Vina observo como la luz empezaba a entrar por la ventana, estos eran los primeros rayos de luz que anunciaban el inicio del día, esto era lo que su madre lograba ver todas las mañanas. ¿Era esta la razón por la cual despertaba antes que todos? Se pregunto Vina, ella apretó fuertemente sus parpados y volvió a abrir sus ojos.
La razón de que Vina estuviera tan temprano no tenía que ver con su fuerte resolución, simplemente ella no había dormido nada desde la noche anterior, tenía miedo de que su abuelo volviera. Así que no había podido dormir, dio un pequeño vistazo al pequeño ser que se encontraba acurrucado en sus brazos.
A diferencia de Vina, Moli si había sido capaz de dormir, habían tenido un día muy largo, sin importar lo asustada que ella se encontraba, el pequeño cuerpo de una niña termino por rendirse al sueño y ahora se encontraba dormida en los brazos de Vina.
Aunque este pacifico momento resultaba muy tranquilizante para Vina, ella sabía que no podía permanecer así.
—Moli despierta.
Sacudió levemente el cuerpo de su hermana hasta que ella abrió los ojos.
—Vina, ¿ya es de día?
La medio dormida Moli pronuncio las primeras palabras que vinieron a su mente, ella se froto los ojos y dio un vistazo a su alrededor.
—Si Moli, ya es de día.
Vina se incorporó y ayuda a su hermana a levantarse, no había olvidado los sentimientos que la envolvieron durante la noche, este no era un lugar seguro para ellas vivieran. Tenían que marcharse de este lugar.
Ella no sabía de ningún lugar seguro al cual podrían marcharse, pero había escuchado de los rumores de las razas viviendo en una zona en particular, ese lugar no era seguro para ella y su hermana, pero tendría que arriesgarse.
—Moli recoge tus cosas, tenemos que irnos de este lugar.
—¿Irnos, a dónde?
—A buscar nuestro hogar.
Moli lucía un poco desconcertada, no solo por el hecho de acababa de despertar, también la expresión seria de su hermana jugaba un papel en esto, pero ella confiaba en su hermana y si esta pensaba que tenían que marcharse, la seguiría.
—Entiendo.
—Recoge tus cosas.
A diferencia de la vez que se marcharon de la casa de sus padres su equipaje era mucho más liviano. No podían permitirse destacar demasiado en la ciudad, así que tomaron solo tomaron las cosas que creían necesarias. Vino ajusto su sombrero a su cabeza y dio un breve vistazo a la casa de su abuelo, la cual comenzó a verse más y más pequeña mientras se alejaban.
Esta es la segunda vez que tenía que abandonar su hogar.
Vina sacudió fuertemente su cabeza, no podía perder el tiempo poniéndose sentimental en este momento. Su hermana la necesitaba, tenía que permanecer fuerte.
Se dirigían a los barrios marginales de la ciudad, los guardias no frecuentaban esas áreas, no era el miedo lo que los mantenía lejos de ese lugar, simplemente se trataba de algo que tenía que ver con el coste y beneficio. Los guardias de la ciudad no eran muy numerosos en primer lugar, así que no podían estar en todas partes, si tenían que decidir entre cuidar a los ciudadanos honrados de las zonas más prosperas y los ciudadanos que vivían en esa área, la respuesta era bastante sencilla.
Como resultado de esta decisión, surgió una zona que no contaba con las restricciones que tenía el resto de la ciudad. En un sitio así, incluso los miembros de las razas podrían vivir una vida normal, al menos eso era lo que Vina pensaba.
—Moli no te alejes de mí.
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—Si, entiendo.
Después de caminar sin parar, habían llegado al área marginal de la ciudad, Vina esperaba ver un lugar sucio y descuidado, pero no pensó que lo que encontraría sobrepasaría mucho su imaginación. Un horrible hedor se esparcía por todo el lugar, era una combinación del olor de las heces y carne podrida, pareciera que algunas personas usaban estas áreas como un basurero y montones de deshechos se acumularan sin que nadie hiciera algo por limpiarlas.
Vina reprimió las fuertes ganas que sentía de marcharse, su hermana a su lado tenía una expresión de náuseas y se esforzaba por no vomitar. Vina se centró en seguir caminando, esperaba que si se adentraba más encontraría una zona que no oliera tan mal, aunque sus plegarías no se cumplieron, finalmente sus narices acabaron por acostumbrarse al olor y pudieron continuar.
Mientras avanzaban el panorama solo se vio más y más lúgubre, no encontraban más que basura, chozas destartaladas y personas tiradas en diferentes partes del suelo. Vina no distinguía si las personas estaban dormidas o inconscientes, pero no quería averiguarlo, aunque la mayoría de ellos eran humanos, logro ver algunos nomiad ocultos en algunos lugares.
Vina no podía simplemente acercárseles y hablar con ellos, aunque fueran de la misma raza que ella, no podía saber si eran amigables, además de esto, ella y su hermana solo eran mitad nomiad, no sabría cómo reaccionarían a ellas si lo descubrieran. Su objetivo en este momento era encontrar un lugar donde quedarse, ella no esperaba mucho, simplemente quería un techo, un lugar donde poder descansar y recuperar sus fuerzas.
Pero el panorama no se mostraba muy positivo, si hubiera un sitio tan conveniente, las personas que paso con anterioridad estarían ahí. Vina suspiro internamente, el mundo no era como los cuentos que su mamá le había contado. Algo como recibir ayuda de un príncipe o encontrar una casa convenientemente abandonada no sucedería.
Mientras Vina continuaba rememorando los momentos con su madre, un sentimiento extraño recorrió por su espalda, ella se sentía observada. No del mismo modo que sentía mientras camina entre los mendigos, que solo la miraban desinteresadamente, sino que la miraban fijamente, el sentimiento venía de su espalda, pero Vina no volteo enseguida. Continúo caminando durante unos minutos más, esto lo hizo solo para estar completamente segura de que estaba en lo correcto.
Efectivamente esto era así, aun después de seguir caminando, el sentimiento no se desvaneció, no sabía la razón por la cual la persona las observaba, pero podría ser solo un niño curioseando, o tal vez era algún conocido de su abuelo. Así que vina decidió terminar con esto, giro en una esquina, dio media vuelta y espero.
—¿Vina?
—Shhh.
Vina señalo a Moli que guardara silencio, ella parecía no haberse percatado de nada, pero hizo caso a su hermana y ambas esperaron sin hacer ningún ruido. No paso más de un minuto antes de que una persona se mostrara frente a ellas.
—¡Ahhh!
Un joven hombre que se sorprendió al encontrar a las hermanas esperándolo, libero un leve grito y callo sobre su trasero.
—¿Quién eres tú y porque nos estabas siguiendo?
Vina no perdió el tiempo y pregunto al hombre que se encontraba en el suelo. El joven parecía ser un humano, tenía ojos negros, cabello del mismo color y este lucia bastante descuidado. Llevaba ropa sucia y en su totalidad estaba poco aseado, pero este definitivamente no era un mendigo.
—Hola mi nombre es Leonard.
El hombre de nombre Leonard, se levantó del suelo y mientras quitaba el polvo de su trasero con una mano, extendió la otra intentando saludar a Vina.
—Termina de responder.
En cuanto a Vina ella miro ferozmente al hombre y se cruzó de brazos ignorando su mano.
—Espera no tienes por qué lucir tan enfadada, simplemente como nunca las había visto por estos lugares, sentí interés en ustedes y decidí seguirlas.
El hombre mostro una gran sonrisa y extendió su mano una vez más.
—Vina, y ella es mi hermana Moli.
Vina aún renuente extendió su mano y lo saludo, del mismo modo Moli hizo lo mismo.
—Y dime, ¿qué hace un humano como tú en este lugar?
—¿Humano? A es verdad.
El hombre bajo la cabeza y retiro el cabello de su frente. Y entonces Vina pudo verlos, dos pequeñas protuberancias en donde anteriormente debieron estar unos cuernos.
—¿Un nomiad?
—Así es, no creo que sea necesario decir por qué los oculto, ¿verdad?
—No, yo entiendo.
—¿Ustedes no son humanas verdad?
—No, somos nomiad también.
Vina retiro un lado de su sombrero y mostro su cuerno.
—Ya veo eso pensé.
Leonard mostro una leve decepción ante esta vista, aunque enseguida volvió a estar como si nada.
—Y díganme, ¿qué hacen aquí?, ¿se han perdido?
—No, no estamos perdidas.
—Entonces…
—Solo buscamos un sitio donde quedarnos.
—Y, ¿tienen dinero?
La expresión de Vina se distorsiono cuando escucho la palabra dinero, a ella le quedaban unas pocas monedas, pero si comenzaba a gastarlo sin pensar, ella y su hermana terminarían en la calle en un abrir y cerrar de ojos.
Al ver la expresión de Vina, Leonard tomo una pose pensativa, Vina aun no sabía que pensar de él, pero si era un nomiad como ella, sabría los problemas por los que pasaba y debería saber más del lugar. Moli simplemente mira el intercambio entre los dos y se mantenía al margen.
—Conozco un lugar donde podrían quedarse, pero puede que no sea fácil.
—¿De verdad? ¿Qué quieres decir con que no será fácil?
—El dueño de una posada cerca de aquí es amigo mío, pero puede que sea difícil convencerlo de que las deje quedarse.