—Rápido, no tenemos todo el día. Las lanzas no aguantaran tanto tiempo —apresuré a mis soldados. Pronto me di cuenta que uno de ellos cambió su arma por un hacha de guerra, vaya. Le pregunté su nombre y me respondió Serren, buen nombre.
Encontramos finalmente las escaleras, estaban justo como pensábamos ubicadas en un hueco del mapa, un hueco en la pared. Pedí que dos soldados resguardaran las escaleras, Conrad e Imi se quedaron debajo mientras Serren y un usuario de Zweihander subía conmigo, le pedí a Kore que volviera con las lanzas.
Diferentes planchas de madera estaban ubicadas de forma que los arqueros pudieran disparar fácilmente y también poder esquivar ataques de enemigos. Gracias al posicionamiento de los enemigos cuando entraban, estos no podrían maniobrar demasiado. Fue suerte que actuáramos rápido para encontrar las escaleras.
Había seis arqueros arriba, todos estaban posicionados de formas que no esperábamos, pero esto nos facilitaba el trabajo. La idea es acabarlos tanto de abajo como de arriba, esta es la misma razón por la cual mandé a Kore para reunirse con los lanzas.
Al subir en seguida pasé a la siguiente plataforma y pude ver como la primera flecha salía disparada al pobre arquero que no sabía que yo estaba allí. La segunda plataforma fue fácil de cruzar, lo mismo con la tercera. En la cuarta el arquero pronto se dio cuenta de nuestra presencia e hizo un grito para avisar a los demás. Ahora nos estábamos protegiendo detrás de una cobertura de madera.
Pero no éramos los únicos que iban a venir arriba, envié a Kore no solo para que nos ayudara pero también para que avisara a las lanzas que nosotros distraeríamos a los arqueros mientras ellos subían desde el otro lado que estaba disponible en el mapa. Exacto, y de esta forma pude ver como el sexto arquero era eliminado por uno de los lanza.
El cuarto y el quinto distraídos no pudieron ver como de alguna forma uno de mis miembros que llevaba una Zweihander se aproximó a ellos, el cuarto arquero vio su cráneo completamente aplastado por la inmensa fuerza detrás de la Zweihander, y entonces Serren se apresuró antes de que uno de los lanza le quitara su víctima y cuidadosamente le cortó el brazo izquierdo al quinto arquero. Si no fuera por su actitud de antes entonces pensaría que estaba completamente maniático, empezó por cortar un brazo, luego corto ambas de sus piernas y empezó rasgando cada parte de su cuerpo poco a poco, abriendo hasta su pecho también. Al final de todo finalmente cortó su garganta.
—¡Dios, pero qué asco! —gritó el miembro que llevaba la espada a dos manos, la Zweihander. Claro está que estos dos no se llevarían bien luego de esto, hahah.
—Si tienes algún problema con ello, comunícaselo al sub-comandante, él responderá todas tus dudas —¡oye! No me pases tus problemas a mí solo porque soy el sub-comandante, diablos.
—Tú, ¿cómo te llamas? —esta era la cuarta vez que preguntaba esto en el día.
—Ah —el joven se sorprendió ante mi pregunta, ¿es posible que él esperara que no le hablara por completo?—, yo me llamo Zed —dijo en una voz muy fina que claramente rivalizaba a su anterior grito.
—La idea de venir aquí es exterminar a La Banda de Daimyou, Zed. Los métodos que usen no me incumben, siempre y cuando los asesines al final. No tomamos rehenes, los asesinamos a todos, Serren no hizo nada mal —eso dicho…—. Eso dicho, Serren, si esto baja la moral de nuestro equipo, por favor no lo hagas de vuelta. Incluso a mí me pareció un poco perturbador. Y tampoco debes de pasarme tus propios problemas a mí solo porque sea el sub-comandante —me aproximé al oído de Serren y entonces le susurré—. Si nadie te ve, puedes hacerlo todo lo que quieras.
—¡Eres grandioso! —gritó Serren repentinamente. Pero qué personalidad.
—Sí, lo soy bastante, me lo dicen todo el tiempo —le golpeé en el hombro como un saludo y entonces me dirigí a los miembros que me quedaban. Un lanza había muerto, vaya… que mala suerte—. Acabamos de tan solo eliminar una parte de los que están aquí, ahora tenemos que avanzar al lado izquierdo. Uno de nosotros murió pero no podemos dejar que eso nos atrase. ¡Vamos a llegar antes que Lorien a la Zona C!
Luego de unos gritos de aliento para los soldados que quedaban que ahora eran ocho en vez de nueve luego de que uno muriera, decidí descender de las escaleras junto a ellos y explorar el lado izquierdo de la Zona B. Afortunadamente la mayoría de los bandidos en esa parte ya habían sido eliminados cuando fuimos a las escaleras.
Pudimos encontrar, justo como el mapa marcaba el primer lugar en donde se guardaba el gran bote de tesoros de los bandidos, una zona gigantesca llena de monedas, herramientas y otras cosas. Entre medio de la habitación pude ver el artefacto que robaron de Genpei, perfecto. Una vez que volviera lo devolvería, si es que vuelvo.
Habiendo explorado el lado izquierdo nos encontramos con una pequeña emboscada que habían preparado un grupo de bandidos pequeño. Pero, esto era tan miserable que les pedí a mis propios soldados que no hicieran nada mientras yo los derrotaba a todos.
—Oye, un momento —preparé mi voz sarcástica—. ¿No crees que con cuatro personas nos matarías a todos? ¡Bájale un poco el volumen, por favor! ¡Completamente no puedo contra ustedes! Dios, ¿quién me salvará ahora? —mientras decía la última frase empecé a correr y deslicé la garganta del primer bandido que se dirigía a mí al haberse enojado por mi discurso.
Los otros tres se balancearon hacia mí pero pronto me di cuenta del poco trabajo en equipo y simplemente retrocedí unos pasos antes de verlos a ellos mismos golpearse. Claro, ¿qué pensaban que pasaría si todos iban al mismo lugar saltando todavía peor?
—¡Cuidadoooo! Este trabajo en equipo es increíble, no puedo siquiera entender lo que están haciendo. ¿Pueden creerlo, chicos? —los soldados de detrás de mí se empezaron a reír, la moral de los bandidos bajó de gran forma—. Oye, no estarás pensando en escapar, ¿no? Si lo intentas tendré que pedirle a mi gran compañero Kore aquí que te inserte una flecha en la cabeza —señalé en dirección de él.
Me acerqué corriendo y viendo como los bandidos recién se estaban percatando de esto debido a la humillación, tomé oportunidad para cortar el brazo derecho de uno de ellos, privándolo de la capacidad de usar un arma. Los otros intentaron alcanzarme pero en vez de eso pateé al pobre bandido sin brazo en dirección a ellos.
—Oye, un momento, ¿acabas de atacar a tu propio amigo? ¿Pero qué es eso? —molesté a los pobres mientras usé al mismo bandido que pateé como escudo y que fue atacado por sus compañeros mientras deslicé mi espada a su lado y pude cortar el pecho de uno de los que estaban delante de mí. Ahora solo quedaba otro.
Este “otro” intentó escapar después de todo, pero a tan solo segundos una flecha alcanzó su garganta desde atrás y murió. ¿Qué tan idiota puede ser? Le di una oportunidad para seguir viviendo y la desperdicia. Bueno, no es como si siquiera tuvieran una oportunidad.
—Que aburrido. Incluso yo tan solo estaba jugando contra ellos. ¿No pueden siquiera con una persona que le falta un brazo? —dicho esto, mis soldados empezaron a hacer murmullos entre ellos. Claro está que no pensaban que estuviera al mismo nivel que Lorien, ¿o sí? Bueno, después de estar tres meses atrapado dentro de un mundo alternativo y en ese mundo estar más de la mitad del tiempo batallando no podía ser una exageración. Aún recuerdo los tiempos en los que Ieyasu me arrastraba mientras dormía, y luego de que hacíamos eso, cambiábamos de turno para arrastrar al otro. De esta forma es como dormíamos.
—Está seguro de que se lo está tomando con calma, ¿no? —preguntó Zed antes de que le respondiera.
—¡Claro que sí! Estos tan solo son unos novatos, no saben ni siquiera como formular una buena emboscada, ¿crees que podrían contra mí? Seguramente cualquiera de ustedes podría acabar con ellos sin recibir siquiera un rasguño —lo que decía no era exactamente cierto, pero en caso de tener mucha suerte era posible. Los bandidos a los que me enfrenté recién estaban llevando espadas cortas y sables. Si me hubiera encontrado con uno que usara algún arma que tuviera mango de palo como sería una lanza o una alabarda seguramente tendría problemas, pero en este caso no los tuve.
—A–Asombroso —respondió Zed. Claro, es el más silencioso del grupo, pero a la vez parece ser uno de los que más respeta a sus superiores, seguramente esté pensando que soy una clase de dios o algo. Esas ideas serían pronto cambiadas si vieran a Daimyou, según los rumores me han contado es un monstruo despiadado en forma de humano. No puedo esperar a por ello.
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Empezamos a correr hacia el lado derecho. Cuando los lanzas fueron a apoyarnos aquí es donde ocurrió la primera muerte debido a una “buena” emboscada de parte de unos bandidos. Gracias a Kore es que pudieron neutralizar a la mayor fuerza de ellos que era un usuario de partesana que claramente habría terminado siendo un gran problema.
Pero es gracias a esto que pudimos cruzar a la sala de la derecha con poco esfuerzo, y allí encontramos la misma cantidad de tesoros que en la izquierda. ¿Cuánto han robado hasta ahora?, se nota que La Banda de Daimyou era bastante peligrosa para todos los que vivieran en Taira.
Eso dicho, no solo encontramos eso. Un grupo de diez personas nos estaban esperando, estaban posicionados de forma estratégica. Estaba claro que esto fue formado rápidamente pero por alguien que lo pensó bastante. Habían cuatro cubriendo por delante, estaban usando partesanas y lanzas. Otros cuatro detrás que estaban usando una espada, una alabarda, un hacha de guerra y una maza de lucero del alba. Y finalmente dos arqueros detrás. Un montón de personas reunidas de forma que no pudiéramos pasar, ¿se supone que debemos limpiar esto?
Inmediatamente nos fuimos de la habitación. La moral de mi equipo decreció un poco, tan solo somos nueve en total contra diez personas, ¿cuántas perdidas habrán? Tenemos tan solo tres lanzas contra cuatro partesanas y lanzas, no tienen escudos y eso es bueno pero aun así nos acabaran debido a los arcos. Si enviamos a nuestras tres lanzas tan solo quedarán destrozados por la fuerza ofensiva de armas de corto alcance. Y en caso de no ser así, hay dos personas que por sí solas pueden destrozar los escudos de nuestros lanzas, el hacha de guerra y la estrella de la mañana. Son armas muy potentes.
«Tengo que hacer algo, a este paso ya no me querrán seguir» —me pregunté mientras pensaba en un plan. ¿Será necesario que tome acción? Mhh…
Puedo hacer que Kore se encargue de los arqueros desde una posición un poco más alejada, pero es casi imposible que él tampoco reciba disparos de los mismos. En ese caso tendría que meterme yo, pero no importa que tanto sepa de batalla ahora, no puedo hacer frente a cuatro personas con lanzas y partesanas. Y tampoco puedo simplemente vivir esquivando flechas, aunque seguramente los arqueros se sientan presionados si me acerco mucho.
Un momento, pero tengo a mis cuatro soldados, Imi y Conrad son especialmente rápidos, Serren se puede encargar también de… un momento. Ya veo, entiendo por completo como debo de solucionar esto.
Kore no se encargará de los arqueros, él se encargara de la retaguardia que está cubriendo a la segunda ofensiva, si hago eso entonces solo tendré que encargarme de la alabarda para que mis hombres acaben con todos. Acerca de los dos arqueros, yo me ocuparé de ellos una vez que Kore haya alarmado debido a la primer baja.
Intentaré que nadie muera, pero no estoy seguro. Daré la formación para mi equipo y esperaré a que pase algo, pero antes que nada tengo que apurarme.
—Bien, acérquense. Tengo un plan. Kore, por favor, quédate fuera de la sala y dispara flechas a los hombres que llevan partesanas, intenta también derrotar al que lleva una alabarda, si puedes disparar a los lanzas sería incluso mejor, de otra forma le dejo a mis lanzas ese trabajo —giré mi mirada a los lanza—. Ya saben su trabajo, lo que quiero es que hagan uso de su escudo para atraer tanto la atención de los arqueros como la de los lanzas mientras Kore les dispara, no se preocupen, su precisión es una sin igual, no fallará —es hora de dar la posición de Imi y Conrad—. Ustedes dos, quiero que se encarguen de los que usan sus mismas armas, exacto. Me encantaría que distrajeran al que usa la espada y al del lucero del alba, esa maza en especial es muy peligrosa para nuestras lanzas. No se preocupen por el hacha, ese se tomará su tiempo en cada ataque que haga, pero la lucero del alba y la espada son de ataques rápidos —finalmente dirigí mi mirada a Zed y Serren—. Ustedes, quiero que Zed se encargue de la alabarda en caso de que Kore no pueda acabar con ella o las lanzas no lleguen a tiempo, Serren, tú encárgate del hacha. Si mueres entonces tendremos problemas, haz lo mejor que puedas. Yo aceleraré e iré por los lados para derrotar a los arqueros.
De esta forma la planificación había terminado, finalmente todos habían confirmado sus propias posiciones. No puedo dejar que nadie muera para por fin activar la fase del plan en la Zona C. Solo he recibido una muerte de parte mía pero no puedo recibir más.
Y entonces el primer disparo comenzó, justo como había esperado de Kore, su flecha fue directa a la garganta de uno de los partesanas. Inmediatamente empecé a correr con mi brazo izquierdo firme a la espada, la habitación era demasiado grande como para que los lanza del enemigo pudieran cubrirla por completo por lo cual rodearla no fue un gran problema. Mi velocidad era mucho mayor a la de los demás y los arqueros aunque intentaron dispararme ya estaban siendo presionados debido a lo cerca que estaba de ellos.
En el otro lado, Kore había acabado con la segunda partesana y finalmente los lanzas también habían acabado con uno de los lanzas enemigos. Zed acabó con la alabarda justo como se había planeado gracias al alcance de su Zweihander. Serren seguía batallando con el hacha. Tanto Imi como Conrad seguían luchando contra lucero del alba enemigo, aparentemente este último era muy bueno, espada enemiga ya había muerto.
Finalmente logré llegar al primer arquero, corté su arco en dos y luego con gran fuerza preparada en mi brazo izquierdo hice un corte contra-brazo que casi corta a la mitad el pobre arquero. El segundo arquero se había preparado para que corriera hacia él por lo cual había preparado su flecha de forma que me diera luego de que el cuerpo del primer arquero cayera y me revelara yo, pero yo ya sabía esto, era una táctica demasiado directa y predecible.
Ni siquiera tuve que correr a gran velocidad, la distancia entre un arquero y el otro era de dos metros y medio, simplemente me deslicé para la izquierda para esquivar la flecha y entonces di un gran impulso con el cual las piernas del segundo arquero salieron de su lugar y lo dejaron volando por casi un segundo antes de que su cara se diera contra el suelo y empezara a gritar de dolor.
Luego de finalizar el dolor del segundo arquero, visualicé la situación que estaba pasando alrededor mío. La retaguardia frontal había caído y la retaguardia trasera también, los arqueros los acabé yo por lo cual este cuarto estaba completamente limpio.
¿Perdidas? Cero, justo como quería.
Finalmente hemos explorado y limpiado la segunda mitad de la Zona B, ahora solo quedaba buscar por restos de bandidos que hayamos dejado y finalmente movernos a la Zona C.
Tomando en cuenta el tiempo que estuvimos para derrotar las fuerzas del lado izquierdo y derecho, seguramente hayamos ganado la carrera en contra Lorien, además de que estamos más cerca que él de la Zona C, pero él solo tenía una parte de la Zona, podría decirse que me dejo lo más difícil para mí. Él se encargaba de la Zona más poblada, pero tenía el elemento sorpresa de su parte, en mi caso la mayoría de los bandidos estaban armados de forma exacta como para derrotarnos. La última formación fue increíble.
Y tomando en cuenta el efecto sorpresa de la Zona A, seguramente Lorien haya perdido a nadie o un miembro, es muy posible lo segundo. En mi caso yo pude haber perdido a Zed debido a que la alabarda lo pudo haber destrozado. Una alabarda contra una Zweihander, claramente quiero estar a favor de la Zweihander pero depende mucho del alcance y en este caso la Zweihander no tenía alcance.
Lo que más afecto esto fue la habilidad de Zed, se nota que estas tropas fueron entrenadas específicamente para Lorien. Y es porque fueron entrenadas para Lorien que yo las puedo usar tan bien. El estar con Lorien durante unos tres meses dentro de ese mundo no es poco claramente, y me afecto de gran forma en lo que se llama cooperación. Entiendo cómo piensa y como actúa, eso está claro.
Según esto, puedo simplemente pensar que acabaré ganando o acabaré en empate contra Lorien. De todas formas llegaré primero así que eso es un punto para mí.