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Loria, La nefilin Lobo (ESPAÑOL)
CAPÍTULO 45 Caiffai, el rey de las sirenas

CAPÍTULO 45 Caiffai, el rey de las sirenas

--¿Se dieron cuenta? Su propio fuego también lo quema, le hace daño – dice Terry

Todos tomaron los huesos de la ballena, para utilizarlos como bates, sus bolas de fuego le eran devueltas impactando en su cuerpo, Poseidón ya ardía en llamas, comenzó a saltar tratando de alcanzar a alguno de los lobos, pero Loria los elevó más altos

Ella consideró que ya era el momento, aquel demonio había derrochado suficiente fuerza y energía, como para no poder rechazar la muerte, así que, de nuevo cambio de tonada, advirtiendo que debían ocultarse

Se elevó y desplego sus grandes alas

--Así que tú eres el ángel Lobo, realmente si existes después de todo… pero conmigo no podrás, no tienes la fuerza para enfrentarme –

Como un dragón lanzó fuego sobre ella, pero solo batió sus alas para repelerlo, devolviéndolo a su rostro, que fue quemado por completo, ya el disfraz de humano había desaparecido, ahora se veía como era realmente, un ser de fuego infernal

Toma dos plumas de sus alas, una en cada mano, eleva sus brazos al cielo, invocando al Ángel Surie, quien con un destello ilumina sus manos, cierra los ojos por un momento y lanza las plumas sobre aquel demonio

Entran por la cavidad de sus ojos vacíos y se incrustan dentro, el demonio lleva sus manos a sus ojos y grita desorientado

--No puedo ver… ¿Qué me hiciste maldito ángel? –

Loria toma sus brazaletes y su collar y dice al lanzarlos – ¡Mátenlo! Tal como él quería hacer con las sirenas, que muera degollado –

De nuevo los bumeranes son lazados, cortando su cuello de aquel demonio y se regresan a la humanidad de Loria

--Parece que no le hicieron nada – comenta Terry

--Solo protéjanse…. Todos al agua – grita Loria

Parecía que no le había hecho nada realmente, el demonio ya no se quejaba porque estaba ciego, solo se hinchaba más y más, cada vez más gordo, parecía un globo que explotará cuando ya no resista más aire adentro

--En cualquier momento explotará, hay que tener paciencia… que es una virtud sabia— dice la Wicca

Pasaron treinta minutos en la espera que se hizo larga, de pronto ¡Bum!... explotó. Su cabeza se desintegró y millones y millones de partículas se distribuyeron por los aires en todas direcciones, parecía un volcán en erupción lanzando fragmentos de escoria encendida, ceniza y lava, que al desbordarse por su cuello consumía su cuerpo

Después de una hora, solo quedaba un material solidificado en la tierra, convertido en roca, tal cual se formaron por el enfriamiento de la tierra. Ya era seguro salir, solo existía el peligro de las bestias, Loria le entono un canto para que no se acercaran a los demás, las mantenía tranquilas

Ella cae a tierra y se sienta en ella, en silencio

--Mi alfa que le sucede— pregunta el varón rojo

--He eliminado al único ser que podría llevarnos a la tumba de mi madre, como la encontraré ahora—

En eso la Wicca interrumpe –Mi reina debemos revisar la casa de Poseidón, de pronto allí está la respuesta a lo que buscamos—

Se dirigen a los aposentos de aquel demonio

--¡Qué asco! como podía vivir dentro de tanta porquería, huele a pescado podrido – dice Terry

--Se alimentaba de las sirenas, delfines, ballenas y pare de contar –

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La Wicca revisa unos frascos extraños sobre un mesón

--Esto es magia negra… en estos frascos esta la poción maligna que le dan a los lobos silvestres para convertirlos en bestias…. Mi reina aquí está la receta de la poción—

--En este tanque hay varios peces globo, están vivos, pobrecitos atrapados aquí – dice Terry

--No los toques…. Son venenosos, los utilizaba para hacer la porción para la transformación de las bestias, también se lo daban a los hombres—

--¿Cómo sabes eso Wicca? —pregunta Leo

--Porque lo estoy leyendo en este libro, le pertenecía al hechicero que murió y ayudó tanto a estos seres diabólicos—responde la Wicca

--Pero está escrito en un lenguaje muy antiguo, tanto o más antiguo que el lenguaje angelical que utilizó mi madre en el Ático—dice Loria

--Eres sabia mi reina, tienes razón, yo no sé leer ese lenguaje, pero le hice un hechizo de los antiguos druidas, es como un traductor y me permite leer en el lenguaje de los druidas –

--¡Que más dice! … sigue leyendo, habla de la tumba de mi madre—

--No mi reina, habla del brebaje que les dieron a esos pobres hombres que servían a aquel demonio obeso, por eso ellos tenían esa apariencia monstruosa, que parecían como cavernícolas… ¡Dios! …. ! ¡Que descansen en paz!... no tenían culpa de lo que hacían –

--Aquí dice que, con el consumo de un tipo de algas, que solo se encuentra en el fondo del mar, podría revertir el mal en las bestias… yo traje unas algas de esas que me regaló la pantera… podríamos probar con alguna de ellas… pero se la das tu mi reina, yo les tengo mucho miedo –

Loria fue a la orilla donde se encontraba echadas algunas bestias, tranquilas con el canto de las sirenas que continuaban emitiendo la tonada para tranquilizarlas. Loria se agacha y acaricia a una de ellas y mentalmente le ordena que se coma el alga, la bestia obedece y la ingiere luego se queda dormida

--Wicca creo que envenenaste al pobre animalito— comenta Leo

--Ya no se mueve… ¿Sera que se murió? – pregunta Terry

--Esta viva… tranquilos, solo duerme – responde Loria

A la media hora, la bestia comienza a disminuir su tamaño, su color se oscurece tendiendo a negro, su pelaje brilla y se reduce a la mitad de su dimensión, también su expresión y sus colmillos cambian, hasta llegar a su verdadera apariencia

--Solo es un. lobito cachorro todavía… ni siquiera los dejaban crecer para hacerlos bestias—comenta Loria, las sirenas también observaban desde la orilla lo que sucedía

--Pero donde podremos conseguir tantas algas para tantos lobos—pregunta Loria

De pronto una voz a lo lejos se escuchó

--Nosotros podemos conseguirlas – todos voltearon a ver, era la voz de una de las sirenas

En eso emerge del mar una sirena varón, muy grande, sobre una ballena y dice

--Salve Reina de los lobos… protectora de la naturaleza, enviada por el creador…. Estamos al servicio del Ángel Lobo, soy Caiffai, el rey de las sirenas, emperador del mar, a tus pies—

Loria se sonrió al verlo y se dirigió a él

--Gusto en conocerte rey Caiffai, me dices que puedes conseguir las algas para sanar a los lobos silvestres—pregunta Loria

--No estoy de acuerdo en salvar a los seres que se han comido a tantos de los nuestros y de las otras especies marinas… los despedazan, son también demonios, no lo permitiré – dice un joven de sirena, que comanda a un grupo

--Discúlpate con la reina de los lobos, o atente a las consecuencias, estas vivo porque ella nos liberó, salvo a nuestra especie de la extinción, eliminó a nuestro opresor y ahora solo quiere devolverle la vida a otra especie, esa que nos comía también tiene derecho a sobrevivir… ¡Discúlpate con ella! –

El joven fue atrapado por otros varones de sirena, obedeciendo a su rey y traído a los pies de Loria, cuando el rey se disponía a impartir su castigo Loria intervino

--No…. Espera… rey Caiffai, no lo hagas, él solo expresó lo que piensa, es solo un joven, en cierta forma tiene razón, ellos se han alimentado de sus especies, pero nunca salieron a cazarlos, lo hacia el demonio, no ellos… son tan víctimas como Uds. –

El joven pregunta –Para donde irán si los curas—

--Ellos no son de la costa, ellos eran los lobos silvestres de las montañas, que fueron atrapados, volverán a sus dominios, no se alimentan con la vida de otros seres vivos, hay quien velará por ellos gustosamente y los enseñará a hacer de nuevo lo que fueron –

Los jóvenes se veían unos a otros, la esperanza que, si eran sanados, serían llevados del lugar les gustaba, entonces declino su actitud

--Aceptamos reina de los lobos, nosotros mismos buscaremos las algas que necesitas con la condición que te los llevaras de aquí… ¿Es un trato? –

Ella se sonríe y le da la mano -- ¡Es un trato! --

El joven se dirige al rey –Permiso para partir—y él le responde –Permiso concedido—

Luego Loria pregunta –Hay unos peces globos atrapados en un estanque, tenemos miedo de tocarlos por su veneno… como hago para liberarlos—

Una de las sirenas entona una canción

--¿Qué sucede? ¿Por qué no hablan? – pregunta Terry

--Con su canción la sirena quiere que tú la lleves alzada hasta el estanque, para ella sacar a los peces –

--Y porque no lo dice y ya—

--No todas saben hablar… además tú le gustas… está tratando de embobarte con su canto—

--No juegues con eso Loria… yo solo podría amarte a ti… recuerdas que soy un lobo negro –

--Jajaja… si mi amor … mantente puesto tus tapones y nada pasará… hazle el favor a la fémina ¿Quieres? – así lo hicieron para liberar a los peces globos