Siguiendo por su camino, Select, Kate y Max siguen su camino.
—Maldita sea, ¿nos queda mucho?
—No, no tanto…
De la nada, salieron un montón de soldados, rodeando a Select y su grupo.
—¿Pero qué demonios? —Saltó Max.
—¡Atrapadlos! —Gritó un guarda.
Un rápido golpe en la cabeza hizo que a Kate no le diera tiempo a transformarse, desplomándose en el suelo.
—Muy bien, Max, no tenemos otra opción —Select levantó los brazos.
Los caballeros los llevaron hasta un enorme castillo, donde en un enorme trono les observaba una espeluznante mujer.
—Oh mierda, ¿puede que sea la reina que inspiró a la Reina Malvada? —Se preguntó Max.
—No lo sé.
—¿Quién osa entrar en mi reino? —Preguntó furiosa la Reina.
—Yo. —Dijo Select con una sonrisa.
—¿Cómo te atreves a hablar así a tu Alteza? —Le dijo furiosa a Select.
—Por vageza. Y te hago un pareado sin haberlo preparado.
—¿Sabes lo que le pasó a la última persona que me desobedeció?
—¿El qué?
—Ordené que le cortaran la cabeza.
—Al menos no te tuvo que soportar más, vaya tostón.
—¿De qué hablas, bufón? —Le amenazó la Reina.
—El único payaso que veo en la sala eres tú —Le contestó Select.
—¡Llevadlos a las mazmorras!
—No podías estar en silencio, ¿verdad? —Le dijo Max a Select.
Las mazmorras eran un lugar frío y oscuro.
—Estoy donde quería estar, Max —Le contestó Select. —Bien, Kate, necesitamos que derribes esta puerta.
—No puede ser tan sencillo —Dijo Max.
—Al no transformarse Kate no saben de su poder, así que desconocen su fuerza.
Select pegó un bote al oír el golpetazo de la verja contra el suelo.
—¡Corred! —Gritó Select.
Los soldados se oían por detrás.
—Vamos.
De repente, Select se fijó en algo raro en el espejo.
—¿Intentando escapar? —Oyó provenir de él, antes de que las manos de la Reina lo arrastraran dentro del espejo.
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Dentro, el mundo del espejo se retorcía, giraba y cuestionaba toda ley de la física.
—Oh mierda… —Dijo Select, antes de ser lanzado contra una pared.
Kate y Max entraron de golpe en el espejo, empujando a la Reina.
—¡Vamos chicos! —Gritó Select.
Correr por esos pasillos era irreal, debido a los giros imposibles y todos esos elementos surrealistas.
—¡Mierda, se acabó el camino! —Gritó Max.
—No, mira bien —Con un salto Select se invirtió al techo. —¡Oh mierda, qué cosa más rara!
Max y Kate hicieron lo mismo, mientras la Reina se acercaba deprisa.
—¡Correr tanto le viene mal para las articulaciones! —Le gritó Select.
El trío atravesó el laberinto surrealista seguido de cerca por la Reina, hasta llegar a un sitio sin salida.
—Os tengo —Dijo la Reina.
—¿Ah si? —Preguntó Select.
La Reina sacó una manzana y la preparó para lanzarla. Select agarró el diario fuertemente.
—Os veo con hambre, ¡comed esto! —Gritó la Reina. Cuando estuvo casi tocando la manzana a nuestros aventureros, Select utilizó el diario como un bate de béisbol, devolviendo la manzana a la Reina, quien se la comió entera.
—¡Strike! —Gritó Select.
La Reina cayó al suelo, inmóvil.
—Realmente Percival de Carpenter era el Último Gran Héroe, su diario nos ha salvado ya varias veces —Dijo Select mirando al diario.
—Volvamos por el espejo.
Una vez de regreso, esquivaron a los guardias y escaparon del castillo de la Reina.
—Ya estamos a salvo —Suspiró Select.
—Sí, la verdad es que ya estaba preocupado de no salir vivo —Dijo Max.
—Pero lo conseguimos —Recordó Kate.
El trío estaba relajado hasta que un disparo llegó hasta el pecho de Max, quien cayó al suelo.
—¡Max! —Gritó Select, mientras Max jadeaba en el suelo, ensangrentado.
—Yo que tú le pediría ayuda —Dijo Smith detrás suya con una sonrisa.
—¡Cabrón! —Gritó Select, intentando acercarse, pero Smith le apuntó con el arma.
—Ahora mismo, soy el único que puede salvar a tu amigo con mi equipo. Así que llévame a Excalibur.
—Si Max muere, date por muerto. —Le amenazó Select.
—Quien se dará por muerto será Max si no me obedeces ahora mismo, Select.