
-¿Así que? ¿Que hace la princesa aquí?
-Es parte del trato de espera que estableció mi prometido y mi padre que pase dos años con el hasta demostrar que soy digna de casarme con Matias. También parecía adecuado para el entrenamiento nupcial. Se que no conozco las costumbres de su país, pero daré mi mejor esfuerzo para encajar con mi nueva familia.
Ante la noticia de Conilde. Clancia con cara de determinación, se pone de pie.
-¡Yo también quiero casarme con Matias!
Todos centraron sus miradas a Clancia por lo que dijo.
-¿A que te referís con querer casarte con Matias?
-Después de mostrarle mi cuerpo denudo y de darle mi primer beso, he decidido entregarle mi cuerpo y mi corazón. Por lo tanto, tambien quiero convertirme en su esposa.
-¡¡Espera!! ¡Esa explicación esta muy incompleta!
De golpe todos miraron a Matias.
-¿Desnuda? ¿Que estabas haciendo cuando estabas a solas con ella hace un rato? -Pregunta Cecilia con los ojos entrecerrados.
Mientras Cecilia preguntaba, Fronilde se para frente a Matias con sus manos en sus caderas y con una cara sombría, como si estuviera a punto de regañarlo.
-Matias.
-¿S-si?
-Yo... también te quiero.
Momentos después, Fronilde agarra el rostro de Matias y lo besa.
-¡¡Aaah!!
Los gritos de impresión de todos resuenan en toda la casa.
Momentos después entrar corriendo agentes del Servicio Secreto pasa saber porque habían tantos gritos.
* * *
Después del escandalo causado por la confesión de amor de Fronilde. Matias ordeno a los agentes que regresaran a sus puestos.
Después de que se calmaran las cosas, Matias se fue a su dormitorio y se derrumbo en su cama. Mientras pensaba lo que Fronilde le dijo. Momentos después alguien toco la puerta.
-Mati, soy yo Ceci.
-Adelante.
Cecilia abre la puerta y entra en el dormitorio junto con Conilde, Chloé y Tiana. Matias trae unas sillas, luego se sienta en una de ellas frente a Cecilia y a Conilde. Chloé y Tiana se sientan detrás de ellas sin decir nada, pero se notaban el disgusto que expresaban sus caras.
Después de unos momentos de tensión, Cecilia rompió el silencio.
-Mati.
-¿Si?
-Estoy enojada, ¿sabes?
-Yo también... aunque aun no me besaste a pesar de ser tu prometida, ¡Y ahora te dejaste besar por esas dos antes que yo!
-¿Fue por eso?
-Naturalmente.
-¿No están enojadas por las confesiones de Clancia y Fronilde?
-Estaba mas claro que el agua que ellas te quieren.
-Perdón por no estar tan claro para mi.
-Mati, como ya dije antes, no me importa que tengas diez o veinte esposas a menos que sean infelices. Pienso que eso solo prueba tu hombría.
-Pero...
-¡Sin excusas!
-Si, Ceci.
-Mati. Vine a Paxbelli para vivir como marido y mujer porque te amo.
-¿Entonces... me van a perdonar?
-¿Que piensas de Fronilde y Clancia? -Cecilia le responde a Matias con otra pregunta.
-Pues, pienso que son buenas personas y son lindas. Honestamente, en parte me hicieron feliz que dijeran eso. Sin embargo, aun no me he decido con Conilde todavía, así que cuando pienso en ellas...
-¿Las quieres o no? -Cecilia pregunta con los brazos cruzados.
-Entre quererlas y no quererlas... yo las quiero.
-Entonces pasen.
-¿Eh?
Quienes entran en el dormitorio son Fronilde y Clancia, que estaban estuchando detrás de la puerta.
-Sos malo, ¿sabes? Al no dar ninguna respuesta y aislarte en tu cuarto. Ellas pensaron que las disgustabas y empezaron a llorar. Un poco mas y tu madre habría llagado hasta aquí y eso hubiera sido mucho peor.
-Gracias y lo siento mucho.
Matias se disculpa con Cecilia y le agradece que no haya traído a su madre. Aunque María era una buena madre, sabia muy bien que cuando se enoja ella puede demostrar lo duro que puede ser el amor de una madre.
-Yo también lo siento. Y perdón por no haber considerado tus sentimientos.
-Yo también. Y lo que dije sobre ayudar al Bosque Afheim...
-¿Ayudar la Bosque de Alfheim? -Cecilia le pregunta a Matias mientras lo mira con ojos entrecerrados.
-Es una larga historia. Después te cuento.
Matias se acerco a Fronilde y a Clancia que estaban soltando largas lágrimas.
-Aunque no se si me escucharon tras la puerta, ustedes no me disgustan. Son lindas y me caen bien. Pienso que son importantes para mi.
Ambas sonrieron mientras se limpiaban las lágrimas.
-Muy bien, al haber entendido los sentimientos de cada uno, ¿que te parece? ¿Tomaras a todas como tus esposas?
-¡¿Eh?!
Cecilia propone lo impensable sin vacilación.
-Es común que reyes, nobles y mercaderes tengan varias esposas. Ustedes no tienen ningún problema, ¿verdad?
-Me gustaría ser tu esposa.
-Yo también.
-Entonces, ¿que piensas?
-En primer lugar, he entendido sus sentimientos. Sin embargo, todo esto es muy repentino y espero que me den un tiempo para pensarlo. Prometo darles mi respuesta pronto.
-Entendemos. Te presionamos de repente.
-Gracias.
Todas se retiran dejando solo a Matias en su cuarto.
Matias piensa “¿Y ahora que?”. La pregunta era muy obvia. Ya que acepto a Conilde, no tenia otra opción que aceptarlas. Pero se pregunta si esta bien para ellas querer casarse con alguien como el. Una cosa son Cecilia, Chloé y Tiana, ellas aceptarían todo lo que Matias le pidiera. Pero Clancia, Conilde y Fronilde son otra cosa. Le preocupaba si podía hacerlas felices. Tampoco entiende bien la logica de este mundo. ¿Como pueden las mujeres querer compartir hombre?
-Hmm... necesito consultar con alguien... -Matias murmuraba a si mismo.
No podía consultar a sus padres, ni mucho menos a su madre que solo le dirá si con el fin de tener un nieto. Es muy reacio preguntarle a su hermana ya que todavía esta enojado con ella por llamarlo pedófilo. Por lo que le queda una única persona.
-Por favor... contesta...
-¿Hola?
-Hola Dios. Necesito un favor.
-¿No puedes usar una plegaria?
-Prefiero las convesaciones directas.
Al momento siguiente Matias es teletranportado a la misma habitacion blanca que habia estado cuando se encontro por primera vez con Dios.
Matias mira de un lado a otro para ver si era la misma habitación.
-No pareces muy sorprendido.
Dice Dios sentado en un sillón blanco.
-Morí, resucite, cree un ejercito de la nada y apunto de comprometerme con seis mujeres. A estas alturas ya nada me sorprende.
-Entonces toma asiento y toma un té conmigo.
Matias le explico a Dios sobre su compromiso con Cecilia, Chloé, Clancia, Conilde, Fronilde y Tiana.
-Hmmm, se ha vuelto muy interesante, ¿no crees?... sin embargo, no entiendo cual es el problema. ¿No esta bien si es amor mutuo?
-Pero seis al mismo tiempo...
-Primero que nada, de lado el sentido común de tu mundo anterior. Queriendo a una sola persona de las seis y compadeciéndote a las cinco, seria una historia cruel. Pero estar con las seis y seriamente hacerlas felices, eso seria realmente amor.
-Me pregunto porque todas quieren amar a alguien como yo...
-Eso no te lo diré. Si hay gente que se enamora inmediatamente a primera vista, entonces hay quienes no reconocen los sentimientos de quienes lo rodean. Diferentes trazos para diferentes personas, infinitamente diferentes, varias vidas... Tal vez, es solo que no tienes confianza en ti mismo. Esa sensación en ti que quiere vivir de acuerdo con los sentimientos de las jóvenes, eso es ansiedad. Estaría bien seguir sus propios sentimientos mas honestos. Sos libre de dar tu propia respuesta, pero también es importante considerar los sentimientos de tu pareja, ¿no seria injusto con las mujeres que te confesaron?
-Eso es... supongo que soy egoísta.
-Eso es natural. No es amor si se trata de la felicidad de una de las partes. No tiene sentido si no te vuelves feliz también... ¿Al final encontrarse la respuesta?
-Creo que puedo ver el punto.
-Me alegra escuchar eso, adiós y buena suerte.
Momentos después una luz comienza a emanar de Dios, esta se vuelve mas y mas brillante hasta que Matias cierra los ojos.
Después de reunir a todos en el la sala de recepción, les da su respuesta.
-He decidido casarme con todas.
Minerva y Sibila gritan un “si” de alegría tras escuchar la noticia.
-Pero, no me casare ahora mismo. Primero debo arreglar los asuntos con el Reino de Zarenca y del Bosque de Alfheim, con los asuntos diplomáticos con los otros países, los orcos, etc. También esta con reunirme con los padres de cada una para que concurran a la boda. Por lo tanto, la ceremonia no se efectuara hasta dentro de dos años.
-Me alegra que al fin me hayas aceptado.
-Por cierto, Conilde. Aunque he decidido aceptarte. No te tocare hasta que cumplas 18.
-¡Ah, no se vale! ¡Quiero estar al mismo nivel que las demás!
Conilde hace un pequeño berrinche, igual que una niña.
-Puede que este sea otro mundo, pero algunas costumbres de mi antiguo mundo se mantendrán, ¿entendido?
-... All Right.
Matías se rasca de nuevo la cabeza mientras piensa "¿Qué tiene la gente de este mundo en la cabeza?"
Aunque en este mundo tener la mayoría de edad es a los 15 años. Para Matias que aun conserva el sentido común de su antiguo mundo. Que un hombre mayor de edad vaya a intimar a una menor de edad era considerado un tema delicado.