—¡Pero en qué estado has terminado luego de pasar una semana…! —dijo Lorien sorprendido al verme salir, me estaba esperando por las escaleras que iban del barrio bajo al medio. Claro está que no se dio cuenta que otras cosas me pasaron allí abajo. Sin duda alguna cosas que solo pueden pasarme a mí, una persona bendecida con la mala suerte del mundo, ¿posiblemente? No, no creo que sea solo eso—. Un brazo fuera… pero tu mirada. Tu mirada muestra un gran deseo de asesinar, quieres vengarte de algo, de eso me doy cuenta señor. Tu mirada es perfecta para el trabajo que nos han dado, e imagino que has estado practicando con tu brazo izquierdo, ¿no? —asentí, no era el mejor en el uso de armas con este brazo pero mis habilidades para correr a alta velocidad y esquivar eran cosa que pocas personas tenían y eso me daba mucha ventaja incluso si no usaba mi brazo hábil.
—Juro que desearan en el lecho de sus muertes el nunca haberme robado… tal vez incluso nunca siquiera haber nacido. Tales son las ganas de desquitarme que tengo… dicho eso y viendo que aparentemente estás impaciente por verme en acción, ¿cuándo departimos? —no había forma alguna de que me pudiera contener demasiado, era un deseo que no podía controlar por completo. De mala gana podría posiblemente vivir con el mismo pero sería mucho mejor simplemente quitármelo de encima lo antes posible. ¿Qué hombre puede vivir entre tanto conflicto mental? Yo por lo menos no creo poder.
—Bueno, en las condiciones en las que estamos y viendo tu mirada es posible que mañana. ¿¡De mañana está bien!? —preguntó Lorien dirigiéndose a sus soldados… que poco interesados en la responsabilidad, huh. Sin duda alguna estaba imaginándome a Lorien prometiendo a sus superiores el traer la cabeza del líder de los bandidos, Daimyou mismo, para ellos… y también en un cuadro diferente me imagino a Lorien simplemente deseando terminar todo esto mientras intenta sacarse la mucosidad de su nariz. Un pensamiento un poco asqueroso pero sin duda alguna algo que yo pensaría realista y posible para Lorien y su actitud.
Los demás soldados a manos de Lorien asintieron, claro está que no simplemente desobedecerían las ordenes de Lorien pero en este caso el mismo comandante le pregunto a su unidad entera si algo estaba bien, esto fue el detonante a mi imaginación… se lo están tomando con mucha calma.
Con eso finalizado, me alejé del lugar pero Lorien me siguió como si fuera un perro… ¿qué necesita de mí esta vez? Mi intención era vagar por el barrio medio para encontrar algún buen vendedor de ballestas, a diferencia de mi manto, la ballesta ligera la podría conseguir ahora junto a diferentes pernos para la misma. No solo es eso, también debo de practicar mi puntería y mi forma de recargar con un solo brazo, sin duda alguna era suficientemente molesto el no poder usar mi arco ahora. Prefiero un arco debido a lo simple que es, además de que construir uno no era muy difícil si sabías hacer uso de un cuchillo y conocías la firmeza de diferentes ramas. Dependiendo de la firmeza de la rama y la flexibilidad de la misma uno podría hacer un arco incluso mejor que los que suelen vender en los mejores mercados… estos arcos con una flexibilidad increíble podrían disparar flechas y estas llegarían con la suficiente fuerza y en un ambiente con un viento a su favor a incluso la mitad de un kilómetro.
Siempre y cuando se tuviera en cuenta la madera, el linaje de la madera para que no se rompa, la dureza y la flexibilidad de la misma… entonces no se tendrían mucho problema. De vuelta, arcos improvisados en su gran mayoría no los creo usando todo este conocimiento. En vez de eso simplemente veo la madera y verifico que sea poderosa para el arco, una vez hecho eso la tallo para que tenga un hueco en la parte de arriba donde pondré la fibra que haya encontrado para disparar la flecha, y la ato para que tenga forma de ‘v’ en la parte superior. Si se hace bien, en seis horas aproximadas se puede tener un arco improvisado. Algunas personas discuten que esto no es más que un simple pedazo de madera tallado para que parezca un arco y que pueda disparar flechas, pero se tiene en cuenta que se hace con lo que se tiene a mano. Un arco corto en estos casos es mucho mejor que uno largo ya que el último sería difícil de cargar.
Eso dicho, el peso de una ballesta no es algo de lo que uno puede reírse tampoco, aun cuando ahora es obligatorio que use una. Lo bueno es que mi fuerza es suficiente pero está claro que no podré usarla en todo momento.
Continué caminando por las tiendas, ignorando a Lorien, de todas formas no estaba haciendo ningún ruido así que simplemente me siguió silenciosamente y yo no tuve ningún problema con eso. Luego de treinta minutos de búsqueda, precios, intento de descuentos, invención de historias para conmover a mercaderes y alguien detrás de mí finalmente había conseguido encontrar una buena tienda.
—Esto es lo más barato que podrás encontrar. Su calidad es simplemente decente, de vuelta te digo… es lo más barato que vas a encontrar y no te aseguro que te vaya a salvar la vida —dijo el mercader mientras veía la ballesta ligera en una forma extraña que de alguna forma parecía revolucionaria. No pensaba encontrar algo como esto exactamente… y menos a este precio. Cien monedas de cobre equivalen a una de plata, cien monedas de plata a una de oro, y va y va hasta el diamante, pero esta pequeña ballesta que no podía siquiera ser llamada ballesta tan solo salía sesenta monedas de plata.
Los precios normales que había encontrado eran bastante decentes, dos monedas de oro por una ballesta ligera, cinco por una pesada y quince por una arbalesta. La arbalesta era demasiado pesada como para mí, la pesada sería una gran molestia y también era muy pesada, la ligera era un poco mejor pero sería difícil de cargar… y la que estaba comprando era incluso más ligera y más portable incluso, además de a menor precio.
—¿Cómo se llama esto? Parece bastante reciente —pregunté, dudoso acerca de si en realidad esto era común en el este.
—Se llama ballesta pistola, aparentemente es modelado a partir del plano de otra arma. Y sí, es bastante reciente. Es más, se acaba de traer hace tan solo dos semanas —¡eso es reciente! Diablos… setenta de plata y tan solo por esto. ¿Es un buen precio o no? Hace falta probarla primero.
—¿Puedo hacer una pequeña prueba? —y acomodé mi brazo izquierdo para sostener el arma.
—No le veo ningún problema. Tengo un muñeco de pruebas que suelo usar y un par de pernos de madera. Acerca de eso, esta ballesta usa pernos normales debido a que aunque el diseño normal era mucho más pequeño y usaba diferentes pernos, se pensó en hacerlo más grande y que aceptara los pernos más vendidos. ¿Estos deberían de servirte? El peso no es demasiado… ten, acomódatelo—el mercader me dio el arma y entonces la acomodé en mi brazo, luego me dio tres pernos de prueba. El arma estaba hecha de madera y tenía un diseño bastante peculiar. Incluyendo una culata y además de eso fuera del arma pero incluidas en el paquete venían dos tirantes que pegarían el arma a mi brazo, la culata es removible para que pueda ser pegado… pero esto no me serviría pegado a mi brazo porque no podría dispararlo, no tengo otro brazo para disparar así. Pensando eso pensé que sería mejor tratarlo como me la dio. La sostendré desde la culata y dispararé normalmente en vez de pegarla a mi brazo
—¿Pero qué estás pensando, poniéndotela en ese brazo? —pude oír la voz de Sharur—. ¡Está claro que esto entra perfectamente en tu brazo derecho…! Bueno, lo que queda de él—no tuve que preocuparme por el mercader oyendo la voz. Y ahora que lo pienso…
—Tengo una pequeña idea—dije al mercader. Cambié el arma de posición y extraje la culata, la giré unos 90º y usando los dos tirantes la pegué en lo poco que quedaba de mi brazo derecho. Claro estaba que el arma era un poco más pesada ahora pero no era demasiado de todas formas, seguramente me terminaría acostumbrando con el tiempo. Finalmente, usando mi brazo izquierdo acomodé el primer perno en el arma. Mirando al frente el disparador del arma estaba posicionado en la parte de arriba en mi brazo y el arco junto a la cuerda en la parte derecha. Ciertamente tenía un estilo bastante extraño—. Bien, estoy preparado—al haber acomodado el arma de esta forma me sentía mucho más libre. Los tirantes estaban un poco mal acomodados así que los tuve que apretar bastante para que el arma se quedara en posición. Luego intenté hacer algunos ataques al desnudo con mi mano izquierda para ver si el arma permanecía pegada en mi brazo derecho… sí, así lo parece.
The story has been illicitly taken; should you find it on Amazon, report the infringement.
El mercader se quedó impresionado ante mi intento de crear un nuevo uso para mi brazo derecho. Pronto volvió a la realidad y me llevó detrás de la tienda a un lugar completamente cerrado y con un espanta-pájaros en medio. Diciéndome con su mirada “dispara, no hay nada que perder” decidí dirigir mi brazo derecho apuntando al muñeco.
Y entonces…
—Ah… que mal, un fallo —había calculado mal el tiro, claramente ya que la ballesta estaba acomodada de forma que se dispararía de la parte derecha de mi brazo no pude calcular perfectamente—. El siguiente tiro no será igual. Apuntaré a la cabeza del muñeco.
Me encontraba a por lo menos unos siete u ocho metros del espanta-pájaros. Esta vez formé una mira invisible en mi brazo, en la parte derecha del mismo. Fue fácil de imaginar debido a que de por sí mi brazo ya no está allí, finalmente empecé a apuntar firmemente a la cabeza del muñeco. Respiré profundamente para concentrarme y mantener mi pulso. Finalmente, con el perno cargado… apreté el disparador.
El perno voló y en menos de un segundo ya había atravesado el hombro derecho del muñeco. No era solo mi falta de puntería que tendría que perfeccionar de vuelta en este caso, pero también que no estaba acostumbrado a tirar con ballesta al igual que lo estaba con arco. Que sí, que sé usar en cierta medida ambos pero claramente usaba más mi arco que mi ballesta, tendría menos potencia pero más alcance y sería más veloz.
Pero aun así…
—Es perfecto. Setenta monedas de plata, ¿no? —empecé a divagar por mi bolsillo y saqué de allí una moneda de oro—. Quédese con el cambio, por favor. Su producto resultará bastante interesante para mí. Ahora pagaré por los pernos, ¿cuánto sale cada uno? —le pregunté. Una ballesta sin pernos sería completamente inútil, también necesito un lugar donde guardar esos pernos… por ahora una mochilera pequeña podría servirme bastante bien. ¿Cargar con veinte o treinta pernos?, eso es suficiente.
Luego de confirmar que el precio de los pernos era de 10 de cobre para la ballesta que uso, terminé yéndome de la tienda, avisándole que iría a conseguir una mochilera antes de volver. Eso dicho, la ballesta la estoy llevando libremente pegada a mi brazo derecho, o lo que queda del mismo. Había revisado varias tiendas mientras buscaba este lugar y claramente había encontrado cuales vendieran artículos como lo que buscaba, está claro que el barrio medio era un buen lugar en el que conseguir lo que quisieras.
Pero antes de eso…
—¿Para qué me estás siguiendo? ¿Y por qué tienes una sonrisa impresa en tu cara?, me está empezando a asustar. ¿Tan interesante soy para ti?, ¿tan atraído te sientes a los hombres? ¿Eres homosexual? —le ataqué con diferentes preguntas que claramente eran para ofenderle, de esa forma se iría de mi lado y simplemente haría otra cosa, pero en vez de eso.
—Que rudeza. Está claro que deberías de sentirte honrado de que alguien como yo, el líder de las tropas del gran Lorien, Lorien mismo, te esté siguiendo —dijo sonriendo una frase un poco confusa incluso para mí que le estaba escuchando atentamente.
«¿Qué está intentando decirme? ¿Acaso está preocupado de que me meta en más problemas?» —mientras pensaba esto me encontré a una cara un poco familiar en medio de mi caminata junto a Lorien.
—¿Hmmh? ¿Alad? ¿Qué haces aquí? No me digas que has venido a ayudar a Trotter —esta cara familiar se dio la vuelta y pronto me vio siendo acompañado por un joven guerrero de atributos completamente extraños para alguien que es el líder de una tropa. Lo sigo pensando, ¿cómo es que es tan joven y aun así es el líder de una tropa principalmente constituida por veteranos? Eso dicho, estoy seguro de que Lorien no debe de tener más de veinte años.
Volviendo al tema ahora presente, me encontré con Alad. Un niño que ciertamente no me esperaba encontrar aquí en Taira.
—Oh, Yan, que bien, justamente te estaba buscando—Alad divisó al hombre detrás de mí y empezó a preguntarse quién era… antes de preguntarlo directamente—. ¿Quién eres?
—¿Oh, podría ser…? Genpei, ¿no? Vaya, siento mucho lo sucedido en su aldea —¡es un hombre completamente diferente!—. Soy el líder de las tropas que se encargan de La Banda de Daimyou y esperamos pronto llegar a su escondite y volver los tiempos de paz a ustedes. También estamos investigando acerca de ciertas personas sospechosas que se han aparecido recientemente en los barrios bajos de Taira —un momento… ¿es por eso que me enviaste allí? ¿Para averiguar más de ellos? Vaya, aparentemente voy a tener que hacer un informe gigantesco para él una vez haya terminado lo que vine a hacer.
—No se preocupe, es tan solo un tesoro y no pensábamos hacer riquezas a partir de él de todas formas así que la aldea está operando casi como si no hubiera sucedido nada. No es solo eso, La Banda de Daimyou se preocupa por no dañar de gravedad a la gente que atacan por lo cual no hay tantos heridos, pero claro está que necesitamos un médico para todo esto. Trotter se dirigió aquí por eso mismo. Acerca de eso… él ya me contó acerca de tu brazo, Yan. ¿Pero en qué tipo de situaciones te has metido? —me reí, pero no era un asunto de risa claramente. Respondí que me había encontrado con el mismo grupo que Lorien estaba investigando y nada más—. Pues que mala suerte —pude ver como Alad dio una mirada intensa a Lorien, la relación entre estos dos no podría ponerse peor.
Entiendo que la gente se moje por mí, pero lo siento mucho, no soy homosexual, soy un hetero de pies a cabeza y de alma a mente. ¿Pe-Pero qué cosas estoy pensando ahora?
—Bueno. Tengo mis asuntos que cumplir Alad, si te estabas dirigiendo a la casa de Trotter pues pásale saludos de mi parte —y entonces partí con una sacudida de manos—. Bien entonces, es hora de buscar ese lugar en el que debo de comprar esa mochilera. Lorien, se de utilidad e intenta recomendarme cosas.
Con un “Sí” de parte suya, empecé a caminar a su lado y luego de cerca de diez minutos de ver, comparar y probar finalmente decidimos por una que me permitiría por lo menos salva-guardar unos veinte pernos cada vez. Solo para asegurarme terminé comprando dos y poniéndolos delante de mis nalgas. Desde ahora en adelante podría simplemente sacar un perno con facilidad.
Volvimos a la tienda y finalmente conseguimos veinte pernos para probar que de verdad se pudieran guardar como quería. Desgraciadamente… de repente vi como mis queridos cuarenta pernos eran reducidos a tan solo treinta debido a que cada una solo podía guardar quince, pero terminé comprando los otros diez y eso fue un gasto total de tres monedas de plata. Un precio bastante barato para lo que me ha dado Lorien.
Finalmente había terminado todo lo que tenía que hacer pero aún faltaba bastante para que siquiera pasaran las doce de la mañana. ¿Qué es lo que podría hacer para matar el tiempo? Eso es una pregunta bastante difícil, así que pensé en lo que solía hacer para gastar el tiempo cuando estaba en el barrio bajo. De vuelta, olvidé que nunca pude gastar tiempo allí y a todo momento estaba haciendo algo arriesgado. ¿Tal vez dormir?, no, siento que he dormido demasiado recientemente.
¡Oh! Claro, tiene que ser algo que ayude a los demás, eso significa que simplemente podría ir a cazar para probar mi nueva arma e intentar practicarla, además de seguir la practica con mi brazo izquierdo.