Sector Nebular XTC78. Ubicado a 150 millones años luz de la Tierra.
Nave interestelar Nova10. La tripulación está conformada por 25 personas, principalmente médicos, científicos e investigadores. Hay muy pocos militares cuya única función es la protección de los civiles. Llevan varios meses viajando buscando un planeta ubicado en el Sector.
Radar: - pin pin piiiin piiin
Navegador: "Capitán, hemos detectado un pico muy alto de masa y energía en esta dirección”. apuntando al lugar más oscuro del mapa, aparentemente es una nube cósmica.
Capitán Rok: ‘¿Será?’ ‘¿Podría ser?’ “¡Perfecto! ¡Es ahí! Llévanos de inmediato a esas coordenadas”. emocionado. “¡Atención! Les habla su capitán, prepárense para inminente turbulencia”.
Nova10 avanza con cautela pero a toda velocidad hacia la dirección señalada por el capitán.
Los sensores se ponen en alerta porque detectaron una anomalía. Inesperadamente, los instrumentos dejaron de funcionar.
Piloto Steve: “¡Navegación manual activada!”
Una gota de sudor frío recorrió la espalda de Steve. Mientras se adentra en la nube cósmica sus únicos aliados eran su experiencia y sus sentidos. Al avanzar, se ven escombros y restos de naves que no lograron continuar.
Piloto Steve: “¡Prepárense para impacto inminente!”
Rocas, escombros y desperdicios golpean repetidas veces el escudo de fuerza de Nova10. A pesar de su dificultad, esta ruta era la mejor opción para la supervivencia, al menos así lo piensa Steve.
Steve: "Capitán Rok… Creo que ya pasamos la peor parte". Con una sonrisa de alivio mientras se secaba el sudor de su rostro.
De pronto, aparece entre las nubes una sombra gigantesca. Steve se queda en shock, no sabe cómo reaccionar y mantiene su curso, esperando que lo que sea que observó no los tome en cuenta.
Steve: "Ca… Ca… Capitán. Ha... Hay, hay una criatura dentro de las nubes cósmicas... ¡Es más mucho más grande que Nova10! ".
Capitán Rok: "¡Mierda! ¡Atención personal militar! ¡Atención personal militar! Todos a sus puestos de batalla, posible encuentro con criatura hostil".
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En todos los rincones de la nave se oían los pasos de los soldados corriendo hacia los cañones de energía. Se encontraban alertas, esperando las órdenes de su capitán. El silencio recorría los pasillos de Nova10, todos permanecían callados. De repente, el copiloto se percata de lo que parece ser un planeta gigante.
Co-piloto: “¡Wow! ¿Ya pasamos las nubes? ¿En qué momento? Capitán… Planeta a la vista…
Las nubes cósmicas y la criatura misteriosa quedaron atrás. Los tripulantes se dan cuenta que ante sus ojos está el planeta más grande que han observado. Progresivamente los instrumentos empezaron a regresar a la normalidad y la tensión en la cabina se fue disipando.
Navegadora Lu: “Capitán, los sensores están funcionando a máxima capacidad, recibimos detalles de la composición del planeta… La información que recibimos es impresionante.”
Capitán Rok - “¡No dejo de sorprenderme! Hay que agradecerle a nuestros patrocinadores y a la extensa base de datos de los Lihbrs”.
Científica Josefina: “Confirmado, capitán. Es el planeta más grande conocido hasta la fecha. Se ha detectado presencia de abundante flora y fauna. Sin embargo, no se perciben estructuras artificiales, al parecer no hay vida inteligente”.
Capitán Rok: “Señor Steve, llévanos a la atmósfera, necesitamos acercarnos. Por muy avanzados que sean nuestros sensores, nada como mirarlo todo de cerca y poner las botas en el terreno.”
Después de horas analizando y discutiendo los resultados, la tripulación decide desembarcar y explorar el planeta directamente. El capitán encuentra un lugar que parece seguro y ordena el aterrizaje, estaba ansioso por pisar el suelo de este mundo exótico y virgen.
Capitán Rok: "Sargento. Millers, verifique que el paquete esté seguro, es lo más importante de esta misión"
El sargento Millers, acompañado por dos soldados, se dirige al compartimiento donde se encuentra un contenedor metálico con varios mecanismos de protección y una pequeña ventana, revisa los instrumentos y confirma que todo está en orden. Los sensores atmosféricos indicaron que la saturación de oxígeno es óptima y segura para respirar. Los primeros en desembarcar son los militares para garantizar la seguridad de la zona.
Sargento Millers: "¡OK! ¡Atentos! Estamos a punto de ser los primeros en pisar esta tierra. ¡Todos alerta ante cualquier situación! Recuerden que el cumplimiento de la misión es lo más importante”.
Cinco soldados y el sargento Millers bajan en perfecta formación. Los militares crean un perímetro lo suficientemente grande para que los civiles puedan trabajar sin problema. Un sistema de defensa conformado por cañones, rejas y trampas protege al equipo de científicos.
Para ser una misión de investigación, los militares están muy bien preparados. Para algunos científicos la protección era excesiva.
Cuando todo parecía estar tranquilo, uno de los científicos se dio cuenta que sus propias armas empezaron a apuntarles.
Científico: ‘¿Y estos animales no saben ni montar unos cañones?’ mientras se acercaba al capitán. “Capitán, parece que algunas armas nos están apuntando, creo que se confundieron…” Con una sonrisa nerviosa y con una gota de sudor en el rostro.
Capitán. Rok: “No te preocupes, yo y el Sgt, Miller configuramos los cañones. Además, están diseñados para no atacarnos. Son inteligentes, no pueden disparar contra ninguna forma de vida que esté en su base de datos. Verifican el ADN con tecnología láser y después hacen un reconocimiento facial para corroborar la información”.
El personal baja el resto de los contenedores y activa sus paneles. En pocos minutos, todo se convirtió en un hábitat de unos 500 metros cuadrados con todas las comodidades para la tripulación. Las estructuras eran de tamaño mediano, ideales si por algún imprevisto o por la misma investigación tuvieran que quedarse por mucho más tiempo.
Cañón 1: “tuh tuh tuh tuh tuh”. Balas empiezan a salir a toda velocidad
Cañón 2: “¡Booom!” Una fuerte explosión se escucha muy cerca…