Varios soldados de armadura negra avanzaban por los diferentes caminos de la ciudad, estos se movían de forma organizada asegurando las áreas que tomaban mientras progresaban en su trayecto. Claramente eran un grupo muy bien organizado y disciplinado de soldados, a diferencia de la mayor parte de las unidades usadas para invadir la ciudad, estos parecían ser un poco mejores, esto era una necesidad. Dado que su misión tenía un nivel más importante que el de las otras unidades, no se podía esperar menos.
Adrion avanzaba por los caminos que los Soldados de chatarra de elite despejaban, tras pasar por muchos pensamientos, había decidido que estas unidades serían las más adecuadas dado el escenario de batalla actual.
Además de varias unidades especializadas esparcidas estratégicamente por la ciudad, se podría decir que toda la batalla dependía por completo de los Soldados de chatarra. Estas unidades débiles contaban con la fuerza de un aventurero rango plata, al menos en sus especificaciones físicas. Mientras que eran peores en algunas áreas, también los superaban en otras.
Después de haber realizado múltiples pruebas en la fábrica, Adrion empezó a comprender el funcionamiento de esta misteriosa estructura, aunque había varias pequeñas diferencias en su uso del juego, había una que destacaba de todas las demás.
En el juego las unidades tenían fortalezas y debilidades claras. Una forma de explicar esto de manera simple, sería la eficacia de las unidades de alto nivel y el bajo. Las unidades de alto nivel con su alto costo, mostraban una gran capacidad de poder de combate y versatilidad, mientras, al contrario, las de bajo nivel eran débiles y con casi nula adaptabilidad.
Dentro del juego esta diferencia se representó de manera simple, como un tiempo de inactividad entre movimientos en la batalla, pero en este mundo la diferencia era menos directa, pero tampoco difícil de descubrir. En pocas palabras, los soldados de bajo nivel se podrían considerar un poco idiotas.
Tardaban cierto tiempo en realizar las ordenes que se daban, no eran capaces de responder ante situaciones inesperadas y su habilidad de batalla estaba estrictamente restringida a sus capacidades.
Aun con estas deficiencias Adrion todavía se decantó por su uso, dado la misión que tenía por delante, se consideró la mejor opción, su política siempre era, no hay unidad inútil, solo mal utilizada.
Por esta razón coloco esos Soldados chatarra para usar como sebos, mientras usaba los de un nivel superior para abrirse paso.
Mientras Adrion continuaba meditando sobre los usos de estas unidades, vio como estas desaceleraban hasta detenerse en cierta ubicación. Él solo pudo suspirar, parecía que el tiempo en el que podía fingir ignorancia había terminado, miro de reojo a las dos personas a su espalda.
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Eran figuras bastante destacadas, una era una hermosa vampiresa, mientras que el otro llevaba un traje de bufón. Adrion ya había obtenido cierta resistencia a Atsuki, pero Painappuri era un asunto diferente.
Mientras se llevaba a cabo la reunión estratégica para la invasión, Painappuri dio una sugerencia sobre un punto de ataque que consideraba propicio, cuando dio su explicación tan perfecta sobre los pros de este movimiento, Adrion no podía encontrar una forma de refutarlo, además parecía que los demás campeones también parecían estar de acuerdo con él.
No había forma de que el refutara en ese punto, la diferencia de ser un hombre prudente y un cobarde tenía una línea muy delgada, Adrion no podía darse el lujo de perder su prestigio baja ningún concepto y todo termino hasta este punto.
―Empecemos la operación.
―Todo está listo.
Con la respuesta de Painappuri, Adrion avanzo enfrente del grupo de soldados y el majestuoso edificio se mostró ante sus ojos.
Era la iglesia del dios de la cosecha y la escritura, la religión dominante en este reino. Si la información de Painappuri era precisa, los beneficios del saqueo de esta instalación deberían ser por mucho la mayor fuente de beneficios de esta incursión.
Adrion había pensado que era muy pronto para luchar contra una institución de este nivel, pero ahora que estaba aquí no podía echarse atrás.
Bajo su mirada desde el campanario hasta la entrada de la estructura, varios caballeros fuertemente armados se encontraban bloqueando el acceso, y detrás de ellos los sacerdotes miraban en su dirección con sus miradas llenas de una fuerte determinación.
A Adrion le pareció curioso que la iglesia de la cosecha y escritura pareciera más un fortín en este momento, había por lo menos un centenar de caballeros de su lado y una docena de sacerdotes. Con tal fuerza la iglesia de esta ciudad podía desafiar la autoridad del gobernador y desarraigar a varios nobles. Dado que esta fuerza fue reunida con prisa, no había duda que no era el poder completo de la institución.
Un viejo sacerdote que lucía diferente a los demás dio varios pasos al frente y hablo.
―Monstruos impíos, se atreven a invadir una ciudad protegida por la santa iglesia de la cosecha y escritura. Yo Francisco el sacerdote mayor de esta iglesia juro que desterrare sus almas al lugar del descanso que pertenecen.
Los guerreros vitorearon ante las pocas palabras del sacerdote mayor, parecía que el hombre contaba con gran prestigio en el corazón de su gente. Aun después de pronunciarse, el sacerdote no se movió, parecía estar seguro que tenía que haber un líder entre los monstruos, y seguramente estaba aquí.
Atsuki quiso dar un paso al frente, pero Adrion la detuvo con un leve movimiento de su mano, el plan en principio era dejar que ella se ocupara de todo, pero luego de ver al líder enemigo salir, no pudo evitar mostrarle el mismo respeto. Luego de dar unos pocos pasos al frente respondió.
―Mi nombre es Adrion Nakad, Gran general de la alianza lunar, he venido a traer justicia en nombre de todos los miembros de las razas.
El sacerdote no reacciono ante el nombre ni a su posición, pero, brevemente mostro un ligero cambio ante la mención de la alianza lunar. Parecía que su posición le dio acceso a cierta información oscura.
―Espectro de nombre Adrion, no sé qué clase de justicia buscas, pero no la encontraras trayendo muerte a los hombres, dime quien es tu amo y el propósito de tus acciones.
Adrion solo resoplo con desdén, el sacerdote y su pobre intento de extraer información solo logro molestarlo. Ya había cumplido al responderle según dictaba la tradición, en este momento ya no era necesario hablar más.
―Decima compañía avance.