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Capítulo III

—Adelante y atrás. ¡Adelante y atrás! Repite. ¡Pega! —Lorien me estaba comandando un entrenamiento rigoroso. ¿Por qué? La razón era simple, no soy un muy buen usuario usando espada.

En el oeste es bastante raro ir a la guerra con una espada en mano. La mayoría de las veces la usamos como un arma secundaria y muchas veces es porque perdemos nuestra arma primaria que suele ser una alabarda, una lanza o cualquier arma de medio a largo alcance.

Primero que nada, una espada no sirve para penetrar la armadura de un enemigo a menos que sea de malla. ¿La espada no nos sirve? No, eso tampoco está bien, simplemente es poco usada, por no decir no usada en lo completo debido a que su uso es mayoritariamente en deportes.

El Kendo como una práctica adopta las técnicas del uso de la espada y las adapta para convertirlo en un deporte, en ese aspecto la espada es muy usada en el oeste. Pero aquí… no he visto mucha gente con armadura.

En realidad, debo de admitir algo bastante extraño… la mayoría de los entrenamientos aquí se tratan de entrenamiento mental más que físico. Le he estado intentando golpear en la cadera, un golpe no vital, a un objeto en movimiento.

En casos normales, la cadera sería un buen golpe debido a que si alguien es suficientemente bueno es posible que con un estoque pudiera pasar a través de la abertura entre la cota y los pantalones, de esta forma se podría dar un buen golpe hacia el estómago y a veces incluso se podría llegar a los pulmones o al mismo corazón. Las probabilidades de que esto sucediera si eras un inexperto aun así eran de casi 1% siendo completamente sincero.

De vuelta… dije que estaba golpeando la cadera de este enemigo con una espada. ¿Pero por qué estoy usando la espada como un estoque entonces? Eso fue respondido por Lorien de la siguiente forma:

—No estamos practicando tus habilidades aquí. Las tienes, estoy seguro de que podrás adaptarte al uso de la espada en poco tiempo, pero, date cuenta de la situación en la que estuviste. Si no hubieras tenido tanta suerte antes seguramente hubieras salido muerto de la batalla contra los arqueros —y lo que dice es cierto. Yo mismo casi me caigo de la bajada cuando una flecha pasó por al lado mío y también estuve a punto de ser perforado por una flecha varias veces, si no fuera por mi suerte y mis habilidades para evadir seguramente estaría muerto. Pero la primera fue la que actuó más—. Lo que practicamos es tu trabajo mental.

La idea de este entrenamiento era ponerme en una situación aburrida durante mucho tiempo para empezar a acostumbrarme al aburrimiento de tal forma que estuviera atento incluso al estar aburrido. Eso no me ayudaría mucho en peleas, pero en situaciones de descanso es algo a lo que debo de prestar extrema atención, fue por esto mismo que fui robado en el primer lugar.

Y la otra, es la concentración en la tarea designada. Ya tengo esto, pero nunca está mal seguir avanzando, ¿o sí?

—¡Descanso! —sí, descanso. Muchas gracias, ¡son las dos de la mañana ya!

Mi sudor estaba cubriendo mi cara y solo debido a la noche es que Lorien no llegó a comentarme algo como “¡Pareces un tomate!”. Mi cara estaba completamente roja debido al gran trabajo físico al que estuve expuesto durante cerca de seis horas.

Lorien era un hombre de aproximadamente veinte años, pero su habilidad no encajaba con la forma en la que lucía. Su habilidad parecía sacada del “general que se lleva bien con todos” pero el problema es que no tiene barba, ni tiene cuarenta años… y luce bien a diferencia de los demás generales.

Su habilidad con la espada era excepcional. Al principio este entrenamiento me pareció una completa idiotez, por lo cual lo intenté desafiar a un duelo antes de empezar.

***

Hace seis horas.

—¿En serio estaré repitiendo esta acción una y otra vez durante tanto tiempo? —le pregunté, enfadado ante la locura que Lorien acababa de ordenarme.

Entiendo que sea mi comandante, pero esto es una locura. No hay razón para este tipo de entrenamiento más que el aumento de mis sentidos, pero no hay duda alguna, ya tengo suficiente sentido agudizado por culpa de mi entrenamiento.

—¡Sí! ¿Quieres que te traiga algo para tomar mientras entrenas? Me gusta ayudar a mis reclutas —y una carcajada empezó a resonar. Su voz era gentil pero la forma en la que usaba la voz gentil casi me irritaba. No soportaba oírle a veces.

—Tú… ¿te estás burlando de mí? —mi enfado había pasado de tal punto al que ya parecía una persona completamente irreconocible. El “Yan” que muchos conocen ya no era Yan.

—¿Hoh? ¿Qué tenemos aquí? Este entrenamiento no te volverá súper fuerte, es cierto, pero debería de solucionar un par de problemas que tienes ahí arriba, en tu mente. Si yo hubiera sido el que estaba en el lugar en el que fuiste robado en el momento en el que estabas, seguramente ninguno de los bandidos hubiera escapado, sin presumir —dijo claramente con un tono sarcástico en su última oración. ¿Qué puede ser más molesto que esto?—. Bien, si me desafías y ganas reconoceré que tienes lo suficiente y pasaremos a un entrenamiento mucho más avanzado y que te hará avanzar físicamente. ¿Qué te parece?

“Perfecto” respondí.

—Entendido. Denle su arma preferida, una naginata imagino, ¿no? —respondí con un sí a esta pregunta—, yo usare la espada que tengo, de madera.

¿Una espada de madera? Estamos batallando de verdad aquí, es un duelo que puede poner nuestras vidas en peligro… ¿y estás usando una espada de madera? Usualmente en novelas de escritores del oeste, aquí es cuando el poder de esta persona se desata y por el conjuro de los dioses su habilidad incrementa por niveles imposibles, pero esto es la realidad.

Uno de los guardias empezó a contar. A la marca de tres empezaríamos la batalla.

Sabía que Lorien seguramente era bastante habilidoso con la espada, esto es la realidad y hay una razón por la cual escogió una espada de madera. Está extremadamente confiado en que no necesita más que eso para derrotarme ahora mismo.

—Uno…

La tensión se estaba mostrando en mi rostro, pero él no estaba ni siquiera mostrando una sola expresión. No mostraba ni siquiera un solo signo de que estuviera preparado para combatir. ¿Qué es esto? Un sentimiento de inferioridad empezó a aparecer en mí. Me siento como si ni siquiera me viera como un enemigo.

—Dos…

Debo tranquilizarme, empezar un combate de esta forma está mal. No puedo permitir perder si debo mantener mi orgullo. Incluso habiendo abandonado cualquier tipo de orgullo social en el oeste, aún hay otro orgullo que debo proteger. En este segundo Lorien posicionó su mano vacía detrás de su espalda, cerrando su puño.

En duelos esto era varias cosas. Uno, es un acto de honor hacia el contrincante. Dos, es una forma de mantener el balance mientras se sostiene la espada. Finalmente, tres, es una buena forma de esconder tu brazo en caso de intentar hacer un agarre.

La naginata requiere del uso de mis dos manos, y eso claramente me deja incapaz de hacer eso, no puedo mostrar mi respeto hacia él, pero de todas formas, ¿qué respeto? Apenas acabo de conocerle de todas formas, solo ha pasado un día.

—¡Tres!

*floom* Con una velocidad impresionante Lorien pareció casi moverse con el viento desde el lugar en el que antes estaba. Estábamos alejados por una gran losa de diez metros pero a este paso tan solo podría permanecer defensivamente durante todo el duelo y no encontraría ninguna abertura.

Necesito encontrar una forma de parar esa velocidad, una abertura en su forma de correr.

Empecé a leer sus pasos uno a uno. Paso 1, paso 2, todos están conectados de la misma forma, su velocidad no varía y su equilibrio es excepcional, eso significa.

«¡No puedo bloquear esto!» —pensé. Si lo bloqueo me dejaría abierto a un posible contra-ataque y finalmente me noquearía, necesito evadirlo.

Lorien estaba tan cerca de mí en tan solo cuatro segundos de tal forma que si balanceaba mi naginata hacia arriba podría tocarlo, pero no haría eso… era un movimiento demasiado obvio y lo evadiría sin problema alguno. Seguramente recibiría un golpe de eso.

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Le faltaban dos pasos para que su espada llegara a mí. Uno, ¡dos!

Agarré impulso con mis piernas y evadí hacia la izquierda, esquivando el golpe que estaba a punto de darme. Su mano hábil es la derecha por lo cual evadir hacia el lado contrario me serviría más a mi beneficio porque si quiere continuar atacando seguramente perdería el equi–

—¿¡Qué!? —vi como Lorien se impulsó hacia la izquierda balanceando su espada de vuelta hacia mí. ¡No puedo evadir esto, estoy en medio de la acción de evasión anterior! Diablos.

*clash* Su espada de madera impactó con el mango de mi naginata. No tuve más remedio que intentar recobrar mi equilibrio mientras bloqueaba su ataque.

Luego de finalmente lograr ponerme en ambas piernas decidí contratacar este ataque suyo.

—¡Tsch! —con un chasquido de lengua, empecé a deslizar mi naginata por su espada de forma que él no pudiera hacer lo mismo que yo. Agarré mi naginata fuertemente para que no se saliera de mis manos y levanté mi pierna derecha, lista para golpear a Lorien en su estómago.

—¡Gah! —fue la primera vez que oí un ruido proviniendo de la boca de Lorien, pero en realidad no recibió el golpe. Fue simplemente un grito de sorpresa antes de evadir el golpe—. ¡Eres bueno! En el oeste enseñan bastante bien, no creo que ninguno de mis guardias pueda hacer algo contra ti si se trata de un uno a uno.

“Tengo más de donde eso vino” es lo que quería decir, pero no podía. Estuve entre la espada y la pared en el último golpe, y solo porque tenía un escudo pude escapar esa espada que me tenía presionado a la pared, esa sería la situación si tuviera que explicarla con una metáfora.

Pero pronto mi ansiedad de antes había desvanecido. Lorien me había reconocido, antes de empezar la batalla me miro con ojos que parecían demostrar una inferioridad entre yo y él, una pared que nos separaba y haría completamente imposible que pudiera siquiera dar un golpe.

Esa mirada era la de un hombre que en años había tenido un buen duelo, uno que puso su vida en juego de verdad. Pero había algo mal… no cambió su espada por una de verdad, seguía usando la de madera. Habían pasado años desde que tuvo un buen duelo lo que significa que ha practicado el Kenjutsu desde pequeño, es lo mismo para mí, pero he practicado otras cosas.

—¿Sigue creyendo que puede derrotarme así? Diablos. ¡Tengo que lograr más que eso! —pronto me di cuenta que me había olvidado de la razón por la cual estábamos luchando. Ahora lo estaba haciendo para que Lorien pensara que yo era más que un simple soldado del oeste, yo podría hacerle frente a él.

—Bueno, se acabaron los juegos —dijo Lorien—. He reconocido que eres más de lo que aparentas, es cierto. Es más, luego de verte tendré que tener una larga charla contigo, eso es claramente, luego de que termines el entrenamiento.

¿Huh?

Lorien se había alejado tres metros luego de que yo intentara patearle. Luego de la patada pensaba atacar su pecho con el palo en donde la naginata no tenía ninguna hoja para no dejarle gravemente herido, pero… él lo había evadido y ahora estaba unos tres metros fuera de mi alcance. Eso era lo que estaba pensando cuando repentinamente me acordé que la velocidad de Lorien era increíble y a tres metros no podría ni siquiera saber dónde estaba.

—¿¡Ghkghah!?

Me caí adolorido al piso. Era increíble, no pude ni siquiera ver el ataque viniendo. ¿Por qué fui tan estúpido cómo para pasar por alto algo tan importante? La velocidad de Lorien me había sido demostrada antes y aun así no la tuve en cuenta.

Esto es mí perdida, no puedo continuar luchando, el dolor es bastante como para que seguramente siga en el suelo durante unos dos minutos.

—¡Gah, guh, creo que has… ga–nado —dije mientras sostenía mi pierna derecha debido al golpe que recibí. El dolor era insoportable pero estaba siendo neutralizado por mis pensamientos. Este tipo de nivel de satisfacción…

Exacto, había aprendido una falla en mí que podría solucionar fácilmente si seguía el entrenamiento que Lorien me había ordenado hacer. Él sabía mis debilidades debido a mi anécdota… eso era increíble. Era un gran analista, un gran espadachín y una gran persona a eso dicho. Luego de haberme visto vencido de tal forma, mi opinión acerca de él cambió un poco también.

—Heheh… si entrenas durante esta semana seguramente podrías por lo menos tocarme… sin presumir—dijo, de vuelta presumiendo de forma irónica.

—… gugh… sí. Perdón por cuestionarte, hah…

***

Y así es como terminé de esta forma. El entrenamiento no fue tan malo comparado a lo que se hacía en el oeste. Corridas de diez horas eran normales, en cambio… esto simplemente era precisión continua a un objetivo en movimiento durante seis horas con una espada. Lo único que sentía con esto era aburrimiento.

—¿Y bien? —preguntó Lorien—. ¿Qué te parece Taira? Sé que es muy repentino, pero quiero una buena respuesta.

¿Taira? No sé mucho. No tuve la oportunidad de dar un buen vistazo a las calles y ciertamente no he tenido la oportunidad de ir hacia el palacio para ver qué tan grande era por dentro.

—Realmente no sé cómo responder. No he tenido mucha experiencia por aquí más allá de la puerta de entrada y el dormitorio del escuadrón —fue mi respuesta.

Lorien pareció conflictivo debido a esta respuesta. Seguramente él esperaba que mi respuesta fuera algo como “¡Es lo más asombroso que he visto!”.

—Diablos pues, eso significa que vas a tener que hacer un poco de desarrollo en las calles. Es necesario que te lleves bien con la gente de aquí para entender que es lo que quieren de ti. En esta semana aprenderás todo lo necesario para pertenecer a mi escuadrón —dijo Lorien—. No esperes que sea tan fácil claramente, pero debes de apreciar mi esfuerzo al intentar hacer este entrenamiento lo más accesible para todo tipo de persona.

Eso dicho, ¿una semana? Eso significa que tendré que soportar una semana más fuera de mi viaje y fuera de mi naginata encantada. ¡Realmente tengo ganas de tomarla con mis brazos de vuelta! Gah, la noche que me quede en la villa en la que obtuve la maldición en mi estómago realmente disfruté el abrazar mi naginata mientras dormía apoyado a la ventana.

—¿Qué es lo que haré en esta semana? —pregunté por pura curiosidad. Claramente eso sería principalmente participación ciudadana mientras trabajaba haciendo guardia en ciertos establecimientos y colaboraba con los otros miembros del escuadrón para formar vínculos, pero proviniendo de Lorie–

—Quiero que empieces a vivir en el sector pobre de Taira. Será solo por una semana, pero creo que eso será un buen entrenamiento para ti. En especial para ti —respondió Lorien. Esto completamente destrozo mis expectativas, yo pensé todo tipo de respuesta alocada excepto esto.

De repente tuve ganas de volver a hacer una batalla contra Lorien… pero sabía que el resultado no me favorecería y claramente no quería volver a caer adolorido al piso durante otros dos minutos.

—Tu verdadero horario se te dará mañana por la mañana. Tienes aproximadamente unas cuatro horas para dormir, ¿te parece que puedes sobrevivir a eso durante la próxima semana? —¿es broma? ¡Eso no es completamente nada comparado a lo que he logrado soportar en el oeste! Sin presumir.

—No me subestimes —fue lo único que salió de mi boca luego de que me notificó de esto. Una vez dicho eso, partí hacia el dormitorio e inmediatamente caí dormido. Pronto me daría cuenta que cuatro horas era completamente imposible luego de haber recibido tal tortura mental. Lo que los burócratas decían acerca de disminuir el tiempo de trabajo en el oeste finalmente se volvió realidad para mí, el pobre viajero Yan.