Pasaron meses de la destrucción del pueblo, Tadro y sus soldados se volvieron bandidos, asaltando diferentes aldeas y pueblos poco defendidos, huyendo antes que llegará el ejército formal de la nación a la que pertenecían, por las noches violaban y torturaban a sus capturados sin ningún tipo de piedad.

Hasta que un día recibe la información de uno de sus soldados que encontró una especie de campamento, aunque tiene buena defensa no es muy grande, Tadro sonrió, encontró otro lugar para saquear, se levanta del cuerpo de la mujer que estaba abusando, es Tiara ya sin luz ni esperanza en sus ojos.

-Muy bien muchachos, todos listos, atacaremos al anochecer mientras duermen, preparen la artillería que robamos en el último saqueo- Ordena Tadro

Todos se posicionan y esa misma noche atacan con la artillería al campamento, pero la artillería hace poco daño a las paredes

-Vayan y ataquen, ingresen y mátenlos a todos, tomaremos a sus mujeres porque las que ya tenemos está algo desagradables- Ordena Tadro

-Si señor- Responden los soldados, ya sin una sola pizca de la dignidad de un soldado, ahora solo son bandidos

En ese momento una gran parte del grupo se dirige a dar un ataque frontal con sus armas gauss, cuando se acercan lo suficiente son recibidos por múltiples disparos de armas de plasma que queman y matan a un gran número de ellos, asustados intentan huir, pero antes que lo logren reciben otra ráfaga de disparos y caen todos muertos, todo es observado por Tadro con sus binoculares, enojado por lo que pasó decide montar un campamento algo lejos del lugar que intentaron atacar

-Maldita sea, sus armas son mucho mejores que las nuestras, están bien armados, tienen muchos soldados, creo que no debimos haberlos atacados, que puedo hacer- Murmura Tadro mientras está enojado e inquieto sabe que no lo dejarán huir tan fácilmente, no luego de haberlos atacado- Tengo una idea, les daré las mujeres como disculpa, serán una buena moneda de cambio para que nos perdonen, saquearé más en algún otro pueblo

Felicitándose a si mismo por su gran idea procede a dormirse, a los pocos segundos siente que algo le presiona la nariz y la boca, abre los ojos y observa que le están presionando un paño contra su boca y nariz, siente que su cuerpo se debilita, todo se torna oscuro hasta que cae inconsciente

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En ese momento Tadro despierto por un golpe de agua en su cara, abre los ojos y se encuentra en algo parecido a una celda oscura con dos hombres frente a él con sonrisas maliciosas, ve una pequeña mesa de metal cerca y muchos utensilios que no hacen más que darle miedo

-Vaya, nuestro querido invitado ha despertado- Dice uno de los hombres mientras lo mira

-Parece que antes de ser traído se divertía mucho según nos contaron lo que vieron en su carpa, todo un muchachón- Responde el otro hombre

-P-Por favor, no me hagan daño, y-yo puedo pagar mi libertad, haré lo que sea, trabajos forzados, ser carne de cañón, soldado, esclavo, lo que quieran- Dice Tadro lleno de miedo

-Ohh, no te preocupes, no necesitas hacer nada de eso- Responde una voz que sale de la oscuridad y una mujer sale de la parte más oscura de la celda- Solo queremos lo que sabes, pero es una lástima que no podremos creer lo que nos digas, te presento a mis amiguitos- Dice la mujer mientras sostiene un pequeño martillo- Te los presentaré uno a uno mientras los vayas conociendo sabremos todo lo que tú sabes y creeremos más en ti.

-N-N-No, por favor, le diré lo que sea, por favor- Responde Tadro mientras tiembla

-Tranquilo, tranquilo, este es el señor pinzas- Dice la mujer mientras sostiene unas pequeñas pinzas- Está lleno de interés por conocerte a ti y a tus dedos, tal vez debes darle un regalo, tus uñas por ejemplo

En ese momento la mujer usa las pinzas en sus manos y usándolo para sujetar una de las garras de Tadro y brutalmente arranca la uña mientras él grita de dolor.

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-Calma, la diversión está por empezar- Dice la mujer con una sonrisa perversa en su rostro y observa a Tadro mirándola con miedo.

-N-no, no, no, por favor, no lo hagas- Dice Tadro sin parar de temblar ya no solo de miedo, si no por el dolor

-Vamos no seas aguafiestas- Dice la mujer mientras suelta la pinza y coge un pequeño frasco- Tápenle la boca, su ruido es irritante

-Si señora- Responden los dos hombres mientras toman un pedazo de trapo, lo hacen una bola y lo ponen en su boca, ahogando todos sus gritos de dolor.

-Este es el señor ají, un pequeño y tierno condimento para nuestras comidas- Dice la mujer mientras abre la tapa del frasco y empieza a echar el contenido en el dedo sin uña de Tadro- pero, también le encanta los lugares rojos como este.

Los gritos de Tadro son ahogados por el paño impidiéndole gritar, sufriendo una larga tortura durante 30 minutos, donde cada segundo de calma se convirtió en un paraíso que no tuvo el derecho a tener

-Entonces, ¿estás más animado para una pequeña conversación? – Dice la mujer mientras vuelve a poner una herramienta en la pequeña mesa de metal

Tadro totalmente lleno de sangre, sus piernas mojadas por su propia orina, con muchas lágrimas en los ojos, le falta una oreja, todas las uñas y algunos dientes

-S-s-si….. –Responde Tadro

-Que cooperativo eres, dime, ¿cómo te llamas, de dónde vienes?- Pregunta la mujer con una melodiosa voz que serían hermosa de escuchar en un momento normal, pero para Tadro suena como la voz de un demonio

-M-m-me llamo T-T-Tadro, soy de una pequeña civilización de nivel 3, formamos parte de la alianza Om´tiere, rama de los lobos- Responde Tadro mientras tartamudea por el miedo y el dolor

-¿Que son los Om´tiere?- Pregunta la mujer

-S-s-son una alianza, a la cabeza están los gobernantes de 3 imperios de nivel 7, también significa hombres bestia- Responde Tadro sin la más mínima pizca de intención de resistir o mentir.

-¿Por qué nos atacaron tú y tu grupo?-Pregunta la mujer

-V-v-vimos una pequeña base, un objetivo fácil, se suponía que entraríamos, mataríamos a los hombres, secuestramos a las mujeres y a los niños que podrían servir como comida de emergencia- Responde Tadro

-¿Comen humanos?- Pregunta la mujer con el ceño fruncido

-N-nunca he visto un humano, es la primera vez que los veo, pensamos que solo eran una pequeña civilización o refugiados de alguna civilización derrotada- Responde Tadro- N-n-no sabíamos que eran una civilización nivel 4……

-¿Por qué dices que somos una civilización nivel 4?- Pregunta la mujer un tanto más interesada

-Sus armas, esas armas me las contó mi padre quien sirvió para el ejercito del reino al que nuestra civilización es vasallo, son una civilización de nivel 4 y cuando libran guerras contra otra del mismo nivel debemos enviar soldados- Responde Tadro hablando con más fluidez, pero incapaz de mentir o esconder algo por el miedo

-Esas mujeres que tenías en tu carpa, ¿quiénes son?- Pregunta la mujer, mostrando irritación en su voz y lo cual asustó más a Tadro

-N-n-nosotros las secuestramos de los pueblos que atacamos……-Responde Tadro incapaz de parar de temblar

-¿Todas las mujeres son de pueblos que atacaron?- Pregunta la mujer aún más irritada

-N-n-no todas…..Tiara no…- Responde Tadro

-¿Ella de donde es?- Pregunta la mujer

-D-d-del mismo pueblo que yo- Responde Tadro

-¿Dónde está a tu pueblo?- Pregunta la mujer

-Está destruido, ahora son solo ruinas, fue destruido por una horda de bestias, lo juro, yo no lo destruí- Responde Tadro llorando

-Esas armas que tenían, ¿cómo las obtuvieron?- Pregunta la mujer algo impaciente

-Yo era el líder de la milicia del pueblo antes que se destruya, cuando atacó la horda hui con mis soldados y las armas- Responde Tadro

-Bien, última pregunta y serás libre- Dice la mujer, dándole una pequeña esperanza de supervivencia a Tadro- ¿Conoces el reino eterno?

Tadro responde mucho más animado, aferrándose a la pequeña esperanza que tiene- No he ido nunca, pero, escuché de él, un reino poderoso, es el líder indiscutible de todo el mundo, una civilización nivel 9, sus apéndices son las civilizaciones de nivel 7 y 8 que existen, incluso nuestra alianza es subordinada. El reino eterno es el único que se puede oponer y hacer retroceder al imperio de la muerte

-mmmm Háblame de este imperio de la muerte – Pregunta la mujer

Tadro sigue aferrándose a la esperanza de libertad y sigue respondiendo- No sé mucho, está muy lejos al norte, a millones de kilómetros del reino eterno, están gobernados por un ser de nivel 9, su rey es un ser muy antiguo, lo llaman La representación de la muerte, el único que lo mantiene a raya es el reino eterno, es todo lo que sé señora, por favor libéreme- Dice Tadro mientras llora

-Bien, yo cumpliré mi palabra, eres libre- Responde la mujer

La felicidad llega a Tadro, ser liberado de ese infierno, pero vuelve a caer cuando nota que uno de los hombres levanta un arma apuntando a su cabeza- S-S-señora, usted dijo que me liberaría, no faltará a su palabra, por favor, respondí todo lo que me pidió

-¿mmmm? Dije que serias libre, nunca que seguirías vivo, la muerte también es un tipo de libertad- Responde la mujer mientras se dirige a una puerta

-NO QUIERO MOR……- La voz de Tadro se detiene cuando un disparo atraviesa su cráneo matándolo al instante

-Esta muerte es un premio que no te mereces escoria- Dice la mujer sin ocultar su enojo y ve el cadáver antes de salir por la puerta- Desháganse del cadáver.

-Sí, señora! –Responden los hombres mientras levantan el cadáver y lo meten a una bolsa

-Yo me encargaré del informe al general, tenemos algo de información, aunque poca, pero útil- Dice la mujer