--Solo quiero que me diga quien o quienes están detrás de ella, solo tiene que ir a la propiedad de Ahmet Erdogan, allí es donde vive ahora, he mandado varios guardias, pero algo sucede que desaparecen misteriosamente, alguien los tiene a todos, estoy seguro—
--Lo haremos y con esto queda saldada nuestra deuda con los. caza lobos, ¿Esta claro?... ¿Estás de acuerdo? Es el ultimo lobo que te entregamos, aquí termina nuestro pacto con los humanos—
Loria avisa a los demás de lo que sucede y les pide que se mantengan alejados de la casa nuevamente, porque ella intuye que son cazadores de su especie y por esta razón prefiere mantenerse alejada de ellos
A media noche, cuando Aramis y Caterina duermen, los forasteros conversan entre ellos
--Vamos entonces a traerle esa loba a Aramis… me habías prometido que ya no cazaríamos mas los de nuestra especie, para que queremos más fortuna si no podemos con la que tenemos—
--Si es verdad que lo prometí, pero si no lo hacemos tendremos a la logia completa de los. caza lobos en nuestra contra, nos mataran si no obedecemos… piénsalo será nuestro último trabajo y seremos libres –
-- A costa de la vida de una loba, que por cierto tiene una hija, que quedará huérfana, no quiero Raúl, otra vez no—
--Enzo, hermano, entiéndeme después de esto seremos libres—
Al día siguiente los hermanos Raúl y Enzo se dirigen a la casa donde vivía Ahmet Erdogan, pero la encuentran vacía, al llegar
--Que olor tan nauseabundo, ¿A que huele? —
--No lo sé, es a lobo o a perro muerto—
Loria quien los había seguido los escuchas hablar, ya que ella era la única de la manada que no era detectada por los lobos, va hasta el acantilado y les cuenta lo que sucede a todos los suyos
--Mi alfa el brebaje hizo efecto, si su olfato fuera el mismo, hubiesen distinguido el olor de Ange y su hija que estaban escondidas en el Ático… un día más de oler esa poción y quedaran sin olfato –
--Me gustaría que me permitieras matar a esos traidores, dos lobos feroces detrás de una lobita, es insólito – dice Terry
--No matamos a los de ninguna especie, tenemos que saber más de estos lobos ¿Por qué Aramis los tiene sometidos y tienen miedo de desobedecerlo? Es obvio que no quieren atrapar a Ange, como tampoco quieren más fortunas—
Todos regresan a casa a descansar. En la mañana durante el desayuno con Aramis
--En esa casa no hay nadie, huele horrible, nadie puede vivir ahí con ese olor—
--Tienen que buscarla por el bosque, es su obligación, necesito que la encuentren y la traigan—
Ambos se van al bosque y discuten
--No sé porque aceptaste venir al bosque a buscarla, yo no voy hacer lo que piensas, mañana me iré a Alemania en el primer vuelo y desapareceré de los. caza lobos—dice Enzo
--Te buscaran y te encontraran, por años lo han hecho, no hay salida, no hay donde esconderse—dice Raúl
Enzo se enfurece y se transforma, retando a su hermano Raúl, que también hace lo mismo, se atacan mutuamente, pero son iguales, ninguno domina al otro, mientras la manada los observa, ya no se dan cuenta que hay otros lobos cerca, han perdido el olfato
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Cansados dejan de pelear y se vuelven a convertir en humanos. Loria los pone a prueba y hace que Ange se presente ante ellos, acostados en el césped oyen una voz muy tierna de una fémina
--¿Ya terminaron de pelear? —
Ellos se sobresaltan y se levantan rápidamente, viéndola sentada cómodamente sobre un tronco
--¿Quién eres Tú? – pregunta Enzo
--Soy la loba que están buscando, me llamo Ange Smith—
Raúl salta sobre ella para aprenderla, pero Enzo no se lo permite y lo detiene
--Que haces estúpido, quieres que maten a nuestro padre, si no lo hacemos él morirá—
--Quien nos dice que está vivo… hace más de veinte años que no lo hemos vuelto a ver, lo más probable es que está muerto—
--Y si no lo está, con esta acción lo vas a matar de verdad—
Enzo y Raúl siguen discutiendo y vuelven a pelear como lobos, cansados desisten y se vuelven acostar sobre el césped
--¿Porque no has huido lobita? — pregunta Raúl
--No tengo prisa y uds.—responde Ange
--Si te llevamos te mataran ¿Verdad? --, pregunta Enzo
--Aramis lo único que quiere es que le diga quien me está ayudando, para obligarme a hablar me arrancará las uñas, me obligara a convertirme en lobo para quitarme el pelaje y por último me matará, después que le confiese lo que quiere, así hizo con todos los demás lobos—
--Te das cuenta hermano, no la podemos entregar… tengo una idea mejor… él nos chantajea con matar a nuestro padre si no hacemos lo que quiere…. Entonces secuestremos a su hija y estaremos en igualdad de condiciones – propone Enzo
--Oye… sabes que no es mala idea… llevémonos a esta estúpida, que nos tiene miedo y escondámonos hasta que podamos hacer un intercambio—
La manada se sobresalta, pero Loria les dice por telepatía –Tranquilos todos, no hagan ningún ruido—
Se dirigen a Ange –Te vamos a dejar libre, escóndete, porque esto se llenará de militares buscándonos, protégete para que no te atrapen y buena suerte— le dice Enzo
Se retiran y se va a la mansión de Aramis, Loria corre velozmente para llegar antes, leo y sus hijos también, ya no hay peligro que los olfatee
--Mi niña que va a pasar si te secuestran…. ¿Se lo vas a permitir? —
--Nana la idea no es mala, a lo mejor Aramis descubre donde tiene a los. alfa ¿En qué lugar tiene a mi madre Loredana? …. Yo sé que ella está viva, lo siento, y mi padre también debe estar vivo –
--Ay mi niña, estas hilando muy fino, no hay una sola prueba de que estén vivos, no quiero que te hagas ilusiones y después sufras una gran decepción—
--Es un riesgo que tengo que correr… ya llegan, vete para la cocina, mientras me secuestran—
Los lobos suben sigilosamente a la habitación de Loria, tratando que nadie los vea, entran y ella les dice muy calmada
--Como están, gusto en saludarlos—
--Disculpe señorita Loria el abuso, pero debe venir conmigo—dice Enzo timidamente
--Estoy lista, uds. dirán para donde quieren que vayamos—
Los hermanos se ven a los ojos y dejan una nota en alemán para Aramis que decía: Nuestro padre por vuestra hija
--Síganos señorita—los tres caminaron por horas en círculos, estaban perdidos en medio de la selva
--Estoy cansada de dar vueltas, díganme si tienen otro plan, porque al paso que vamos nos encontraran pronto— dice Loria
--¿Qué? ¿Cómo sabe?, estamos muy lejos de su casa—
--Estamos a unos minutos de mi casa—pero Loria piensa
--Con el brebaje de la Wicca también perdieron el sentido de la ubicación, claro al perder el olfato que es la guía de un lobo, tendré que ayudarlos—
--Escuchen lobos, si no me hacen caso, en una hora estarán muertos, han perdido el sentido de la ubicación, yo sé de un lugar donde nos podemos esconder, mientras Aramis piensa seriamente en entregar a vuestro padre—
--¿Cómo sabes? .... además, cuando aprendiste hablar alemán—pregunta Raúl
--¿Cómo sabes que ese en nuestro plan? Pregunta Raúl –Y porque nos llamaste lobos—
En eso, oyen la jauría de los perros de los. caza lobos
--Se los dije, ya vienen, pero si me hacen caso, los llevaré muy lejos de esos cazadores—
Ella corre y ellos la siguen hacia la espesa selva donde se encuentran los arboles más altos del lugar, por los cuales siguen el camino entre las ramas, de salto en salto hasta llegar a los copos de la frondosidad, había construida una casa de árbol, soportadas por las gruesas enramadas, imposible de divisar desde tierra por la altura
--Aquí estaremos a salvo—
--A quien se le ocurrió construir una casa en estos árboles, que belleza, es toda una obra de arte—
--Si pueden tomen los binoculares para que puedan observar a los cazadores y hagan silencio que el oído de los perros es muy sensible, son cazadores—
Pero la manada les dejo diferentes rastros a los perros que los confundió, sin poderlos encontrar el grupo de búsqueda regresó a la casa nuevamente
Aramis se encontraba afligido por su hija, abrió la habitación que alguna vez ocupo Loredana y que siempre mantuvo bajo llave, allí estaban sus cosas, mientras Leo lo vigilaba, ya había recogido el brebaje de la mansión
En eso entra Caterina –Recordando a la perra de Loredana, hermanito—
--No me molestes, al parecer no sabes lo que esta sucediendo… Secuestraron a mi hija Loria, lo invitados que teníamos aquí—