―¿Que tal va todo?
Vicent hablo cuando no pudo escuchar el ruido de las prendas deslizarse.
―Un momento, el vestido es un poco difícil de retirar.
Vicent no respondió, pareció estar interesado en la mención de la dificultad de retirar el vestido y se centró en eso.
Vina no desaprovecho el momento, camino directo al jarrón, coloco sus manos sobre él y lo levanto, sus manos estaban sudorosas y por un momento casi lo dejo caer. Solo por pura suerte logro sostenerlo, volteo rápidamente y suspiro de alivio, Vicent aun continuaba con su reflexión y no noto nada.
Ella camino lentamente a su espalda, levanto el jarrón y colocando todas sus fuerzas en él, golpeo la cabeza de Vicent.
Vina se asustó cuando el ruido que esperaba no llego, había cerrado ambos ojos al realizar el golpe, esperaba escuchar el estruendo de la porcelana rota al momento del impacto, pero solo fue un sonido hueco, incluso cuando el jarrón cayó al suelo, solo se escuchó un poco.
Cuando abrió los ojos solo vio el escenario que provoco, un jarrón agrietado y un Vicent noqueado en el suelo. Ella había subestimado la dureza del jarrón y sobrestimado la resistencia del pobre hombre.
Un poco aturdida Vina camino hacia la puerta, ella seguía incrédula, sinceramente no había pensado que tendría éxito.
Miro a ambos lados, tomando el camino por el que la trajeron en un principio, estando en el segundo piso, lo primero que debía hacer era volver a bajar. En un intento bastante torpe de sigilo, Vina camino lentamente por los pasillos, que por alguna extraña razón eran muy silenciosos.
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No sabía si era solo su extraña percepción, pero sentía estar sola en el edificio, aun después de avanzar lo que podría considerarse un área extensa, no se topó con nadie.
¿Dónde habían ido todos? La pregunta paso por su mente, pero su deseo de escapar mantuvo sus delgadas piernas en movimiento, sin saber dónde estaba la salida, solo se dirigió en lo que ella pensaba era una línea recta, después de todo, si seguía así, terminaría por encontrar la puerta ¿no?
No paso mucho tiempo antes que lograra encontrar el camino, cabe decir que su increíble método de escape no tuvo nada que ver con esto. En el entorno silencioso del edificio, un sonido específico se destacó demasiado, el sonido de una puerta golpeándose una y otra vez, era el sonido que producía al mecerse por el viento. Donde hubiera viento, habría una salida, con esto como base, Vina encontró el camino a su libertad.
Al ver la puerta abierta ella se detuvo, no podía evitar pensar que una vez la atravesara, se encontraría de nuevo en ese cuarto oscuro, después de todo lo que paso, ¿ella iba a escapar de esta manera?
Aun vacilante, sus pies se movieron al frente, el frio piso la hizo temblar, pero al menos le confirmo que no estaba soñando, ahora era libre.
Vina camino mientras se rodeaba con sus brazos, el clima era frio y el pequeño vestido que llevaba no estaba hecho para este tipo de clima, se alejó de la puerta que la encerró y también la había liberado, ella arrojo una breve mirada cuando la vio lo suficientemente lejos.
―Solo espera.
Ella susurro, no podía hacer nada en su condición, no podría salvar a su hermana.
Necesitaba buscar ayuda, una extraña sonrisa se formó en su cara cuando tubo este pensamiento, ¿había al menos una persona en esta ciudad que la ayudaría? Aunque unas cuantas caras pasaron por su pensamiento, fueron descartadas tan rápido como aparecieron, ninguno de ellos la ayudaría, no a una nomiad.
Después de perderse en sus pensamientos, miro a su alrededor, había estado caminando sin rumbo y sin ninguna duda estaba perdida. Simplemente había querido alejarse de esa puerta, aunque aún si hubiera sido consiente de sus alrededores, se habría perdido igualmente, los barrios pobres eran un laberinto, uno que ella no conocía.
Simplemente alzo la cabeza y miro al cielo, ahí estaba la luna, anteriormente habría pensado que era muy hermosa, pero ahora no sentía nada al respecto, solo era un círculo azul que no tenía nada de especial.
La diosa de la luna Syndra no había respondido a sus oraciones, de hecho, ningún otro dios había hecho nada. Todos los dioses eran inútiles en lo que a ella respecta, había rezado a todos los dioses que conocía, pero ninguno hizo nada para ayudarla. Intento recordar el nombre de algún dios que ayudara a los viajeros perdidos, pero no logro pensar en nada, ella sabía que solo estaba perdiendo su tiempo, pero sinceramente no tenía ni idea de que hacer.
Vina volvió la cabeza a un lado, creía haber escuchado algo, después de concentrarse en el sonido, logro confirmar que había algo sin duda alguna, parecían ser los sonidos de pasos rápidos. Ella solo lo pensó un segundo y se dirigió al sonido, en su situación, no tenía muchas más opciones.