Mi nombre es Tadro, nací en un pequeño pueblo Om’tiere, de la rama de los lobos, mi padre formó parte de la milicia que se encargaba de proteger el pueblo de bandidos o algún animal salvaje que pudiera representar algún peligro, somos una civilización nivel 3, aunque mi pueblo es pequeño no será destruido por alguna bestia de nivel 3 tan fácilmente, aunque son raras por donde mi pueblo existía. Ni hablar de las peligrosas bestias de nivel 4, esas viven en territorios muy alejados, el pueblo está a salvo.
Cuando fui adolescente me enamoré de la hija del jefe del pueblo, ah, tan hermosa, sus ojos cristalinos y su hermoso cabello, no podía dejar de amarla cuando la vi, me decidí, voy a ser un poderoso soldado y su padre estará feliz de casarla conmigo.
-Eso es estúpido, maldita sea, como puede pasar esto- Grita enojado un Tadro ya adulto, aparentemente ya tiene 20 años- Soy el líder de toda la milicia y ese desgraciado hijo de un mercader cobarde se atreve a llevarse a Tiara de mi lado y su asqueroso padre se atreve a estar feliz por ellos, ella debería ser mía y solo mía.
-Líder, tranquilo, no creo que lleguen a casarse- Dice un soldado que se encuentra al lado de Tadro
-¿mmm, Porqué tan seguro? – Dice Tadro algo confundido
-Pues, sería una lástima que la caravana del novio y el padre de este sea atacado por bestias salvajes y nosotros valientemente fuimos a rescatarlos, pero nuestros vehículos no llegaron a tiempo y todos murieron, ahuyentamos a las bestias, pero solo encontramos unos cadáveres mutilados e irreconocibles- Dijo sonriente el soldado
-Tienes razón, eso es una muy mala noticia- Responde Tadro con una sonrisa despiadada en su rostro
Al siguiente día Tadro con una patrulla bajo su mando se esconden en el bosque a la espera que pase la caravana donde llegaría el novio de Tiara, mientras están preparándose ven que en lugar de la gran caravana llega a toda velocidad un solo vehículo extremadamente dañado, las puertas rotas y con claras señales de garras
Los ocupantes del vehículo, al saber que se encontraban cerca del pueblo, lanzan una bengala de emergencia para que la milicia llegue y les puedan avisar de lo ocurrido, en ese momento Tadro y otro grupo de milicia que vio la bengala aparecen y el vehículo se detiene, los ocupantes bajan aliviados por haberse encontrado con los soldados que patrullaban, en ese momento se baja un señor de mediana edad su cuerpo lleno de heridas y sangre fresca
-Es una emergencia, fuimos atacados por una horda de bestias, deben ser al menos nivel 2 o 3, tal vez están liderada por alguna nivel 3 o 4- Dice el mercader asustado- Mi caravana fue atacada y todos los guardias contratados murieron, los otros vehículos destrozados, todos devorados, mi hijo está herido, perdió un brazo.
-Eso es una emergencia – Dice Tadro y se gira hacia el otro grupo de milicia que llegó- Regresen al pueblo, que preparen las defensas, quiero todas las torretas activas, una horda de bestias será difícil, quiero que cada soldado y hombre capaz de luchar tome un arma de la armería y esté listo para la batalla
-Sí, señor- Responden los soldados antes de darse la vuelta y volver al pueblo para dar la orden que su jefe les dio.
-Usted señor, le agradezco por su valentía y su suerte de haber sobrevivido a una horda, es bueno que nos haya traído esa noticia, pero, es una lástima que usted y su hijo no sobrevivieron a las heridas, en especial su hijo quien murió por la pérdida de sangre e infección por sus heridas- Dice Tadro con una sonrisa en rostro.
-Q-que quiere decir, estamos vivos, aunque son heridas graves podremos sobrevivir hasta el pueblo- Responde el comerciante asustado
-Creo que no me ha entendido- Responde Tadro mientras levanta su pistola gauss y apunta a la cabeza del mercader- Su valentía es encomiable, pero su muerte es lamentable
En ese momento Tadro dispara y el mercader cae al suelo muerto con una herida en la cabeza, luego de matarlo se dirige al vehículo extremadamente dañado y ve a un joven guapo con mucha sangre y nota el brazo faltante.
-Y tú, desgraciado, estoy seguro que Tiara estará muy triste por tu muerte, pero no te preocupes, yo la cuidaré, me divertiré mucho con ella en tu nombre- Dice Tadro mientras apunta al joven con su pistola gauss y nota que el joven a pesar de las heridas lo mira con enojo y rabia, pero esa mirada desaparece cuando una bala atraviesa su cráneo, matándolo.
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-Escúchenme todos, nos dirigiremos al pueblo, iremos a la armería y tomaremos las armas que necesitemos, lo subirán al vehículo y llevaremos a toda mi gente de confianza, escaparemos hacia el sur- Ordena Tadro
-Pero señor, el pueblos será atacado por una horda- Responde un soldado
-Exactamente por eso, ya lo escucharon, era una horda de bestias nivel 2 o 3, que incluso podría tener bestias nivel 4, ¿crees que un pequeño pueblo como el nuestro que no tiene ni siquiera un ejército totalmente armado podría resistir? – Responde Tadro
-Entiendo señor… -Responde el soldado
-Pero, no te deprimas, podrás tomar a cualquier mujer que quieras, ya no estaremos bajo el mando de nadie, tomen el dinero que quieran, las cosas que quieran y las mujeres que quieran para que sean sus juguetes- Dice Tadro con una mirada perversa- Ahora, vamos rápido, necesitaremos tiempo para prepararnos
En ese momento llega Tadro con su grupo al pueblo, el jefe del pueblo es el primero en hablarle cuando llegan
-Joven Tadro, ¿dónde está el mercader y su hijo?- Pregunta un anciano, el jefe del pueblo
-Señor, lamento tener que decirle eso, pero las heridas del mercader y de su hijo fueron demasiado graves, en especial del hijo, la pérdida de un brazo y las múltiples heridas le impidió sobrevivir- Responde Tadro- Cuando ordené a los soldados volver a dar el aviso el señor mercader se derrumbó en el suelo, tal vez fue envenenado y eso lo mató, cuando fuimos al vehículo para traer al menos al hijo descubrimos que llevaba horas muerto por la pérdida de sangre.
-Eso es una triste noticia, fueron valientes para aguantar las heridas para poder dar el aviso- Responde el jefe del pueblo con una mirada triste en su rostro sin sospechar la verdad
En ese momento Tadro observa una lagrima caer por los ojos de Tiara, se da la vuelta y se va corriendo llorando hacia la casa de su padre
-Mi pequeña Tiara…. – Murmura el jefe del pueblo
-Señor, si me lo permite, iré a consolarla, debe estar muy triste- Dice Tadro
-Sí, ve joven, ella debe estar devastada, pero debe ser fuerte- Responde el jefe del pueblo.
-Iré señor, algunos de mis soldados irán a sacar suministros médicos y las armas requeridas para proteger el pueblo, no se preocupe, sobreviviremos- Responde Tadro y se levanta para dirigirse en la misma dirección de Tiara.
En ese momento Tadro llega a la casa del jefe y ve la puerta abierta, ingresa y ve a Tiara llorando, sosteniendo una foto del hijo del mercader, eso hace enojar a Tadro, pero lo soporta y se acerca a tiara con intención de consolarla.
-Tiara, no llores, los muertos no pueden volver, tengo algo que decir – Dice Tadro
-¿Q-q-qué sucede Tadro?- Pregunta Tiara entre lagrimas
-Esta horda es demasiado grande para sobrevivir, debemos huir, escaparemos al bosque, llevaremos armas y soldados, podremos asentarnos en otro lugar y volver a formar un pueblo, formaremos una familia y prosperaremos- Dice Tadro con suavidad
-¿P-pero y mi padre y todos los demás?- Pregunta Tiara
-Se sacrificarán para que podamos huir, retendrán la horda lo más posible para que podamos escapar a salvo- Responde Tadro
-N-No NO!, ya lo perdí a él, no quiero perder a mi padre también, prefiero morir- Grita Tiara
En ese momento Tadro no puede soportar más y se enoja, entonces grita – ¿MORIR?!! ¿CREES QUE TIENES DERECHO A DECIDIR ESO?!!, TU ME PERTENECES Y ME PERTENECERÁS, TU ESTUPIDO PADRE MORIRÁ EN EL ESTOMAGO DE UNA BESTIA Y TU SERÁS MIA, SOLO MIA- Dice Tadro ya sin más intención de ocultar sus planes
-N-no te me acerques – Dice Tiara asustada
-¿Que no me acerque? Tú eres mía y lo serás, quieras o no- Dice Tadro mientras ataca a Tiara y la golpea hasta hacerla caer inconsciente
-P-padre…….- Murmura Tiara mientras pierde el conocimiento
Tadro levanta el inconsciente cuerpo de Tiara y fuera de la casa están sus soldados con los vehículos listos, llevan secuestradas a diferentes mujeres, niñas y niños del pueblo, están listos para partir
Tadro sonríe al ver eso, entonces sube al vehículo y escapan por la puerta opuesta de donde llega la horda, en ese momento esta llega al pueblo y todos los que están en las paredes disparan sus armas hacia las bestias haciendo que muchas caigan, lanzan bombas las cuales explotan carbonizando a múltiples bestias, pero todo es inútil, porque mientras matan a una bestia dos ocupan su lugar
-¿Dónde está Tadro y sus soldados? Ya deberían estar aquí- Dice el jefe del pueblo y en ese momento recibe un comunicado en su radio
-Señor jefe del pueblo, estoy infinitamente agradecido con usted y conmovido por su sacrificio para ser el cebo y permitir nuestra huida, estoy seguro que su hija le agradecerá mucho- Dice Tadro a través de la radio.
-Padre ayúdame!!- Grita Tiara a través del comunicador para la desesperación de su padre
-Hija, ¿qué pasó?- Dice el jefe del pueblo- Maldito bastardo que le has hecho a mi hija
-No se preocupe, ella me servirá muy bien, le prometo que la disfrutaré mucho- Dice Tadro mientras se ríe
En ese momento el jefe del pueblo con sus binoculares observa como por la puerta opuesta del pueblo una caravana de vehículos escapa
-DESGRACIADO TE MALDIGO!!- Grita el jefe del pueblo mientras que en ese momento los muros del pueblo ya no pueden soportar más el asalto de las bestias y se derrumban, múltiples bestias ingresan, devoran a los defensores y lentamente avanzan hasta que destruyen todo y devoran a cada uno de los habitantes del pueblo