Cuando todo el grupo finalmente llegó a la iglesia el joven que había estado protegiendo la puerta de la misma había dejado de reír y se había apoyado en la pared mientras los observaba a todos con unos ojos extremadamente cansados remarcados aún más por las grandes ojeras que tenía.
—Ojalá hubieran llegado antes, solo un poco antes.
—Soy Mavia miembro de las custodias de Lunaris, lamento que no hayamos podido protegerlos a tiempo como dicta nuestro deber, y lamento aún más profundamente todo lo que hayan perdido por eso, pero necesitamos que nos informe qué es lo que a pasado y que paso con las custodias que estuvieron estacionadas es este pueblo.
—No perdimos a ninguna persona, solo— el joven se detuvo y vio la maza de guerra que empuñaba antes de soltar un suspiro y mirar a los ojos a Mavia —Eso ya no importa, después de la visita de la gran maestra y su advertencia preparamos algunas cercas y formamos un grupo para patrullar, sin embargo a esas cosas no les importó, nos atacaron a plena luz del día, no hubo sigilo, solo vinieron en grandes números, las custodias que estaban con nosotros trataron de detenerlas mientras todos nos reunimos y nos escondimos en la iglesia, pero fueron abrumadas, fueron heridas, creo que calmamos su dolor, pero no sabemos si despertaran, por suerte ustedes llegaron justo antes que esas cosas me comieran vivo.
—Tomas, ve a ver si puedes hacer algo por las custodias heridas, Richard y William los quiero vigilando las entradas de la Iglesia, los aprendices de guerreros estarán adentro listos para ayudar a quien sea que lo necesite, Leyla, yo y las aprendices de custodia estaremos en las ventanas o en el techo para que nada nos tome desprevenidos— Las indicaciones fueron rápidas y frías —todos tengan mucho cuidado esas cosas parecen insectos y e visto insectos cavar, caminar, nadar y volar, así que no se descuiden.
El grupo asintió a las palabras de Mavia y se dividió para seguir las órdenes, sin embargo Mavia se dirigió junto con Tomas y el joven a ver a las custodias heridas, al llegar vieron a dos mujeres inconscientes cuyos cuerpos mostraban una gran cantidad de cortes y moretones, por suerte ninguno de ellos pudo ver alguna herida que fuera realmente grave.
—Es necesario que reúnas a todos aquellos que sufran de alguna dolencia alrededor de estas dos damas heridas, utilizare un hechizo de curación y es primordial usar al máximo todos los recursos que tenemos en estas circunstancias.
El joven asintió con la cabeza y se dispuso a salir, sin embargo su hombro fue tomado por la firme palma de Mavia.
—Necesito saber cuantos suministros tienes, donde estan, y si necesitamos traer algo de algun otro lugar del pueblo, tambien quiero saber si tienes alguna clase de herrero, alquimista, médico, y lo que sea que puedas encontrar, necesito saber que tengo y que me falta para defender este lugar, además asegúrate de averiguar dónde podemos conseguir más alimentos. Si nos siguen rodeando es muy probable que tengamos que sobrevivir con lo que tengamos, a menos que tengas algún druida por aquí, después informaselo al erudito Tomas que está tratando a mis hermanas custodias.
El joven negó con la cabeza mientras miraba al suelo antes de dirigirse al resto de personas que habían estado escondidas en la iglesia, para cumplir con lo que le ordenaron.
Mientras Mavia se dirigía a la gran ventana que se encontraba encima de la puerta principal de la iglesia, desde la cual salió para trepar al techo de la misma y así poder observar hacia la distancia y vigilar en caso de un futuro ataque de los insectos, sin olvidarse de mirar al cielo cada tanto, no quería ser sorprendida por algún insecto volador que cayó del cielo y le cortó la cabeza.
El ambiente dentro de la iglesia se calmó poco a poco con la presencia de tantos profesionales, pero con la llegada de la noche los profesionales empezaron a inquietarse paulatinamente, las únicas que no tendrian ningun problema de visión en la oscuridad de la noche eran las custodias, pero no podían dejarles a ellas toda la responsabilidad de vigilar durante toda la noche, o no podrían hacerlo adecuadamente en el dia, y aunque Tomas podría crear una runa para mejorar la visión en la oscuridad, esto además de tomar mucho tiempo seria una perdida de recursos que no sabían si podían permitirse, por lo que todos los profesionales decidieron hacer una rápida reunión mientras los aprendices los suplirán en sus actividades.
—Antes de que pregunten, ni bien vi lo que había pasado lance una señal hacia las demás custodias, pero la ayuda demorará entre tres a cinco días así que tendremos que resistir ese tiempo de alguna manera.
—No es tan malo como esperaba, pero tendremos suficiente comida para todas las personas que están aquí hasta que lleguen los refuerzos.
You could be reading stolen content. Head to the original site for the genuine story.
—El joven sacerdote me brindó la información de este pueblo, su fuente de alimentos principal es el granero que tiene suficiente comida para todos por un periodo de tiempo aproximado de un mes, por lo que propongo que el traer alimento para la alimentación de todos durante mínimamente una semana como prioridad.
—También sería buena idea recuperar la pequeña forja del herrero y el laboratorio de la herbolaria.
—Somos muy pocos para poder recuperar edificios y protegerlos, debemos atacar el nido de estos insectos y espantarlos, así podríamos buscar un punto de batalla alejado del pueblo.
—No podemos, el hacerlo dejaría expuesto a todos los habitantes de este pueblo, y si dejamos suficientes de nosotros para protegerlos de manera segura no es seguro que tengamos suficiente fuerza para destruir el nido si es que hubiera alguno.
—Entiendo tu posición como custodia y también creo que sería muy triste el perder a tantas personas, pero es más importante establecer una base aquí, que este pequeño pueblo.
—Entonces te desearé suerte el establecer una base aquí sin la ayuda de las custodias por haber abandonado a su pueblo.
—Tranquila Leyla, y tu William entiende que como custodias no podemos arriesgar la vida de aquellos que viven bajo nuestra protección, así que es mejor que pensemos cómo proteger lo suficiente al pueblo, para luego encontrar y destruir el nido de estos insectos.
—Es posible para mi crear una runa cuya capacidad potencie los sentidos, beneficio que podría permitirles un rastreo más eficaz del nido.
—Crees que podrías crear una protección rúnica lo suficientemente fuerte para proteger al pueblo mientras vamos a destruir el nido.
—Nosotros los Eruditos, somos muy versátiles, sin embargo no somos la respuesta ideal para todo, lo que pides ademas de tomar una gran cantidad de tiempo y recursos, necesitaría una fuente de energía que los miembros de este pueblo no serían capaces de suministrar, por lo que la mejor opción sería encontrar algún profesional capaz de invocar o contratar seres a su servicio, o en su defecto tener al menos dos o tres profesionales de batalla de cualquier tipo.
—Ninguna de esas parece algo posible ahora, Tomas como están las dos custodias que estaban defendiendo este lugar.
—Mis conocimientos sobre la salud son escuetos, pero considero que mañana podrán integrarse a la guardia, mientras no entren en una batalla directa.
—Bien, la rotación de guardia de hoy será de dos grupos cada uno formado por una custodia y un caballero, acompañado de un aprendiz cada uno, por tu parte Tomas espero que hagas tantas runas de ataque y mejora como puedas, quiero poder mandar por los aires el nido una vez que lo encontremos.
Con estas últimas palabras la reunión terminó, rápidamente coordinaron el orden de guardia durante la noche antes de empezar a descansar.
Los primeros en hacer guardia fueron Leyla y Richard, los insectos gigantes enviaban algunos insectos tanto voladores como terrestres de los cuales se encargaba Richard siguiendo las indicaciones de la custodia, pues esta no quería gastar sus flechas ni lanzas más de lo necesario antes de que pudiera reponerlas o recuperarlas con seguridad, la única excepción a esto fue cuando un grupo de insectos voladores se acercó, Leyla rápidamente acabó con ellos en el aire mientras los aprendices estaban listos para alertar al resto de un ataque en el instante en que los profesionales se los ordenaran, pero al parecer los insectos solo estaban probando que tan atentos estaban sus presas durante la noche.
Durante el cambio de turno intercambiaron información y hablaron acerca de lo que había sucedido, la siguiente parte de la noche continuó con ataques esporádicos de los insectos que eran rápidamente terminados por William, pero esto terminó cuando el sol parecía estar apunto de salir, Mavia vio a lo lejos una nube de insectos demasiado grande para que ella pudiera tratarla sola, rápidamente ordenó a los aprendices que despertaran al resto y se quedarán con el resto de aprendices dentro de la iglesia para acabar con cualquier insecto que los traspase.
En poco tiempo todos los profesionales estaban fuera de la iglesia listos para luchar mientras a lo lejos veían como un enjambre se acercaba, pero mientras mas lo hacia notaron algo, delante de este habían tres personas que cabalgaban a toda velocidad, conscientes que sus vidas dependían de que tan rápido corrieran, pero esto no era lo más sorprendente, lo más sorprendente de todo era que dos de esas personas estaban cabalgando sobre caballos de hueso cuyos contornos brillaban con unas llamas verdecinas.
Las dos custodias que estaban ubicadas detrás de los caballeros tensaron sus arcos esperando a que los insectos entrasen en un rango en el cual estuvieran seguras de acabar con ellos sin dañar a los nigromantes que iban delante de ellos, y cuando esto se cumplio soltaron las cuerdas de sus arcos, las puntas de las flechas que lanzaron se iluminaron tenuemente mientras empezaban a dividirse y caer sobre los insectos, a diferencia de las ocasiones anteriores no se detuvieron con un disparo sino que siguieron lanzando sin detenerse, inundando el cielo con una lluvia de flechas, lamentablemente esto afectó la puntería pues no todas las flechas llegaban a impactar a los insectos.
Los caballeros al ver como la marea de insectos se acercaba empuñaron fuertemente sus espadas mientras el aura de batalla salía en pequeños destellos de sus cuerpos listos para atacar, en ese instantes los nigromante finalmente llegaron pero antes que pudieran decir algo los dos caballos de hueso se desmoronaron mientras sus jinetes caían al suelo desplomados.