El vocero del consejo de guerra, Santiago, un hombre respetado por su posición, llegó con el jefe de comunicaciones, Roberto. Estos fueron los últimos, lo qué provocó que el ambiente de ansiedad y tensión que había entre la comunidad militar se calmara un poco.

Inmediatamente, pasamos a la sala de reunión ubicada al lado del edificio principal.

Una vez que todos se ubicaran en sus asientos alrededor de la gran mesa de forma rectangular siendo el vocero del consejo de guerra y el general supremo de la milicia ubicados en ambos extremo, dio inicio la reunión

_Buen día para todos, cómo vocero y representante del honorable consejo de guerra, quiero darles a todos los presentes, con el respeto del general supremo, el calido saludo de parte de los ancianos y nuestro lider. Sin más, deseo explicarles por qué se organizó está reunión.

El silencio era tenso, cada uno de los presentes tenía sus dudas y curiosidad. Santiago continuo hablando.

_ Cómo saben, hace 30 años que luchamos contra la amenaza de un grupo de rebeldes vagabundos del exterior. Durante ese tiempo, nuestro régimen no se vio en peligro ya que este grupo carecía de orden y fuerza_ Esta última oración, puso en estado de alerta a todos. Se sabe que los rebeldes son un grupo númeroso, pero no poderoso. _ Si, han escuchado bien, carecían. Durante los últimos meses, los atracos a las unidades de Vanguardistas y cazadores fue en aumento. Cómo sabrán, hubo casos en el pasado, pero_ todos comenzaron a sentirse nerviosos sin razón _ En 30 años fueron pocos, en los últimos 2 meses, los atracos han superado los 30 casos.

El asombro y tensión subió en la sala. Un golpe en la mesa del siempre impulsivo comandante en jefe, perturbo el ambiente haciendo que algunos temblaran

_Como? Gritó el comandante Ñantü. Es imposible

La mano en alto del general supremo apaciguó el impulso de su colega.

_Por favor, les pido que escuchemos al Vocero y luego podremos debatir. Continúe Santiago.

_Por el sol gracias. Dijo el vocero que siempre mantenía cierta distancia con sujetos impulsivos como Ñantü. _ Bien, los atracos fueron violentos, pero los Vanguardistas, pudieron contrarrestar y eliminar a muchos rebeldes, según los informes. Cómo sabrán, tanto el líder Vanguardista como sus suboficiales están casi siempre en misiones de exploración en tierras lejanas. Al principio creíamos que los rebeldes aprovecharon está situación. Sin embargo, hace una semana ocurrió un hecho que nos obligó a considerar nuevamente a los rebeldes como un grupo amenazante. Lo confirmamos hace 5 días atrás. Sin más vueltas. Hace 7 días llegó una nota por un mensajero, en la que nos informaron de la derrota en batalla contra los rebeldes, del líder Vanguardista, Tika. Y hace 5 días, se confirmó la derrota en otra batalla, de la suboficial Dana.

El clima de tensión que había en la sala cambió rotundamente. Cada uno de los presentes, quedó perplejo ante la noticia. El silencio fue atroz. Solo dos personas pudieron romper el silencio, el general supremo y el comandante en jefe de tropas

_Usted nos dice, que el respetado líder Vanguardista fue derrotado por el grupo rebelde? Preguntó incrédulo pero siempre frío y analítico el general. Y más aún, también una de sus suboficiales más implacables? Cómo fue posible este suceso?

_Tampoco puedo creerlo, no. Perdone usted Santiago, no desconfío de su información, tan solo que no puedo creer que dos personas tan fuertes hayan sido derrotas.

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Mientras hablaron Lautaro y Ñantü. Los ojos del capitán Ramsés estaban clavados en Akira, que parecía no prestar atención y miraba al piso. Su irritación era notable, y antes que pudo objetar algo, el suboficial Vanguardista, Marcus tomó la palabra.

_Si me disculpan, quisiera hablar libremente sin rodeos. Hace un tiempo que nuestro lider tenía sospechas sobre la fuerza del grupo rebelde, incluso Suri aquí presente, tuvo un encuentro muy arriesgado con una persona en el exterior

_Explicate mejor. Irrumpió gritando y golpeando nuevamente la mesa el comandante Ñantü

_Por favor comandante, le pediré que evite provocar sobresaltos en nuestros ánimos. Continue por favor suboficial

_Gracias General. Hace dos meses, ocurrió un evento que hizo desconfiar a nuestro líder sobre la fuerza del grupo rebelde. Durante un ataque de estos, nos dijo que pudo notar mucha organización pero también confianza entre los rebeldes. Y cuando nuestro líder los acabo, el último de ellos sonrió aceptando su muerte, diciéndole, que el tiempo del régimen se acabaría pronto.

_Eso no explica nada. Fue un delirio antes de morir. Objetó el capitán Ramsés.

_No. Sucesivamente, Suri aquí presente puede tomar la palabra y explicarles su encuentro.

Inmediatamente la mirada de todos se posó en la suboficial Suri. Sus ojos fríos y azules, no mostraron nerviosismo y hablo directo

_En una exploración junto a mi escuadrón, recorrimos la antigua ciudad de Nueva Esperanza, ubicada a unos cuentos kilómetros de la comunidad de marginales. Buscamos nuevas especies de aves que se avistan ahí, sin embargo, nos topamos con una persona muy peculiar. Media alrededor de 1,90. Era flaco, y de cabello gris. No llevaba capucha, tampoco máscara antigas. Y parecía andar tranquilo sin temor al exterior. Cuando me acerque para interrogarlo, creyendo que era un vagabundo solitario y loco, este me sonrió, y me dijo antes que pudiera hablar. "su tiempo ha llegado". Inmediatamente, desapareció de mi vista como si fuera una ilusión

El comandante iba a gritar nuevamente, Pero fue interrumpido inesperadamente por Akira.

_Ilusión dices, sabes que solo puede ser tu mente divagando por el cansancio del trabajo en el exterior.

La mirada juiciosa de todos se posó sobre aquel joven que parecía no haber prestado atención y que casi todos, o la mayoría, pensó por dentro que hacia allí.

_Como te atreves a faltar el respeto de esa manera? Irrumpió Ramsés mirando con enojo a Akira.

_El joven policía no parece conocer modales, pero no importa Capitán, conocemos como actúan los suyos. Dijo fríamente Marcus amenazando.

El sudor recorrió la frente del suboficial de policía Leo, que intentó calmar la situación,

_Por favor disculpen, mi jefe no quiso ser... La voz de este se apagó cuando se dió cuenta que todos lo miraron con desprecio.

_No entiendo que hace el niño jefe aquí, y muchos menos un suboficial de policía en representación de la comunidad de cultivo. Dónde está ese líder prominente del que hablan todos? Objetó Ramsés.

_Silencio. La voz firme y autoritaria del general supremo hizo que todos callarán y retomarán sus posturas. Está es una reunión organizada por el honorable consejo de guerra. Cómo se atreven a comportarse de esta manera? Comandante, capitán y líder de policía, les pido a los tres que se disculpen y guarden silencio. Dejen de actuar como niños, la gravedad del asunto aún no ha Sido explicada del todo. O me equivoco, Santiago? El general, miró fríamente al vocero, que ya no tenía la misma postura calmada, ahora parecía que tenía ganas de no estar allí.

_Asi es, por ello, le pediré al jefe de comunicaciones que hable. Adelante por favor.

_Gracias, cómo saben, la comunidad de comunicaciónes está ubicada en la antigua ciudad de pozo hondo, allí, nosotros somos los encargados de toda la información. Por lo tanto, los Vanguardistas y cazadores son nuestras fuentes confiables por su trabajo en el exterior. Dicho esto, tenemos la suposición, solo es eso, de que los rebeldes, durante todos estos años, han aumentado su fuerza. Llegando a tener el nivel suficiente para usar el Apoq'ra, incluso, según la información de la misma Suboficial Dana, quien fue tratada en la comunidad de la salud, su derrota fue devastadora, murieron todos sus acompañantes, y el causante fue un solo hombre, quien parecía dominar un Khra'gixx de tierra.

El silencio reino nuevamente en la sala. Incluso el comandante Ñantü quedó perplejo sin poder decir palabra.

¿Un rebelde, usando Apoq'ra? ¿Más aún, desarrollando un Khra'gixx?

La reunión, llegó a su climax y no parece haber vuelta atrás. La amenaza rebelde, es un peligro mayor de lo que se esperaba.