Los lobos negros traen a la loba blanca ante Loria, le descubren la cara

--Híncate loba blanca ante la reina— dice Emil

--Yo no tengo reina… donde estaba la reina todos estos años que me han tenido prisionera, como una esclava sexual de un demonio, estoy quemada por todos lados, no me he suicidado por mis hijos, si no me devuelven a él, los mataran—

--Eres una loba insolente, déjame mi reina darle su merecido – dice la Wicca

--No Wicca, déjala que hable—

Loria comienza a entonar el canto de sirena que apacigua a los lobos y también a ella

--Fue Ud. quien canto esa tonada en el despacho del rector… pero Ud. no tiene idea de quién soy, ni lo que he sufrido, no sé qué quiere de mi—

-- Eres Claudette Leroy, la hija de Lord Kylian Leroy, del reino de Espalion –

--Como lo sabe—

--Sencillo… porque me lo dijiste tu misma…. Siento que te has apegado al rector, a pesar de tus quemaduras como dices, lo has aprendido a querer o ¿Me equivoco? –

--De una forma u otra a pesar que soy su esclava, ha mantenido a mis hijos y los cuida—

--Llamas cuidar a tus hijos, mantenerlos encerrados en una jaula alimentados con los desperdicios de su casa –

--¡Eso es mentira!... él no haría eso…. Siempre me ha cuidado –

Los otros lobos describieron lo que vieron, tratando de sacarla de su error

--¿En donde se encuentran mis hijos? Como para decir semejante cosas del rector—

--Están a salvo, con nosotros… pero todavía no estoy segura que tu heredera de uno de los reinos de los Lores, seas una de nosotros, tu estupidez te supera, y tu traición hacia los de tu especie también, tampoco estoy segura de querer que esos cachorritos se críen al lado de un ser como tú, que odia su propia especie y se atreve a defender a un ser maligno como ese, después que la ha esclavizado—

--Por lo tanto, ordeno tu reclusión en un calabozo hasta que reflexiones de lo que estás haciendo y por los momentos no veras a tus hijos, ellos estarán mejor al lado de las madres lobas que los cuidan—

--Ud. no es nadie para hacerme eso, es peor que los caza lobos que me esclavizan, se cree reina, pero no es nadie, es una loba más haciendo de reina—

En eso Loria no aguantó más sus insultos y presionó su mente, la loba se agarraba la cabeza con las dos manos, hasta caer al suelo, revolcándose del dolor, perdió el conocimiento

--No crees que se te fue la mano mi reina – pregunta Terry

--Solo duerme, es más fácil así, despertará mañana dentro del calabozo, donde tendrá tiempo de reflexionar—

--Porque no crees en ella, es una de las nuestras – pregunta Leo

--Los entiendo, pero hay algo en ella, que no me deja confiar, es como si fuera una loba endemoniada, no sé si me entienden, ella está conectada con los. caza lobos de alguna forma, no sé si sería posible que pueda comunicarse mentalmente con alguno de ellos o con el mismo rector, siento que está enamorada de él –

--Yo si entiendo perfectamente mi reina, no puede incorporarse a la manada, podría ser una infiltrada y ante la duda el calabozo, ni ella misma sabrá en cual lugar se encuentra, por eso la enviaste desmayada, no podrá dar ninguna información—dice la wicca

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Esa noche Loria regresa al Ático

--Puede un lobo estar endemoniado y traicionar a los suyos –

--El amor es un sentimiento puro que mueve al mundo, es parte de la creación divina, sin amor no hay vida, los demonios son criaturas que pueden también amar, a su manera, pero sigue siendo amor, es lo que hace grande y poderoso al creador—

--Por lo tanto, la respuesta es sí, sin embargo, cabe la posibilidad que parezca amor sin serlo, pero solo es una posesión maligna que hace que el lobo parezca endemoniado—

La respuesta hace caer en cuanta, a Loria, pensando que es una infiltrada, entonces pone en práctica un plan, hace que la loba crea que fue llevada a un acantilado donde se encuentra la reina loba, llamada Loredana, para que le informe por telepatía al rector

Mientras el rector duerme, Loria se concentra y coloca imágenes en su mente de la reina Loredana en el castillo de Belcastel, bajando por unas escaleras helicoidales, donde llamaba al rector en forma insinuante y seductora, con un vestido de princesa arrastrando una larga cola, y un gran escote que descubría sus grandes pechos, como lo usaba la reina en su época entonando el canto de sirena, que envuelve en el deseo al Rector

Pero de pronto se despierta, con un deseo incontrolable por poseer aquella reina que lo incitaba al placer, cae en cuenta que solo era un sueño y piensa

--Que hermosa es Loredana ¿Por qué sueño con ella? El desgraciado de Aramis me la quito, debió ser mi hembra o será ¿Qué se está despertando en su tumba? El gran brujo que selló la tumba murió recientemente… no… no puede ser… ¿Será que se liberó el sello y con ello la tumba? –

En eso oye los gritos de la loba blanca que lo llama --¡Rector! …. ¡Rector! … ¡Ayúdeme! … estoy en el acantilado –

Era Loria simulando la voz de la loba blanca, Pero el rector se la cree y se dirige con su chofer al acantilado, allí encuentra a la loba atada a un árbol, amordazada, con los ojos la loba le advierte que detrás de él se encuentra el ángel, el rector voltea y cree ver a Loredana ya que Loria se cubrió el rostro con el poder del antifaz

--Como escapaste de tu tumba, Reina Loredana, tu belleza encandila a un demonio como yo, tú serás mi esclava servil para contemplarte el resto de la eternidad – dice el Rector embelesado con la reina de los lobos que cree ver

La loba blanca escucha la promesa de amor del demonio que tanto defendía y se pone a llorar porque se siente traicionada. Con las palabras revueltas con el tono de voz del ángel Surie dice

--Contémplame mientras puedas, porque será lo último que vean tus ojos—

Loria se eleva y bate sus alas desprendiendo una neblina que enturbia la visión del rector

--¿Qué haces? Baja de allí o iré por ti—

Comienza a transformarse en un enorme oso negro con la cavidad de los ojos vacías, mucho más grande que su hijo Alexandre Travis. Pero en la sacudida de las alas, dos plumas punzantes como agujas son lanzadas por Loria, las cuales entran cada una en la cavidad de los ojos de aquel gigante

Se tapa los ojos con sus manos diciendo

--Maldito Ángel, te mataré –

Entonces él se eleva hasta donde estaba ella, aunque sin ver, Pero ella se eleva más y toma su collar y lo envía a su cuello y su pulsera lo envía a sus brazos, cercenando sus miembros superiores mientras es degollado por el collar

En ese instante, se escapa el fuego infernal por su cuello y sus brazos, como si fuera un globo que se espicha, va de un lado a otro

-- ¡Cúbranse! — grita Loria a la manada

Mientras ella aletea con fuerza repeliendo el fuego, para proteger la loba blanca que se encuentra amarrada

El oso gigante dejo de emanar fuego, y su cuerpo sin vida cayó por el acantilado, desapareciendo de este mundo, tanto el collar como la pulsera volvieron al cuello y a la muñeca de Loria

Los lobos cada vez más, admiraban a su reina, que crecía cada vez más en poder y en belleza, por un instante pensaron que aquel oso negro la vencería. Pero el chofer trata de huir después de ver lo que paso con su amo, entonces lo traen ante Loria

--Que hacemos con este mi reina – pregunta el Varón rojo

Ella solo lo vio y se dio cuenta que solo era otro felino que olía a sangre humana, los lobos interpretaron su silencio y entre todos lo aventaron por el acantilado, solo el grito del felino se escuchó al caer

Luego trajeron a la Loba blanca nuevamente, esta vez se hincó sola ante la reina

--Perdóname reina de los lobos—

Loria la observa y siente que algo ha cambiado en ella, ¿Será porque su demonio protector está muerto por la mano de ella? O como dijo la sabiduría del ático, era solo una posesión maligna, pero ante la incertidumbre lo mejor era prevenir

--Llévenla al calabozo… estarás allí hasta que yo esté segura que no representas un peligro para la manada, para que no estés sola iras con los licántropos y aprenderás de ellos, su humildad, sobre todo – Así fue hecho

Pasaron varios días, antes que los caza lobos se percataran que el rector de la Universidad también había desaparecido. Pero ¿En qué lugar se encontraban sus cuerpos? Porque no habían cadáveres, sangre, signos de peleas, solo se encontraban los rastros de los felinos