La comunidad militar es considerada la segunda defensa más fuerte del régimen , ubicada por detrás de la comunidad central. Esta es una fortaleza, construida en el antiguo aeropuerto de Santiago del Estero. Los muros están construidos con piedra y concreto y alcanzan una altura de 20 metros , y las torres tienen 30. La fuerzas de defensa están bien distribuidas en 12 palcos alrededor de la comunidad, y entre los muros hay túneles por donde los soldados pueden disparar. Arriba hay cañones de gran alcance y vallestas. También hay vallas, grandes estacas y autos de antaño que forman barricadas para fortalecer aún más. Dentro de esta comunidad, los edificios son dos, y luego hay salones de reuniones, entrenamientos, campos de tiro, lucha, una pequeña plaza, una gran cantina. Y también hay una huerta, aunque aquí el nivel de los cultivadores es más bajo que en la comunidad de cultivo. En esta comunidad, la policía del orden no es necesaria, la población total, son soldados rasos, suboficiales, líderes y comandantes. Y aquí, es el lugar más estricto de todos. Los Vanguardistas son bien considerados en esta comunidad, esto se debe a qué siempre se los ha respetado por su arriesgada profesión como transportadores de suministros entre las comunidades.
El día a día en esta comunidad es monótono, incluso aún más que en la comunidad de cultivo, todos se levantan alrededor de las 4,30 am, comienzan con la limpieza del lugar, los rastreos ante posibles amenazas, los suboficiales entrenan a los soldados rasos. Todo el día, es entrenar y ordenar el lugar. Incluso la regla es estar en la cama a las 21,30. Solo la guardia nocturna que es rotativa cambia el sueño de los soldados.
La monotonía aquí, se rompe solo cuando se avecina una reunión importante entre comunidades y sus respectivos líderes, ya que por su fortaleza es el lugar indicado. Dicho esto, aquella mañana de miércoles, la tensión y la ansiedad de toda la comunidad era notoria. El primer líder en llegar a la comunidad, fue el joven líder de la policía del orden, Akira. Lo que causó decepción entre los soldados que esperaban ver al líder Vanguardista, o a los temibles señores de la guerra (esto era improbable, pero ellos mantenían siempre la esperanza de verlos de cerca)
Inmediatamente este clima se disipó, pues el siguiente en llegar a la fortaleza fue un antiguo compañero.
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El capitán de la escuadrón, líder de la comunidad de artesanos y cazadores, Ramsés. Provocó la euforia entre los soldados que no lo veían hace mucho. El atuendo de Ramsés, era similar a los suyos. Con pantalones de cuero liviano, botas de cuero con punta de metal. Armadura de metal, y una capa que mostraba su autoridad como capitán. Su estatura promedio de 1,80, su rizos colorados, y su gran sonrisa eclipso totalmente al frío Akira.
Los soldados se acercaron a el, quien a pesar de su rango, no dudo en abrazarlos y devolverles algunas bromas, mostrando el compañerismo entre miembros de esta comunidad, sin importar si son designados a vivir en otra comunidad.
Ramsés aunque pareció que nunca miró a Akira, de hecho lo observo claramente cuando esté se dirigía al gran salón donde sería la reunión. Cuando estaba por preguntar a sus antiguos compañeros quien era el sujeto, Akira dió vuelta un poco su rostro, y miro de reojo a Ramsés. La mirada entre estos fue fugaz pero intensa.
Por un lado, Ramsés juzgaba a este pálido y escuálido joven, y del otro lado, Akira miró al capitán con desprecio.
Los siguientes en llegar, fueron la joven Naoya, sanadora de nivel 3, y futura líder de la comunidad de salud. Vestía elegante con telas azules y un sombrero grande que ocultaba su hermoso rostro moreno, y ojos color café. Los soldados quedaron fascinados por su belleza. Pero, la euforia por la entrada del capitán Ramsés y está belleza, se convirtió en una verdadera calma y temor por la llegada del general supremo de la milicia, Lautaro "Puño veloz", y el comandante en jefe de tropas, Ñantü " La tormenta". Estos con sus poderosas armaduras y capas, y grandes machetes y cuchillos, miradas imponentes y estaturas de casi 2 metros, causaron un silencio atroz. Rápidamente todos se pasaron firmes llevando su mano derecha al cielo, símbolo de poder y lucha entre la milicia.
Los demás líderes que llegaron fueron los capitanes de la milicia que viven en las comunidades de apoyo, comunicaciones y energía. También llegó el principal líder de comunicaciones. Y por último, los dos suboficiales Vanguardistas Suri y Marcus. Y el suboficial Leo, a cargo de la policía del orden de la comunidad de cultivo. Causó gran impresión no por su porte, sino por el hecho de que todos esperaban ver al líder de cultivo, de quién se rumoreaba que poseia un don único.
Y más aún, todos esperaban ver a Tika, el valiente. El poderoso líder Vanguardista, y su suboficial, Dana "La Gula", temida incluso entre suboficiales de la milicia.