#12
Los soldados estaban nerviosos en sus puestos. Alrededor de 600 militares protegían el muro de la comunidad, pero la falta de su capitán que hacia mucho rato que no había vuelto los mantenía en alerta máxima. El clima en el aire era demasiado denso, los soldados rasos a cargo, Esteban, Crocus, Monica y Nahir, cada uno en cada punto cardinal de la comunidad, no dejaban de sudar mientras observaban el monte que rodeaba su hogar. Los militares se habían dividido estratégicamente en 8 escuadrones. No lo podían asumir aún, pero estaban a punto de ser atacados. El aire lo decía y de repente, las aves se asustaron y comenzaron a volar alejándose del monte. El soldado Esteban que estaba en el lado sur, vió como una roca gigante en llamas descendía a toda velocidad. Solo logró gritar "Nos atacan", cuando el impacto provocó la muerte instantánea de el y su pelotón. En un abrir y cerrar de ojos, parte del muro estaba destruido y comenzaba a arder.
A lo lejos, Martin escuchó el impacto y sintió el suelo temblar. Rápidamente dirigió a la multitud lo mejor que pudo.
_ Vamos al refugio ahora mismo. Nurugai, Apu y Ginai. Dirijan a todos, no hay tiempo que perder.
Sin mediar palabra, todos entendieron al joven líder, aunque minutos antes dudaron y criticaron su labor, ahora todos depositaban su fe en el.
Nurugai ordenó a Ginai y Apu que se encargaran de resguardar a la gente. Entonces miró a Martin que observaba el humo que venia del lado sur.
_Lider, no puedo seguir sus órdenes, necesito ir al lugar del impacto quizá pueda salvar..
_Cálmate Nurugai, no hay oportunidades. Mira bien.
Las palabras de Martin fueron frias, pero devolvió a la realidad a Nurugai.
El ataque como la defensa ya habian comenzado.
Las ballestas dispararon rocas hacia donde habia venido el ataque. Los soldados corrian dandose órdenes, trataron de organizarse lo mejor posible. Pero no estaban preparados para lo que vieron entonces. Desde el monte, dirigiendose hacia el muro, se aproximaban 4 escorpiones aberrantes. De unos 3 metros de largo y 1 de alto. Llevaban tras de ellos muchos otros mas pequeños.
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Los gritos y la desesperación fue total. Estaban atrapados por el miedo, no solo por los animales mutados, sino por la muerte de Esteban y su pelotón. Del lado norte, Monica no entendia lo que pasaba. Ordenó a un grupo de soldados que vayan a averiguar la situación alli, pero.
_Hola , soldados.
La voz fria, y casi gutural, se escuchó de la nada, viniendo detrás de Monica.
Cuando ella se dió la vuelta, pues habia dejado de ver su frente tras el ataque hacia el otro extremo, no pudo entender lo que veía. Todo su escuadrón, volando por los aires. Siendo impulsados por un sigiloso huracán. Solo ella, había sido dejada fuera de ese ataque.
_¿que, quien eres ?.
Nunca lo supo, porque en cuanto terminó la frase, su cabeza rodó por el suelo. Siendo pateada hacia fuera de la comunidad por un sujeto extraño y extravagante.
Media aproximadamente 1,80 metros, llevaba un pantalon de cuero gris que tenia una cola de zorro blanco como rabo. El torso completamente desnudo, mostraba su piel grisácea llena de cicatrices, sus guantes tenian unas garras de algun animal salvaje, y una máscara de cuero que cubria su cabeza, dejando ver sólo su mandíbula. Esta mascara tenia unos cuernos como ornamentación.
Este sujeto sádico era Love, el segundo suboficial al mando de la resistencia.
Las bajas en menos de 10 minutos superaban las 80.
Desde los demas puntos cardinales, Nahir y Crocus entendieron la situación rapidamente, corriendo a toda velocidad por el camino de los muros, sin perder de vista el exterior.
El primero en notarlo fue Crocus. Vió emerger del monte la figura de un hombre de mediana/baja estatura. Logró divisar un gancho en una de sus manos. Este era Bufón, el primer suboficial al mando de la resistencia. Parecía avanzar a pasos lentos, Crocus se detuvo y ordenó a los soldados que estaban cerca que atacaran. Fue en vano, las rocas que dispararon de las ballestas, fueron detenidas en el aire antes de impactarlo.
_¿Control del aire? No. Khra'gixx de tierra.
Crocus destacaba por su inteligencia. Se dió cuenta en un instante del poder del sujeto, pero no sería suficiente. Vió como este levanto su mano hacia el cielo, y haciendo un gesto hacia el muro, devolvió con mas fuerza las rocas. Hiriendo y matando a los soldados.
Martin y Nurugai estaban en el centro de lideres equipandose para la batalla, aunque sabían que no serían de gran ayuda, si podrian salvar vidas.
_Nurugai, necesito que ordenes a tus discípulos que vayan con la gente. Sus habilidades serán necesarias, pase lo que pase.
La voz de Martin era firme, pero Nurugai no pudo evitar pensar lo peor. Los gritos y el caos resonaban en toda la comunidad
La situación era desalentadora. Ambos sentían esa sensación extraña en sus cuerpos. Intentaban parecer fuertes, pero algo les decía que no saldrían bien de este ataque.
A unos cuantos kilómetros de la comunidad, un hombre observaba los pajaros sobreexaltados. Se tocaba el mentón tratando de adivinar que pasaba. Estaba parado bajo cadaveres de escorpiones mutantes, y un grupo de rebeldes.
_¡Oooh!. Parece que ustedes no podrán llegar al concierto.
Exclamó con una sonrisa macabra