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El Aventurero Maldito
El Inicio de una Historia

El Inicio de una Historia

—Si algún día una persona noble aparece frente a mí, entonces ayudare a esa persona lo mejor que pueda, puesto que esta maldición que llevo no me permite pasar por alto a siquiera un simple tonto que me encuentre.

—¿En serio crees eso? —le pregunté—. Si tu maldición no te permite vivir pacíficamente, entonces yo la tomaré —mis palabras claramente mostraban mi seriedad, mi expresión demostraba que yo estaba serio acerca de esto. No podía pasar por alto una oportunidad para salvar a alguien que estuviera en necesidad frente a mis ojos. Yo quiero ser de ayuda para la gente incluso si eso significa que debo de salirme de mi camino. Usualmente era así por lo menos, en otros casos era diferente.

—Tú, ¿en serio sabes de lo que hablas? —la persona con la que estaba hablando no me tomaba en serio aun así—. No, ¿te das cuenta de que no importa que hagas, nunca podrás pasar por alto de alguien en ayuda urgente? —mi mano tocó su hombro y me agaché a la altura de su cabeza, mirando a sus ojos fijamente. El cuarto en el que estábamos no tenía nada más que ventanas, ventanas opacas que no permitían ver afuera lo suficiente como para reconocer lo que había pero que dejaba que la luz entrara en pequeñas cantidades.

—Lo digo en serio —respondí. Mis motivos para esto eran algo que no podía revelar para nada, incluso si la persona me preguntaba yo no le respondería. Soy una persona que no le gusta decir la verdad si esta no me beneficiará luego. Pero al mismo tiempo también soy una persona a la que no le gusta mentir, por lo cual espero que no me llegue a preguntar nada acerca del tema.

—Necesitas ayuda, mi ayuda. La–La maldición me lo está pidiendo, m–mi cuerpo se mueve por sí mismo —los brazos del hombre empezaron a acercarse a su barriga, levantando sus ropajes—. ¿Es en serio? ¿No cambiaras de parecer?—aparentemente la persona se equivocó, no interpreto mis motivos correctamente pero incluso esto me servía para mi propósito. Mis motivos son mucho más profundos que tan solo necesitar “ayuda” de parte de alguien, estaba claro que yo no quería decir nada.

—No —dije, aceptando por completo esta responsabilidad. Preparé la naginata en mi mano. La única forma de romper una maldición es completando el deseo de la maldición. Usualmente personas tendrían problemas para entender lo que una maldición quiere, esto era la regla absoluta de las maldiciones y es que una persona solo logrará hacer que una maldición desaparezca por suerte, ya sea que uno la tome por ellos o que en serio logren satisfacer el deseo de la maldición. Pero en mi caso—, no te preocupes, puedo relacionarme con ellas, no me harán nada por completo. Las maldiciones son tan solo una cara de la moneda que refleja a la vida. La moneda es la vida, y los dos lados representan lo que saldrá de esa vida. La cara es la muerte, pero el número es la maldición. Que terrible, ¿no? —una vez habiendo confirmado que el hombre estaba dispuesto a darme su maldición, me puse en posición.

El estómago del hombre era visible y allí se podía ver un símbolo que marcaba el lugar de la maldición. Mi naginata era un arma encantada que servía para purificar a las maldiciones antes de que las mismas entrasen a mi cuerpo, y es gracias a esto que estas maldiciones no me harán completamente nada. Si no uso mi naginata entonces estas maldiciones entrarán a mi cuerpo e intentaran imponer sus reglas a mí.

—Si por alguna razón –si yo llego a poder rechazar el efecto posesivo de la maldición– esta tomara lugar y no me dejara comer hasta que cumpla la obligación. ¿Estás seguro de que quieres cargar con tal pena? —informó el hombre.

—Eso es un gran problema —respondí antes de enterrar mi naginata en el estómago de esta persona. El estoque que di no atravesó su cuerpo, pero si la maldición. El problema con romper una maldición es que la misma se instalaría en el cuerpo de la persona que la rompió. Un individuo no puede curar una maldición por sí mismo en la mayoría de los casos debido a que no puede entender el deseo de la maldición. Mi naginata purifica estas maldiciones, ¿pero qué pasa en el caso de no usar mi naginata? Eso es fácil, estoy siendo protegido por un encanto también. Yo y mi naginata somos ambos individuos encantados que no serán afectados por las maldiciones, y yo puedo incluso hablar con las mismas.

Un rugido resonó proveniente del estómago del hombre. La maldición me estaba agradeciendo y al mismo tiempo se estaba trasladando a mí. El signo en el estómago se separó del mismo y empezó a volar por el aire antes de repentinamente volar hacia mi propio estómago. Con el murmuro de los vientos resonando en el cuarto, me di cuenta que finalmente había finalizado. Extraje la hoja de su estómago, y con un movimiento fluido la volví a apoyar sobre mi hombro. Aun cuando supuestamente estoqué su barriga, en realidad no había ninguna herida.

—¿Estás mejor? —le pregunté al hombre una vez que terminé con mi trabajo. Pero no obtuve una respuesta, el hombre estaba llorando en el piso. Finalmente podía sentir hambre, y podría comer, pero más que nada podría preocuparse solo de sí mismo. Para él seguramente esto era una bendición, pero para mí era bastante mala la situación en la que estaba. Esta persona ha estado sobreviviendo hasta ahora debido a la maldición, es posible que debido a que recuperó el hambre solo recientemente no haya visto ningún efecto secundario, pero, pronto morirá. Es un hecho que no ha logrado comer desde hace días, meses posiblemente, incluso si empieza a comer ahora su cuerpo recibirá el castigo por esto.

—Ya veo, bien. He terminado aquí, me iré marchando —dije en voz alta, despidiéndome. Salí de la cabaña en la que el hombre había sido confinado para no tener que sufrir más de lo necesario. Fuera de la misma, varias personas estaban ansiosas por las noticias. Casi todos preguntaban lo mismo: “¿Qué sucedió?”, “¿Se logró recuperar?”, entre otras cosas. Entre el medio del ruido yo estaba, esperando a que el silencio viniera para que finalmente yo pudiera dar mis palabras. Una vez que el mismo llegó a mis oídos finalmente abrí mi boca y dije tan solo cinco palabras que marcarían la felicidad de todos—. Sí. Ya está todo bien —respondí mientras levantaba mi mirada para mirar al sol resplandeciente. Estaba claro que mi mentira no sería descubierta, no estaba todo bien, pero incluso así yo simplemente no podía permitirme el tener que contarles la verdad. El hombre deseó que yo le quitara la maldición, e hice eso mismo, pero no importa como lo vea, eso tan solo fue el primer paso hacia su muerte. Sería un gran camino desde este pueblo al siguiente, por lo cual sería mejor prepararme lo más pronto posible. Eso pensé por un momento, pero pronto me vi envuelto en una situación un poco más compleja.

«Qué molestia» —pensé. Pude ver como unos niños se aproximaban con sus aparentemente padres. Si la situación lo requería, entonces intentaría alejarme lo antes posible… pero eso ya no era posible. Bueno pues, aparentemente tendría que aguantarme por hoy el habla de unos niños que seguramente quieran otorgarme un lugar en el que pasar la noche. Esto era una gran molestia para mí, quien odiaba en especial gastar tiempo innecesariamente, y otra cosa, odio a los niños, no los soporto.

—¡Señor! ¿Se irá pronto? —preguntó uno de los jóvenes. Eran dos, una niña y un niño de menos de diez años ambos. Seguramente ellos tuvieron la idea y trajeron a sus padres—. ¡Debería de quedarse por esta noche! No es bueno viajar sin energías y descanso.

«¿Cuáles son las probabilidades de que regrese a este pueblo? Tomando en cuenta los artículos que se venden aquí es muy seguro que me encuentre con objetos de aquí, pero en el caso de necesitarlos personalmente es posible que visite de vuelta. Eso significa que no puedo simplemente causar un revuelo en el que me escape solo para no lidiar con estos niños» —empecé a calcular en mi mente.

—Sí. Creo que es una buena decisión, hahah. ¿Cuál es tu nombre? —pregunté para añadir un poco más de credibilidad a mi actuación. Reírse levemente mientras uno le habla a un niño ayuda a que la gente crea tus actos, ya lo había dicho, odio a los niños, no los aguanto para nada pero es por eso mismo que tengo estrategias para poder lidiar con ellos.

—¡Leri! —y la niña a su lado respondió Meri. Recordaré ese nombre… joven diablo.

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***

Estaba acostado, pero incluso si era una cama completamente cómoda y una noche silenciosa como pocas que he tenido, simplemente no estaba dentro de mis posibles logros el ponerme a dormir tranquilamente. En vez de eso me puse a pensar en varias cosas, una de ellas era la incomodidad que he sentido desde que llegué aquí, al este. Yo vengo del oeste, un viajero por así decirlo, soy una persona que tiene un objetivo y por ese objetivo viajara para lograrlo.

«No es tan fácil para mí esto» —no podía dormir debido a mis pensamientos. Estoy seguro de que estaría mejor durmiendo en el pasto ya que el estar tan incómodo me desconcentraría de esas reflexiones. La incomodidad de la que hablé antes no es la misma que pongo como ejemplo ahora. Esta incomodidad es la que uno siempre siente cuando llega a un lugar que es completamente diferente al lugar en el que se solía vivir anteriormente. Si no fuera por esto entonces no tendría tantos problemas ahora mismo para acostumbrarme, eso dicho, el proceso de entrar en la sociedad del este era bastante simple. Si eras un viajero entonces seguramente la gente te trataría bien, si haces algo por ellos te tratarían aún mejor. En el oeste te tratarían como basura no importa que hicieras.

Me levanté de la cama que estaba usando en la posada en la cual me dieron un cuarto gratis gracias a mis servicios. Era una noche pero se sentía como si fuera eterno, no me gusta ese sentimiento. Este sentimiento de nunca poder terminar, siempre seguir eternamente, eso es algo que odio con toda mi alma. En el pasado he tenido este sentimiento ya, y lo he vivido durante mucho tiempo, es por eso mismo que lo entiendo a la perfección y es por eso mismo que cada vez que siento algo parecido me empiezo a frustrar ante todo lo que me sucede. Por lo menos no estoy tan mal como solía estarlo antes.

Tome paso hacia la ventana, abriéndola y de esta forma apoyándome sobre ella. Con mi pie izquierdo doblado y el derecho colgando. Abrazando a mi naginata mientras esta pasaba sobre mi hombro y entre mis piernas. Mientras me preguntaba varias cosas completamente no relacionadas al tema anterior, pronto me vi observando fijamente a la luna. Caí dormido de esta forma.

***

—Señor, ¿ha dormido bien? —preguntó el administrador de la posada al verme bajando del cuarto reservado por la noche. Ya no era necesaria mi presencia y había descansado lo suficiente. Este era mi último día aquí, y quería por lo menos conseguir lo mejor del pueblo. Eso eran las frutas, aquí crecían todo tipo de frutas que muchos otros pueblos no tenían, y estas eran llevadas al este para luego ser vendidas en las ciudades grandes. Luego de asentir a la pregunta del administrador le pregunté dónde es que se compran las cosas aquí, y en especial pregunté por frutas. Una pregunta un poco rara seguramente haya pensado él, pero bueno.

—Si frutas es lo que busca, la feria es donde las encontrará. Los precios son bastante baratos y sin duda alguna la gente es buena, les harán un descuento sin duda alguna luego de saber lo que usted ha hecho por nosotros —la hospitalidad de esta gente era sin duda una muy grande, peor para su propia seguridad, está pidiendo a ruegos que la aproveche tanto como quiera.

—Muchas gracias. Fue un gusto. Si veo en mis planes nada para hacer, posiblemente vuelva a este pueblo, lo mismo si necesito algo —dije antes de marcharme por la puerta de la posada.

El sol estaba resplandeciente ese día y casi ninguna nube estaba tapándolo, en realidad, no parecía haber siquiera una sola nube. Podría decirse que este día era uno de los “perfectos” según algunas personas.

¿Mis gustos en cuanto a días? Realmente los prefiero lluviosos siempre y cuando esté en un lugar a salvo del agua, me trae un sentimiento de soledad que realmente disfruto, usualmente.

Justo como el hombre de la posada había indicado, la feria estaba activa en estos momentos y las voces estaban por allí y por acá señalando como la gente compraba y vendía por doquier.

La idea de haber parado en este pueblo en principio no era exterminar la maldición de aquel hombre, simplemente no pude evitar verme interesado en la cultura de este pueblo. Es bastante única.

Además de la feria, a un lado de la misma se estaban reuniendo personas alrededor de un único hombre. Realmente pensé que no podría verlo en este transcurso, pero tuve la oportunidad de finalmente tomar una simple mirada.

Mi arma favorita es la naginata, un arma realmente parecida a la Alabarda del oeste, pero esta fue diseñada para ataques más fluidos. La cosa es que toda la gente la usa como un arma de alcance defensiva y no suele usarla de otra forma más que la enseñada. La cultura de este pueblo va mucho más allá de simples danzas y religiones, plantaciones o educación, no, va más hacia el aprendizaje de un uso único de esta arma.

Me acerqué a la multitud y me metí en la misma, pechando a personas para intentar obtener un solo lugar y poder observar la técnica absoluta aprendida aquí. Realmente eran pocas las personas que podían dominarla.

Una forma mucho más agresiva de usar la naginata es cambiando el movimiento a por uno que usaría un usuario de Hojas Gemelas. El último es un estilo de hoja pegada a otra en un palo, la gente sostiene el palo y lo sacude para intentar pegar a sus enemigos con las hojas en ambos extremos del palo.

El mayor problema de este estilo es que no sirve para peleas contra individuos armados. Es un estilo que no practica el asesinato, pero es por eso que me sirve en especial a mí.

Una vez que pude finalmente conseguir un buen lugar ya podía observar de forma perfecta los movimientos avanzados de un usuario de esta técnica. Usando tanto su cuerpo como el arma, la persona se movía demostrando una manipulación completa del estilo.

Primero el hombre empezó a girar la naginata unas tres veces de parte de su lateral izquierdo, pero estas volteretas fueron tan rápidas que atraparon la mirada de mucha gente.

Segundo, esta persona cambió de girar la naginata en su lateral izquierdo a su lateral derecho una sola vez, y con un corte limpio mientras la giraba impactó el arma al piso, finalmente para terminar este combo que supuestamente serviría para contrincantes que ataquen desde los laterales y el frente, el hombre tomó su arma y giro su cuerpo dando una patada en frente, tomó el arma con sus manos y la uso como un palo de salto alto antes de finalmente acabar con una estocada hacia el suelo en medio del aire.

Todo esto ocurrió en tan solo seis segundos. Si hubiera una batalla ahora mismo, esta persona habría acabado con tres enemigos en tan solo seis segundos, y si no acabo con ellos, seguramente los habría dañado gravemente.

De vuelta, esto estaba hecho de forma demostrativa por lo cual claramente no estaba usando estrategias realmente viables en batallas de importancia. Probablemente podrías librarte de bandidos con esto, pero si te encontraras a un guardia entrenado en el arte de la espada o la alabarda proveniente del oeste, seguramente te hallarías con una persona que te dará problemas.

De vuelta también, este estilo no está hecho para combatir personas del oeste puesto que estas suelen estar equipadas con armaduras. Habiendo venido del mismo oeste, sé bastante acerca de los estilos de combate que usan los soldados allí, y las armas y armaduras que usamos también.

La persona hizo unas demostraciones más y luego terminó, pero yo ya me había ido del lugar, no quería hacer nada como eso aún. Primero tengo que aprender más cosas, y es por eso que me estaba moviendo hacia el este. Me dirigí a los puestos de fruta para comprar, eso mismo, fruta.

Verduras también eran importantes pero no tendría tiempo para realmente poder cocinar por lo cual no me servían para nada. Eso dicho, realmente extraño un buen estofado. O un simple puré de papas con ensalada de tomate, cebolla y pepino.

Luego de haber obtenido bastante para el viaje, me dirigí por la salida de la villa. ¿Me pregunto cuando volveré? Eso no importa mucho de todas formas.

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