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Loria, La nefilin Lobo (ESPAÑOL)
CAPÍTULO 44 El ataque en la bahía

CAPÍTULO 44 El ataque en la bahía

--¿Bolas de fuego… de donde sacaste eso? – pregunta Terry

--Es Poseidón… esa en la forma de defenderse y atacar, cuando se enoja se transforma en un ser de fuego, al parecer no pueden revertir la transformación, es allí cuando debemos actuar, al morir explota, y las esquirlas son letales para cualquier ser vivo, todos se debemos protegernos, solo una chispa del fuego del infierno nos matará. Así que yo haré las bolas de lodo y Uds. las esquivaran—

Así pasaron meses, Loria amaba tanto a sus lobos, que no se resignaría a perder a ninguno, por eso los entrenaba hasta el agotamiento, para que pudieran defenderse. Un día en clase en la Universidad, llega a los oídos de Loria un canto de sirena, parecía más bien un eco por la lejanía

Ella entendió, que el canto era de una de las sirenas que había conocido, mas no entendía bien lo que sucedía o el mensaje que le estaba enviando. Le participa a Terry que va para el acantilado a escuchar el mensaje, y que se encontraran allá

Corre a toda velocidad por los bosques hasta que llega a la orilla del desfiladero del acantilado, allí escucha con atención, en eso llegan los demás atendiendo el llamado de Loria y luego Terry

--¿Qué dice la tonada, cual es el mensaje? —pregunta la Wicca

--El mensaje es de la princesa que rescatamos, dice que atraparon a todo su pueblo, fueron atrapados por Poseidón, serán descuartizados al amanecer por el mismo, como castigo a las criaturas del mar que osaron escaparse del encierro…. tienen a todo su pueblo, su especie será extinta –

--Dios mío señor Ángel Surie… no lo permitas—se inclina Leo en alabanza al cielo

--¿Qué haremos mi reina? – pregunta el varón rojo

--No puedes enfrentarte a Poseidón, sabes que no lo puedes vencer – dice Terry

--¿Quién dijo que no lo puedo vencer?... para que llevamos meses practicando, es para vencerlo, yo no conozco el miedo, somos guerreros de la Luz del Creador, fui enviada a este mundo para combatir al mal, si pierdo la vida en eso, el creador sabrá que hacer—

--El momento mis lobos ha llegado, es el turno de Poseidón, no puedo permitir que desaparezca a una especie completa como lo es el de las sirenas, son las que dominan el mar…. Recuerden todo lo que hemos aprendido en nuestras prácticas… estamos listos para combatir y que nuestro Ángel Surie nos proteja— expresa Loria

--Esperen, creo que invente una nueva forma de volar y llegar por el lado opuesto a la bahía, para no ser vistos… son estos dispositivos, le llaman parapentes, bajaremos en silencio y llegaremos más rápido— dice Terry

La idea fue aceptada por la manada, y por parejas descienden sobre la bahía en silencio, mientras las sirenas que todavía estaban libres esperan a Loria en el lugar donde la dejaron por última vez

Al verla sus ojos se llenaron de esperanza, porque el amanecer se acercaba

--Te saludamos mi reina de los lobos—

--Cuéntame que sucedió—

--Poseidón los atrapó con una red gigante cuando intentábamos huir de estas aguas, después de lo sucedido, nos estábamos mudando, así logro atrapar a todo el pueblo, a los niños también… prometió que ahora en la madrugada los descuartizaría a todos para alimentar a las bestias—

--Bien reúne a todos los que quedan sueltos, para que ayuden a escapar a los suyos, en el momento que les de la señal, también quiero que escuchen mi tonada y las imiten, canten conmigo sin descanso y por favor no se dejen ver –

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--Pero las bestias mi reina, te matarán son demasiadas aun para la Reina de los lobos –

--Sabes… ellos no son bestias… solo eran lobos silvestres atrapados por el mismo que ser que tiene tu especie… yo me encargo de las bestias… ayúdenme con el canto—

Mientras caminaban

--No se tu Wicca, pero también le tengo pánico a las bestias— comenta Leo

--Y yo les tengo terror, aquí traje un puñal mágico, por si acaso –

Al acercarse, observan desde lejos a Poseidón, quien se dirige al lago donde están las sirenas, abre una compuerta y el agua se escapa al mar, dejando a las sirenas sin agua

--Bueno sirenas les llegó la hora de morir y las bestias de alimentarse… suenen los silbatos—ordena a sus hombres

Tres de los hombres poseen silbatos colgados al cuello, se los llevan a la boca y comienzan a soplarlos, el sonido desespera a las bestias y se colocan muy agresivas, pero también afectan los oídos sensibles de los lobos

--Que barbaron, que sonido tan infernal… hay que colocarse los tapones—dice Terry

Loria ya venía preparada para los silbatos, retira los brazaletes y el collar que trae puesto y les dice al lanzarlos

--Tráiganme esos silbatos –

Los bumeranes giran y se dirigen a los tres hombres que suenan los silbatos, cortando sus labios, los retiran y se devuelven dejándolos caer sobre las manos de Loria, para volverse a sus muñecas y cuello

En eso Loria entona el canto de sirena, que calma a los lobos y enloquece a los hombres, las bestias al oírlo, cambian su actitud y se comportan como perritos consentidos, juegan como cachorros, entre ellos sin obedecer a nadie

Poseidón los grita

--Les ordene que suenen los malditos pitos… vamos a ver si cuando huelan sangre van a seguir con el jueguito –

Toma una sirena varón para descuartizarla, en ese momento oye la tonada en una octava muy alta con sonidos muy agudos que afecta sus oídos

--¿Quién canta?… ¿Quién hace ese infernal ruido?… respondan o la mato a todas ahora mismo –

--No somos nosotras… no estamos cantando…. La tonada viene de allá – dice una de las sirenas atrapadas señalando en la dirección de donde venía Loria caminando entre las bestias con su manada, Al verla la reconoce inmediatamente

--Tu eres Loria la hija de Aramis… ¿Qué haces en mis dominios?... ser hija del diablillo no te salvara de morir…. Suenen los silbatos, que ataquen las bestias—

--¿Cuáles silbatos? ¿Te refieres a estos? – Loria se lo mostró en sus manos, cerro el puño y los pulverizó volviéndolos polvo que dejó caer frente a lo ojos Poseidón, quien la veía con enojo

--Ya no podrás seguir torturando a esas criaturas de la naturaleza –

--No sabes lo que has hecho, ahora nadie podrá controlar a esas bestias… Ataquen a esta insolente y tráiganla y a sus demás acompañantes también, mientras la tonada continuaba sonando, las sirenas seguían sin descanso para aplacar a las bestias –

Loria cambio la tonada y emitió otra, donde les ordenaba a los lobos atacar a aquellos que por años los había sometido, las sirenas también cambiaron la tonada. Los hombres trataron de cumplir la orden de su amo, pero al tratar de moverse, las bestias los embistieron y los atacaron

Poseidón al ver que sus hombres habían muerto, se prepara para hacerse cargo él mismo de la situación, Loria cambia nuevamente la tonada y ordena a los lobos a esconderse y alejarse del lugar, mientras que las sirenas continúan cantando, subieron una octava más alto aun, hasta lo que sus cuerdas vocales resistían, atormentando aquel ser

Aquel obeso comienza a convertirse en fuego, por sus ojos emanaba fuego, por su boca como un dragón. Un grito muy agudo sale de la voz de Loria, era la señal para que el resto de la manada, procediera al rescate de las sirenas, abrieron de nuevo las compuertas y el lago se volvió a llenar de agua, recuperando las fuerza de aquellas que se encontraba al seco

Mientras Loria y los. betas comienzan a retroceder, tierra a dentro, alejándolo del mar, el monstruo los sigue, convencido que están huyendo por miedo, hace unos giros con sus manos y crea una bola de fuego, lanzándola sobre Loria, pero el grupo se dispersa en el aire, sin dejarlo acercarse a ellos

Pero de pronto Loria utiliza su poder del disfraz, y él la ve como Selena, quedo sorprendido al creer ver al amor de su vida

--Porque me atacas mi amor… ya no me amas…. Voy a llorar – dice Loria imitando la voz de Selena

--Si te amo…. Fuiste tú quien me dejo por aquel varón sirena… mi amor Selena – dice el obeso que cada vez estaba más encendido –

De pronto en un giro de Loria, ve a la Reina Loredana

--Que pensaste bestia, que podías retenerme en una estúpida tumba, a mí la Reina Loredana, eres tan insignificante que los arcontes te pusieron a cuidar bestias, porque eres una de ellas— decía Loria, ahora simulando la voz de su madre

--¿Cómo te escapaste de la tumba? te regresaré a ella de nuevo—

De nuevo hace una bola de fuego y la lanza, luego otra y así continua, mientras que los lobos giran en el aire, evadiéndolas, entonces Terry cae sobre los restos de una ballena gigante y toma los huesos de las costillas, se eleva y batea la bola de fuego devolviéndosela a su emisor, explotando en su humanidad